test

test

MNM – Episodio 1

 

“¡Irenea Lizandros, al frente!”

El alto techo arqueado estaba pintado con la imagen de la diosa Khaleesi, protectora del imperio. Una diosa justa y sagrada, sosteniendo una balanza y una espada. Irenea se detuvo ante ella y rezó con devoción.

‘Por favor, protege a mi hijo, Khaleesi.’

Irenea se acercó lentamente al juez. El Salón Agnes, donde se celebraba la audiencia, estaba abarrotado de gente ansiosa por ver a la protagonista que estaba sembrando la controversia en el Imperio Lizandros. Era fácil imaginar lo que las damas nobles, con los rostros cubiertos por abanicos, susurraban sobre Irenea.

¿No es ese el tema más candente en el Imperio Lizandros en estos momentos?

Irenea soltó una risa inusualmente irónica.

Era algo realmente angustioso. Uno se preguntaba qué verdad se ocultaba tras la expresión indiferente del juez. De qué lado estaba el juez.

Irenea se agarró el bajo vientre como por costumbre.

“Irenea Lizandros, haz tu juramento.” (Juez)

Irenea exhaló lentamente ante la voz fría que la golpeó como un cuchillo.

“Irenea Lizandros, jura ante Khaleesi y Su Majestad el Emperador, quienes defienden la ley, decir solo la verdad.”

La frialdad de Salón Agnes pareció penetrar en su cuerpo.

“Entonces, ahora comienza el juicio para determinar la paternidad del niño concebido por Irenea Lizandros. Este juicio será presidido por Su Majestad el Emperador, el guardián de la ley Khaleesi, y se llevará a cabo solemnemente ante 289 testigos presentes.” (Juez)

Irenea volvió a acariciarse lentamente el abdomen. No pasaría nada.

Independientemente de quien sea el padre de ese niño, nadie aquí podría dañar al niño que heredó tanto la sangre divina y la de la familia imperial al mismo tiempo. Entonces, ¿no era por eso por lo que habían cometido una atrocidad tan vil, con los ojos enrojecidos como los de un lobo, para robarle al bebé?

Irenea levantó la cabeza y miró hacia atrás.

Bajo sus pestañas ligeramente arqueadas, unos perezosos ojos verdes brillaban. Era como si preguntaran: ‘¿Estás bien?’ Era un hombre con una ternura juguetona arraigada en él, e incluso ahora, le sonreía a Irenea como si la consolara.

Irenea giró lentamente la cabeza, como un pez a la deriva en el abismo.

Esa situación absurda era decepcionante.

¿Un juicio para determinar al padre biológico del bebé?

‘¡Bastardos!’

Se habían pasado de la raya.

“¡Rasmus Benito Lizandros, adelante!” (Juez)

Irenea se mordió el labio al oír el nombre que resonó en voz alta.

Rasmus pasó rozándola y susurró con vileza.

“¿Ves? Si tan solo hubieras escuchado, este sucio lío no habría ocurrido, ¿verdad?” (Rasmus)

‘…Cariño. Perdona a mamá.’

Irenea, implorando perdón al bebé, susurró con fiereza.

“Cállate, basura hij0 de put4.”

Rasmus frunció el ceño.

“Has pillado la vulgaridad al juntarte con gente como César.” (Rasmus)

“¿Quién es el vulgar?”

Sin decir palabra, Rasmus se presentó ante el juez del Tribunal Supremo y levantó la mano derecha. Repitió lo mismo que Irenea, y el juicio por fin comenzó. Fue un momento tan desagradable como el húmedo aire del verano. Irenea levantó la cabeza con rigidez y miró fijamente la nuca de Rasmus.

“Afirmo ante Khaleesi que soy el padre biológico del niño concebido por Irenea Lizandros. Me avergüenza admitir que tuve una relación inapropiada con Irenea Lizandros.” (Rasmus)

La multitud en la sala se agitó.

