Capítulo 20: Te deseo
Un pequeño interludio accidental no afectó el ánimo de los dos.
Al llegar al final de la calle Liyuan, Jiang Se sostuvo la taza de té con leche y sacó sus llaves para abrir la puerta.
Debido al festival, «Wangchuan» no cerrará hasta el amanecer de esa noche, y no había ni un alma en el patio a esa hora.
Jiang Se entró y encendió las luces, Lu Huaiyan apartó la mirada de su espalda y observó lentamente a su alrededor.
“¿Sueles vivir aquí?” (Lu Huaiyan)
“No, esta es la casa de mis padres, yo alquilé un apartamento propio.”
“¿Dónde está tu apartamento?” (Lu Huaiyan)
Jiang Se entró en la casa y dijo con indiferencia: “Está cerca. ¿Quieres algo de beber?”
“No hace falta que me prepares algo.” – Lu Huaiyan no la siguió, metió las manos en los bolsillos de su abrigo y se quedó de pie en medio del patio, mirando el árbol junto al muro y dijo. – “¿El osmanto confitado que trajiste a la montaña ese día es de ese árbol?”
El osmanto era sensible al frío, así que Jiang Chuan había envuelto el tronco con esteras de paja y las ató con tiras de cinta roja, la mitad de las cuales ondeaban al viento.
El caqui del otro lado aún daba frutos, había luces colgando junto a los frutos de color rojo anaranjado y bajo la tenue luz amarilla, los caquis, cubiertos de una fina capa de nieve, parecían brillar.
Jiang Se respondió con un leve “Hmm” y caminó hacia el centro del patio, para observar con él a su lado los brillantes caquis en la noche de invierno.
“Le pedí a mi padre que me dejara estos caquis. La ventana de mi habitación da a este árbol de caqui y me gusta poder verlos cuanto abro la ventana.”
Lu Huaiyan siguió la dirección del árbol de caqui y encontró la habitación y la ventana que Jiang Se había mencionado. En ese momento, la ventana de madera de pino estaba bien cerrada.
“Pensé que no solías vivir aquí.” (Lu Huaiyan)
“No suelo vivir aquí.” – Respondió Jiang Se con calma. – “Pero como es mi habitación, aunque no viva aquí, sigue siendo mi espacio, así que puedo hacer lo que quiera con él.”
Lu Huaiyan entrecerró ligeramente los párpados y la miró de reojo.
“Mi madre estuvo considerando quedarse en Tongcheng dos años más.” (Lu Huaiyan)
Sin previo aviso, mencionó de repente a Han Yin, con una mirada fija en ella que no era pesada ni ligera, casi como si estuviera charlando con naturalidad.
Jiang Se lo miró a los ojos con calma y sonrió: “¿Y entonces?”
“Cuando le pregunté el motivo, me dijo que era porque quería pasar más tiempo conmigo, pero pronto cambió de opinión y decidió seguir con el plan original e irse de Tongcheng en la primavera del año siguiente. ¿Adivinas por qué cambió de opinión?” (Lu Huaiyan)
Jiang Se bajó la mirada, tomó un sorbo de té con leche, lo tragó lentamente y dijo con indiferencia: “Porque le dije a la tía Han que me trajiste un regalo de Europa y me invitaste a ir a tu casa a ver el regalo.”
Lu Huaiyan rió entre dientes.
Tras enterarse por Jiang Se, Han Yin lo llamó ese mismo día para preguntarle si su ‘Estrella Hong Luan’ era Se Se.
<“No intentes engañar a mamá, tú nunca has invitado a una chica.”> – El tono, normalmente tranquilo, de Han Yin rara vez mostraba un entusiasmo tan inusual. – <“Se Se dijo que le gustó mucho el regalo que trajiste, que era algo que elegiste especialmente para ella, ¿es verdad?”>
Lu Huaiyan nunca había intentado ocultar sus sentimientos por Jiang Se. Él sonrió de inmediato y respondió: <“¿No te dije que volvería a hablar contigo cuando hubiera un paréntesis en las noticia? Debo tener cuidado podría asustarla por apresurarme demasiado.”>
Sus palabras fueron casi como una admisión
<“Entendido. Mamá promete no ser un obstáculo para ti.”> – Han Yin genuinamente feliz dijo con emoción. – <“De niño, solías ser impaciente con todos, y tampoco tuviste paciencia con Se Se. Parecías molesto cuando te pedí que secaras su ropa. Además, cuántas veces te dijo tu abuelo que Se Se era una candidata adecuada para el matrimonio, pero no le hiciste caso. ¿Quién iba a saber que, después de todas las idas y venidas, seguiría siendo ella?”>
Lu Huaiyan no recordaba mucho de la vida de Jiang Se cuando era niña, salvo el incidente de la caída al agua. A medida que crecía, recordaba más cosas.
