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Capítulo 19: La mitad del rostro de Jiang Se se apretó contra su pecho

 

‘Wangchuan’ celebró un evento en Nochebuena e invitó a un grupo de música folclórica al local a actuar.

Jiang Ye tuvo dos días libres, algo poco común, así que regresó apresuradamente de Jiangcheng temprano por la mañana, diciendo que quería llevar a Jiang Se a experimentar el bullicio del río Fuchun.

Después de cenar, acababan de cruzar la calle Liyuan y estaban a punto de doblar hacia la calle Fuchun cuando sonó el teléfono de Jiang Se en el interior de su abrigo.

En cuanto contestó, la voz del otro extremo preguntó sin rodeos: “Calle Jinxiu N°39, ¿la quieres?”

No se habían visto en más de medio mes, y la voz del hombre le sonó un poco desconocida cuando llegó a través de la corriente.

Cuando Jiang Se escuchó ‘Calle Jinxiu N°39’, se quedó paralizada por un momento, y entonces se dio cuenta de que la disputa por los derechos de propiedad ya había llegado a oídos del asistente Li.

Había esperado que tarde o temprano Lu Huaiyan se enterara, así que no entró en pánico.

Más adelante, unos niños jugaban una guerra de bolas de nieve, haciendo mucho ruido.

Quizás escuchó el bullicio a su lado y antes de que Jiang Se pudiera responder, preguntó: “¿Dónde estás?”

Jiang Se miró al joven a su lado, quien la observaba de vez en cuando, y dijo con calma: “Voy camino a Wangchuan.”

“¿Wangchuan?” – La persona al otro lado hizo una pausa, luego pareció recordar algo y dijo: “¡Ah!”, y añadió con una sonrisa. – “El bar de tus padres.”

Tras terminar de hablar, le susurró algo al conductor.

Al cabo de un rato, Jiang Se lo oyó decir: “Envíame tu ubicación, iré a buscarte.”

Esa noche, el río Fuchun estaba particularmente concurrido.

Los barcos flotaban suavemente en el río, había faroles encendidos en la orilla y el agua ondulante se fragmentaban en una tenue luz amarilla.

Jiang Se miró los faroles rojos que colgaban bajo los árboles, se detuvo y dijo lentamente: “Hay demasiado ruido aquí, no conviene hablar. ¿Qué tal si voy a buscarte?”

Jiang Ye, que estaba de pie a su lado, había estado escuchando como un conejo cuando Jiang Xie contestó el teléfono.

Al oír eso, giró rápidamente la cabeza para mirarla.

Sin saber qué decían al otro lado del teléfono, el rostro de Jiang Se hizo una ligera pausa, luego dijo “De acuerdo” y colgó el teléfono.

Jiang Ye hizo un puchero: “¿No vas a ‘Wangchuan’?”

“Mmm, diles a mamá y papá que voy a ver a un amigo.”

Justo cuando Jiang Se contestó el teléfono antes, Jiang Ye vio por casualidad el identificador de llamadas en la pantalla y reconoció al hombre con el que Jiang Se no se llevaba bien.

Aunque solo se habían visto una vez, aún recordaba la sensación opresiva que ese hombre le había infligido.

El chico pateó una bola de nieve que otro niño había hecho rodar y luego dijo: “¿Dónde vas a encontrarte con él? Te llevaré allí y te recogeré cuando termines de charlar con tu amigo.”

“No hace falta, viene del aeropuerto, me encontraré con él aquí.” – Dijo Jiang Se, luego lo miró y cambió de tema. – “Huang Xu dijo que Chen Li Yin y Ke Ai Duo irán a ‘Wangchuan’ esta noche.”

Jiang Ye se sintió incómodo bajo su mirada y respondió confundido: “¿Por qué mencionas eso? No es la primera vez que van al bar. Mamá y papá las conocen.”

