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Capítulo 24: Una Batalla Mortal

 

Al escuchar la familiar voz del joven proveniente de encima de su cabeza, el corazón de Jun Min se estremeció y se quedó paralizada en sus brazos, sin atreverse a moverse, como si un simple asentimiento la despertara del sueño.

Al ver que ella no reaccionaba en absoluto, el joven cubierto de sangre aflojó lentamente su agarre, bajó la cabeza y preguntó vacilante: “Min’er, ¿qué te pasa? ¿Por qué no hablas? ¿Te has lastimado en alguna parte? Déjame ver… Vamos, levanta la cabeza para que tu hermano te vea.”

Los dedos de Jun Min Xin sujetaron con fuerza la túnica de guerrero del joven y tras una larga pausa, levantó la cabeza aturdida, retrocedió dos pasos y murmuró con incredulidad: “¿…Hermano?”

Entonces, la sombra de sus ojos se disipó y sus grandes ojos negros brillaron con vitalidad. Sin esperar la respuesta de Chen Ji, se arrojó de nuevo a sus brazos, aferrándose con fuerza a su espalda, aún no muy ancha y estaba a punto de llorar de la emoción. – “¡Ah´Ji! ¡Ah´Ji, Ah´Ji!” – Fue como si se hubiera quedado sin palabras en ese momento, solo pudo gritar incontrolablemente su nombre, como si quisiera expresar todo el anhelo que sentía por él luego de cuatro meses de separación, pero no sabía por dónde empezar.

“¡Ah´Ji, estás aquí! ¡Te extrañé tanto! ¡Incluso en este momento de peligro, te extrañé tanto! ¡Ah´Ji, has vuelto…! ¡Qué bien!”

“Min’er, lo siento, este hermano llega tarde…” (Chen Ji)

Chen Ji también estaba abrumado por las palabras y los pensamientos, cuando acababa de regresar de la misión en la frontera, se enteró del accidente de Min Xin y sin siquiera molestarse en descansar una noche, corrió día y noche hacia el condado Li. Jun Min Xin era su benefactor, su familia, por la que arriesgaría su vida incluso si el cielo y la tierra se derrumbaran… Nunca había estado tan aterrorizado.

Él abrió la boca, como si estuviera a punto de decir algo, cuando varias figuras salieron corriendo de un lado y se arrodillaron ante él y Jun Min Xin, diciendo con voz grave:

“¡Este lugar es peligroso! Joven Maestro Chen, por favor, llévese a la Princesa y evacúe lo antes posible para unirse al grueso del ejército del General Jun fuera de la ciudad. ¡Nosotros, sus subordinados, cubriremos su retirada!”

Chen Ji asintió. Jun Min Xin recordó algo de repente y dio instrucciones a los generales arrodillados. – “Vayan a la puerta trasera del Pequeño Palacio Li y busquen a una joven. Se apellida Shen, tiene diecisiete o dieciocho años, cabello largo y ropa blanca, y es muy hermosa. Si la encuentran, ¡asegúrense de traerla a mi lado sana y salva! Me salvó la vida y será recompensada generosamente.”

Los hombres respondieron con un “Sí”, y luego desaparecieron en un destello de espadas y sables.

Chen Ji, con la espada en una mano y agarrando la esbelta cintura de Jun Min Xin con la otra, susurró: “¡Agárrate fuerte, te llevaré fuera de la puerta de la ciudad!” – Dicho eso, se impulsó con la punta de los pies y al mismo tiempo blandió su espada como el viento, despachando a los pocos soldados enemigos que se interponían en su camino. Con unos pocos saltos, como un cisne extendiendo sus alas, llevó a Jun Min Xin hasta las puertas de la ciudad.

Justo cuando estaban a punto de romper el cerco y atravesar las puertas de la ciudad, se escuchó un sonido agudo y penetrante de “Fiiu, fiuu” desde el aire, sobresaltado, Chen Ji, sujetó a Jun Min Xin y se giró para esquivar el golpe. Una flecha emplumada pasó rozándole el hombro, desgarrando su túnica blanca de guerrero y el forro. Un instante después, una tenue mancha rojo sangre se extendió, tiñendo de rojo la túnica rasgada.

Jun Min, horrorizada, abrió mucho los ojos. – “¡Ah´Ji!”

Recordó una vida anterior, cuando Chen Ji la abrazó así y le susurró con voz suave: <“Abrázame fuerte…”>

Recordó una vida pasada, cuando Chen Ji también hizo lo mismo, muriendo por ella bajo una lluvia de flechas enemigas.

‘Flechas, Chen Ji, muerte…’ – Un miedo sin precedentes la invadió y gritó con voz ronca: “¡Ah´Ji…!”