Recordaba que, durante una época, a Jiang Se le gustaba seguir a Cen Li a casa de la familia Lu, y cada vez que lo veía, lo llamaba de forma habitual: «Hermano Mayor* Huaiyan.»
(N/T: 哥 (Ge) = Se traduce como Huaiyan Ge, en muchas novelas chinas lo traducen así, en mi caso preferí el significado en castellano: ‘Hermano mayor’.)
En aquel entonces, solo tenía dieciséis o diecisiete años y fingía ser muy obediente. Aunque realmente de no gustaba la ópera de Pekín, siempre acompañaba a su abuelo al teatro a ver óperas y su conocimiento sobre la Ópera de Pekín era bastante avanzada. Su comportamiento cautivaba al anciano, quien a menudo consideraba convertirla en la esposa de su nieto, por lo que Lu Huaiyan rara vez regresaba a la vieja casa durante ese periodo de tiempo.
Más tarde, tuvo lugar su ceremonia de mayoría de edad, ese día, al bajar las escaleras luciendo el antiguo brazalete de la familia Fu, su compromiso con Fu Jun se convirtió en un acuerdo tácito en su círculo.
Probablemente para evitar sospechas, dejó de visitar la casa de la familia Lu. Durante los años siguientes, ambos estuvieron ocupados con sus propios asuntos y, salvo por encuentros ocasionales en banquetes, hubo poca interacción entre ellos.
Sin embargo, después de mudarse a Tongcheng, terminaron viéndose con más frecuencia que en los años anteriores.
Algunos encuentros fueron casuales, mientras que otros fueron orquestados cuidadosamente por él.
En el fondo, él sabía perfectamente que, si no tomaba la iniciativa, esa chica jamás habría acudido a él.
“¿Por qué cambiaste de opinión otra vez?” – Preguntó mientras Lu Huaiyan la observaba con la mirada fija. – “¿No querías que mi madre se quede un tiempo más para poder retrasar la remodelación del antiguo distrito lo más posible? ¿Es porque no soportas utilizar a mi madre, o es porque de repente te has dado cuenta de que hay alguien más adecuado que ella?”
Cuando hablaba, siempre había una sonrisa en la comisura de sus labios, y su tono era ligero, y era imposible distinguir si estaba contento o enfadado.
Los ojos oscuros de Jiang Se se encontraron con los de Lu Huaiyan en silencio.
El viento nocturno hizo que la nieve que se había acumulado en las ramas cayera, y la cinta roja a su espalda ondeó, añadiendo un toque de color sangre a sus ojos claros.
Desde el momento en que le preguntó por la tienda de cheongsam por teléfono, ella supo que algunas cosas no se podían ocultar.
Por supuesto, no estaba dispuesta a ocultarle nada.
A una persona tan astuta como él, que podía descubrir hasta la más mínima pista, era mejor enfrentarlo directamente, sin intentar ocultar nada.
Jiang Se no se apresuró a responder, simplemente le preguntó: “Lu Huaiyan, ese día en el Templo Hanshan, dijiste que me estabas conociendo de nuevo. Entonces, ¿me conoces ahora?”
Mientras lo miraba, su pequeño rostro del tamaño de una palma se alzó ligeramente hacia arriba y sus labios, humedecidos por el té caliente, adquirieron un color rojo brillante y al sonreír ligeramente, dibujaron una hermosa curva.
“Si no te conociera, ¿por qué me dejarías venir a tu habitación en plena noche? ¿Y por qué vendría aquí a buscarte nada más bajar del avión?” – La nuez de Adán en su garganta se hundió lentamente y Lu Huaijian dijo lentamente. – “Sé mejor que nadie que ahora eres Jiang Se, no Cen Se.”
“¿Y después de que me conozcas?” – Jiang Se dio dos pasos hacia adelante y cuando estaba a solo un brazo de distancia, levantó la vista y le preguntó: “¿Qué quieres hacer?”
