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Capítulo 52 – Tanto deseas morir

 

En ese momento, Clint regresaba de trabajar afuera.

Si hubiera sido como estaba planeado, habría estado fuera del castillo dos días más, pero quería regresar lo antes posible porque estaba preocupado por Psyche.

Pudo regresar antes de lo esperado trasnochando para hacer algo que le habría llevado varios días.

“¿No se lo va a decir a la Señora?” (Alexandro)

Alexandro se acercó a él mientras montaba a caballo y le preguntó en voz baja.

“¿Qué?”

“Sobre el asunto de la hija del Conde.” (Alexandro)

“¿Rachel?”

Los dos hombres fruncieron el ceño al oír el nombre al mismo tiempo.

Clint también parecía no querer mencionarlo.

“Sí. ¿Pero no es algo que el Duque hizo por su esposa?” (Alexandro)

Iba de regreso a casa tras negociar con el Emperador para evitar el regreso de Rachel.

No entendía por qué el Emperador protegía a Rachel, quien no tenía influencia, pero Clint, de todos modos, tenía la sartén por el mango.

Le informó al Emperador que Psyche había regresado a la residencia Ducal y escupió una amenaza delante del Emperador de que mataría a Rachel si llamaba su atención.

Por supuesto, era una amenaza bien empaquetada, pero al final era lo que era.

“No sé por qué el Emperador está tan obsesionado con Rachel.”

“Así es… A menudo llamaba a la joven Condesa al Palacio, diciendo que se era solitaria desde que era pequeña.” (Alexandro)

“Lo hacía… Por eso actuaba con tanto orgullo, creyéndose una especie de princesa.”

Clint resopló contrariado.

El Emperador dijo absurdamente que no podía creer que Psyche hubiera regresado, pero Clint le calló la boca el Emperador diciendo que asistiría al banquete con ella.

“… ¿Querrá su esposa ir al banquete?” (Alexandro)

Preguntó Alexandro con cautela.

“Claro que irá. ¿El banquete es en tres días?”

“Sí. Deberíamos prepararnos y partir de nuevo en cuanto volvamos.”

“Tsk, estamos a marcha forzada.” (Alexandro)

Dijo Clint con disgusto.

“¿Qué va a hacer con el niño?” (Alexandro)

“¿El niño?”

Preguntó Alexandro con cautela de nuevo.

“Sí, hablo del niño… de su esposa.” (Alexandro)

“Ah.”

Clint, que solo había estado centrándose en el regreso de Psyche y no en el niño, cambió de expresión al instante.

“…”

‘¿Será porque había perdido a su hijo?’

Pensándolo así, no era extraño que Psyche estuviera obsesionada con Schild.

La pérdida de su primer hijo podría haber sido un gran shock para ella.

Por eso Clint pasaba por alto todas sus acciones.

Sin embargo, llevar al niño al banquete era otra historia.

Todos sabían que Psyche había perdido a su hijo, pero si descubrían que había dado a luz a un hijo en el periodo que no estuvo en el Ducado…. Se armaría un revuelo en el mundo social. Era obvio que se crearían rumores extraños mezclando verdades y mentiras. Odiaba ese tipo de alboroto.

Durante los años que Psyche había desaparecido, Clint ya había sufrido demasiados rumores maliciosos.

Después de todo, un caballo sin patas es más rápido que cualquier otra cosa.

Nadie lo decía abiertamente porque le tenían miedo a Clint, pero todos añadieron diversos detalles a los rumores sobre Psyche.

Extraños rumores de que estaba enferma y recluida, que tenía una aventura con otro hombre, o que ya había muerto, se agravaron aún más cuando ella desapareció del mundo social.

Pero si aparecía después de tanto tiempo con un niño….

“Me estremezco con solo pensarlo.” (Alexandro)

“¿Qué?»

Alexandro, que había estado esperando una respuesta, abrió los ojos de par en par, sorprendido.

Alexandro había notado que la relación entre el Duque y la Duquesa no era tan buena como antes, así que preguntó con cautela.

“No. Y tú… Nunca menciones a Rachel frente a mi esposa.”

“….” (Alexandro)

Esa fue la respuesta a la primera pregunta.

Quería preguntar por qué demonios, pero Clint se ponía susceptible cada vez que se mencionaba a Rachel.

“El Emperador la está protegiendo, así que, simplemente la estoy dejando en paz por ahora, pero llegará el día en que la mate sin que lo sepa ni un ratón ni un pájaro.”

“¿Intentará matarla después de todo?” (Alexandro)

“Tengo que matarla. Pero no quiero que mi esposa sepa que voy a matar a Rachel…”

“¿De verdad tiene que hacerlo? La hija del Conde ha cometido algunos errores, y estoy seguro de que la Señora lo aprobaría.” (Alexandro)

“De ninguna manera.”

Clint se mordió el interior de la boca.

Psyche era algo que no podía comprender en absoluto.

Dijo que odiaba el asesinato más que nada…

‘Más que nada.’

“No hace ningún bien decir toda la verdad.”

Recordó los malos recuerdos de su infancia.

Clint era un niño bastante honesto de pequeño.