La gente señaló a Irenea, acusándola de tener una aventura con su ex prometido y de haber abandonado a su marido. A ella, esos asuntos no le importaban. Lo más triste era que el niño, que debería haber crecido feliz y lleno de bendiciones, se vio envuelto en un escándalo incluso antes de nacer.

La codicia por el poder imperial convertía a las personas en bestias, llevándolas a cometer actos inaceptables. La avaricia de Rasmus se reveló con la boca abierta hacia Irenea, enseñándole los dientes.

“Presentaré los documentos que contienen los testimonios los testigos quienes nos vieron a Irenea y a mí ese día.” (Rasmus)

En realidad, a Rasmus no le importaba quién ganara el juicio. Simplemente sembrar dudas sobre la paternidad del bebé era un logro satisfactorio. Sería una oportunidad para un nuevo comienzo.

Cuando Irenea apretó sus manos frías y temblorosas… Una calidez envolvió sus manos apretadas en puños.

“Irenea.” (César)

Los labios, tiernamente curvados, parecieron derretir el invierno de Irenea.

“Te dije que no te dejaría sola.” (César)

Irenea tomó la mano de César. Era su esposo. El esposo que ella misma había elegido. Un esposo amoroso, más humano que nadie y que la apreciaba mucho.

“Me opongo a esa afirmación.” (César)

César apretó con fuerza la mano de Irenea, la soltó y dio un paso adelante. Una chispa fría pareció florecer entre Rasmus y César.

Eso era realmente ridículo.

A pesar de que el padre del bebé está claramente definido, Rasmus había puesto a César e Irenea en esa posición. E Irenea pretendía explotar esa dramática situación para un propósito más útil.

Irenea se acercó al lado de César.

Esa absurda farsa fue posible debido a las apariencias similares de Rasmus y César, y porque no había forma de determinar al padre del bebé.

Sin embargo, Rasmus pasó por alto una cosa.

‘¿De verdad no había forma de identificar al padre biológico del bebé?’

Irenea sonrió levemente. Había llegado el momento de contraatacar.

“Su Señoría, tengo una manera de identificar al padre biológico del bebé.”

“¡No es posible…!” (Rasmus)

¿Quién había gritado eso?

Con las palabras de ese hombre resonando, el Salón Agnes se sumió en el silencio.

Hace veinte años, el templo emitió una profecía.

«El hijo nacido de una Santa con cabello plateado y poder divino se convertirá en el conquistador del continente.»

Se podía afirmar con seguridad que ese trabajo había comenzado desde el momento en que se hizo la profecía.

La lucha por el bebé que Irenea daría a luz en el futuro.

 

* * *

 

Cabello plateado y ojos de dos colores*.

(N/T: *오드아이 = «Odd Eye» (ODD EYE) es una combinación de las palabras inglesas «Odd» y «Eye», que significan «ojos extraños» u «ojos de forma diferente». Generalmente se refiere a ojos de diferentes colores.)

Por eso Irenea había estado atrayendo la desgracia desde que su nacimiento. Solo porque nació con el cabello plateado que representaba la divinidad.

“¡Irenea!”

Irenea suspiró al oír la voz aguda que la llamaba.

Ni siquiera hoy la dejarían en paz.

“¿Por qué no vienes rápido? ¡Deja de holgazanear y ayuda a Becky!”

Tenía el espléndido título de hija adoptiva del Conde Aaron, pero en realidad no era diferente de una sirvienta maltratada. Irenea se levantó dejó el cortafuegos. El Conde Aaron también era una de las desgracias que la habían atrapado.

Por haber nacido como hija de una doncella del Archiduque Benito, la vida de Irenea quedó hipotecada. La madre que la dió a luz fue privada de su hijo y falleció, e Irenea, la protagonista de la profecía, de cabello plateado y ojos de dos colores, fue registrada como hija adoptiva del Conde.

