Capítulo 89 – Carta Sospechosa
Psyche miró fijamente la carta con el sello del Emperador con expresión seria.
Era porque el contenido era incomprensible.
Había dos cartas procedentes del Palacio Imperial, ambas dirigidas a Psyche, y enviadas por el Emperador y Rachel, respectivamente.
Psyche frunció el ceño mientras leía la carta de Rachel de principio a fin.
[‘A la respetada y querida Duquesa.
Estoy disfrutando de días de paz gracias a su constante cuidado y atención.
Desde la última vez que nos vimos, he vivido muchos días de arrepentimiento.
Por ello, le envío esta carta para expresarle mis disculpas una vez más y para invitarla a una pequeña recepción que estoy organizando.
Considerando que mi invitación podría resultarle inoportuna, por lo que también adjunto una carta de Su Majestad. La adjunto sin pudor con la esperanza de que la dama asista a este banquete y me honre con su presencia.
Espero verla pronto.’]
Psyche pensó que era una simple carta común y corriente invitándola cortésmente a un banquete, pero tras leer la carta del Emperador, cambió de opinión.
El contenido era similar al de Raquel, pero provenía del Emperador.
Era una solicitud para asistir al banquete ofrecido por Raquel y amenizar la ocasión.
Además, incluía palabras que elogiaban la sólida posición de Psyche entre las mujeres nobles y la animaban encarecidamente a asistir.
Psyche sabía cuan astuta era esa carta.
El poder del Duque crecía día a día, pero, en cualquier caso, el Duque era oficialmente un hombre que había jurado lealtad al Emperador.
Sin embargo, el hecho de que la Duquesa rechazara una carta con un tono tan suplicante podría haber sido problemático si el Emperador hubiera querido armar un escándalo.
Además, Psyche había establecido una buena y sólida reputación en la alta sociedad, así que el Emperador parecía haberla enviado con la idea de que le sería difícil rechazar la propuesta.
Era gracioso porque su intención era obvia, no era una mala estrategia para atraer a Psyche.
Ella encontraba esa situación divertida.
Dejó la carta y le preguntó a Alexa:
“¿Por qué el Emperador se entromete así en los asuntos de Rachel?”
“Bueno…” (Alexa)
Había una forma de evitarlo usando la excusa del embarazo, pero Psyche no quería hacerlo.
No quería que se supiera hasta que se encontrara en un período estable.
Hasta que el niño naciera, deseaba que todo transcurriera sin problemas.
“¿Qué clase de relación hay entre Su Majestad y la Marquesa?”
Ante la pregunta, Alexa dudó y luego respondió con algo que apenas recordaba.
“Bueno. Su Majestad siempre le ha tenido un cariño especial a la Marquesa desde que era hija de la Condesa.” (Alexa)
(N/T: ¡Ah! Recuerdan que el Emperador tiene a una persona a la cual ama… Creo que esa es la Condesa y la hija de esta es realmente hija del Emperador.)
“¿En serio?”
Psyche recordó entonces las fechorías de Rachel.
Para ser hija de un simple Conde, había hecho muchas cosas extravagantes. Las había hecho sin sentirse culpable, y además, parecía más segura de sí misma que nadie, lo cual era extraño.
“Sí. Por eso corrían rumores entre los nobles de que la habían elegido como Princesa Heredera.” (Alexa)
Psyche asintió, pensando que sus palabras eran creíbles.
¿No era ella quien sentía simpatía por el Duque? Si hubiera querido tomar el poder, el Príncipe Heredero habría sido la mejor opción, además del Duque.
“Ya veo. ¿Pero al final se casó con el Marqués?”
Sin embargo, ella rompió todas las expectativas y se casó con el Marqués. Esa fue una decisión muy distinta a las fechorías que había cometido. Era algo que todos los nobles consideraban extraño.
Por supuesto, el Marqués era un hombre con el estatus de Margrave, y se rumoreaba que era una persona muy respetable.
