Capítulo 24: ¿Por qué has venido?
Ji Yunyi estudió administración del arte y ha abierto varias galerías en Nueva York, Londres y Beincheng.
También era una reconocida pintora al óleo tanto a nivel nacional como internacional, pero nunca vendía sus pinturas. Solo donaba unas pocas a eventos benéficos; la pintura más cara alcanzó casi veinte millones de yuanes.
En la pintura los pinos y cerezos en flor estaban en plena floración en abril, con vibrantes flores primaverales. Las flores de cerezo arrastrados por el viento se asemejan a una lluvia primaveral, y la brillante luz primaveral se filtra entre los pétalos.
En la profundidad de la luz y la sombra, se veía la espalda de una niña con un vestido blanco. La niña estaba descalza, mirando hacia arriba como si esperara la caída de los pétalos, o la llegada de la luz.
La niña del cuadro era Jiang Se a los seis años.
Cuando se despertó aquella tarde, la tía Zhang le dijo que la señora estaba pintando en el bosque de cerezos en flor. Jiang Se, que no había visto a Ji Yunyi en casi medio año, ni siquiera se molestó en cambiarse el camisón y corrió descalza hacia el bosque de cerezos en flor.
La niña del cuadro no esperaba flores ni luz.
Simplemente buscaba a su madre.
‘Maestra* Ji’ era el título respetuoso con el que la gente llamaba a Ji Yunyi, un título que ella siempre prefirió a Sra. Cen o Sra. Ji.
(N/T: La palabra «老师» (lǎoshī) en chino significa maestro o profesor en español. Es una forma respetuosa de referirse a alguien que enseña, y «老» (lǎo) aunque literalmente significa «viejo», en este contexto se usa para mostrar respeto y no implica necesariamente la edad de la persona)
Sin embargo, cuando este título salió de la boca de Jiang Se, la sonrisa en los labios de Ji Yunyi se desvaneció levemente.
La última vez que se vieron fue el día que Jiang Se se cambió el apellido.
Ese día, Ji Yunyi le dijo a Jiang Se: <“Ya que no quieres llevar el apellido Cen, recuerda devolver todo lo que la familia Cen te ha dado y de ahora en adelante, no vuelvas a llamarme ‘madre’.”>
Ahora, que se reencuentran, Jiang Se ya no la llamó ‘madre.’
En el salón de banquetes, innumerables miradas se posaron sobre ellos, algunas curiosas, otras inquisitivas y otras observando el espectáculo.
Cen Minghong frunció el ceño mientras miraba a Jiang Se; una punzada de disgusto se extendió como el viento en su rostro.
Pero Ji Yunyi solo asintió suavemente a Jiang Se, diciendo: “Señorita Jiang, cuánto tiempo sin verla, gracias por tomarse el tiempo para asistir a la cena de la familia Cen.”
Jiang Se sonrió. – “Mi compañera Junior me entregó personalmente la invitación en la ciudad de Tongcheng, hoy es un gran día para mi compañera de estudios junior, y como su Senior, debo venir aquí pase lo que pase.”
Lo que se insinuaba era que fue Cen Yu quien la invitó, y que ella solo estaba allí en su calidad de compañera de estudios.
Ji Yunyi miró a Jiang Se en silencio, sin decir palabra.
En ese momento, la orquesta sinfónica en la escalera terminó de tocar una pieza.
El mayordomo Yu, quien administraba la antigua residencia de la familia Cen, se acercó en silencio y saludó a Jiang Se respetuosamente y susurró: “¿Señora?”
Ji Yunyi bajó la mirada brevemente, y al volver a levantarla, su expresión había vuelto a la normalidad. Inclinó la cabeza y le sonrió a Cen Minghong. – “Es hora de irnos, Xiao Yu nos espera.”
Cen Minghong asintió y miró a Jiang Se antes de dirigirse a la escalera de caracol con Ji Yunyi.
“Presidente, Maestra Ji.” – Jiang Se los llamó para detenerlos.
Los dos se detuvieron y miraron hacia atrás, al ver la expresión en el rostro de Jiang Se, las cejas de Cen Minghong se fruncieron aún más.
Ji Yunyi sonrió y dijo: “Si la señorita Jiang tiene algo que decir, mejor espere hasta después del banquete.”
“Esta es una ocasión excepcional, así que hablaré aquí, son solo unas pocas palabras.” – La mirada de Jiang Se los recorrió lentamente y dijo palabra por palabra. – “Les agradezco a ambos por cuidar de mí durante los últimos veintitrés años. En el futuro, Jiang Se ya no podrá acompañarlos, me despido respetuosamente de los dos y les deseo al Presidente Cen y a la Maestra Ji un matrimonio lleno de amor para siempre.”
***
Al caer la noche, la orquesta interpretó una nueva sinfonía.
