test

test

Capítulo 58: Una Presa Aún Viva

 

Jiang Se no eligió ninguno de los nombres alternativos.

Se abrazó a una almohada, dobló las rodillas, apoyó la barbilla en ellas y repitió: “Lu Huaiyan, ¿no te aburres?”

Lu Huaiyan rió entre dientes; su voz baja y ronca, impregnada por el alcohol, se escuchó suavemente. – “¿No eliges uno? Si no eliges, elegiré uno para ti, la próxima vez que vengas, podrás escucharlo tú misma.”

Jiang Se lo ignoró: “Me voy a dormir.”

De hecho, ella colgó el teléfono después de decir eso.

Lu Huaiyan, sosteniendo el teléfono, dijo: “¡Tsk!” “¡Qué mal genio!”

Originalmente pensaba hacer una videollamada para verla, pero ella colgó enseguida y si la llama de nuevo ahora, sabía que no respondería.

El loro azul violáceo que estaba a su lado escuchó sus bromas y lo aduló: “¡Malhumorada!”

Lu Huaiyan levantó la vista y miró al loro con desdén, luego se levantó, abrió el pestillo de la jaula y dijo: “Soy el único que puede decir que es malhumorada, tú no puedes.”

“…”

Jiang Se colgó el teléfono, lo dejó a un lado, apagó la lámpara de la mesilla de noche y se durmió.

Antes pensaba que no podría dormir, pero después de hablar con Lu Huaiyan, sintió sueño.

Sin embargo, su sueño fue no fue muy reparador, y aún no había amanecido cuando despertó.

Se levantó, fue al baño a ducharse y al salir, fue directamente a su computadora y organizó la información que había recibido de Zheng Huan la noche anterior.

Las personas que han vivido siempre dejan huella.

Fuera o no, la madre biológica de Fu Yun una estudiante universitaria de una familia de eruditos, como afirmó el viejo maestro Fu, más tarde se convirtió en la amante del propietario de una pequeña cervecería.

Según los vecinos, Shen Su, junto con su hermano menor y su hijo, siempre habían vivido de la caridad de los demás.

Como decía el loro del viejo maestro Fu, el viejo maestro Fu era un maestro en guardar las apariencias.

Para el viejo maestro Fu, el pasado de Fu Yun antes de los dieciséis años era una mancha.

No le sorprendió que hubiera dispuesto que Fu Yun proviniera de una familia de eruditos; cuando él envió a alguien al condado de Bai a buscar a Fu Yun, probablemente ya había borrado por completo el nombre de Shen Tuo de la vida de Fu Yun.

Tras la muerte de Shen Su, su amante, el antiguo dueño de la cervecería, también falleció un año después.

Si la muerte de Lian Shen no fue accidental, entonces Zhao Zhicheng y Fu Yun conspiraron para asesinarlo juntos y luego lo disfrazaron como un accidente.

En el caso del asesinato de Rongcheng de hace diez años, si Shen Qiang era realmente el cliente misterioso, entonces el dueño de la empresa de comercio exterior era Fu Yun, quien utilizó a Shen Qiang como instrumento para cometer el segundo asesinato en colaboración con Zhao Zhicheng.

El secuestro de hace siete años fue el tercer caso en el que ambos colaboraron, aunque Zhao Zhicheng falleció en esa ocasión.

Hace tres años, poco después de que Fu Jun muriera en un accidente automovilístico, Shen Yin también falleció inesperadamente.

El accidente de coche de Fu Jun ocurrió en un día de lluvia, cuando un camión volquete patinó y chocó de frente contra él.

Tanto Fu Jun como el conductor del camión volquete murieron en el acto.

El anciano señor Fu contrató a alguien para investigar repetidamente la muerte de Fu Jun, pero finalmente aceptó tácitamente la versión del accidente.

A juzgar por su actitud posterior hacia Fu Yun, parece que nunca dudó de él.

Jiang Se repasó lentamente la cronología de esos acontecimientos.

La sombra de Fu Yun estaba detrás de cada incidente, pero las personas que podían probar su implicación en esos eventos estaban todos muertos.

Zhao Zhicheng y Shen Qiang, ya sea por suicidio o por accidente, esas personas que alguna vez ayudaron a Fu Yun, simplemente estaban muertas.