Jiang Se guardó el teléfono en el bolsillo de su abrigo y dijo con naturalidad: “Xiao Ye, el cariño de cada chica es precioso. Así que tienes resolver tus propios sentimientos lo antes posible, no hacer perder el tiempo de los demás.”

Jiang Ye se quedó atónito por un momento al escuchar eso y tras reaccionar, la miró y dijo: “No escuches las tonterías de Huang Xu, conozco mis sentimientos.”

“Entonces ve y déjalo claro, no huyas. Quién te gusta y quién no te gusta, déjaselos claro.” – La voz de Jiang Se seguía siendo muy suave. – “No intentes proteger a todo el mundo, los demás no son tan frágiles como crees, y tú no eres tan fuerte como crees.”

Jiang Ye guardó silencio un momento, mirando los montones de nieve tirados en el suelo cuya mitad había desaparecido y después de un rato, levantó la cabeza y le dijo a Jiang Se. – “Lo sé, hablaré con ella esta noche.”

Jiang Se asintió levemente. – “Adelante, no tienes que preocuparte por mí. No tengo ningún problema con esa persona, ni antes. Ni ahora…”

Recordando lo que el hombre le acababa de decir por teléfono, curvó la comisura de los labios. – “Menos aún ahora.”

 

***

 

Cuando Lu Huaiyan llamó a Jiang Se, el coche acababa de salir del aeropuerto.

Li Rui estaba sentado a su lado y lo oyó decirle a la chica: <“Es más rápido ir del aeropuerto a tu casa que tú vayas a Junyue, así que espérame donde estás.”>

La voz del hombre era tan profunda y potente como siempre, con un tono tranquilo y pausado, pero cuando decía eso, siempre daba la impresión de «Quiero verte cuanto antes.»

¿Y de alguna manera parecía un poco coqueto?

Debe ser solo una ilusión, ¿verdad?

Si el jefe Lu está ansioso por ir a ver a la señorita Jiang Se, debe ser porque quiere averiguar qué pasó con el N°39 de la Calle Jinxiu.

Pensando así, no pudo evitar pensar que Lu Huaiyan era una persona bastante insensible.

Es Nochebuena, pero en lugar de hacer algo romántico, está decidido a hablar de negocios; ¡qué fastidio!

Justo cuando pensaba eso, el hombre a su lado preguntó de repente: “¿Dijiste que ella se negó a llegar a un acuerdo en privado con ellos?”

Li Rui se sorprendió y asintió. “Sí, la señorita Jiang Se tiene una actitud muy dura. Cuando esas personas fueron a la tienda de cheongsam a causar problemas, llamó inmediatamente a la policía y contrató a un abogado. Resulta que en la tienda de cheongsams había un óleo de la señorita Jiang, y ese óleo fue destrozado ese día y ahora la señorita Jiang ahora está llevando a cabo un proceso judicial y exige que paguen una indemnización, lo que los ha dejado completamente confundidos.”

El asistente Li tomó un sorbo de agua y, al notar que Lu Huaiyan no había dicho nada, continuó: “Sin embargo, esa gente también es bastante descarada. Insistieron que cuando la anciana firmó el contrato, su marido no lo sabía, y querían recuperar la tienda tras devolverle los 200.000 yuanes. El dueño original se negó a devolverla, así que inicialmente exigieron 2 millones. Más tarde, al ver que la señorita Jiang Se era dura y difícil de engañar, cambiaron de opinión y pidieron 1 millón.”

«¿1 millón?” – Lu Huaiyan miró las sombras de los árboles que pasaban rápidamente por la ventana y rió entre dientes. – “Me temo que no recibirán ni un centavo.”

La gente que intimida a los débiles y teme a los fuertes está por todas partes y Li Rui estaba acostumbrado; al oír eso, respondió: “Ellos también tienen mala suerte. El abogado Chen me dijo que, si el dueño original no hubiera sido pobre, habría aceptado 2 millones para zanjar el asunto.” – Lu Huaiyan apartó la mirada de la ventana y giró la cabeza para mirar a Li Rui. – “¿Quién era el dueño original?”