Los susurros ocultos en la sinfonía se sucedieron e incluso hubo algunas risas groseras que se deleitaban con la desgracia ajena.
Por el rabillo del ojo, Jiang Se notó que alguien sonrió y levantó la copa de vino que tenía en la mano hacia ella.
Jiang Se miró a un lado, encontrándose con la mirada sonriente de Zhu Mingli.
Esa sonrisa era hipócrita.
Jiang Se ni siquiera se molestó en hacer un gesto superficial e ignoró por completo a la persona con los párpados entrecerrados. Justo cuando estaba a punto de alejarse para buscar a Cen Mingshu, la luz y la sombra a su lado se atenuaron repentinamente.
“Se Se.”
La voz del recién llegado era baja y suave, y sin siquiera mirarlo, supo que sus ojos debían estar sonriendo.
Esa voz, que no había escuchado en mucho tiempo, hizo que Jiang Se se detuviera, sorprendida. Giró la cabeza, miró al hombre a su lado y sonriendo respondió: “Fu Yun.”
Fu Yun vestía un traje blanco a medida y sus hermosas cejas y ojos estaban llenos de una leve calidez suave y nítida.
“¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos?” – Fu Yun ladeó ligeramente la barbilla y dijo sonriendo. – “¿Charlamos un rato?”
Jiang Se miró la escalera de caracol, asintió con la cabeza hacia Fu Yun y lo acompañó hacia la ventana, diciendo: “La última vez que nos vimos fue antes de que te fueras a Sudamérica a principios de este año.”
“Eso fue en marzo.” – Fu Yun suspiró. – “Han pasado nueve meses en un abrir y cerrar de ojos. Solo recuerdo que nuestra última conversación fue la noche del Festival del Medio Otoño.”
Jiang Se, naturalmente, también recordó esa llamada.
De hecho, la relación entre ella y la familia Fu fue bastante melodramática.
La persona con la que se comprometió originalmente era Fu Jun, el único nieto del viejo maestro Fu. Fu Yun era hijo ilegítimo del viejo maestro Fu, dos años mayor que Fu Jun, y tío de este.
Se suponía que Jiang Se se comprometería con Fu Jun el año en que se graduara de la universidad, pero dos meses antes del compromiso, Fu Jun falleció repentinamente en un accidente.
La cooperación entre las familias Fu y Cen ya había comenzado, y ninguna de las dos familias quería renunciar a la alianza matrimonial, así que planearon que otro miembro de la familia Fu reemplazara a Fu Jun y se comprometiera con Jiang Se.
La familia Fu era numerosa, y había al menos dos o tres candidatos más que podrían haberse casado con Jiang Se. Pero con el fin de mantener el poder dentro de su linaje, el viejo maestro Fu empleó métodos contundentes para encomendar a Fu Yun la tarea de continuar la alianza matrimonial con la familia Cen.
Fu Jun había sido el nieto predilecto de viejo maestro Fu, y su posición en la familia Fu era muy diferente a la de Fu Yun, quien era un hijo ilegítimo.
No está claro cómo viejo maestro Fu convenció a Cen Minghong, pero la familia Cen accedió a que Fu Yun reemplazara a Fu Jun.
Antes de eso, Jiang Se solo había visto a Fu Yun unas pocas veces y no tenía una gran impresión de él; solo recordaba que era una persona muy amable.
Después del compromiso, aunque sus interacciones con Fu Yun aumentaron, ambos estaban muy ocupados, y no era raro que pasaran varios meses sin verse.
La llamada telefónica durante el Festival del Medio Otoño fue hecha por Fu Yun después de que se le informara a la familia Fu sobre el intercambio de Jiang Se con Cen Yu.
Durante la llamada telefónica, Fu Yun le preguntó: “Se Se, ¿aún quieres continuar nuestro compromiso?”
Jiang Se le preguntó: “Si ya no llevo el apellido Cen, ¿tu padre te permitirá continuar comprometido conmigo?”
Fu Yun guardó silencio un momento antes de responder: “No estará de acuerdo, pero puedo intentar convencerlo. Pero antes de hacerlo, quiero saber qué piensas.”
Había un toque de calidez en sus palabras.
En realidad, a Fu Yun no le gustaba mucho; pero simpatiza con lo que le había pasado.
Ambos eran peones empujados a ese matrimonio por sus familias, y no había necesidad de crear fricción con viejo maestro Fu sólo por un poco de simpatía.
A Jiang Se no le gustaba estar en deuda con nadie.
Además, consideraba esa alianza matrimonial como una obligación como miembro de la familia Cen. Una vez que decidió renunciar a ese apellido, naturalmente también renunció al compromiso.
Desde el momento que supo que no era realmente un miembro de la familia Cen, no tenía intención de continuar.
Jiang Se le dijo la verdad a Fu Yun, que no quería.