Jiang Se sacó una foto de Zhao Zhicheng del álbum de fotos de su teléfono. El hombre de la foto tenía una expresión serena y una mirada apacible.

Era una foto tomada después de que el tío Mo lo arrestara, en ese momento ya se había tragado la cuchilla de afeitar.

Jiang Se miró la pantalla de su teléfono y dijo en voz baja: “¿Alguna vez has considerado que la presa de ese secuestro no era solo yo, sino que podrías haber sido tú? Tu creías ser el arma en manos del cazador, pero en realidad, tú también eras la presa.”

Antes, cada vez que veía la foto de Zhao Zhicheng, el fuego que recorría su carne y sangre le quemaba el corazón.

Pero ahora, parecía que ese fuego ya no la quemaba más.

Ella dejó el teléfono y activó el dispositivo de grabación de su computadora.

Tras un breve silencio, Jiang Se tamborileó la pantalla con las yemas de los dedos, miró la cámara en la parte superior de la pantalla y dijo lentamente: “Cen Se, creo que lo he encontrado, el verdadero autor intelectual detrás de tu secuestro.”

Ella sonrió levemente mientras decía: “Espera un poco más, pronto te traeré de vuelta.”

Cuando volvió a cerrar la computadora, el cielo ya se había iluminado.

El sol brillaba, el resplandor matutino era espléndido.

El letrero con las palabras «Calle Liyuan» se erguía silencioso en la temprana mañana de primavera, mientras la gente que hacía ejercicios matutinos llenaba las estrechas calles, sus voces y risas iluminaban gradualmente la vibrante atmósfera.

Jiang Se, sosteniendo su taza de té rojo, observaba en silencio el antiguo barrio donde había vivido durante casi medio año.

Llovía en Tongcheng el día que llegó a la calle Liyuan, y a ella nunca le gustaban los días lluviosos.

En ese momento, Jiang Se nunca imaginó que poco a poco se enamoraría de este antiguo y bullicioso lugar.

Ella había venido a Tongcheng para descubrir el pasado de Zhao Zhicheng.

Ahora que había encontrado el pasado de Zhao Zhicheng, era casi hora de irse.

 

***

 

Casa N°48, calle Liyuan.

Yu Shiying se despertó temprano en la mañana para preparar el desayuno.

El bar había estado cerrado el día anterior, así que ella y Jiang Chuan se habían acostado más temprano de lo habitual y también se habían despertado más temprano.

A Jiang Se le encantaban las gachas de mariscos cocido hechas con agua de pozo, y justo cuando estaba a punto de ir al patio a buscarlas se abrió la puerta desde afuera.

La persona que entró vestía un vestido primaveral azul cielo, tenía la piel blanca como la nieve y el cabello negro como el azabache, y caminaba con gracia y elegancia.

Al entrar en el patio, llamó suavemente: “Mamá.”

Yu Shiying dijo: “¡Eh!” y sonriendo añadió: “¿Por qué llegas tan temprano hoy? ¿No dormiste bien? Tu papá fue a casa del tío Jiang a comprar cangrejos y camarones, cuando regrese, mamá te preparará unas gachas de camarones y cangrejo.”

Jiang Se se acercó a ayudarla a girar el torno y le dijo con dulzura: “Dormí bien. ¿Por qué papá y tú se levantaron tan temprano?”

“El bar estuvo cerrado anoche, así que nos acostamos temprano y nos despertamos temprano también.” – Yu Shiying levantó el barril de madera del torno y dijo con una sonrisa. – “¿Tienes hambre? ¿Quieres que tu papá te traiga dos pasteles de sésamo para que llenes un poco el estómago?”

Jiang Se dijo que no era necesario, siguió a Yu Shiying a la casa y la ayudó a lavar el arroz.

No había tocado agua de primavera desde pequeña, así que lavar el arroz y cocinar gachas era una experiencia nueva. Por suerte, había visto cocinar a Jiang Chuan, así que lo hizo bastante bien.

Yu Shiying se apoyó en el borde de la estufa, observándola lavar el arroz, y preguntó en voz baja: “¿Por qué de repente quieres aprender a hacer gachas?”

Jiang Se bajó la mirada mientras vertía agua y sonriendo dijo: “Apenas he aprendido a hacer gachas, pero no tantas otras cosas.”

