Capítulo 9: Una chica capaz de renunciar incluso a la familia Cen
Cuando Jiang Se salió del auto de Han Xiao, levantó la vista y vio a Jiang Ye de pie bajo la farola.
El chico sostenía un paraguas, mirándola con ojos desconcertados, como un perro grande y desventurado.
Jiang Se se acercó con un paraguas en la mano y le tocó la herida de la cara con un dedo. – “¿No te dije que fueras a curarte la herida? ¿Qué? ¿No te duele?”
Jiang Ye giró la cabeza con torpeza. – “No me duele.”
Las heridas en su cuerpo no eran graves, solo algunos rasguños superficiales, pero aun así dolían. Sin embargo, a un chico de esa edad, le daba vergüenza admitir que le duele, así que apretó los dientes y fingió que no le dolía.
“Entonces haré que te duela un poco más.”
Jiang Se cambió de táctica y lo pellizcó con fuerza, reabriéndole la herida en la comisura de los labios, que acababa de sanar.
La sangre brotó a borbotones, y Jiang Ye no pudo evitar sisear de dolor.
Jiang Se aflojó su agarre, aún con el rostro inexpresivo.
“Cuando ni siquiera tienes una carta de triunfo en la mano, lo mejor es entregar el asunto a alguien capaz de manejarlo, como la policía. Jiang Ye, ¿de qué sirve esta tonta demostración de fuerza aparte de causar problemas?”
Jiang Ye frunció los labios al oír eso y en su rostro iluminado por la tenue luz, apareció un toque de terquedad.
Pero sabía que Jiang Se lo hacía por su propio bien.
“Segunda Hermana, no te preocupes por los asuntos de Cao Liang, puedo resolverlo yo mismo. Por favor, no… vayas a rogarle ayuda a esa gente.” (Jiang Ye)
Jiang Ye comprendía la situación en la que se encontraba Jiang Se.
No quería que ella bajara la cabeza y suplicara ayuda a nadie por su culpa.
“¿Cómo piensas resolverlo? ¿Vas a perder una mano?” – Jiang Se bajó la mirada, observando la marca de quemadura en su mano. – “Si perder una mano te ayudará a superar tu impulsividad, entonces piérdela. Es mejor perder una mano hoy que perder la vida mañana. Si no me hubiera encontrado con Han Xiao hoy, nunca habría podido entrar al club a buscarte. Jiang Ye, recuerda esto: si hay una próxima vez, nadie entrará a salvarte.”
“¡No te preocupes, la próxima vez preferiré perder la mano a que le ruegues a nadie!” – Jiang Ye respiró hondo y dijo con el cuello rígido. – “Si pierdo la mano, iré a la universidad como lo planeé y aun así podré ganar dinero en el futuro. En resumen, no tienes por qué ponerte en una situación difícil.”
El rostro herido del chico reflejaba una terquedad desafiante, como si no temiera llegar al extremo. Jiang Se miró su rostro lobuno y, por alguna razón, sintió una especie de resonancia en los huesos.
Ella también tenía ese tipo de obstinación de querer quemar todo hasta los cimientos.
Tal vez debido a esa resonancia, o tal vez porque el chico seguía sin querer que ella suplicara ayuda a nadie en ese momento.
Jiang Se suavizó el tono. – “Hay muchas maneras de resolver un problema, no elijas el método más dañino a menos que sea absolutamente necesario.”
Levantó ligeramente el paraguas; sus ojos negros reflejaban una determinación inquebrantable. – “Nunca suplico ayuda a nadie, ni le rogaré a nadie por ti y tu relación con Cao Liang… Ahora, ¿dime por qué le rompiste la mano a Cao Liang?”
La disputa entre Jiang Ye y Cao Liang comenzó cuando Jiang Ye le rompió la mano a Cao Liang.
Ese chico, que le había prometido ganar mucho dinero a ella y a Jiang Tang, no debería ser tan impulsivo y descerebrado.