“No pasa nada, solo es un rasguño.” – Chen Ji instintivamente apretó los brazos, abrazando a la asustada chica contra su pecho y dijo con suavidad. – “No te preocupes, este hermano es muy fuerte, muy, muy fuerte. No dejaré que nada le pase a Min’er.”

Mientras hablaba, sus ojos azul oscuro, como los de un halcón, se fijaron con fuerza en la dirección de donde vino la flecha.

Jun Min Xin recuperó la compostura y se giró hacia un lado para mirar y vio a una figura permanecía en silencio en la esquina del palacio frente a ella. Su túnica era roja como la sangre, tenía el cabello negro como un demonio, sus rasgos faciales estaban velados por las sombras, dejando solo un par de ojos de fénix estrechos y penetrantes que brillaban con un destello sanguinario.

Bajo el resplandor plateado de la luna llena, el viento agitaba su ropa, y su larga y oscura cabellera ondeaba salvajemente con la brisa. Permaneció allí en silencio, con su mirada lobuna fija en Chen Ji y Jun Min Xin y el largo arco en su mano era como una luna llena, su flecha apuntando directamente a Chen Ji.

“Arqueros, prepárense, ¡disparen!” (Gobernador)

Ji Ling lanzó un largo grito, y una densa lluvia de flechas voló hacia ellos, llenando el aire con un zumbido escalofriante.

“Hermano…” – Jun Min Xin agarró con nerviosismo el cuello de Chen Ji, con los labios ligeramente temblorosos.

Chen Ji bajó la mirada y la miró con ternura. Las palabras de preocupación llegaron a sus labios, pero se las tragó por completo. Jun Min Xin simplemente cerró los ojos y sonrió aliviada: “…Confío en ti.”

¡Confío en ti!

La comisura de los labios de Chen Ji se curvo en un arco imperceptible, y sus oscuros rizos, dispersos entre sus sienes, rozaron el rostro de Jun Min Xin con la brisa, aportando una suave frescura. A la luz de la luna, los hermosos y profundos rasgos de Chen Ji irradiaban la confianza y la arrogancia de un joven lleno de vigor. Abrazando a Jun Min Xin, rodó y ¡saltó directamente desde la muralla de cien pies!

La lluvia de flechas apenas rozó el cabello ondulante de las dos personas y los fragmentos restantes fueron barridos por la espada de Chen Ji. Después de varios giros y vueltas, Chen Ji aterrizó sano y salvo, sosteniendo a Jun Min Xin.

Delante, Jun Xian, Qin Suifeng, junto con sus guardias personales corrieron de inmediato hacia ellos, escoltándolos de regreso a su campamento.

“¡Pequeña Min Xin!”

“¡Pequeña sobrina!”

Dos apuestos hombres, uno con armadura plateada y el otro con túnica de erudito, corrieron hacia ellos simultáneamente. Jun Min Xin sonrió, corrió hacia adelante y se arrojó a sus brazos, llena de alegría por haber sobrevivido al desastre.

“¡Tío! ¡Tío pequeño! ¡Están todos aquí!”

Bajo la cálida luz de las antorchas, los dos hombres la llevaron aparte, interrogándola sobre su situación con voces llenas de preocupación. Jun Min Xin echó un vistazo a Chen Ji, que estaba esperando a un lado, estiró los brazos, se dio la vuelta y sonrió con dulzura: “Tío, tío pequeño, estoy bien. Gracias a que Ah’Ji llegó justo a tiempo y me rescató de esa guarida de los bandidos.”

Jun Xian respiró aliviado y le dio una palmadita en el hombro a Chen Ji con aprecio. – “¡Eres realmente digno de ser mi discípulo! ¡A diferencia de ciertas personas inútiles, ¡que deja que los bandidos campen a sus anchas ante tus narices!” – Dicho eso, miró ferozmente a Qin Suifeng.

Qin Suifeng estaba al borde de las lágrimas, y dijo con agravio: “Segundo Hermano, ¡Suifeng sabe que se equivocó! Estoy dispuesto a capturar a ese traidor de apellido Ji para ti y expiar así mis pecados con buenas acciones.”

“¡Informe!” – Un soldado irrumpió desde fuera de la tienda, apretó los puños y se arrodilló, declarando. – “¡El gobernador del condado ha matado a nuestro mensajero, defenderá la ciudad hasta la muerte y se ha negado a obedecer las órdenes del Rey Jing!”

“¡Qué absurdo!” – Dijo Jun Xian golpeando la esquina de la mesa con enojo, su cuerpo desbordando intenciones asesinas. – “Ahora que mi sobrina ha sido rescatada sana y salva, ya no representa ninguna amenaza para el Pequeño Palacio Li. ¡Todos, luchen con todas sus fuerzas y capturen a los traidores!”