‘Aprender’ era solo una excusa.

Esos días que Jiang Se se había estado quedando en Tongcheng, Yu Shiying y Jiang Chuan siempre se levantaban para prepararle el desayuno, sin importar lo tarde que se quedaran despiertos por la noche.

Ella también quería prepararles una comida.

Al oír eso, Yu Shiying se asomó por la puerta y dijo con una sonrisa: “Yo también solía pensar que hacer gachas era lo más fácil, pero tu papá se burló de mí durante mucho tiempo. Por suerte, no está aquí ahora mismo.”

El sol se movía poco a poco hacia las copas de los árboles, madre e hija charlaron durante unos diez minutos antes de que Jiang Chuan regresara con una cesta de bambú llena de cangrejos y camarones.

En cuanto regresó, las echó de la cocina y se encargó de preparar las gachas.

Las gachas, hechas con dos cangrejos y medio kilo de camarones de río, estaba, por supuesto, excepcionalmente deliciosa.

Jiang Chuan raspó las escasas huevas de las caparazones de los cangrejo y las compartió con Yu Shiying y Jiang Se, luego quitó la carne de cuatro patas de los cangrejos.

El tazón de gachas de Jiang Se estaba medio lleno de ingredientes y con una cuchara de plata lo recogió, revelando una masa abultada de carne de cangrejo blanca como la nieve y huevas doradas apilaban hasta el borde. Al probarla, se podía saborear la frescura que solo se encuentra a principios de primavera.

“En esta época del año, los cangrejos aún no están gordos, por lo que el tío Jiang dijo que te traerá dos cangrejos más con huevas carnosas y carne tierna cuando llegue el otoño.” – Dijo Jiang Chuan. – “Cuando llegue ese momento, papá te preparará cangrejo con jengibre y cebolleta.”

Jiang Se tragó lentamente las gachas que tenía en la boca y tarareó un suave «hm».

Después del desayuno, Jiang Se bebió el té de ciruela que Yu Shiying había preparado y les dijo: “En unos días planeo regresar a Beicheng.”

Yu Shiying supuso que Jiang Se volvería en unos días, como lo había hecho en la víspera de Año Nuevo, así que preguntó: “¿Cuándo volverás?”

Jiang Se respondió: “Todavía no estoy segura, tengo algunas cosas que atender. ¿No les dije la última vez que quería hacer una inversión? Esta vez voy a concretar ese asunto.”

Anteriormente, Jiang Chuan y Yu Shiying habían ahorrado dinero para comprarle a Jiang Se un buen coche, pero Jiang Se solo eligió un pequeño coche eléctrico de unos pocos miles de yuanes, diciendo que usaría el dinero restante para invertir.

Aunque les preocupaba el futuro de sus hijos, nunca interferían.

Jiang Ye quería jugar a los deportes electrónicos y Jiang Tang quería ser bailarina, y nunca los detuvieron. Ahora, cuando oyeron que Jiang Se decía que quería volver a Beicheng para desarrollar su carrera, la apoyaron a pesar de sus reticencias.

Jiang Chuan preguntó: “¿Es suficiente el dinero? Si no es suficiente, papá hipotecará esta casa. Después de todo, esta casa será tuya en el futuro.”

Jiang Se dijo: “Todavía tengo algunos ahorros, más que suficientes.”

Hizo una pausa, tomó otro sorbo de té y sonrió: “Me gustaría lanzar el vino de nuestro ‘Wangchuan’, pero para eso necesito su aprobación.”

Jiang Chuan y Yu Shiying se quedaron atónitos. “¿Quieres invertir en el vino Wangchuan?”

Jiang Se asintió. – “Al fin y al cabo, es una receta heredada de nuestros antepasados. El vino de ‘Wangchuan’ tiene un carácter único, con un sabor delicioso y un estilo propio. Estoy segura de que podemos crear una marca única para nuestra familia.”

Yu Shiying: “¿Por qué no? Tu padre y yo solo sabemos preparar cócteles y gestionar un bar. Si algún día el vino de nuestro Wangchuan se vuelve famoso, habré hecho todo lo posible por estar a la altura de los antepasados ​​de la familia Yu.”

Jiang Se sonrió: “Solo necesita un nuevo nombre, o puede llamarse vino ‘Wangchuan’. ¿Qué te parece ‘Orilla del río Fuchun*’?”