Irenea estaba destinada a convertirse en la futura esposa de Rasmus Benito Lizandros. Esa decisión fue tomada por la gente de alto rango, completamente ajena a los deseos de Irenea.

Irenea se convirtió en la hija adoptiva del Conde Aaron, recibiendo una educación de calidad, durmiendo en una cama refinada y recibiendo cuidados para su piel y cabello. Sin embargo, la anfitriona del Conde Aaron y su propia hija eran testarudas y siempre estaban ansiosas de aprovecharse de Irenea.

Irenea, la criada de la cocina.

Ese era el título secreto con el que la llamaban los sirvientes de la casa del Conde Aaron.

“¡Si eres hija de una criada y obtienes algo más allá de tus posibilidades, al menos deberías moverte con rapidez!” (Karolia)

Karolia, que la había seguido hasta la cocina, derramó agua sobre Irenea.

“Karolia.”

“¡Llámame señorita! ¡Cómo te atreves a no conocer tu lugar!” (Karolia)

“…Señorita. ¿Podría salir ya que está interrumpiendo?”

Irenea se secó la cara con fastidio y echó a Karolia por la puerta.

“¡Tú, tú!” (Karolia)

“Me duele la cabeza. ¿Podría callarse, por favor?

Irenea miró a Karolia con frialdad.

“¿Estás loca?” (Karolia)

Cerró la puerta de la cocina delante de Karolia, quien levantó la mano como si estuviera a punto de abofetearla. Karolia había sido aterradora en el pasado. Ella también sentía envidia de Karolia, que nació en la familia de un Conde como hija legítima y había sido criada con todo el amor del Conde y la Condesa Aaron.

Criada en un entorno adinerado y con padres cariñosos, Karolia creció como una persona arrogante. Karolia fue la primera en tomar la iniciativa de atormentar a Irenea, que entró como hija adoptiva de la familia Condal. A menudo hacía que sus criadas la bañaran con agua fría y la dejaran morir de hambre.

Cuando la pequeña Irenea se acostaba con un resfriado, a menudo la echaban de la mansión, diciendo lo inútil que era resfriarse. El Conde y su esposa sentían lástima por Karolia, sentían pena por ella, por tener que compartir lo que debería haber sido suyo exclusivamente, con una sirvienta que no conocía su lugar.

El Conde y su esposa ignoraban el mal carácter de Karolia, e Irenea siempre tenía que soportarlo todo sola. La querida hija de la familia trataba mal a Irenea, y los demás sirvientes no eran la excepción. Irenea era la paria de la familia.

Nadie cuidaba de Irenea.

Irenea creció como una flor silvestre, ingenua y amable. Le temblaban las manos al oír la voz de Karolia y permanecía en silencio incluso cuando otros manipulaban su vida.

Y entonces, como estaba establecido, se casó con Rasmus.

Fue, como dice el dicho, vendida.

Novelas Menú Siguiente
Nameless

Compartir
Publicado por
Nameless

Entradas recientes

MNM – 10

MNM - Episodio 10   [‘4. Irenea usará su causa y conocimiento para ayudar a…

10 horas hace

MNM – 09

MNM - Episodio 9   “Pero mi apariencia es bastante llamativa...” “Creo que deberíamos cubrirla…

10 horas hace

MNM – 08

MNM - Episodio 8   Al oír esas palabras, el rostro del Conde Aaron palideció.…

10 horas hace

MNM – 07

MNM - Episodio 7.   ¡Buuuuuuuuu! Irenea se llevó la mano a la ceja y…

10 horas hace

MNM – 06

MNM - Episodio 6   ‘Tenía muchísima hambre antes, pero no pude comer nada.’ La…

10 horas hace

MNM – 05

MNM - Episodio 5   La esencia no cambia. Simplemente la avaricia ciega. Irenea decidió…

10 horas hace

Esta web usa cookies.