Jun Min Xin dijo: “Él tío no lo sabe, Ji Ru desapareció hace mucho tiempo y el actual gobernador del condado de Li es un hombre llamado Ji Ling.” – Ante la mirada de todos, dijo con voz profunda. – “Me he encontrado con ese hombre y sé que es un villano voluble, cruel y traicionero. Disfruta matar, comer carne humana y ama a las mujeres hermosas y el dinero. Sus aposentos están llenos de tesoros excepcionales y preciosos, como un palacio celestial. Además, esa persona admira extremadamente a la abuela Jun Lian Shu, su esgrima es increíblemente poderosa, rápida y despiadada y ¡sus habilidades probablemente no sean inferiores a las de la abuela en aquel entonces!”

“¿Dijiste que el admira a tu abuela?” – Qin Suifeng, de pie con las manos a la espalda, dijo lentamente. – “Un hombre brutal nunca se ganará el corazón del ejército, no importa lo poderoso que sea este hombre, solo es un lobo solitario, no hay nada que temer.”

Chen Ji guardó silencio un momento, luego, de repente, juntó los puños y dijo: “Maestro, ¡por favor, permita que este discípulo vaya y lo desafíe!”

Jun Min lo miró sorprendida, con los ojos llenos de una preocupación manifiesta. Jun Xian sopesó los pros y los contras y no se apresuró a responder.

Chen Ji suplicó de nuevo: “¡Por favor, permite que Chen Ji entre en batalla y capture al bandido de apellido Ji para el general!”

Jun Xian reflexionó un momento, luego levantó la mano y lanzó la orden militar, diciendo solemnemente: “¡No se permite el fracaso!”

“¡Sí!”

Chen Ji se subió su túnica y se arrodilló, levantando las manos por encima de la cabeza para recibir la orden y luego, apretó los puños y salió de la tienda.

“¡Ah´Ji!” – Jun Min Xin salió corriendo tras él y ordenó. – “Si es posible, quiero que lo captures vivo.”

“Entendido.”

“Ah´Ji…” – Jun Min Xin lo miró profundamente, suavizando su voz. – “Regresa sano y salvo.”

Quizás debido el resplandor del fuego, los rasgos de Chen Ji se tiñeron de calidez. Asintió solemnemente, montó en su caballo y se mantuvo animoso y entusiasta con su uniforme militar.

Chen Ji llamó a la batalla, y Ji Ling aceptó el desafío. Ambos ejércitos se prepararon para un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

En el primer asalto, los generales de ambos bandos se enfrentaron. Ji Ling ni siquiera llevaba armadura protectora, solo llevaba su larga y oscura cabellera recogida en alto. Incluso en el campo de batalla, poseía una belleza imponente. Al balancear su larga espada, sus ropas del color de la sangre ondeaban; sus movimientos eran rápidos y gráciles, como los de un dragón.

Chen Ji no era un guerrero cualquiera. Con un sonido metálico, su espada corta Qinghun, capaz de una matar sin derramamiento de sangre y de cortar el hierro como si fuera barro, chocó con la espada larga de hierro negro de Ji Ling con un sonido metálico, ¡liberando una lluvia de chispas deslumbrantes! Los dos hombres frenaron sus caballos al mismo tiempo, giraron y se enfrascaron en un combate cuerpo a cuerpo una vez más. Las hojas de sus espadas chocaron con un estruendo estremecedor, y las chispas volaron por todas partes.

(N/T: «殺人不見血» (shārén bù jiànxiě) es una expresión idiomática china que significa matar sin derramar sangre. Su significado figurado se refiere a: Utilizar medios sutiles, insidiosos o astutos para destruir, arruinar o perjudicar gravemente a alguien sin dejar un rastro obvio o físico de daño.)

Chen Ji blandió su espada hacia atrás, apuñalando a Ji Ling por la espalda. Ji Ling lo esquivó ágilmente, bloqueando el golpe con su espada larga y pateando el vientre del caballo para cargar de nuevo hacia adelante. Chen Ji también gritó, espoleando a su caballo y blandiendo su espada, simultáneamente, la espada de Ji Ling llegaba a su vista.; las dos hojas, una larga y otra corta, chocaron con un sonido metálico ensordecedor, ¡como el rugido de un dragón de los cuatro mares!

(N/T: «宛如四海龍吟» (wǎnrú sìhǎi lóngyín) es una expresión china que se puede traducir literalmente como: «Es como el rugido de un dragón en los cuatro mares».  Su significado figurado evoca una sensación de poder inmenso, majestuosidad e influencia que resuena ampliamente; algo que es tan potente o impresionante que su impacto se siente en todas partes.)