Jiang Se necesitaba saber la razón.
El rostro de Jiang Ye se ensombreció y guardó silencio un rato, por lo que Jiang Ye no sabía qué estaba pensando.
Hasta que la costra en la comisura de sus labios se solidificó de nuevo, se mordió los labios y dijo en voz baja. – “Puedo decírtelo, pero tienes que prometerme que no le dirás a la Hermana Mayor nada de mis asuntos con Cao Liang.”
***
Para cuando llegaron a la calle Liyuan, eran casi las nueve.
Las luces del patio estaban apagadas, y a esa hora, Yu Shiying y Jiang Chuan aún no habían regresado, como era de esperar.
Jiang Ye sacó las llaves y estaba a punto de abrir la puerta cuando, de repente, alguien emergió de detrás de la sombra del árbol.
“¡Jiang Ye!”
Le temblaba la mano y, al girar la cabeza, vio a una hermosa chica con el cabello corto hasta las orejas.
La chica miró a Jiang Ye sin pestañear, y sus ojos se enrojecieron gradualmente.
Jiang Ye vio que los ojos de la chica se llenaban de lágrimas y, por primera vez, apretó los dientes con dificultad. – “¿Por qué lloras? No me duele tanto.”
Jiang Se no necesitó preguntar para saber que era la ‘Pequeña Tartamuda.’
Mirando a Jiang Ye, abrir la puerta y entrar, ella sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Xu Zhou: [‘Zhou Zhou, ayúdame.’]
***
La lluvia en Tongcheng duró toda la noche.
Después de soportar el viento frío y la lluvia intensos durante más de veinte minutos, Han Xiao estornudó sin parar durante todo el camino de regreso al distrito financiero.
Para cuando llegó a casa, ni siquiera se cambió de ropa, llamó de inmediato a Lu Huaiyan: “Hermano, ¿de qué quería hablar Jiang Se contigo?”
Lu Huaiyan estaba de pie frente al ventanal, contemplando la vista nocturna de toda la Ciudad de Beicheng. Al oír la pregunta, respondió: “¿Estás libre? ¿Ya terminaste de revisar el contrato que negociaremos con la familia Cao la semana que viene?”
Han Xiao suplicó clemencia de inmediato: “Vamos, hermano mayor, solo soy un derrochador, así que no me menciones el contrato, ¿de acuerdo? Déjalo en manos del asistente Li, de verdad tengo algo que hablar contigo. Mamá me ha estado insistiendo para que me case últimamente, y las citas que me ha organizado para encontrar pareja se extienden hasta el año que viene.”
Se aclaró la garganta e intentó que su tono sonara más serio: “Hermano, ¿qué opinas de Jiang Se?”
Han Xiao, habitualmente despreocupado, bajó la voz deliberadamente al decir eso, temiendo que su hermano pensara que bromeaba.
“¿No se frustró el compromiso entre Jiang Se y ese hijo ilegítimo de la familia Fu? La familia Cen ya no la reconoce ahora, así que supongo que querrá volver a Beicheng, así que casarse conmigo sería perfecto.” – Han Xiao se encogió de hombros. – “Y en cuanto a mí, en lugar de casarme con un antepasado de una familia adecuada que me controle a diario, sería mejor casarme con alguien divertido.”
Aunque la familia Han no era tan influyente como la familia Fu, era considerada una familia adinerada en Beicheng. Lo más importante era que Han Xiao no era un hijo ilegítimo que no podía subir al escenario.
Para Jiang Se, quien había perdido el apoyo de la familia Cen, Han Xiao creía que era la mejor opción que podía encontrar.
“Jiang Se definitivamente te debe haber buscado para resolver el asunto de Cao Liang, ¿verdad? Hermano mayor, ¿qué tal si me dejas ese asunto a mí?” – Han Xiao rió entre dientes. – “Si la persona con la que me hubiera topado hoy fuera Cao Xun, definitivamente no le robaría el protagonismo. Pero a Cao Liang, ese mocoso, definitivamente puedo manejarlo. Es solo un niño pequeño al que ni siquiera le ha crecido la barba, le regalaré un buen auto, y le pediré al hermano de Jiang Se que le entregue una copa de vino para disculparse por sus pecados, y eso debería resolver las cosas.”