Lu Huaiyan bajó la mirada y sonrió y rápidamente volvió a levantar la mirada. – “¿No sabes lo que quiero hacer? ¿O no es lo suficientemente obvio?”
El viento parecía arreciar y los copos de nieve seguían cayendo.
Tras entrar en la casa, Jiang Se se quitó la bufanda, pero un copo de nieve fría le golpeó el cuello, haciéndola estremecerse inesperadamente.
Parecía ser particularmente sensible al frío.
La punta de su nariz y sus labios se habían enrojecido por el frío.
Jiang Se levantó ligeramente la mano y se sacudió la nieve del cuello.
Los copos de nieve cayeron lentamente, y el crujido al golpear el suelo pronto fue reemplazado por otro y el aroma a madera de agar traído por una cálida brisa la envolvió.
Lu Huaiyan le echó el abrigo sobre los hombros, deslizó la mano por el cuello y lentamente sacó el largo cabello negro. La mano del hombre no rozó la piel de su nuca, pero Jiang Se casi podía sentir el calor en su palma.
Arqueó las cejas ligeramente y entonces lo oyó decir: “Te ha crecido un poco el cabello desde la última vez.”
Esas palabras le recordaron a Jiang Se la escena en el estacionamiento del Hotel Junyue, donde algunos mechones de su cabello se habían enganchado en el hombro del hombre debido a la electricidad estática.
Levantó la vista.
Lu Huaiyan también la observaba, tras apartarle el cabello del cuello, sus delgadas y huesudas manos tiraron de los lados de su abrigo, atrayéndola hacia él con suavidad.
Bajó la cabeza, casi rozando su nariz con la de ella, y los ojos de la chica quedaron a la altura de los suyos.
“Aunque sé que lo sabes en el fondo de tu corazón, creo que debería hacerlo más evidente.” – Los ojos oscuros del hombre brillaron como una espada oculta. – “¿Has oído a mi madre mencionarlo? El anciano monje del Templo Hanshan dijo que mi estrella Hong Luan se activaría este año. Jiang Se, tú eres esa estrella Hong Luan, y te deseo.”
Cuando dijo que la deseaba, su voz era tranquila, su expresión impasible.
Solo sus profundos ojos oscuros y húmedos revelaban un leve atisbo de agitación interior.
Era esa misma sensación de intrusión silenciosa de nuevo.
Jiang Se no evitó su mirada y sus ojos oscuros se clavaron en los suyos.
Parecía como si estuviera probando cuánta sinceridad había en sus palabras.
Lu Huaiyan no pudo evitar sonreír ante su mirada inquisitiva. – “Déjame contarte otro secreto. Me preguntaste por qué la familia Lu decidió unirse en el proyecto Tongcheng, pero la verdadera razón eres tú. Te resistes a mí, pero al mismo tiempo, pareces apreciar a tus parientes de Tongcheng y da la casualidad los dos hermanos Cao tienen la mirada puesta en tus parientes. Necesitaba crear algo de valor para mí mismo para poder establecer una ‘conexión’ contigo a la que no te resistas tanto, ¿verdad? Así que decidí que la familia Lu se involucrara.”
Esa noche, luego de reunirse con Cao Xun, después que Jiang Se y Jiang Tang se marcharan, Lu Huaiyan subió al piso 27, donde le informó formalmente a Cao Xun que la familia Lu se uniría al proyecto de Tongcheng.
En ese momento, Jiang Tang le había hecho una herida en la palma de la mano a Cao Xun, y la mano que sostenía la puerta aún sangraba.
Él miró a Lu Huaiyan con los ojos entrecerrados. – <“¿No era que el Director General Lu no estaba interesado en este proyecto? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?”>
<“Director General Cao, no sé por qué le preocupa mi cambio de opinión, ya que el Sr. Cao no estaba satisfecho con el contrato anterior, redactemos uno nuevo, la única diferencia es que esta vez, la familia Lu será un socio adicional. Además.”> – Dijo Lu Huaiyan mirando la mano sangrante de Cao Xun con indiferencia. – <“Le sugiero al Director General Cao disciplinar bien a tu hermano menor, la forma en que mira a Jiang Se me desagrada mucho.”>
Fue porque Lu Huaiyan tenía la mira puesta en Cao Liang, que Cao Xun decidió enviarlo lejos.
