Capítulo 120 – Siella Plank
Pero Rachel fue la más sorprendida.
A pesar de que su mente oscilaba, reconoció claramente a Sarah, o mejor dicho, a la niña que ahora se había convertido en Lily.
Era una niña desagradable.
Quizás era porque se parecía a su madre, Psyche; además nunca fue obediente.
Rachel, con la mente confusa, recordó el día que trajo a Sarah a casa.
Era una niña pequeña, le había salvado la vida con su magia, pero no creía que la niña tuviera la culpa. En todo caso, si cometió algún error…
‘Fue haber nacido hija de Psyche.’
Ella lo pensó sinceramente en su corazón.
A medida que crecía, odiaba ver cómo la niña se parecía cada vez más a su madre.
Al observar su rostro, que se volvía idéntico al de Psyche, Rachel se encontró desahogando su ira sobre ella sin razón. Había pensado innumerables veces en matarla si no hubiera tenido el plan de involucrarla en su venganza.
No había hecho nada infantil como dejarla morir de hambre o abusar de ella.
Según su plan original, pretendía darle a Sarah lo mejor de lo mejor y llenarla del máximo amor que pudiera, para que la amara más que a nadie.
Así que esperaba que Psyche y Sarah se sintieran más impactadas que nadie al descubrir la verdad.
¿Cómo sería descubrir que la mujer que había considerado su madre no era realmente su madre, y que incluso era como una enemiga de su madre biológica?
Con ese pensamiento en mente, Rachel cuidó de Sarah.
Pero no podía ocultar sus verdaderos sentimientos de antipatía.
A veces, los niños tienen una mirada más aguda que los adultos.
Sobre todo, los niños pequeños anhelan naturalmente el amor de sus padres, por lo parecía sentir que el trato de Rachel hacia ella era antinatural.
Sarah debió de sentirse dolida por ese comportamiento vacío y carente de amor, tanto que en alguna ocasión preguntó:
<“Mamá… ¿Soy una molestia?”>
Rachel apenas logró sonreír ante esa pregunta y dijo que no, pero sintió que estaba siendo irritantemente perspicaz y ni siquiera había considerado que la niña la veía como madre.
El cariño disfrazado de odio no podía disimularse a la perfección.
No se había dado cuenta de que el odio que había crecido y alimentado en su corazón se había convertido en algo que no podía ocultar. Simplemente no tenía tiempo ni ganas de pensar en cómo la niña podría haber percibido su fingida muestra de bondad superficial.
Clint había ido ampliando su poder cada vez con más ímpetu, y lo único que ella pudo hacer era usar la influencia de Siella Plank para casarse con el Marqués, un matrimonio que no era un matrimonio real, y luego huir a su finca, lejos del palacio Imperial.
Por eso no pudo evitar odiar aún más a Sarah.
Cuando supo que Psyche había abandonado al Duque, le gusto un poco más, pero al oír rumores de que había regresado con el Duque, desafió las objeciones del Marqués y regresó a la Capital Imperial.
Su único pensamiento era vengarse de Psyche.
También tenía ganas de quitar a Sarah de su vista lo antes posible.
De todos modos, pensó que, al ser una niña mantenida con vida mediante magia negra, le sería difícil funcionar como un ser humano.
Así que deliberadamente le mostró la niña a Psyche, siendo honestos, cualquiera podría decir que se parecían físicamente.
Ella pensó que Psyche había caído perfectamente en su trampa.
No tenía intención de dejar con vida ni a Sarah ni a Psyche.
‘Sarah está muerta.’
Pensando eso, levantó lentamente la cabeza. Los ojos de Rachel se encontraron con los de Sarah; mejor dicho, con los de Lily y la niña se estremeció y se escondió tras el dobladillo del vestido de Psyche.
La escena apareció ante sus ojos muy lentamente, traspasándola.
“¡Ahhhhhhhhhhh!”
Rachel se preguntó si estaría viendo un fantasma otra vez.
‘¡Por qué! ¿Por qué siguen volviendo a la vida?’
Rachel gritó para sus adentros o, mejor dicho, eso fue lo que pensó.
Ni siquiera se había dado cuenta de que gritaba tan frenéticamente que, en cuanto vio a Lily, la habitación se congeló.
Temblaba de miedo, preguntándose por qué los muertos seguían apareciendo ante ella.
“¡Ahhhhhhhh!”
La mandíbula de Rachel temblaba mientras gritaba y se retorcía y aunque estaba inmovilizada con cadenas de hierro, su fuerza era increíble.
‘¡Alguien, por favor! ¡Por favor, que alguien me saque de este sueño! ¡Aahhhhh!’
Rachel forcejeó para liberarse de las cadenas.
El cuerpo de Rachel, que golpeaba el suelo con los pies de manera tambaleante, se estremeció aún más violentamente y pronto, su cuerpo y la silla, a la que estaba atada con cadenas, se volcaron haciendo un ruido sordo.
“¡Vayan y tranquilícenla! ¡Rápido!”
El Emperador habló con urgencia, y los guardias que estaban esperando se acercaron a Rachel con vacilación.
Los caballeros se movían lentamente, preocupados de que pudiera usar magia negra. Evitaban acercarse demasiado y arriesgarse a sufrir daño por la magia negra.
“¡Qué están haciendo!”
El Emperador finalmente gritó furioso, y solo entonces varios guardias corrieron hacia Rachel.
