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Capítulo 3: Un Extraño

 

El sedán negro entró lentamente en la Mansión Bei Yu con dos luces brillantes encendidas.

Cen Yu había oído hablar desde hacía tiempo sobre esa zona de villas en Beicheng, donde cada centímetro de tierra era tan valioso como el oro y prácticamente invaluable.

Cuando el coche se detuvo en la puerta de la villa, su mirada se detuvo en la extensa zona de pinos y cerezos, adornada con candelabros de cristal, reacia a apartar la mirada.

Dos ancianos llenos de energía esperaban en la puerta.

Después de que Jiang Se bajara del coche, sonrió y llamó a los dos: “Tiío Tong” y “Tía Zhang” y luego se giró para presentárselos a Cen Yu.

“La Tía Zhang es el ama de llaves de la mansión, y el tío Tong es el chef y artista de la jardinería; él cuida el huerto de cerezos en flor del jardín. De ahora en adelante, el tío Tong y Tía Zhang se encargarán de sus necesidades diarias y comidas en el futuro, si necesitan algo, solo díselos.” (Jiang Se)

Cen Yu sonrió y los saludó.

Era hermosa, con una voz dulce y sin aires de grandeza, lo que hacía que la gente se sintiera fácilmente cómoda con ella.

Tras una ronda de saludos de cortesía, Cen Yu instintivamente miró detrás de los dos ancianos varias veces. Desafortunadamente, salvo algunos sirvientes, no había nadie más.

Su estado de ánimo era un poco complicado.

Hoy marcaba su regreso oficial a la familia Cen, pero ni sus padres biológicos ni su hermano mayor habían ido a recogerla al aeropuerto ni a recibirla en casa.

¿No era eso demasiado?

Cuando se reunió por primera vez con su familia en la ciudad de Tongcheng, su padre biológico ni siquiera apareció; solo había ido su madre. Obviamente fueron ellos quienes la habían perdido; al menos deberían mostrar algo de sinceridad, ¿no?

Tras un breve silencio, Cen Yu no pudo contener sus emociones y preguntó: “Senior, ¿dónde están ellos?”

Jiang Se tardó dos segundos en darse cuenta a quien se refería Cen Yu cuando dijo ‘ellos’.

“Soy prácticamente la única que vive en esta mansión. El Presidente suele alojarse en la vieja mansión, y la señora Ji lleva años viviendo en el extranjero. Ninguno de los dos está en el país hoy. Si no ocurre nada inesperado, podrás conocerlos en un par de días. En cuanto al hermano…” – Jiang Se sonrió. – “Créeme, es una suerte que no esté aquí ahora mismo.”

Cen Yu miró inconscientemente a Jiang Se.

‘Presidente, señora Ji.’

Su compañera de estudios Senior se refirió a sus padres adoptivos con mucha educación…

Cen Yu reprimió su curiosidad y preguntó con una sonrisa: “¿Por qué es una suerte que nuestro hermano no esté aquí?”

La palabra ‘nuestro’ fue utilizada con habilidad, y la sonrisa de Jiang Se se profundizó mientras le explicaba: “Es demasiado tacaño. Si no aparece ahora, el regalo que te preparará será realmente valioso.”

Cen Yu: “…”

Sorprendentemente, ese razonamiento le pareció bastante convincente. – ‘Tsk, el hermano es como el agua que fluye, pero el dinero es para siempre.’

La tía Zhang, que había permanecido a un lado, negó con la cabeza y sonrió: “Te estás burlando del joven maestro otra vez.”

Miró a Cen Yu y dijo: “El joven maestro mayor está a cargo de un proyecto crucial en Australia, y la verdad es que no puede dejarlo ir ahora mismo, por eso no pudo regresar. Ya nos dijo hace unos días que nos aseguráramos de cuidarla bien.”  (Tía Zhang)

‘Si a Cen Li realmente le importara, ¿de verdad no podría dedicarme ni un solo día?’

Cen Yu sonrió levemente, poco convencida de lo que decía la tía Zhang.

El tío Tong ya había preparado la cena, y después de cenar, Jiang Se condujo a Cen Yu al segundo piso.