Lu Huaiyan sabía exactamente qué clase de persona era su hermano desde niño.
También comprendió el propósito de su llamada.
Él dijo con un tono críptico: “No vino a mí para resolver el asunto de Cao Liang, sino para negociar un trato conmigo.”
“¿Un trato?” – Preguntó Han Xiao sorprendido. – “¿Qué trato?”
“No lo sé. Pero ese trato probablemente sea para evitar que su hermano le entregue la copa de vino de disculpa a Cao Liang.” – Lu Huaiyan agitó su copa y el líquido ámbar se meció suavemente, reflejando el contorno frío y afilado de sus cejas. – “Han Xiao, te equivocaste en algo más.”
Han Xiao preguntó desconcertado. “¿En qué me equivoqué?”
“No es que la familia Cen no la quiera, sino que ella no quiere a la familia Cen. Así que Han Xiao…” – Lu Huaiyan hizo una breve pausa; sus labios fríos y finos se reflejaban en el ventanal. – “Una chica capaz de renunciar incluso a la familia Cen a voluntad, a menos que cambies por completo tu enfoque, te menospreciará y no te mirará ni dos veces.”
“…”
Tras colgar el teléfono, Lu Huaiyan bebió lo que quedaba de su copa, se dio la vuelta y se dirigió al baño.
El sonido del agua repiqueteó y la niebla blanca se arremolinó.
Media hora después, el hombre salió con una toalla envuelta en su delgada cintura, su cabello mojado goteaba agua, las gotas resbalaban por su prominente nuez de Adán, siguiendo las definidas líneas de su pecho y abdomen y desapareciendo bajo la toalla.
Lu Huaiyan sacó un cigarrillo de su pitillera y lo metió entre los labios mientras miraba por la ventana.
No llovía en Beicheng.
El cielo nocturno vacío solo estaba decorado con una solitaria luna creciente, fría y descolorida.
Por alguna razón, su mente se desvió hacia la imagen la sonrisa de Jiang Se y sus palabras amables pero llenas de frialdad.
<“Director General Lu, hagamos un trato.”>
‘¿Un trato?’
Lu Huaiyan deslizó la rueda del encendedor y bajó la cabeza para encender el cigarrillo y entrecerró los ojos al encender el cigarrillo.
El director ejecutivo Lu nunca había perdido en la mesa de negociaciones. ¿De verdad quería negociar con él?
***
Dos días después, Jiang Se recibió la información enviada por Xu Zhou.
La información detallaba meticulosamente los antecedentes de Cao Xun y su prometida, Jian Ruyi.
Cao Xun cumplía 27 años ese año y se había comprometido con Jian Ruyi hacía cuatro.
Siempre han tenido diferencias, y aunque los mayores de ambos lados los obligaron a comprometerse, solo unos pocos amigos cercanos sabían de su compromiso.
Después del compromiso, cada uno tomó su propio camino, cada uno con más desenfreno que el otro.
Jian Ruyi había tenido relaciones románticas con tantas personas: cantantes, estrellas de cine, modelos, que ni siquiera podía contarlas con los dedos de las manos. Cao Xun no era la excepción, pues había tenido varios amoríos privados que se podía formar varias mesas de mahjong.
Jiang Tang empezó a salir con Cao Xun hace tres años.
Salieron durante dos años antes de romper hace un año.
Más tarde, Cao Xun llegó a Tongcheng para el proyecto de la ciudad cinematográfica, y Cao Liang se cambió a la escuela secundaria donde estudiaba Jiang Ye.
Cao Liang estaba un año por debajo de Jiang Ye, y ambos tuvieron un conflicto por las palabras de Cao Liang.