No fue tarea fácil calmar a Rachel, que estaba causando problemas mientras estaba atada a la silla de hierro. Se necesitaron cuatro o cinco caballeros para volver a sentarla correctamente.
Los nobles tragaron saliva con dificultad y guardaron silencio ante esa increíble visión.
El Emperador, sujetándose la sien como si le doliera la cabeza, se desplomó en su asiento y giró la cabeza hacia Psyche. En lugar de decir: ‘Si tienes algo que decir, dilo’, parecía exhausto y reacio a decir nada más.
Psyche, ante esa mirada, se tocó el dobladillo del vestido y dio un paso al frente.
“Su Majestad, ¿recuerda a esta niña?” (Psyche)
Insistió Psyche, preguntándole al Emperador.
El Emperador se cubrió los ojos con una mano, como si le doliera la cabeza y un vago recuerdo pareció asaltarle.
‘Sarah Hailston.’
Quizás fue durante su período de profunda adicción a la magia negra, ¿Qué había dicho la Emperatriz? Dijo que el Emperador, desde cierto día, empezó a tomar decisiones extrañas, sin poder hacer juicios acertados. Ella lo atribuyó a su adicción a la magia negra. En retrospectiva, había rastros de que había tomado una decisión tan extraña.
Su memoria no era del todo perfecta, pero…
Recordó vagamente al Príncipe Heredero Leighton y a Rachel discutiendo por la niña.
‘¿Qué fue lo que dijeron en ese entonces?’
El Emperador, frunciendo el ceño, rebuscó en sus recuerdos y finalmente contuvo la respiración. La conversación, enterrada en lo profundo de su memoria, era simplemente increíble.
<“Rachel, ¿estás loca? ¿Cómo pudiste hacer algo así?”> (Leighton)
<“Incluso Su Majestad lo ha permitido, ¿porque interfiere Su Alteza?”>
<“¡Robaste a la hija del Duque y la Duquesa! ¡Cómo piensas lidiar con las consecuencias!”> (Leighton)
‘¿Qué demonios había pasado?’
El Emperador rompió a sudar frío, no solo había ignorado tal cosa, ¿incluso lo había apoyado?
El Emperador no podía creerlo y no podía abrir la boca. Era algo imposible. La mirada de Psyche era tan descarada que el Emperador bajó la cabeza.
No podía decir si conocía a Lily o no y tras una larga pausa, Psyche volvió a hablar.
“Su Majestad, vio a esta niña en el banquete de la Marquesa, ¿verdad?” (Psyche)
Ante esas palabras, el Emperador tragó saliva con dificultad y asintió con la cabeza.
“Dijo claramente que consideraba a esta niña como su propia hija…” (Psyche)
A Psyche se le hizo un nudo en la garganta, obligándose a tragarse las palabras.
Sintió una profunda lástima por Lily, que aún sufría bajo las garras de la magia negra. Sentía un gran pesar en el corazón, como si todo fuera culpa suya.
Sabía que Rachel debía rendir cuentas, pero traer a Lily allí no era precisamente agradable.
Pero necesitaba mostrarles a todos que Lily era su hija.
La niña que Rachel había declarado como suya.
Psyche hizo una pausa, respiró hondo y miró a Lily con ternura. Al final de su mirada pudo ver a Lily escondida tras ella, agarrando con más fuerza el dobladillo de su vestido.
Así que soltó la mano de la niña que sostenía su vestido y la entrelazó con la suya. Tenía las yemas de los dedos frías, como si ella también estuviera nerviosa. Psyche envolvió su pequeña mano con la suya y luego volvió la mirada al Emperador.
“Esta niña, fue llevada y criada por Rachel, o mejor dicho, la Marquesa y sufrió bajo la magia negra todo el tiempo. ¿Cómo puede hacerle eso a la niña a la que se supone que consideraba su propia hija?” (Psyche)
La voz sollozante de Psyche resonó suavemente.
Suspiros estallaron por todas partes.
“¿Hay alguna prueba concreta…?”
El Emperador suspiró profundamente, se cubrió el rostro con las manos y volvió a preguntar.
Psyche asintió, de hecho, abrió la boca para revelar que la niña era, de hecho, suya.
“Sí, esta niña en realidad no fue adoptada por la Marquesa, sino que yo…” (Psyche)
“¡Basta!” (Desconocido)
Las palabras de Psyche fueron interrumpidas por un grito, pensando que era Rachel, la gente se giró para mirarla.
Pero no era ella, Rachel estaba aterrorizada, tapándose la boca y temblando.
La voz de la mujer provenía de la entrada. Poco a poco, las personas que lentamente se dieron cuenta del origen del sonido giraron la vista al unísono.
En la entrada estaba Siella Plank, vestida de manera impecable. Una vez comenzado el juicio, nadie podía entrar sin el permiso del Emperador, por lo que debió haber usado magia negra, sin embargo, la sala estalló en conmoción porque nadie lo sabía.
Ella esbozó una sonrisa relajada y comenzó a caminar hacia adelante.
“Su Majestad, ¿podría permitirme testificar también?” (Siella)
Ante las palabras de Siella, Clint, que estaba sentado en su asiento, se puso de pie de un salto.
Nameless: Nos quedamos aquí esta semana… ¿Me pregunto que truco bajo la manga tendrá esta vez esa bruja? Menos mal que se que faltan 2 semana de actualizaciones, así que espero que la historia no se complique mucho.
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