Aunque se había enfrentado varias veces con el Duque debido a las frecuentes guerras locales que ocurrían en la frontera, su poder no era algo que se pudiera ignorar.
En conclusión, el hecho de que Rachel, quien se autodenominaba la rebelde de la capital imperial, se casara con un Marqués de la frontera y se mudara allí, seguía siendo un tema bastante comentado hasta hoy.
“Sí, por eso corrían rumores de que era algo inesperado.” (Alexa)
“Mmm.”
Psyche miró la fecha de la invitación.
“Es el día antes del regreso de Clint. Qué banquete tan largo, nada menos que tres días.”
“Así es.” (Alexa)
“Creo que sería mejor no ir… pero no puedo ignorar la carta personal del Emperador.”
Psyche suspiró.
Justo cuando el Duque no estaba…
Psyche presintió que había algo sospechoso.
“Parece extraño… ¿Qué opina Alexa?”
“En mi opinión, así es. También por el niño, creo que sería mejor no asistir.” (Alexa)
“Yo también, pero…”
Psyche continuó hablando irritada, golpeando la carta con el sello del Emperador con el dedo índice.
“Es difícil no ir cuando recibes una carta así. Es como si hubieran preparado una trampa y estuvieran esperando que caiga en ella.”
“Yo también lo creo.” (Alexa)
“Entonces, asistiré, pero debo averiguar qué plan hay detrás de todo esto.”
“¿…?” (Alexa)
“No puedo quedarme de brazos cruzados, las trampas hay que enfrentarlas con todo el cuerpo.”
Psyche rió sin ánimo, como si le hiciera gracia.
“Envíale un mensaje secreto a Claude, que está en el territorio Alistair.”
“¿Qué debería enviar?” (Alexa)
“Necesito saber qué están planeando después del banquete. Así podré tomar medidas como corresponde.”
Psyche dijo con calma que no se dejaría engañar fácilmente por sus trucos.
“Y dile a Claude que venga. Los llevaré a ti y a Claude al banquete.”
“Sí.” (Alexa)
“Debemos movernos rápido. El tiempo es limitado.”
“Entendido. Como ordene.” (Alexa)
Alexa hizo el saludo característico de un caballero y salió de la habitación para hacer lo que le dijo.
***
Parecía que Claude tardaría bastante en llegar a la residencia Ducal.
Mientras tanto, Psyche se esforzó por pasar sus días cómodamente, sin pensar en Rachel ni en el banquete tanto como fuera posible.
Sobre todo, podía pasar sus días en paz porque Madame Rosa cuidaba de Psyche con mucho esmero.
Además, la escritura de las cartas, que había empezado a escribir con la ayuda de Alexa, estaba mostrando cierto progreso.
Mientras escribía la carta, se tomó el tiempo de reflexionar sobre su pasado y sobre sí misma, y al escribirla, pudo organizar sus pensamientos hasta cierto punto.
Y lo más asombroso de todo, fue la nueva vida que había llegado a ella.
Al principio, le costaba creerlo, pero con el paso del tiempo, sintió que realmente quería proteger a ese niño.
Inconscientemente, dejó de escribir y se tocó el estómago. Aunque todavía no se notaba, repente pensó que ojalá Clint se enterara pronto de la existencia del niño.
“¿Siente los movimientos del bebé?” (Alexa)
Alexa, que estaba de pie junto a ella, preguntó con curiosidad.
“No, no es eso, es solo que es extraño.”
“Pero ¿qué pasa con las náuseas matutinas tan severas? Parece que no puede comer nada ahora mismo.” (Alexa)
“He oído que la anterior Duquesa sufrió náuseas matutinas severas cuando estuvo embarazada de su Excelencia, así que supongo que algo similar está ocurriendo ahora.” – Madame Rosa, que entraba en el dormitorio, intervino.