Li Rui reflexionó un momento y dijo: “Se llama Zhang Yue y es una reconocida maestra de cheongsam en Tongcheng.”

‘¿Zhang Yue?’

Lu Huaiyan no reconoció el nombre y guardó silencio, pensando en algo. No supo cuánto tiempo había pasado cuando de repente oyó a Li Rui gritar: “Director General Lu, es la señorita Jiang Se, ¿verdad?”

Lu Huaiyan miró en esa dirección.

En la bulliciosa intersección, vio a Jiang Se de un vistazo.

Ella sostenía un tradicional paraguas de papel engrasado*, con las características distintivas de Tongcheng. El paraguas verde oscuro estaba cubierto de nieve moteada, y con el borde ligeramente levantado mientras los copos caían en suaves ráfagas.

(N/T: Una sombrilla de papel engrasada, también conocida como paraguas de papel de aceite, tiene varios significados simbólicos y usos culturales, especialmente en Asia. En la cultura china, puede simbolizar fertilidad y prosperidad, mientras que en Japón se asocia con geishas, danzas tradicionales y ceremonias nupciales.)

La gente a su alrededor la miraba constantemente, pero ella parecía no darse cuenta en absoluto, permanecía de pie tranquilamente en la nieve con un aire frío e indiferente.

Lu Huaiyan se quedó mirando la mitad de su rostro expuesto bajo el paraguas y ordenó en voz baja: “Para el coche.”

Cuando el coche negro se acercaba lentamente, un joven apareció de la nada y se acercó a Jiang Se para pedirle su WeChat.

Lu Huaiyan no tenía prisa por arruinar las buenas acciones de alguien, bajó la ventanilla del coche y apoyó el codo en el borde de la ventana, observando la escena con indiferencia.

El hombre que se había acercado a Jiang Se para pedirle su WeChat, probablemente era la primera vez que le pedía su WeChat a una chica, y tartamudeaba al hablar.

Jiang Se lo escuchó pacientemente y luego respondió con ligereza. – “Lo siento, no agrego a desconocidos en WeChat.” – Su tono fue bastante cortés.

El joven aún sostenía una manzana de caramelo con forma de rosa en la mano. Miró a Jiang Se con evidente expresión de reticencia en sus ojos.

“No pretendo hacerte daño, solo no quiero perder la oportunidad. Puede que no creas en el amor a primera vista, pero…”

“De verdad que no creo en eso. Además…” – Jiang Se lo interrumpió con suavidad, sosteniendo la misma manzana de caramelo que el hombre. – “Alguien ya ​​me ha regalado una manzana de la paz esta noche.”

En ese momento, cualquiera con un poco de sentido común se habría dado por vencido. Pero ese hombre era obviamente un poco testarudo y seguía perdiendo el tiempo, reacio a irse.

Jiang Se frunció el ceño, sintiendo una creciente irritación.

En ese momento, una risa muy leve se escuchó repentinamente desde detrás de ella.

La voz era baja y profunda, y en medio del bullicio de la calle, pasó casi desapercibida para todos.

Pero Jiang Se la oyó, se dio la vuelta y miró en dirección del sonido.

La mirada de Lu Huaiyan se encontró con su línea de visión y, sin dudarlo, abrió la puerta del coche y salió, caminó hacia ella, tomó el paraguas de su mano y le preguntó: “¿Llevas mucho tiempo esperando?”

Iba vestido todo de negro: abrigo de cachemir negro, camisa negra, pantalones negros, e incluso la hebilla del cinturón era de un negro mate.

Mientras caminaba por la nieve, exudaba una elegancia que parecía sacada de una pintura a tinta.