Lu Huaiyan no le contó a Jiang Se sobre esa conversación con Cao Xun.
Pero fue precisamente por ella que decidió participar en el proyecto de Tongcheng.
Siempre había sido así: nunca duda en dar un paso cuando encontraba algo que le gustaba.
Jiang Se miró a sus ojos oscuros a través de sus gafas y sonrió suavemente: “¿Un enorme proyecto, solo para establecer una ‘conexión’ que no me haga resistirme? ¿No temes perderlo todo?”
“No te preocupes, nunca participo en un negocio con pérdidas.” – Lu Huaiyan le soltó la mano, se enderezó, apartó suavemente la nieve de sus hombros, curvó los labios y dijo. – “Y esta inversión me ha traído una gran sorpresa.”
El hombre dio un paso atrás mientras hablaba, apoyando una mano en la mesa de piedra bajo el árbol, con la mirada fija en ella mientras la nieve seguía cayendo.
Era claramente una postura era relajada, pero hizo que el corazón de Jiang Se se estremeciera ligeramente.
Ella lo miró profundamente. – “¿Qué clase de sorpresa?”
Lu Huaiyan ladeó ligeramente la cabeza y la miró con una postura más relajada.
Sin su abrigo, solo llevaba una fina camisa; el viento era frío y la nieve caía a ráfagas, pero él no parecía sentir el frío. Ni siquiera se molestó en sacudirse la nieve sobre sus hombros, dejándola acumularse en una mancha oscura en su ropa.
“Aunque desconozco el verdadero propósito de tu visita a Tongcheng, debe estar relacionado con la tienda de cheongsams de la calle Jinxiu N°39.” – La mirada del hombre parecía atravesarla. – “Jiang Se, ¿esta tienda de cheongsams se ha convertido ahora en una especie de ‘conexión’ con la que tú y yo estamos entrelazados?”
¿Era esa la sorpresa en sus ojos?
La ojos de Jiang Se permanecieron inmóviles, observándolo en silencio.
“Supongo que sí. El cheongsam que quiero solo puede ser confeccionado por el dueño original de la tienda. Hasta que el cheongsam esté listo, nadie puede tocar esa tienda. Por supuesto, la razón más importante es que la tienda me pertenece.” – Levantó las pestañas, la sonrisa desapareció de la comisura de sus labios, y miró fijamente los copos de nieve que flotaban en el aire y dijo palabra por palabra. – “Y nadie puede tocar lo que me pertenece, ni siquiera ustedes, la familia Lu.”
Su voz era fría; no la típica voz suave y dulce de cuando sonríe y habla, que da a la gente una especie de sensación amistosa como una brisa de primavera, sino el tipo de tono que cuando no sonreía, se convierte en una especie de desapego que rechaza a la gente fuera de mil millas.
Lu Huaiyan percibió el desapego y la indiferencia en sus palabras.
Estaba inusualmente obsesionada con esa tienda de cheongsam, pero también llena de indiferencia, como si fuera algo que le perteneciera pero que le resultaba extremadamente desagradable.
Lu Huaiyan observó en silencio los copos de nieve que se habían posado en sus pestañas oscuras, recordando los ojos que se superponían a la luz de la lámpara cuando le rozó las pestañas hace un momento.
Parecía que ninguna luz podía penetrar esos ojos.
De repente, dijo: “Jiang Se, puedes usarme como quieras.”
Jiang Se parpadeó y miró de reojo a Lu Huaiyan.
El hombre frunció ligeramente los labios. – “Sabes muy bien que no puedes ocultarme tus intrigas como lo hiciste con mi madre, pero sigues queriendo poner a prueba mis límites, y ahora voy a decirte donde están.”
Se levantó y dio un paso más cerca de ella, levantó la mano y usó la punta del pulgar para limpiarle la nieve que tenía pegada a las pestañas, la miró a los ojos que parecían de obsidiana y dijo despacio. – “Eres reacia a usar a mi madre, y si de verdad lo hicieras, no te traería ninguna satisfacción, así que más vale que me utilices a mí hasta la muerte. La tienda de cheongsam de la calle Jinxiu, o en unos días, el banquete de Nochevieja de la familia Cen, todo lo que quieras, puedo destruirlo.”
Si quiere usarlo, no podía evitarlo, huir de él o resistirse.
