Capítulo 63 – Tengamos un bebé.
“…”
Psyche permaneció sentada en silencio, derramando lágrimas silenciosas.
Clint se acercó rápidamente a ella y le habló con cariño.
“¿Por qué lloras en un día tan bueno…?” (Clint)
A pesar de sus palabras tranquilizadoras, Psyche no podía dejar de llorar.
Una tristeza innecesaria se apoderó de ella.
Era porque su separación de Schild se había hecho realidad.
Psyche apenas podía controlar sus emociones porque un vacío la había invadido repentinamente.
Clint, que había estado mirando fijamente a Psyche en silencio, volvió a hablar con dificultad.
“¿Por qué no me lo dijiste desde el principio?” (Clint)
“…”
Por supuesto, ella tampoco pudo responder a esa pregunta.
No podía decir que no podía confiar en él, por lo que Psyche se sintió aún más desconsolada.
No pudo responder y siguió llorando. Clint, a quien le dio pena ver aquello, sintió un terrible sentimiento hacia sí mismo.
Pensó que habría sido mejor que ella no hubiera huido de él.
“Si me hubieras contado… sobre el niño.”
“Fuiste tú quien estuvo dudando de mí desde el pri-principio. Clint…”
La voz parecía lastimera, como estrangulada por las lágrimas.
Clint no pudo decir nada al respecto.
Lo embargó una emoción desconocida.
El hecho de que Psyche lo hubiera dejado fue tan impactante para él que pudo haber sido una reacción a eso.
Clint se sentó un poco más cerca de Psyche y abrió la boca con dificultad, eligiendo sus palabras.
“En ese momento, pensé que debía tenerte a mi lado… No podía ver nada.” (Clint)
“…”
Psyche estalló otra vez en lágrimas.
Era porque quería apoyarse en ese calor.
Porque él era el hombre que intentó matarla… Lo había mantenido a distancia, pero había otra razón más.
Tenía miedo de desarrollar otros sentimientos por el hombre que intentó matarla. Había perdido a su hijo y ahora no le quedaba familia, así que temía abrirle su corazón a ese hombre, el único al que podía llamar familia. Por eso había sido tan cautelosa con él.
Tenía sentimientos encontrados.
Psyche apretó los dientes. Sus emociones estaban revueltas.
“Ahora… No me dejes.” (Clint)
Psyche se emocionó aún más ante las palabras de Clint.
Cuando le dijo que no lo deje, fue como algo que se le diría a un verdadero familiar…
No entendía qué estaba pasando porque su ira hacia él y la tristeza por perder a su hijo se mezclaban.
Cuando pensó que Schild ya no estaba a su lado, se entristeció aún más sin razón alguna.
El niño que apenas había visto en sus sueños.
No podía olvidarlo por mucho que lo intentara, así que lloró.
Extrañaba tanto a su hijo a quien ni siquiera pudo abrazar. Las emociones que había reprimido hasta ahora, la culpa del pasado que había reprimido, estallaron de repente.
“Ughhh…”
Por mucho que se repetía a sí misma que estaba bien, no estaba bien, y el dolor, que se hacía más evidente con el paso del tiempo, solo le encogía el corazón.
Psyche finalmente se tapó la boca y rompió a llorar.
“Mi Señora…” (Clint)
Clint, que no aguantaba más, le dio una palmadita en el hombro, sin saber qué hacer.
“Clint, tú…”
Psyche, que había dejado de llorar, miró fijamente a Clint, que estaba frente a ella. Incluso en medio de eso, gruesas lágrimas caían sin parar.
Sus ojos, al levantar la vista, estaban rojos.
“¿Tú… no extrañas a nuestro hijo?”
Preguntó con los ojos húmedos.
Su voz temblaba ligeramente.
Clint era vagamente consciente que Psyche estaba bajo mucha presión por haber perdido a su hijo, pero cuando ella sacó el tema, no supo qué decir.
No era que Clint no sintiera tristeza por la pérdida de su hijo.
Sin embargo, como Psyche lo había llevado en su vientre durante diez meses, solo podía suponer que ella debía de haber sentido una pérdida mucho mayor que la suya.
Y si le pregunta si no extrañaba, si no piensa en su hijo…
Si le pregunta eso…
“Nuestro hijo…” (Clint)
Clint sintió de repente un nudo en la garganta, le costaba mucho respirar.