Las muñecas de ambos hombres se sacudieron simultáneamente por el poder del otro, y las dos preciosas espadas, una larga y la otra corta, ¡cayeron al suelo simultáneamente! Ji Ling y Chen Ji estaban sorprendentemente igualados en fuerza, ¡sin que ninguno de los dos llevara la delantera!

Sin armas, sus feroces miradas lobunas se encontraron en el aire, sus ojos agitándose con una ola de emociones. Tras mirarse fijamente un momento, Chen Ji fue el primero en desmontar, Ji Ling sonrió con desprecio y también se bajó del caballo, desabrochándose la túnica exterior y tirándola a un lado. La exquisita túnica dibujó un arco rojo sangre contra el azul oscuro de la luz del amanecer.

Ji Ling flexionó las muñecas; sus estrechos y hermosos ojos de fénix brillaban con una excitación sedienta de sangre. Los ojos azul oscuro de Chen Ji eran profundos e insondables, y entre sus cejas se respiraba un aura llena de intenciones asesinas. Ji Ling gritó y se abalanzó sobre Chen Ji, Chen Ji levantó el puño para contraatacar, ¡y así comenzó un emocionante combate cuerpo a cuerpo!

Los vítores de los soldados de ambos bandos eran estremecedores y resonaban en el cielo. Jun Xian observó un momento desde una plataforma improvisada a toda prisa y le preguntó a la chica que estaba a su lado: “Sobrinita, ¿qué opinas de Ji Ling?”

“Rápido, preciso y despiadado. Si solo se tratara de esgrima, Ah’Ji probablemente no sería rival para él. Pero Ji Ling carece de fuerza, si bien su agilidad y precisión con la espada compensan su deficiencia de fuerza, en una pelea como esta, que solo implica puños y patadas, ¡definitivamente no es rival para Ah’Ji!”

Jun Min Xin también observó la impresionante escena conmovida hasta lo más profundo de su corazón, con el corazón latiéndole con fuerza en la garganta, dudó un buen rato antes de admitir finalmente: “¡Ese hombre tiene un gran talento!”

Jun Xian sonrió y dijo: “Tu tío también lo cree. Si pudiéramos domar su temperamento rebelde, purificar su corazón malvado y reclutarlo para nuestro campamento, ¡sin duda se convertiría en un general formidable! Es una lástima…”

Jun Xian sacudió la cabeza y dejó de comentar, porque Jun Min Xin sabía en su corazón que: esa bestia solitaria y hermosa jamás podría ser domada.

Los dos bandos lucharon ferozmente hasta el amanecer. Las deficiencias de fuerza de Ji Ling se hicieron evidentes gradualmente, y poco a poco se sintió superado. A pesar de recibir varios golpes, se negaba obstinadamente a caer. Chen Ji también comenzaba a perder fuerza.

Finalmente, ambos bandos tocaron el gong y el tambor, concluyendo la batalla en un empate a duras penas.

Tras regresar a la capital desde las tierras fronterizas, los tres mil soldados Jing habían pasado la noche corriendo hacia el condado de Li sin siquiera pegar los ojos. Incluso esos soldados de élite, seleccionados entre cientos, estaban inevitablemente fatigados. Este asunto no podía demorarse más; era necesaria una victoria rápida.

Esa noche, el Ejército Jing reunió fuerzas y lanzaron oficialmente el asalto a la ciudad principal del condado de Li, que era tenazmente defendida.

Ante el peligro inminente, la Guardia del condado de Li, intimidados por la guarnición, fueron derrotados por completo y se retiraron a paso firme. El único que se negaba a rendirse era el altivo hombre de cabello negro y túnica roja.

En medio del asedio, blandía su espada larga con una velocidad increíble, riendo maniáticamente mientras ¡mataba, mataba, mataba! A cada movimiento, alguien caía bajo su espada. Luchaba como una máquina incansable, abriéndose paso a sangre fría hacia el campamento principal del ejército Jing, ¡su espada larga abriendo un camino de sangre! ¡Y los huecos que dejaba a su paso, nadie se atrevía a llenarlos!

La sangre salpicaba por todas partes, realzando aún más su túnica carmesí y tiñendo sus ojos de rojo, y en medio de su risa maniática y resuelta, les recordó a todos una leyenda desaparecida hace mucho tiempo…

¡La orgullosa y poderosa leyenda del Reino de Li!

“¡Rodéenlo! ¡Esperen órdenes!”

Jun Xian gritó mientras galopaba hacia la figura carmesí, con la alabarda en la mano apuntando al cielo:

“¡Soy el General Jun Xian! ¡Joven de la familia Ji, prepárate para morir!”


Comentario del autor: Ah’Ji es tan guapo…

Nameless: Queridos lectores, el mes de diciembre es infinitamente complejo, ayer no pude colgar los capítulos que traduje y esta semana también es complicada, Dios mediante, nos vemos la próxima semana.

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