Siendo invierno, la hora de comer no tardo mucho en llegar, 16 horas de noche, era la época favorita de los vampiros.
Cada comida era como un banquete para cualquier persona normal; como la realeza, todo tenía que ser suntuoso, y su padre, el Emperador Dragos, no iba a permitir nada que dañara la imagen de lujo y autoridad que su familia tenía sobre el resto de los vampiros y cualquier otra raza mágica.
A veces se preguntaba si en verdad era necesario, todos sabían que estaban en un país pobre, fuera su patria Rumania o Moldavia.
La riqueza no era más que el acumulado de los buenos años vampíricos.
Un largo comedor de madera de roble se extendía haciendo parecer el lugar muy pequeño. 50 sillas perfectamente talladas con figuras que evocaban colmillos saliendo de cada una de ellas. Incontables antorchas colgando de los muros. Porque el Emperador no terminaba de aprobar la electricidad, para el, los hacía dependientes del mundo humano.
Y eso quitaría el punto de tener un castillo en medio del agua.
Lo cual era muy molesto para Mihail que tenía laptop y smartphone como cualquier joven normal, tenía que cargar todo en la escuela y si quería ver una película como hoy dejarla precargada.
Mihail aguanto un suspiro, en su opinión era mejor saber usar todo invento humano a su favor, si no, tal vez no tendrían oportunidad contra ellos. Aún con la velocidad y fuerza de los vampiros, dudaba que pudieran escapar del desarrollo bélico que tenía el ser humano, torpe, mediocre, pero efectivo.
En la cabecera de la mesa, con una silla particularmente alta, se sentaba un hombre de cabello tan rojo como la sangre, sus largos mechones se deslizaban sobre su pulcra camisa blanca, dando la impresión de que sangre fluía sobre su cuerpo.
Su piel blanca tenía un brillo muy atractivo para cualquier ser vivo; y su aura era tan imponente que era normal bajar la mirada y querer ocultarse con tan solo estar cerca de él.
Sus ojos violeta brillante se posaron sobre Mihail.
-Pronto será el solsticio de invierno, espero que ese estupido lugar al que asistes no interfiera con la celebración de tu surgit
El surgit, así se le llamaba al momento en que un vampiro cumple la mayoría de edad y comienza a beber sangre.
-Su Majestad, fue el anterior Emperador quien estableció que debemos mezclarnos entre humanos para tener una identidad segura, espiar y poder influir en la sociedad humana a nuestro favor. Ir a la universidad es parte necesaria para infiltrarse
-Aunque eso aplique para todos, tu eres el siguiente Emperador, no hay necesidad de mezclarse con los inmundos
Inmundos, la palabra con la que llamaban a los humanos.
-Solo cumplo con los últimos deseos del pasado Emperador, Alteza. No tomara mucho tiempo, además aprendo algunas cosas de política
-¿Qué puedes aprender de los inmundos?
Digo Dragos con claro desprecio en su voz.
Mihail quería puntualizar que la realeza humana seguía reinando abiertamente a diferencia de ellos, pero nunca se atrevería a contradecir a su padre, conocía muy bien su terquedad y el poder que poseía no era broma.
Mihail ya era muy fuerte para su edad, pero aún no pasaba por el surgit, no podía tocar ni un cabello de Dragos.
-Tienen algunos puntos buenos, disfruto la lectura de Maquiavelo
Dijo intentando parecer seguro de si mismo.
-Por supuesto que lo haces, era un vampiro. Aunque convivía con inmundos sabía traer gloria a nuestra raza. Su muerte trajo tristeza a muchos inmundos y vampiros por igual.
-Mihail puede mostrarnos que tanto a aprendido en la siguiente reunión del Consilium
Intervino su madre, la Emperatriz Lenuta, una mujer menuda de ojos verdes como los de Mihail y cabello negro azabache, su piel morena contrastaba con la blancura de Dragos. Su vestido era particularmente abierto en áreas que no quisiera ver en su madre, pero ella nunca perdía la oportunidad para lucirse frente a Dragos.
Su padre tenía un basto harén, y no tenía mucha preferencia por Lenuta. Lo que hacía que Lenuta se esforzara al máximo para llamar su atención, utilizar a Mihail para hacerlo era una de sus cartas favoritas.
Y Lenuta odiaba todo lo imperfecto y que no mostraba belleza, su hermana Ana era un ejemplo de imperfección por eso la alejaba, para su madre tenerla cerca era un asunto de poco prestigio, algo que la distanciaba más de Dragos quien solo buscaba la fuerza.
-Es una buena idea, que vean que pronto reinaremos de nuevo como la raza suprema
Los vampiros tenían 3 importantes reuniones, 1 cada vez cada 5 años, el Foedris, la reunión de los clanes de vampiros mas importantes. El Consilium, la reunión de todos los lideres de las razas mágicas, cada 17 años o cuando algo importante debía ser discutido. Y el Foedris Maximum, en el que los reyes y reinas de los vampiros se reunían con el Emperador, está sucedía cada 33 años.
Justamente la reunión del Consilium estaba próxima. El comentario de su madre sugería que quería que Mihail asistiera, acompañando a su padre, para mostrar al siguiente líder, no era cualquier cosa.
Sería evaluado por todas las razas, un paso en falso y la raza vampirica estaría en riesgo. También era un honor ser presentado pero en este momento lo que sentía era ansiedad. Era un buen vampiro, fuerte e inteligente, su apariencia era buena, pero constantemente se sentía un fraude, alguien que solo aparentaba ser el heredero perfecto.
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