El hombre a su lado pareció darse cuenta de algo y lo miró de pies a cabeza. Tras posar su mirada por un momento en el perfil de Lu Huaiyan, echó un vistazo al coche y pronto apartó la vista en silencio, alejándose con buen juicio.

Lu Huaiyan sostuvo el paraguas sobre la cabeza de Jiang Se, bajando la mirada para observar la manzana acaramelada que ella tenía en la mano y preguntó con una sonrisa: “Esta manzana, ¿es realmente el regalo de alguien más?”

Jiang Se asintió.

La manzana acaramelada no estaba hecha con delicadeza, las finas rodajas estaban apiladas formando una rosa tosca, y una capa de jarabe de azúcar rojo cubría el exterior. A primera vista, parecía una rosa roja.

Ese tipo de manzana se solía regalar a las parejas jóvenes durante las festividades. Esta noche, casi todas las parejas que paseaban por la calle Fuchun llevaban una en la mano.

La manzana que Jiang Se tenía en la mano fue comprada para por Jiang Ye, quien había comprado cuatro en total: tres para Jiang Chuan, Yu Shiying y la chica a la que iba a confesarse esa noche.

Al entregársela a Jiang Se, él le dijo: “Cógela para ahuyentar melocotones podridos* esta noche.”

(N/T: 烂桃花» (làn táohuā) en chino, literalmente significa «melocotón podrido», pero en el contexto de relaciones amorosas, se refiere a relaciones amorosas problemáticas, engañosas o indeseables. Estas relaciones pueden incluir: Infidelidades, Amoríos sin futuro, relaciones superficiales o basadas en el sexo.)

En ese momento, Lu Huaiyan también dijo algo similar: “No tiene buena pinta, pero es muy adecuada para para ahuyentar melocotones podridos.”

“…”

Jiang Se levantó la vista y lo miró.

Al notar su mirada, Lu Huaiyan sonrió. – “¿Qué miras? ¿De verdad sabes cómo se come esa manzana acaramelada?”

La manzana estaba embalada en una caja de papel kraft, con un cordel de cáñamo verde enrollado alrededor del asa de alambre formando un corazón.

Los finos dedos de Jiang Se aferraron al asa en forma de corazón, sin decir si lo comería o no, solo dijo: “Pedí dos tazas de té con leche, es hora de ir a recogerlas, podemos hablar en mi casa más tarde.”

La calle Fuchun, con su ajetreo, no era el lugar ideal para charlar.

El paraguas de papel engrasado solo medía medio brazo de ancho, y Lu Huaiyan lo sostenía sobre la cabeza de la chica con la mano cubierta con guantes de cuero negro y dijo: “Dirígeme, te acompaño a buscarlo.”

Con el rabillo del ojo, vio el teléfono que ella sostenía en la mano y de repente preguntó: “No debería ser considerado un desconocido para ti, ¿verdad?.”

Jiang Se había estado mirando a la multitud que pasaba frente a ella, pero al oír eso, giró la cabeza para mirarlo, pero no respondió.

Lu Huaiyan la miró de reojo, con una leve sonrisa en los labios, y dijo: “Entonces, ¿puedes añadir mi WeChat ahora?”

Era algo bastante curioso, los dos en realidad nunca se agregaron el WeChat del otro.

Lu Huaiyan tenía dos números de teléfono: uno público y otro personal. Pero no importa cuál sea el número, ninguno tenía el WeChat de Jiang Se.

La nieve caía silenciosamente, cayendo sobre el paraguas, deslizándose lentamente sobre el hombro del hombre en medio del bulliciosa calle. Una ligera brisa la apartó, haciendo que los copos de nieve flotaran en el aire de Nochebuena.

Jiang Se sostuvo la mirada de Lu Huaiyan, sonrió levemente con los labios curvados y, dijo sin dudar: “De acuerdo.”

El camino estaba atestado de gente en moto, patineta y un flujo constante de peatones.