Sin embargo, cada vez que hablaba con franqueza, su padre siempre lo regañaba.

<Un hombre que actúa con tanta debilidad es inútil.”>

¿Cuándo escuchó eso por primera vez?

Recordó una vívida imagen del pasado que permanecía bastante clara en su memoria.

Acababa de cumplir seis años.

Fue la primera vez que sostuvo una espada de verdad.

Clint, quien había sido criado como el sucesor del Duque, se sentía agotado con solo sostener una espada real que solo podía manejar un adulto.

Sin embargo, gracias a sus habilidades excepcionales y a su intenso entrenamiento desde muy pequeño, pudo sostener una espada real durante bastante tiempo.

Sin embargo, un día, estaba tan cansado que se le cayó la espada real de la mano.

Y esa espada rompió una preciada porcelana que el Duque amaba.

El Duque, enfurecido, montó en cólera.

Y luego, silenciosamente, despidió a todos los empleados que lo rodeaban en ese momento.

Clint, quien lo consideró injusto, se acercó lentamente a su padre y le dijo que él había roto la porcelana y le pidió que no los despidiera.

Ante eso, su padre, el anterior Duque, sonrió extrañamente y abrió la boca.

<“Sé que tú rompiste la porcelana. No falta ser tan sincero y confesarlo todo.”>

<“Ja, pero…”>

<“Los empleados que te permitieron romper la porcelana también tienen la culpa.”

<“…” >

<“Y no vayas andando por ahí diciendo que tuviste la culpa. Decir la verdad no es necesariamente lo correcto.”>

Esas palabras fueron difíciles para Clint.

Pensó: ‘¿No sería mejor ser honesto?’

<“Tsk, aún eres muy joven. ¿Cómo es posible que seas ser mi sucesor?”>

Desde entonces, el anterior Duque le repitió constantemente que ‘la verdad no lo resuelve todo.’

Le enseñó que a veces las mentiras son necesarias y que hay que pisotear a los demás.

Al anterior Duque nunca le había gustado Clint.

Pero hasta ese momento, Clint creía que la verdad lo solucionaba todo.

Y no fue hasta más tarde.

Hasta que su madre, que sabía la verdad sobre algún tipo de incidente, se fue de su lado.

Tras perder a su madre, decidió no volver a apoyarse en la verdad.

Su padre no era un gran hombre y no tenía muchas virtudes que emular.

Pero creía que tenía razón en una sola cosa.

‘La verdad a veces no puede salvarnos.’

Por eso decidió no decirle nada a Psyche.

Cerró los ojos con fuerza.

“A veces la verdad… Hay momentos en los que no es lo mejor.”

Tras repetirle eso al desconcertado Alexandro, Clint alzó la vista hacia la residencia Ducal, que se acercaba.

Antes de que se dieran cuenta, ya casi estaban en el Ducado.

Alexandro dijo, mirando el cielo gris.

“Parece que va a nevar.” (Alexandro)

“Sí…”

Mientras miraban al cielo y hablaban del clima frío, la visión de Clint vislumbró la figura de una mujer.

Justo cuando estaban a punto de pasar la puerta principal.

La mujer que parecía estar haciendo acrobacias en el balcón, no era otra que Psyche.

“Dios mío, ¿no es la Señora la mujer que está ahí?” (Alexandro)

Alexandro también vio la escena y preguntó frunciendo el ceño.

Eso se debe a que parecía tan peligroso que podría caer en cualquier momento.

Clint también pensó que estaba viendo algo mal.

“¡Su Alteza, si sigue haciendo eso, la Señora caerá!” (Alexandro)

Alexandro gritó con urgencia.

En un instante, sintió que se le helaba la sangre.

La piel de gallina se extendió desde su nuca.

Entonces recordó el aspecto de Psyche cuando llegó allí por primera vez.

<“Por supuesto. Si lo hago, lo haré como es debido.”>

Ella respondió así cuando él le dijo que cumpliera con sus deberes como Duquesa.

Sin duda, eso era lo que quería decir….

Clint aceptó que Psyche estaba ahora en el balcón para morir.

Pensó que ella parecía extrañamente obediente.

‘¡Morir así!’

Clint agarró las riendas del caballo con fuerza.

“Eh, ¿Su Alteza?” (Alexandro)

En cuanto pensó eso, Clint se encontró instando a su caballo a correr sin darse cuenta.

“No puedo dejar que mueras.”

Murmuró para sí mismo.

Y en ese momento, Psyche empezó a caer boca abajo desde el balcón.

Clint no tenía ni idea de qué estaba pensando cuando corrió hacia ella.

No sabía qué tan rápido corría el caballo, con cuanta fuerza sujetaba las riendas, ni siquiera si que el cuero se le clavaba en las manos enguantadas.

“¡Psyche!”

Justo antes de que ella tocara el suelo, Clint detuvo su caballo y corrió con todas sus fuerzas.

Siempre iba en carruaje o montaba a caballo, así que ¿con qué frecuencia él, que era el Duque, pisaba el suelo?

Recibió a Psyche con sus brazos desnudos.

Su cuerpo estaba tan frío como el hielo, lo cual era increíble.

Clint la llevó a su habitación con cara de enfado.

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