“Ese cabrón señaló el vídeo de baile de mi hermana mayor y dijo que era un zapato viejo con el que su hermano mayor se había cansado de jugar.”
Todos en la escuela Escuela Secundaria No.1 de Tongcheng sabían que Jiang Tang era la hermana de Jiang Ye, y ese comentario llegó rápidamente a oídos de Jiang Ye, e inmediatamente fue a confrontar a Cao Liang y entonces los dos adolescentes comenzaron a pelear.
Jiang Ye había heredado el físico y las habilidades de Jiang Chuan, por lo que le rompió una mano a Cao Liang sin esfuerzo.
Desde entonces, ambos se guardaron rencor. Cao Liang era un tipo tan astuto y siniestro, que temiendo que su abuelo lo enviara al extranjero si volvía a causar más problemas, recurrió a tomar represalias en secreto.
Si no lograba atrapar a Jiang Ye, se centraría en la chica que había tenido un romance con él.
Hace apenas unos días, Chen Liyin, había sido compañera de escritorio de Jiang Ye en su último año de preparatoria.
Jiang Se se recostó en el sofá, con la cabeza apoyada en el respaldo, cerró los ojos y su mente funcionó a toda velocidad.
Si Jiang Ye no lo hubiera confesado, nunca habría pensado que ese asunto estaba relacionado con la gentil y reservada Jiang Tang.
Jiang Se no tenía intención de involucrar a Jiang Tang en ese asunto.
Basándose en lo que sabía de Jiang Tang y la información que había recopilado, Jiang Tang no tenía ni idea de que Cao Xun tenía una prometida cuando estuvieron juntos.
En esa relación, ella había sido la engañada y la víctima.
¿Por qué una víctima debía verse obligada a vivir a la sombra de esa basura?
Jiang Se entró en su habitación y rebuscó entre su equipaje hasta encontrar una memoria USB en una pequeña caja.
La memoria USB gris plateada giró varias veces entre sus dedos. Encendió la computadora y estaba a punto de insertar el USB, cuando de repente apareció un nuevo mensaje en su teléfono.
[‘Hora, lugar.’]
Como si adivinara que Jiang Se no tenía su número, el mensaje estaba firmado al final: [‘Lu Huaiyan.’]
Eso significaba que ella era quien debía elegir el lugar.
Jiang Se pensó un momento y le dio una dirección: [‘Calle Financiera 163, viernes a las 15:00.’]
***
La calle Financiera 163 era una casa de té japonesa, a solo una manzana del Club Hong Ding.
Lu Huaiyan llegó antes de las 15:00.
Una joven camarera con kimono se inclinó ante él para indicarle el camino, y abrió lentamente la puerta corrediza de papel. Una chica sentada en un tatami giró la cabeza para mirarlo.
Llevaba una falda verde claro con flores kiku*, y su largo, esponjoso y abundante cabello estaba recogido en una trenza de espiga que caía suelto a un lado del hombro. Sus lóbulos blancos y pequeños estaban adornados con dos brillantes pendientes de perla y sus ojos brumosos parecían dos lagos llenos de tinta.
(N/T: El carácter «桔梗» (Kikyo) se refiere a la campanilla china, una flor que tiene un profundo significado en la cultura japonesa y oriental.)
Por un instante, Lu Huaiyan pensó en «La joven con un pendiente de perla» de Vermeer.
Sus pensamientos quedaron en trance por un instante, pero rápidamente apartó la vista y levantó la mano para mirar su reloj. “Llegas temprano; son solo las 2:40.”
Jiang Se sonrió. “¿Pero no llegó temprano también el Director general Lu?”
Lu Huaiyan se acercó y se sentó en el tatami frente a ella, separados solo por una mesa de té baja.
Los utensilios de té estaban cuidadosamente dispuestos sobre la mesa y un tazón de té negro estaba colocado al lado de Jiang Se, lleno hasta la mitad con té verdoso.
Jiang Se le preguntó: “Matcha*, ¿quieres beberlo?”