“Aun así, aunque no podía comer nada más, le gustaban las frutas ácidas, así que supongo que también es lo mismo.” (Madame Rosa)
Madame Rosa sonrió mientras colocaba la fruta bien preparada frente a Psyche.
“Ah, y… escuché que tiene un invitado.” (Madame Rosa)
Madame Rosa contó lo que había oído afuera.
Como no recordaba bien el nombre, ella miró al vacío y finalmente volvió a abrir la boca.
“¿Clau? ¿Clau… De? Algo así. Dijeron que era vasallo de la familia Alistair.” (Madame Rosa)
“¡Oh, Claude ha llegado!”
Psyche se levantó rápidamente al oír al escuchar el nombre familiar.
“Parece que la señorita Helen ha salido a recibirlo.” (Madame Rosa)
“¡Yo también debería ir!”
“No, lo llamaré, así que quédese quieta. La estabilidad es lo más importante en este momento.” (Madame Rosa)
Madame Rosa negó con la cabeza con firmeza e hizo que Psyche volviera a sentarse.
Y pronto aparecieron Claude y Helen.
“¡Claude!”
“Señora, ha pasado mucho tiempo.” (Claude)
Claude hizo una reverencia muy cortés.
Se sintió familiar y bienvenido, como si estuviera viendo a un viejo amigo, aunque hacía mucho que no lo veía.
Parecía que era porque habían pasado juntos por los momentos más difíciles.
El rostro de Psyche se iluminó con una sonrisa.
“¿Cómo ha estado?” (Claude)
Cuando Claude preguntó, Psyche dejó la pluma que sostenía y se acercó a él.
“¿No te costó mucho venir? ¿Llegaste antes de lo que pensaba?”
“La persona que me dio una orden tan explosiva habla con tanta indiferencia.” (Claude)
Claude hizo un comentario juguetón.
“Jajaja. ¿Así que descubriste todo lo que te pedí que averiguaras?”
“Por supuesto.” (Claude)
Aun así, Claude era un mercenario experimentado.
Bueno, no ahora, pero en sus buenos tiempos, era el más famoso en el mundo de los mercenarios, por lo que la petición de Psyche probablemente no debió ser tan difícil.
Claude miró a su alrededor para ver si podía hablar.
Entonces Psyche se echó a reír y agitó la mano.
“La gente de aquí puede escuchar. Adelante, habla.”
“Según lo que he investigado… no parecía haber nada particularmente extraño en el banquete. No había rastros de contacto con asesinos o algo por el estilo.” (Claude)
“¿En serio?”
Psyche miró a Alexa, que escuchaba atentamente con expresión de sorpresa.
“Oh, si hay algo un poco especial.” (Claude)
“¿…?”
“Bien, la niña que perdió a sus padres y es hijo de un pariente, a quien la Marquesa asumió el papel de criar… Parece que quiere presentarlo.” (Claude)
“¿Planeas registrar oficialmente a ese niño? Bueno, para eso sería mejor que la presentara antes de su debut.”
“Sí. Aparte de eso, no hay nada especial.” (Claude)
“Mmm. ¿En serio…?”
“Sí, y la seguridad no parecía especialmente estricta.” (Claude)
Ante esas palabras, Psyche se cruzó de brazos y apretó los labios con fuerza.
“Mmm.”
“Aun así, no puedo creerlo.”
“Por ahora, lo investigaré con más detenimiento. Además, cuando trabajaba como mercenario, uno de mis compañeros se convirtió en sirviente del Marquesado hace bastante tiempo.” (Claude)
“¿De verdad?”
“Sí, me aseguraré de ponerme en contacto con esa persona también. No tiene ningún sentido de la lealtad. Está loco por el dinero, así que, si le das un poco, probablemente empezará a hablar sin parar.” (Claude)
“Sí, si hay algo nuevo, házmelo saber.”
Claude asintió brevemente con la cabeza.
Nameless: No me dió tiempo de traducir el cap. 90, así que me quedo aquí, nos vemos la próxima semana.
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