(N/T: No sé si lo mencione, pero Wangchuan’ significa: Rio Olvidado y Funchun Hepan: Orilla del río Fuchun. Me sonaba raro, así que lo deje en español.)

“Orilla del río Fuchun…” – Yu Shiying murmuró el nombre varias veces, con los ojos iluminados mientras sonreía. – “La primera barrica de vino de la familia Yu se elaboró con agua del río Fuchun, por lo que es un nombre muy apropiado. La bodega de nuestra familia Yu se llamaba Laoyujia*. Cuando me casé con tu padre y heredé la bodega de tu abuela, le cambié el nombre a ‘Wangchuan’, pero tu padre me persiguió y sin importar cómo lo intentara, no pude deshacerme de él.”

(N/T: 老餘家 = Lao Yu Jia = Vieja/Antigua Familia Yu.)

El día que Jiang Se dejó la ciudad de Beicheng, Cen Yu le había mencionado que preguntara a sus padres sobre el origen del nombre ‘Wangchuan’, diciendo que era una historia interesante.

Así que esa era la historia.

Jiang Se bajó la cabeza y sonrió con los labios apretados, dándole a Jiang Chuan la cara de un padre anciano.

Durante los siguientes días, Jiang Se estuvo principalmente ocupada con varios documentos. Gracias a que Li Rui le dio luz verde en cada paso, el proceso del contrato de demolición y reubicación del N°39 de la calle Jinxiu que normalmente tomaría un mes se redujo a menos de una semana.

El día que el dinero de la reubicación se depositó en la cuenta de Jiang Se, ella fue a ver a Zhang Yue.

Zhang Yue había recibido varios pedidos de clientes habituales durante los últimos dos días, y el sofá estaba lleno de telas, hilos de colores y otros retazos. Cuando Jiang Se llegó, estaba ocupada y un poco nerviosa, tratando de despejar un lugar donde ella pudiera sentarse.

Jiang Se miró las telas a medio cortar y dijo: “No te molestes en recogerlas, solo vine a hablar y me iré.” – Diciendo eso, se sentó en el sofá junto al montón de retazos.

Zhang Yue le sirvió un vaso de agua tibia y preguntó: “¿Se trata del N°39 de la calle Jinxiu?”

Jiang Se tomó el vaso. – “No, ya he manejado el asunto de la tienda de la calle Jinxiu N°39, esa tienda ya no existirá en el futuro. Vine hoy para hablar contigo sobre la nueva tienda para el negocio de cheongsam.”

Zhang Yue se quedó atónita. – “¿Una nueva tienda de cheongsam?”

“La Jefa Zhang, ¿lo ha olvidado?” – Jiang Se sonrió y dijo. – “Quiero invertir en ‘Zhang Xiu’, es decir, el arte del bordado de su familia Zhang. He leído los documentos de planificación para la renovación del antiguo distrito y aunque no habrá una calle Jinxiu en el futuro en el antiguo distrito de Lian’an, habrá una nueva calle comercial y una zona de negocios. ¿Quiere el Jefe Zhang, abrir ‘Zhang Xiu’ allí o en otro lugar?”

Zhang Yue miró los trozos de tela a medio cortar y luego a Jiang Se. – “Señorita Jiang, ¿de verdad ha decidido invertir en Zhang Xiu?”

Jiang Se asintió. – “Jefe Zhang, nunca hago negocios que generen pérdidas. Lo que valoro es su artesanía, y de ahora en adelante, no solo usted será la dueña de Zhang Xiu, sino que yo también lo seré. Usted se encargará de los aspectos técnicos, pero yo me encargaré de la gestión, por lo que, debe seguir mis indicaciones.”

Ella hizo una pausa y dijo con seriedad: “Ya que voy a invertir, debo obtener un retorno. Espero que algún día, cuando la gente hable de cheongsams, lo primero que piensen sea en ‘Zhang Xiu’. Jefe Zhang, ¿puede hacerlo?”

A Zhang Yue le zumbaban los oídos.

La frase que Jiang Se acababa de decir era algo que su madre le decía de pequeña.

