¿Podría ser que el villano tuviera un extraño pasatiempo de disfrutar siendo engañado? (1)
Ye Zhen sabía que no le agradaba a la Madre Ye.
«Ye Zhen» tenía una disposición cobarde, era inarticulada y tenía habilidades mediocres. En contraste, Ye Qing era vivaz, alegre, de mente fuerte y sabía cómo socializar con su entorno para pasar un buen rato. No solo la Madre Ye albergaba estos sentimientos, los otros miembros de la familia Ye y su círculo de amigos tampoco la querían.
La principal razón era por no ser buena para complacer a otros y ganarse su favor.
Durante el Año Nuevo, una Ye Qing sonriente actuaba adorablemente mimada y solicitaba sobres rojos a todos los adultos de su familia con una voz dulce. En contraste, Ye Zhen solo se pararía impotente a su lado con una cara sonrojada. Incluso después de vacilar tratando de hablar, no podía decir ni una sola palabra halagadora.
Por lo tanto, cuando se mencionaban a las hijas gemelas de la familia Ye, muchos elogiarían alegremente a Ye Qing, pero solo asomarán una sonrisa torpe para Ye Zhen, sin encontrar las palabras adecuadas para elogiarla.
En estas circunstancias, era natural que la Madre Ye sintiera de modo diferente por sus dos hijas. Le gustaba la capaz y sobresaliente Ye Qing, invirtió toda su energía en ella; era su orgullo y alegría. A la larga, era inevitable que favoreciera a una hija y discriminara a la otra.
Una madre, en teoría, debería valorar a sus hijas por igual, entonces, ¿por qué no podía tratarlas de manera justa?
La razón databa de mucho tiempo atrás, cuando la Madre Ye estába en el hospital en trabajo de parto, el nacimiento de Ye Qing transcurrió sin dificultades, mientras que el nacimiento de Ye Zhen casi le había costado la vida. Debido a este asunto, Madre Ye nunca había abrazado ni reconocido a su hija menor. Cada vez que la veía, revivía la angustia que sufrió sobre la camilla de operaciones, casi a un paso de las puertas del cielo.
Si tuviera la opción de elegir, nuevamente elegiría arriesgar su vida para dar a luz a Ye Zhen, pero de igual modo, no la cobijaría con su amor.
Era como si Ye Zhen hubiera consumido todo el amor maternal que le tocaba a ella en esa sala de operaciones hace veintidós años.
Después de charlar cortésmente un poco, comieron el almuerzo que los sirvientes de la familia Ye habían preparado meticulosamente. Se había preparado vino, pero por la mala salud de Lu Beichuan, el padre Lu se la bebió completamente. Después de ingerir tanto alcohol, terminó gritando borracho «querido yerno» unas cuantas veces y con algo de tenacidad logró llevarlo a su estudio. Lu Beichuan había mostrado buenos modales y buen temperamento durante la visita a la casa de la familia Ye, no era ni servil ni autoritario, con sentido del decoro y extrema cortesía.
En comparación, el padre Ye parecía un rico novato extremadamente descortés.
En realidad, no sé trataba de fanatismos, ellos realmente eran parte de los nuevos ricos. El padre Ye había heredado en su juventud la mina de carbón de su familia. Después de obtener beneficios en su primer esfuerzo económico, partió a una gran ciudad próspera y se preparó para hacerse de una posición. Sin embargo, después de derrochar toda la riqueza de su familia, ni siquiera causó sensación. Tras muchos años de resultados tibios, ya había consumido lentamente su capital. Justo cuando la familia Ye estaba a punto de ir a la bancarrota y quedarse sin hogar por la hipoteca con el banco, que sería vendido pagar sus deudas, el Viejo Maestro Lu encontró al padre Ye y salvó a la familia invirtiendo fondos de capital en su empresa.
Actualmente, la compañía pendía del aliento de la familia Lu. Sin su ayuda, la familia Ye realmente caería en la bancarrota.
Lu Beichuan fue llevado al estudio por el Padre Ye, y Ye Zhen fue llevada a un dormitorio por la Madre Ye.
La ropa fina hace al hombre y el oro hace a las estatuas de Buda. La Ye Zhen actual era diferente a la del pasado. Vestida con ropas caras y joyas, mantenía la cabeza en alto y tenía un porte fuera de lo común. Su discurso y manierismo eran serenos y seguros. Cuando caminaba al lado de Lu Beichuan, realmente daba la impresión de ser una adecuada Sra. Lu. Era como si hubiera renacido.
Madre Ye la escudriñó. Obviamente, una madre debería sentirse orgullosa de que su hija se volvió sobresaliente, pero a sus ojos, esta nueva Ye Zhen era un poco escalofriante.
Madre Ye pensó que si fuera Ye Qing quien tuviera el estatus de la Sra. Lu, sería aún más sobresaliente.
«Mamá, ¿por qué me pediste que viniera aquí?»
Madre Ye reprimió el pinchazo en su corazón y esbozó una sonrisa. «Ha pasado un mes desde que te casaste con la familia Lu. Mamá solo quiere saber si has estado viviendo bien».
Ye Zhen respondió superficialmente: «sí, estoy bien».
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