Fu Yun pareció aliviado y, al oírla, sonrió y dijo: “Entonces nuestro compromiso se cancela, pero Se Se, sigo siendo tu amigo.”
Tras la partida de Jiang Se a la Ciudad Tongcheng, su comunicación se volvió cada vez menos frecuente.
Ahora, al volver a encontrarse, Fu Yun preguntó con naturalidad por la familia Jiang: “¿Te tratan bien tus parientes del otro lado?”
“Muy bien.” – Jiang Se sonrió levemente. – “Sabía qué harías esta pregunta.”
Fu Yun bajó la cabeza y también sonrió; sus ojos castaño claro se tiñeron de sonrisas, como cuentas de cristal que brillaban a la luz del sol.
La intensa nevada en Beicheng había durado más de medio mes, y esa noche era una rara ocasión en que aparecía la luz de la luna. La luz de la luna se extendía por el alféizar de las ventanas como una capa de sal triturada.
Las figuras de Fu Yun y Jiang Se, bañadas por la luz de la luna, formaban una pareja perfecta.
Cerca de la escalera de caracol, una mujer con una diadema de diamantes le dio un codazo a Zhu Mingli, indicándole que mirara a Jiang Se.
“¿Crees que, si Cen Se no regresa con la familia Cen, se aferrará a Fu Yun? Fu Yun ha hecho un trabajo impresionante estos últimos dos años, ganándose el favor de Viejo maestro Fu. Aunque es un hijo ilegítimo, ahora es el único heredero del viejo maestro Fu, y es muy probable que la familia Fu le sea entregada en el futuro.”
Zhu Mingli miró hacia allá con expresión fría y respondió con una sonrisa. – “El viejo maestro Fu es famoso por su astucia. ¿Cómo podría permitir que Fu Yin aceptara una falsificación? Por muy auténtica que sea la falsificación, sigue siendo una falsificación.”
“Eso es cierto.”
Cai Xiao, la mujer con la diadema de diamantes, observó el vestido de alta costura de Jiang Se y justo cuando estaba a punto de decir algo, la puerta de la escalera de caracol se abrió repentinamente desde afuera, y dos mayordomos saludaron respetuosamente al recién llegado en voz baja.
Cai Xiao miró en dirección a la puerta y vio una figura oscura de pie en la tenue luz del pasillo, a través de la tormenta de nieve.
Enfocó la mirada y, tras reconocer quién estaba afuera de la puerta, rápidamente le dio un codazo a Zhu Mingli y susurró: “Mingli, ¿mira quién está aquí?”
Señaló con la barbilla hacia la puerta y dijo: “¡Es el hombre de la familia Lu!”
El hombre ya había atravesado la puerta y copos de nieve caían suavemente de sus hombros al abrirse y cerrarse la puerta, pero parecía no darse cuenta; sus finos y fríos labios se levantaron ligeramente cuando giró la cabeza para hablar con el ama de llaves que estaba a su lado, el alto puente de su nariz, visible bajo sus gafas de montura dorada, proyectaba una sombra como una imponente montaña.
Zhu Mingli lo miró con los ojos entrecerrados y luego miró hacia el alféizar de la ventana y, por alguna razón, sus brillantes labios rojos se fruncieron con fuerza en un momento dado.
Tan pronto como se cerró la puerta, la lámpara de araña del salón de banquetes se atenuó repentinamente y un haz de luz brillante y llamativo se arremolinó sobre las escaleras.
Cen Yu caminó lentamente hacia el haz de luz, desde el final del pasillo.
Cen Yu había cultivado excelentes modales en la familia Cen durante los últimos meses, y el vestido azul oscuro como un cielo estrellado que llevaba la hacía parecer una estrella brillante.
El suave sonido del violonchelo sonó como un susurro, y Cen Yu, sosteniendo el brazo de Cen Minghong, bajó con gracia paso a paso la escalera de caracol.
Lu Huaiyan no la miró, le entregó la caja de regalo que llevaba en la mano al mayordomo y dijo con ligereza: “Un regalo de mi abuelo para la señorita Cen Yu” y luego escudriñó lentamente los alrededores.
Pronto, su mirada se posó en un punto en particular.
Mientras todos los demás miraban a Cen Yu, él solo él fijó su mirada en Jiang Se, que estaba de pie junto a la ventana.
Llevaba un vestido estilo sirena con un solo hombro de color azul grisáceo, el color oceánico no era llamativo, pero delineaba a la perfección sus gráciles hombros y su esbelto cuello.
La luz de la luna se filtraba como agua por la ventana, haciendo brillar su piel cremosa.
Inclinaba ligeramente la cabeza, observando en silencio a la gente en la escalera de caracol, sin rastro de apego ni celos en sus ojos; su expresión era tan serena como la superficie de un lago que no se agita con la brisa.