¿Tal vez era porque la tristeza que Psyche se transmitía, o por sus propias heridas por la pérdida de su hijo…? No lo sabía.
Psyche miró a Clint con lágrimas en los ojos.
“Tú también, tú también eres padre… ¿No estás triste?”
A Psyche le resultaba extraño que Clint siempre actuara como si nada hubiera pasado, le parecía simplemente increíble. Clint, que hacía su trabajo sin mostrar ninguna emoción, incluso cuando su hijo murió, le parecía una persona sin sentimientos.
Fingió no saberlo, pero cuando huyó de la mansión Ducal y llegó a la finca Alistair, la sensación de vacío y desesperación fue algo que no podía expresar con palabras.
Fueron incontables horas de dolor, mientras lloraba cada noche.
“¿No estás triste…?”
Preguntó Psyche entre lágrimas.
Pero Clint no supo qué responder.
Nunca había expresado tales emociones antes.
Emociones como la tristeza o la preocupación no eran algo para mostrar a los demás, sino algo que había aprendido. Le dijeron que esas cosas podían ser percibidas como debilidades y volverse en su contra.
¿Cómo no iba a estar triste de que Psyche hubiera perdido a su hijo?
Ese bebé también era su hijo.
“…” (Clint)
Pero Psyche no había querido su respuesta desde el principio, así que volvió a abrir la boca.
“Si nuestro hijo hubiera vivido, habría crecido para ser tan guapo como Schild, no, Kylie… ¿Verdad, Clint?”
Psyche rió y lloró al imaginar a su hijo creciendo.
Sentía que había una felicidad más allá de ella que nunca podría tomar para sí.
Y esa imaginación pronto se convirtió en una profunda desesperación que la engulló.
“Ja, pero… nuestro hijo…”
Psyche no pudo decir esas palabras.
“Todo, todo fue por culpa mía.”
Finalmente, la espada de la desesperación se volvió hacia ella.
Sollozó y se culpó a sí misma.
Fue muy doloroso para Clint ver esa escena.
Clint sintió un dolor inexplicable en el corazón, pues el dolor de Psyche, que nunca había experimentado antes, parecía transmitirse vívidamente.
Cada vez que Psyche lloraba, sentía como si el suelo que pisaba se derrumbara.
Apenas lograba encontrar las palabras y abrió la boca.
“Nunca, nunca, nunca podría ser culpa de mi esposa.” (Clint)
Nunca había pensado en ella como la culpable de la muerte del niño.
Sin embargo, al ver a Psyche sufriendo y culpándose a sí misma, Clint sintió como si hubiera cometido un terrible pecado.
“La pérdida del niño… no fue culpa de mi esposa.” (Clint)
Clint habló con dificultad, como disculpándose.
“Mas bien, debería culparme a mí, mi Señora.” (Clint)
Mas bien, más bien consideró que sería mejor así.
Sentía mucha pena por Psyche, que lloraba en silencio. Pero más allá de ese simple sentimiento, Clint sentía como si su corazón se desgarrara cada vez que ella derramaba lágrimas.
“¡Ughhh! ¡Ahhhh!”
Incapaz de controlar sus emociones, ella lanzó un grito.
Psyche comenzó a llorar, mientras él sintió como si se le estuviera desgarrando el corazón de frustración.
Clint, incapaz de soportar ver esa escena, tomó las manos de Psyche.
“¡Psyche!” (Clint)
“¡Aaaaaah!”
Intentó zafarse de Clint, mientras apretaba los dientes y gemía de dolor.
Usó toda la fuerza de sus brazos para rasgarse y arañarse el pecho.
La piel por donde habían pasado sus uñas comenzó a pelarse, y comenzaron a aparecer heridas abiertas en su cuello y pecho.
“¡Señora!” (Clint)
“¡Aaaah! ¡Mi bebé! ¡Mi bebé!”
Psyche lloraba tan fuerte que estaba al borde del desmayo.
Era imposible detenerla simplemente agarrándola del brazo.
Clint jaló el brazo que sostenía hacia sí.
“¡…Aaaaah!”
Sorprendentemente, Psyche fue atraída hacia él con facilidad.
Clint la encerró en sus brazos y la abrazó con fuerza para que ya no pudiera lastimarse más.
Pronto, empezó a sollozar mientras Clint aún la sostenía.
“Eh… Eh…”
“Basta… Shhh… Mejor échale la culpa a tu incompetente marido.” (Clint)
Solo entonces la respiración de Psyche se tranquilizó un poco. Seguía llorando, pero ya no actuaba como si fuera a morir como antes.