“Quien use los cheongsams de Zhang Xiu sabe lo geniales que son, cuando la gente de por aquí dice que quiere comprar uno, viene a Zhang Xiu.” (Zhang Yue)

Sentía un ardor en el pecho como si hubiera sido quemado por algo y murmuró: “No sé si podré, pero lo intentaré lo mejor que pueda.”

Jiang Se sacó un documento de su bolso y sonrió: “Aquí está el contrato, yo pondré el capital, tú la técnica. Yo me encargaré de la gestión y tú del diseño. No te apresures a firmar. Haz que un abogado lo revise cuidadosamente y firma solo cuando estés segura de que no hay problemas, una vez que hayas decidido dónde abrir la nueva tienda, házmelo saber, intentaré resolverlo antes de irme de Tongcheng.”

Zhang Yue levantó la vista del contrato y preguntó sorprendido: “¿Te irás… de Tongcheng?”

“Sí.”

“Entonces, ¿volverás?” – Zhang Yue hizo una pausa y sonrió. – “Parece que desde pequeña siempre ha sido así. Si alguien se despide de mí, nunca más lo vuelvo a ver. Fue lo mismo con mi padre, mi madre y… Ah’Cheng.”

“Por supuesto que volveré.” – Jiang Se tomó un sorbo de agua tibia y sonrió con calma. – “¿Cómo puedo abrir una tienda de cheongsam con el jefe Zhang si no regreso? No te preocupes, alguien se encargará de todos los asuntos de cooperación en mi nombre mientras esté fuera de Tongcheng. Cuando regrese, la tienda de cheongsam estará abierta, y entonces tendrás que llamarme jefe Jiang.”

 

***

 

Cuando Jiang Se llegó a Tongcheng, solo llevaba una maleta.

Nunca había considerado ese lugar como su hogar, y sabía que tarde o temprano se iría. Sin embargo, nunca imaginó que tendría tanto que hacer antes de su partida.

Calle Jinxiu, Calle Fuchun, Calle Liyuan.

La undécima tía de la calle Liyuan, quien le había regalado sandías y kumquats, le contó una vez que en el antiguo distrito de Tongcheng, cada calle antigua tenía su propia historia.

Jiang Se no pudo evitar preguntarse si ahora formaba parte de una de esas historias.

En la primera semana de marzo, Jiang Se parecía haber regresado a la época en que acababa de asumir el control de Hongsheng, estaba tan ocupada todos los días con un ajetreo diario de mil kilómetros.

La noche del 7 de Marzo.

Jiang Se se acababa de comprometerse con Han Yin para ir mañana al Templo Hanshan a acompañarla a comer comida vegetariana cuando Zheng Huan la llamó.

“Hace diez años, Shen Qiang estuvo fuera del condado de Bai durante casi dos semanas. Desde que Shen Qiang se hizo cargo de la cervecería, estuvo allí casi a diario para supervisarla por lo que es raro que estuviera fuera dos semanas. El asesinato del dueño de la empresa de comercio exterior ocurrió precisamente durante el tiempo que él estuvo ausente. Sin embargo, el tío Yu no encontró rastro de él en Rongcheng.” – Zheng Huan dijo con un suave suspiro. – “Debo decir que tanto Zhao Zhicheng como Shen Qiang eran muy hábiles ocultando sus huellas.”

Zheng Huan fue personalmente a Rongcheng con el tío Yu y los demás para investigar el asesinato en la empresa de comercio exterior y revisó los expedientes del caso de ese año.

Toda la escena del crimen fue limpiada meticulosamente; no se encontró ni una huella dactilar, ni mucho menos una pisada.

Las heridas de las dos víctimas sugerían que la misma persona había cometido los asesinatos. Las lesiones en los cuerpos de las víctimas eran casi idénticas; con solo dos puñaladas les quitaron la vida, ambas mortales.

Hace diez años, Rongcheng albergaba numerosas fábricas, y la afluencia de trabajadores migrantes que iban a trabajar en la ciudad era abrumadora. Con la gran afluencia de personas de fuera de la ciudad, la seguridad pública no era precisamente buena y los casos de delincuencia eran constantes, y los allanamientos de morada, robos a mano armada y los asesinatos no eran infrecuentes.

En aquel momento, la policía investigó ese caso junto con otros casos allanamientos de morada y asesinato.