Seis años atrás, en su ceremonia de mayoría de edad celebrada allí, ella también se había mostrado así, sosteniendo el brazo de Cen Minghong, bajando lentamente la escalera bajo la mirada de la multitud.
La canción que tocó la orquesta al bajar fue elegida por ella misma: Claro de Luna de Debussy.
Ese día, Lu Huaiyan, irritado por la interferencia de Cen Li, no prestó mucha atención cuando Jiang Se bajó, simplemente la miró de reojo y apartó la vista.
No recordaba el aspecto de Jiang Se a los dieciocho años, de pie bajo la luz.
Pero, Lu Huaiyan sintió que Jiang Se en este momento era como un rayo de luna brillante y digno de atención.
Probablemente fue igual a los dieciocho.
Cuando mira fijamente a alguien, su mirada siempre lleva consigo un peso que parece sustancial.
Incluso desde la distancia, y a través de sus gafas, no podían ignorar esa mirada casi intimidante.
Los ojos de Jiang Se giraron sutilmente y sus miradas se encontraron.
Lu Huaiyan caminó hacia ella y solo al llegar a su lado, se dio cuenta de que había otra persona parada junto a ella.
Cuando giró la cabeza para mirar, la otra persona también lo miró.
Lu Huaiyan y Fu Yun se habían cruzado en el pasado, aunque no se conocían bien, él sabía quién era, después de todo, esa persona era el sucesor que el anciano de la familia Fu había intentado cultivar durante los últimos años.
Por supuesto, su impresión de Fu Yun era más fuerte ahora que antes.
Era el ex prometido de Jiang Se, o mejor dicho, su segundo ex prometido.
Ya fuera porque el aura de Lu Huaiyan era demasiado abrumadora o por otras razones, después de que Lu Huaiyan se detuviera, Fu Yun se giró hacia Jiang Se y le dijo: “Me voy primero, Se Se. Si tienes tiempo durante tu estancia en Beicheng, busquemos una oportunidad para ponernos al día.”
Después de terminar de hablar, asintió levemente a Lu Huaiyan, intercambió algunas palabras amables y se dirigió a la escalera de caracol.
Al pasar junto a Zhu Mingli y Cai Xiao, se detuvo brevemente y les hizo un gesto cortés con la cabeza. Zhu Mingli, sin embargo, lo ignoró, apretando con más fuerza la copa que tenía en la mano y se limitó a mirar hacia el ventanal.
Después de que Fu Yun se fuera, Lu Huaiyan ocupó su lugar, de pie junto a Jiang Se.
Jiang Se levantó la vista para mirarlo y dijo: “Llegas tarde.”
Lu Huaiyan nunca llegaba tarde a un banquete, pero esta noche, por primera vez, llegaba media hora tarde.
“Está bien llegar tarde, no es ningún evento importante.” – Lu Huaiyan miró a Jiang Se y rió entre dientes. – “¿Crees que llego veinte minutos antes en cualquier ocasión?”
El día en que los dos negociaron un trato en la casa de té japonesa, Lu Huaiyan había llegado veinte minutos antes.
Jiang Se no respondió.
Lu Huaiyan la miró fijamente con ojos ligeramente fríos y continuó: “Solo fui a casa de la familia Lu a recoger los regalos, el abuelo preparó regalos para ti y para Cen Yu.”
Jiang Se parpadeó sorprendido. – “¿Por qué el abuelo Lu me preparó un regalo?”
Como era imposible que Lu Huaiyan llegara a visitar a la familia Cen con las manos vacías, el regalo para Cen Yu había sido preparado hacía mucho tiempo y el regalo que fue a recoger a última hora a casa de la familia Lu debía ser para ella.
¿Lo preparó el viejo maestro Lu especialmente para ella cuando supo que ella volvería a Beicheng o fue por otra razón?
Lu Huaiyan respondió con calma: “¿No sabes que el abuelo siempre te ha apreciado? Esta Nochevieja, incluso yo te traje un regalo, ¿cómo podrías no tener uno? Lo dejé en el coche, ¿dónde te alojas esta noche?”
Jiang Se lo miró sin decir nada y al cabo de un rato, dijo: “Me alojo en casa de mi tía pequeña.”
“De acuerdo.” – Respondió Lu Huaiyan. – “Avísame cuando estés a punto de irte e iré a traerte el regalo.”
Justo cuando terminó de hablar, todo el salón de banquetes estalló en un estruendoso aplauso.
Ambos se giraron para mirar la escalera de caracol, por donde Cen Yu había bajado del brazo de Cen Minghong.
Lu Huaiyan retiró la mirada tras un breve vistazo, y en medio de los aplausos giró la cabeza para mirar a Jiang Se y preguntó con calma: “¿Por qué has venido?”
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