La habitación en el extremo sur del segundo piso era el dormitorio de Jiang Se, el espacio de casi 200 metros cuadrados tenía muy pocos muebles, dominado por tonos tierra de estilo wabi-sabi*. El cálido tono de base transmitía sutilmente una sensación de fría depresión y soledad.

(N/T: Wabi-sabi (侘寂, wabi-sabi) es una filosofía japonesa que valora la belleza en lo imperfecto, lo transitorio y la sencillez natural. Se refiere a una forma de ver el mundo donde se acepta la imperfección como parte de la creación y se aprecia la belleza en el envejecimiento y la simplicidad.)

Se parecía mucho a la impresión que Jiang Se daba a la gente.

Parecía cálido, pero en realidad era frío.

El único elemento discordante en la habitación era el gigantesco castillo de bloques en la esquina, casi tan alto como una persona.

El amarillo brillante, el azul oscuro y el verde intenso, colores propios de los cuentos de hadas parecían fuera de lugar en un espacio por lo demás sobrio.

La mirada de Cen Yu recorrió brevemente el enorme castillo, y luego se posó rápidamente en la maleta junto a la cama. La maleta estaba abierta, con algunos conjuntos de ropa, dos libros y tres cajas de madera encima.

El contenido era lamentablemente escaso.

Jiang Se dio un paso adelante para cerrar la maleta y se sentó en el sofá de algodón y lino junto a la ventana y con una leve sonrisa, dijo: “Me voy mañana; ya me he alojado mucho tiempo en esta habitación. Si no te gusta, puedes cambiarte a otra o redecorarla a tu gusto.”

“No hace falta, no hace falta…” – Cen Yu hizo un gesto con la mano, señalando al techo y dijo. – “Ya he acordado con la tía Zhang que a partir de ahora me alojaré en el tercer piso.” – Aunque esa villa era oficialmente de su propiedad, Cen Yu nunca tuvo la intención de ocupar la habitación de Jiang Se.

La familia Jiang también le había reservado una habitación, así que siempre que quiera volver allí, tendría un lugar donde quedarse. Es natural dejarle también un lugar donde quedarse a su compañera de estudios Senior.

Como su hermana mayor estaba acostumbrada a esa habitación, sería perfecta para ella.

A Jiang Se no le importaba dónde se quedara, asintió antes de tomar una gruesa pila de documentos de la mesa de centro junto al sofá y se los entregó a Cen Yu.

“Tómate un tiempo para revisar estos documentos. Es todo sobre las personas que conocerás en el futuro.” (Jiang Se)

Cen Yu, curiosa, abrió la primera página y vio el nombre «Cen Minghong» escrito claramente en la parte superior.

Ese era… su padre biológico, el Presidente del Grupo Cen.

Debajo del nombre había una biografía detallada de su padre, su red de contactos, así como sus aficiones, tabúes y otros detalles similares, que se extendían a lo largo de varias páginas.

Cen Yu hojeó las páginas y el siguiente nombre era «Ji Yunyi.»

Bien, esa era su madre, una talentosa y reconocida pintora.

Cen Yu no necesitó mirar más para adivinar que las siguientes páginas estarían llenas de perfiles de personas notables de Beicheng. Parecía que su Senior le había preparado una ‘guía de personajes’ de figuras importantes.

Tenía que admitir que esa información era justo lo que necesitaba en ese momento.

Tras ser traída de vuelta por la familia Cen, estaba ansiosa por integrarse en ese círculo y conocer a todas esas personas famosas de las que solo había oído hablar como un trueno en sus oídos.

Cen Yu sostuvo los documentos como si fuera una mina de oro, le agradeció sinceramente a Jiang Se: “Sénior, de verdad me entiendes. Muchas gracias.”

Cen Yu terminó de hablar y rió juguetonamente: “Siento que estoy más cerca de mi sueño de convertirme en la persona más rica de Tongcheng.”

“¿Gracias por qué?” – P​reguntó Jiang Se riendo entre dientes. – “Si no hubiera sido por el accidente de ese entonces, habrías conocido a esta gente hace mucho tiempo.”

Era la primera vez que mencionaban el incidente del intercambio al nacer desde que se conocieron.

Cen Yu parpadeó y preguntó: “Oye, Senior, ¿alguna vez has visto «Otoño en mi Corazón*»?”