Jiang Se caminaba por el extremo más alejado de la calle, con árboles a un lado y él al otro.

Lu Huaiyan la protegió bien, asegurándose de que la multitud caótica de la calle no la molestara. Ambos solo tenían una mano libre, pero la acción de añadirse el WeChat del otro era un entendimiento bastante tácito y en menos de medio minuto, ambos se agregaron como amigos.

Lu Huaiyan usó su cuenta privada, con un avatar de una piedra de tintero antigua y su nombre era simplemente «Yan.»

El avatar del perfil de Jiang Se era igual de simple: un árbol floreciendo bajo el cielo nocturno.

Lu Huaiyan ya había visto ese árbol antes, era la paulownia del patio trasero de ‘Wangchuan.’

Ver el árbol le trajo recuerdos de aquella noche.

Ella salió del columpio y sus delgados dedos blancos presionaron suave y lentamente el filtro del cigarrillo.

El cigarrillo se apagó.

Pero algo más empezó a arder.

En esa noche blanca y nevada, caminaron por las concurridas calles a un ritmo casi idéntico y pausado.

Ninguno tenía prisa por sacar el tema del N°39 de la Calle Jinxiu.

Ambos fueron muy pacientes.

La tienda de té con leche que Jiang Se eligió no estaba en la calle Fuchun, después de recorrer varios callejones sinuosos, Lu Huaiyan finalmente vio un sencillo letrero de madera bajo un gran baniano, con solo 3 simples caracteres escritos: ‘Banri Xian.’*

(N/T: Tres caracteres: 半日閑 = traducción: Medio día de ocio.)

Dentro del patio, había varios sombrillas enormes de papel engrasado y bajo cada una de ellas, había una mesa de madera con capacidad para cuatro o cinco personas, con una pequeña estufa de barro rojo en el centro y sobre ella, burbujeaba una pequeña olla de leche de cabra.

Era evidente que era un lugar muy popular y cada sombrilla de papel engrasado estaba llena de gente sentada.

Jiang Se entró a recoger el té con leche y devolvió la sombrilla de papel engrasada*.

El dueño de la tienda de té con leche obviamente la conocía. Tomó un puñado de longanes* tostados en una caja de comida para llevar y, fingiendo no darse cuenta, miró a Lu Huaiyan, que esperaba bajo el baniano**.

(N/T: * Es una fruta tropical originaria del sur de China y el sudeste asiático. Su nombre, «longan», proviene del cantonés y significa «ojo de dragón» debido a la apariencia de la semilla negra dentro de la pulpa blanca translúcida cuando se pela la fruta. Es similar al lichi, pero generalmente más pequeño y con un sabor ligeramente diferente. Se consume fresca, en postres, ensaladas, o se puede encontrar enlatada o seca.)

(N/T: ** Árbol de la familia de las moráceas, originario de la India, de cuyas grandes ramas nacen raíces que caen hasta el suelo formando nuevos troncos.)

Después de eso, el dueño preguntó algo en voz baja. Jiang Se sonrió y negó con la cabeza, diciendo: “No.”

El frío color de la nieve en el patio era un poco más brillante debido a su sonrisa.

Lu Huaiyan observó la sonrisa en la comisura de sus labios y también esbozó una leve sonrisa.

Tenía un oído excelente y escuchó con claridad lo que el dueño acababa de preguntar.

El dueño le había preguntado: “¿Es tu novio?”

Ella había respondido: “No.”

En ese momento, Lu Huaiyan pensó que, independientemente de si el té con leche que sostenía la chica era delicioso o no, sin duda volvería allí con ella.

Como su hombre.

(N/T: ¡Soldado caído! ¡Soldado caído!)

 

***

 

El dueño de ‘Banri Xian’ era amigo de Jiang Chuan desde hacía mucho tiempo y su familia poseía un pequeño rancho en el noroeste.

El té con leche tenía un sabor único, y Lu Huaiyan supo a la primera que era un sabor que le gustaba a Jiang Se.