(N/T: El matcha (抹茶) es un tipo de té verde en polvo originario de Japón. Su nombre, en japonés, significa literalmente «té en polvo». Se obtiene moliendo hojas de té verde de alta calidad llamadas tencha. A diferencia de otros tipos de té, el matcha se consume en polvo, lo que significa que se ingieren las hojas enteras, lo que resulta en una mayor concentración de nutrientes y antioxidantes. )
Lu Huaiyan, indiferente a qué beber, asintió: “Claro.”
Preparar una taza de matcha auténtico no era difícil, pero el arte residía en la elegancia de su preparación.
Lu Huaiyan alzó la vista y miró a Jiang Se.
La muchacha puso tranquilamente el polvo, añadió el agua y removió el líquido.
Cada movimiento era agradable a la vista.
La educación de los últimos veinte años estaba grabada en sus huesos, y no cambió ni por el cambio de apellido ni de entorno.
Jiang Se, al enfrentarse a la mirada pesada del hombre, acercó el tazón de té; sus dedos largos y pálidos contrastaban con el tazón oscuro, casi como jade blanco.
Los dos bebieron el té lenta y metódicamente, como si esa reunión no fuera de negocios, sino para recordar viejos tiempos.
Cuando terminaron la taza té, Jiang Se sacó la grabadora y dijo: “Primero te pondré un vídeo.”
Presionó el botón de reproducción y se escuchó un crujido de estática, seguido de una suave y seductora voz femenina.
“¿Cuándo cumplirás la promesa que me hiciste?”
“¡Deja de hacerme promesas vacías!”
“Xiao Xuan también es tu hijo y tarde o temprano te llamará ‘papá’. Si no actúas ahora, ese pequeño Yanluo* de Lu Huaiyan se apoderará de toda la Corporación Lu. ¿Entonces como tendrás la cara para decirle a Xiao Xuan que eres su padre?”
(N/T: 閻羅» (Yánluó) se refiere a Yanluo Wang, una deidad en la mitología budista y china, conocida como el rey del infierno o el gobernante del inframundo.)
La grabación se reprodujo hasta allí, y Jiang Se presiona el botón de pausa.
La voz de la mujer no les resultaba desconocida tanto a Lu Huaiyan como a Jiang Se.
Era Hu Yuping, la madrastra de Lu Huaiyan.
El ‘Xiao Xuan’ mencionado en la grabación se refería al medio hermano de Lu Huaiyan, Lu Huaixuan.
Por supuesto, dado el contexto de la grabación, el término ‘medio hermano’ parecía cuestionable.
Jiang Se guardó la grabadora en su bolso y miró a Lu Huaiyan.
Desde el momento en que el hombre escuchó la grabación hasta que se detuvo, su expresión permaneció inescrutable y cuando ella la pausó, como si no fuera él el que estaba siendo atacado.
“¿No quieres saber con quién habla tu madrastra?”
Lu Huaiyan acarició el tazón de té con descuido. Al oír las palabras de Jiang Se, apartó los dedos del tazón y preguntó en voz baja: “¿De dónde sacaste esta grabación?”
“La grabé yo misma.” – Jiang Se sonrió con dulzura. – “Solo fue una coincidencia.”
Lu Huaiyan tarareó un “Hmm” y dijo. – “¿Fue la ‘coincidencia’ que ocurrió en el banquete por el 80.º aniversario de la Corporación Lu hace un año?”
Jiang Se: “…”
Él había dado en el clavo.
“Parece que acerté.” – El hombre miró a Jiang Se con un destello de interés en sus ojos y luego preguntó. – “Jiang Se, ¿qué planeabas hacer originalmente con esa grabación?”
Notas del Autor
Han Xiao: Una vez tuve una chica a la que quería conquistar.
Xia Xia: ¿Ah? ¿En serio? ¿Qué ocurrió?
Han Xiao: Mas tarde se convirtió en mi cuñada [Afilando el cuchillo.jpg]
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