Necesitaba que estar cerca de él.
Cuanto más quiera usarlo, más cerca tenía que estar de él.
Cuando hablaba, su acento era siempre el mismo: una distante elegancia británica, su voz profunda y magnética, con una cadencia pausada; un tono que, aunque claramente no era pesado, hacía que la gente no pudiera ignorar lo que decía, como si cada palabra que salía de su boca pudiera hacer palpitar con fuerza el corazón de la gente.
En el momento en que las palabras de Lu Huaiyan terminaron, Jiang Se creyó oír el sonido de fuegos artificiales.
Al principio, pensó que era solo su imaginación.
Tongcheng había prohibido los fuegos artificiales durante años, permitiéndolos solo durante festividades importantes como Año Nuevo y el Festival de Primavera, cuando el propio gobierno encendía fuegos artificiales a una hora y lugar determinados. En noches como Nochebuena, los fuegos artificiales más comunes eran unos pequeños petardos que los niños encendían a escondidas.
Para su sorpresa, cuando levantó la vista, eran fuegos artificiales.
Contra el cielo nocturno, cubierto de fina nieve, una luz deslumbrante iluminó cada copo de nieve, y parecía que lo que caía ya no era nieve, sino la fugaz luz de las estrellas.
Los fuegos artificiales duraron unos diez minutos, y pronto, la penumbra nevada y humeante se iluminó de nuevo.
Resultó ser una manzana brillante, que pronto se convirtió en una rosa en cuestión de segundos.
Los pensamiento de Jiang Se se dirigieron a la manzana acaramelada que Jiang Ye le había comprado y, como si tuviera una conexión telepática, levantó las pestañas ligeramente y miró a Lu Huaiyan.
Él no había mirado los fuegos artificiales de principio a fin.
Ni siquiera miró el espectáculo de drones del final, su mirada permaneció fija en ella, firme.
En medio de los repentinos fuegos artificiales y la actuación de drones, la orilla del río Fuchun se llenó de un animado bullicio.
Alguien gritaba a todo pulmón: “¿Qué clase de novio prepotente es tan poco ético y ni se les ocurre dejarnos vivir más a los perros solteros?”
En medio del ruido, ellos intercambiaron miradas en silencio.
Se miraron con la misma frialdad.
Después de unas cuantas respiraciones, Jiang Se habló primero: “El asistente Li ha trabajado duro.”
“…”
Lu Huaiyan rió suavemente.
Por primera vez en su vida, quiso hacer algo romántico por una chica, y sin embargo, ella elogió a otro hombre delante de él.
No había rastro de emoción ni latido alguno, solo una calma, casi distante, como si fuera un espectador.
Al recordar el tono firme de Li Rui, afirmando que le encantaría a cualquier chica, Lu Huaiyan sintió que debería estar enojado.
Pero en realidad, solo bajó la mirada y sonrió.
Cuando volvió a levantar la vista, había dejado de sonreír y dijo con tono serio: “Pero el asistente Li no lo hizo bien. Ya sean los fuegos artificiales o la actuación, no te gustó ninguno. Ni siquiera se comparó con la manzana acaramelada que otro te regaló, así que originalmente quería deducir su asignación por horas extras. Pero como crees que trabajó duro, puedes quedarse con ellas.”
Jiang Se respondió: “La manzana acaramelada me la compró Xiao Ye y tampoco no me gustó mucho.”
Se giró y caminó hacia el caqui más cercano, parándose bajo el árbol y contemplando la fruta más roja. Después de un momento, lo miró: “Lu Huaiyan, acepté esa hipotética manzana de la paz que me enviaste. Te daré un caqui congelado a cambio. ¿Te lo comerás?”
Dijo que había aceptado la manzana de la paz que él le había dado.
Lu Huaiyan levantó la vista para captar su mirada.
La chica, envuelta en su abrigo, estaba de pie bajo el árbol, observándolo con recelo, sus ojos eran claros y brillantes, la mirada que le dirigió era fantasmal y tenue, tan larga como el fotograma que pasa lentamente por una vieja película.
Su mirada se detuvo en esos ojos durante dos segundos, Lu Huaiyan se levantó y caminó hacia ella, sonriendo levemente mientras respondía: “Comerlo, ¿por qué no? Gracias a ese caqui congelado, la asignación de horas extras del asistente Li se duplicará esta noche.”
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