La chica tenía la costumbre de añadir azúcar y sal a su té negro, y ese té con leche tenía un sabor similar, ligeramente salado con un toque dulce.

Para Lu Huaiyan, ese té con leche no le resultó desagradable, pero definitivamente no le gustó.

Después de un sorbo, no probó más.

No se quedaron mucho tiempo en ‘Banri Xian.’ Después de recoger el té con leche, Jiang Se llevó a Lu Huaiyan hacia la calle Liyuan.

Esa noche, todos los jóvenes de la calle Liyuan habían ido a jugar a la orilla del río Fuchun, y las calles estaban vacías mientras caminaban, todo alrededor era tranquilad, hasta que casi llegaron al final del callejón, cuando finalmente escucharon el sonido de niños jugando.

Varios niños, de unos ocho o nueve años, encendían bengalas en un terreno baldío y cuando las dos personas pasaron, uno de ellos debió haber encendido algo más y un montón de llamas blancas acompañadas de un «pinchazo», se dirigió directamente al rostro de Jiang Se.

La reacción de Jiang Se no fue lenta, pero la de Lu Huaiyan fue más rápida que la de ella. La sujetó del codo, la abrazó y la giró suavemente, hasta que quedó frente a él.

El té con leche cayó al suelo en ese instante, y el fuego artificial le impactó en el hombro derecho, dejando una marca negra en su abrigo de cachemira.

La mitad del rostro de Jiang Se se apretó contra su pecho, y su nariz rozó suavemente el botón de su camisa.

La envolvió un cálido y rico aroma a madera de agar.

La sensación familiar hizo que su mente quedara en blanco por un instante, y en ese instante, la mano callosa del hombre ya le había levantado el rostro y la miró fijamente con una mirada profunda.

“¿Estás herida?” (Lu Huaiyan)

Recuerdos perdidos de hace mucho tiempo penetraron en su mente como agujas y Jiang Se miró a Lu Huaiyan sin decir palabra.

Al no oír su respuesta, Lu Huaiyan la miró inconscientemente a los ojos.

Sus pupilas se fundieron con la luz del cielo, y sus pestañas eran extraordinariamente largas.

Su mirada se oscureció y, con un ligero movimiento del pulgar, le rozó suavemente las pestañas, diciendo: “¿Te asustaste?”

Jiang Se parpadeó, como si finalmente hubiera recobrado el sentido, dio un paso atrás y dijo con calma: “Estoy bien.”

Mientras hablaba, su mirada fría e indiferente ya había pasado de Lu Huaiyan a los niños que estaban detrás de él.

Lu Huaiyan siguió su mirada y vio al grupo de niños que habían estado jugando con los fuegos artificiales. Estuvieron a punto de hacer volar por los aires a una persona, unos cuantos se llevaron un buen susto y sin siquiera decir «lo siento», enderezaron las piernas y echaron a correr hacia sus casas.

Sabiendo lo que Jiang Se miraba, una sonrisa se dibujó en los ojos del hombre e informó los números de las casas: con seriedad: “Calle Liyuan N°33, N°26, N°21 y hay uno que giró en otro callejón, pero no sé el número.”

Después de terminar de hablar, volvió a mirar a Jiang Se y dijo con tono pausado: “¿Cuándo irás a quejarte con cada familia?”

“…” – Jiang Se miró su hombro. – “Haré que paguen la reparación de tu ropa.”

“Por supuesto que lo harán.” – Lu Huaiyan recogió la taza de té con leche vacía que se había derramado en el suelo, la tiró a la basura, luego se quitó también los guantes de cuero manchados de té con leche y los tiró también al cubo de basura. Mirándola, dijo lentamente. – “No olvides pedirles que paguen una taza extra de té con leche. Esa fue la primera taza de té con leche que me compraste, tienen que pagar al menos el doble.”

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