¿Será porque Clint la abrazó con fuerza? Era paradójico, pero su asfixia se sentía mucho mejor gracias a su peso.
Psyche lloró un buen rato mientras él la sostenía así.
Se quedó así unos diez minutos.
Clint se apartó un momento y miró a Psyche, que estaba en sus brazos.
Sintió lástima por sus ojos rojos e hinchados. Inconscientemente, levantó la mano y le secó los ojos.
“Por favor, deje de llorar, mi Señora…” (Clint)
Abrazó a Psyche de nuevo y la apartó, haciéndola mirarlo.
Psyche, que había perdido todas sus fuerzas de tanto llorar, dejó que su cuerpo se moviera al ritmo de Clint.
Cuando Clint vio sus ojos llorosos mirándolo, sintió una emoción inexplicable.
Vacilando, le acarició los ojos y, sin darse cuenta, se sintió atraído por ella.
“No llores, por favor…” (Clint)
Besó suavemente a Psyche en los labios.
Sus labios ardían, como si se hubieran quemado, quizás porque su temperatura corporal había subido al máximo por el llanto.
Los ojos de Psyche estaban desenfocados.
Se arrojó de nuevo a los brazos de Clint, gimiendo como una niña.
“Ughhh…”
Clint se sintió repentinamente mareado mientras la sangre le subía a raudales.
No quería hacerle algo terrible a una mujer que había perdido todas sus fuerzas de tanto llorar.
“Clint…”
Sin embargo, Psyche quería que el calor de Clint permaneciera a su lado.
Psyche, que se había lanzado a los brazos de Clint, dejó de llorar y lo abrazó con fuerza por la cintura, alzando su mirada enrojecida.
“Clint…”
Psyche lo llamó lastimeramente.
“Nosotros, nosotros… Tengamos un bebé. ¿Sí?”
Tenía las mejillas enrojecidas por el llanto.
Sus ojos hinchados y su rostro húmedo lo apremiaban.
Se veía tan diferente de lo habitual.
Ella había perdido la cabeza después de dejar ir a Kylie, pero no tenía tiempo para pensar en eso.
Clint parecía poseído por ella. Sentía como si le hubieran dado algún tipo de afrodisíaco, así que no podía pensar en nada más.
Los labios de ambos se encontraron con mucha naturalidad.
El brazo de Psyche rodeó la cintura de Clint y se acercó para agarrarle el hombro.
Cuando Clint inclinó ligeramente su cuerpo hacia un lado, Psyche, que no tenía dónde agarrarse, se tumbó automáticamente en la cama.
Sus labios se separaron y sus extrañas miradas se entrelazaron de forma vertiginosa.
Psyche miró a Clint y volvió a abrir la boca, pero…
“Por cierto, Clint… Ugh.”
Sus palabras fueron absorbidas por los labios de Clint.
Sus alientos calientes se mezclaron. El calor de sus labios se encontró y luego se separó de nuevo.
Psyche volvió a mirar a Clint con ojos tristes.
Ella agregó cosas que no había podía decir antes.
“¿Entonces, entonces voy a morir?”
Sus ojos llenos de lágrimas le preguntaron como si suplicaran.
Clint no entendía sus palabras. Era algo que no entendía, pero respondió tranquilamente.
“Señora, usted no puede morir…” (Clint)
Psyche sonrió con tristeza.
Luego extendió los brazos y abrazó a Clint mientras lo besaba.
Su respiración agitada llenó sus oídos.
Sus labios se rozaron y separaron varias veces, y los ojos de Psyche se llenaron de lágrimas inexplicables.
Clint seguía pensando que estaba triste y acercó sus labios a sus ojos.
Le dio un beso muy ligero, una vez en los ojos, otra en la mejilla y otro en los labios.
El sonido de succión estaba llenó de humedad.
Luego, las miradas de los dos se enredaron de nuevo.
Psyche preguntó esta vez como si estuviera llorando.
“Ojalá naciera un niño…”
“Nacerá. Mi Señora…” (Clint)
Psyche forzó una sonrisa.
Era una sonrisa distorsionada. Al final de esa sonrisa, Psyche volvió a preguntar:
“Entonces, ¿moriré en tus manos sin siquiera poder sostener a mi hijo?”
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Layla, que había recuperado la conciencia gracias al poder de la Reina Oscura, intentó…
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