“Incluso si el dueño de la tienda de cheongsam pudiera testificar que Zhao Zhicheng era el asesino, solo podrían rastrear hasta Zhao Zhicheng, porque las pistas de la persona detrás de él están demasiado limpias, y dado que Zhao Zhicheng y Shen Qiang ya están muertos, no podría ser implicado en el caso.” (Zheng Huan)

Jiang Se estaba completamente familiarizada con todos los detalles del caso de Rongcheng y había anticipado lo que Zheng Huan diría. Desde que se enteró de la muerte de Shen Qiang, supuso que ese caso no la llevaría a Fu Yun.

No solo en el caso Rongcheng, sino también en el ‘accidente’ de Lian Shen y Fu Jun, y su propio secuestro siete años atrás, cualquier pista que pudiera apuntar a Fu Yun se había esfumado por completo tras la muerte de Zhao Zhicheng y Shen Qiang.

Vertiendo lentamente el agua hirviendo en la taza de té, abrió el azucarero y dijo con calma. – “Dejemos el caso Rongcheng en suspenso por ahora. Que el viejo tío Yu se quede en el condado de Bai y vigile la cervecería y a Tian Xiangyi.”

Zheng Huan tarareó un «hm» y luego añadió: “Si todos estos casos y accidentes fueron obra de Fu Yun, Tian Xiangyi podría ser la única testigo viva. Sin embargo, dados los métodos de esa persona, todos los que podrían probar que él cometió un delito están muertos, así que Tian Xiangyi probablemente no sepa nada de lo que sucedió en aquél entonces.”

‘¿Están muertos todos los que pudieron probar que él cometió un delito?’

Jiang Se removió distraídamente el azúcar en su taza de té y después de un momento, levantó lentamente la vista y se quedó mirando su reflejo en la ventana francesa.

No, alguien todavía sigue vivo.

Todavía hay una presa que escapó de ese secuestro y no ha muerto.

 

***

 

Tras terminar su llamada con Zheng Huan, Jiang Se miró el reloj de pared, calculó la hora y llamó a Cen Mingshu, que estaba en Estados Unidos.

Las once de la noche en Tongcheng son aproximadamente las diez de la mañana en Nueva York.

Normalmente, Cen Mingshu aún estaría dormida, y que contestara o no al teléfono dependía completamente de su estado de ánimo. Pero Jiang Se tuvo suerte; el teléfono sonó dos veces antes de que lo descolgaran.

“No me digas que querías desearme un Feliz Día de la Mujer. Tu tía no ha celebrado esa festividad en mucho tiempo.” – La voz de Cen Mingshu sonaba cansada. – “Si tienes algo que decir, dilo rápido, no he dormido lo suficiente.”

Jiang Se sonrió suavemente. – “Si no celebras la festividad, lo haré yo. Quiero pedirte un regalo.”

Cen Mingshu bostezó. – “¿Qué regalo quieres? ¿Dímelo ahora?”

Jiang Se: “Planeo regresar a Beicheng en un par de días, por favor, dame una habitación y un coche.”

Cen Mingshu resopló. – “Te pedí que volvieras a Beicheng antes, pero te negaste rotundamente. ¿Para qué quieres volver a Beicheng ahora?”

“Tratamiento.” – Jiang Se tomó un sorbo de su taza de té. – “Hace tiempo que no voy a ver a la Dra. Gina, voy a volver a verla para que me trate.”

Anterior Novelas Menú Siguiente
Nameless

Compartir
Publicado por
Nameless

Entradas recientes

MNM – 20

MNM - Episodio 20   Los caballeros se burlaron de César, quien se encontraba frente…

15 horas hace

MNM – 19

MNM - Episodio 19.   “¡Oh!” (Emperador) El Emperador interrumpió la conversación. “¿Quién es?”  (Emperador)…

15 horas hace

MNM – 18

MNM - Episodio 18   La familia del Conde Aaron y la del Gran Duque…

15 horas hace

MNM – 17

MNM - Episodio 17   Aun así, sentía que debía usar al mayordomo y a…

15 horas hace

MNM – 16

MNM - Episodio 16.   Si bien no era ilegal según la ley imperial, no…

15 horas hace

MNM – 15

MNM - Episodio 15   Aun así, el mayordomo era mayor que él, y llevaba…

15 horas hace

Esta web usa cookies.