(N/T: * Otoño en mi corazón I. Es una miniserie de Moonfire que se emitió en KBS en Corea del Sur el 18 de septiembre de 2000. También es la primera parte de la serie «Azul, amor de vida y muerte.” El 22 de julio de 2002, Hong Kong Asia Television adquirió este drama y lo emitió. Aunque la serie solo duró 12 episodios (hasta el 5 de agosto de 2002), causó un frenesí de audiencia con «Millionaire» en su momento.)

‘¿Cómo es que vuelven a mencionar ese drama otra vez?’ (Jiang Se)

Hacía apenas tres horas, Guo Qian le había hablado de él.

Jiang Se rió y dijo: “No, pero conozco la trama general.”

“Yo tampoco la había visto antes, hasta que mi hermano pequeño me llamó «Cui Xin Ai», y fui a verlo. ¡Dios mío!” – Cen Yu puso cara de asombro. – “Soy mucho más feliz que Cui Xin Ai. Mi papá, mi mamá y mi hermana mayor son tan buenos conmigo. Excepto por la lengua afilada del pequeño Ye, allí me mimaron muchísimo…”

La voz juguetona de Cen Yu se detuvo de repente, y enseguida recordó que, durante todo ese viaje, ella había preguntado mucho sobre la familia Cen, pero su compañera de escuela Senior no había preguntado nada sobre la familia Jiang.

Se rascó la oreja y preguntó con retraso: “Senior, sobre ellos… O sea, sobre ellos, ¿tiene algo que preguntar?”

“No.” (Jiang Se)

Jiang Se realmente no tenía nada que preguntar.

Había sido una desconocida en ese lugar durante veintitrés años, así que no necesitaba ser curiosa ni tener expectativas.

Cuando una persona se obsesiona demasiado con algo o anhela demasiado, lo primero que la vence es el dolor de no conseguirlo.

No se permitiría cometer semejante error.

Y su viaje a Tongcheng no era con el propósito de conocer a la familia Jiang; conocerlos era solo un asunto incidental.

Tenía asuntos más importantes que resolver en Tongcheng.

Al ver que realmente no tenía nada que preguntar, Cen Yu parpadeó y dijo: “Dejando de lado lo demás, el bar que abrieron mis padres se llama ‘Wangchuan*’. El vino allí es increíble, tienes que probarlo.”

(N/T: 忘川 = Wangchuan = Río del olvido.)

Jiang Se se quedó atónita por un momento: “¿Wangchuan?”

Si no recordaba mal, el nombre de su padre biológico era Jiang Chuan…

Cen Yu también se dio cuenta y se rió: “Jeje, el nombre del bar no era ese originalmente. Mi madre lo cambió a propósito. En cuanto a por qué eligió ese nombre, lo sabrás cuando mi madre te cuente la historia de ella y mi padre.”

A juzgar por la sonrisa en el rostro de Cen Yu, la historia probablemente era bastante interesante.

Jiang Se sonrió, pero no comentó si era buena o mala.

Las dos charlaron tranquilamente por un rato, hasta que la tía Zhang llamó a la puerta. Cen Yu, llena de energía, la siguió para elegir una habitación.

En cuanto salió, la habitación, que estaba llena de risas antes, quedó repentinamente en silencio.

Jiang Se se sentó inmóvil en el sofá un rato antes de levantarse lentamente y echó un vistazo a la habitación. Su mirada finalmente se posó en el gran castillo de bloques en la esquina.

El castillo era enorme, de unos tres o cuatro metros cuadrados.

Había pasado varios años de su tiempo libre construyéndolo.

Jiang Se se acercó lentamente, se agachó frente al castillo, lo contempló un buen rato y luego, extendió la mano y retiró con cuidado un bloque de la parte inferior.

Tras un momento de quietud, todo el castillo se derrumbó en un caótico estruendo de bloques dispersos.

Jiang Se bajó la mirada, sonrió levemente y luego se levantó, abrió la maleta cercana y arrojó dentro el bloque que acababa de sacar.

No miró atrás el desastre.

 

***

 

A la mañana siguiente, Jiang Se se despidió del tío Tong y la tía Zhang, y por última vez, subió al coche del tío Liu camino al aeropuerto.

El tío Tong y la tía Zhang habían querido acompañarla, pero ella declinó cortésmente.

Ambos ancianos habían estado a su lado desde su nacimiento y al verla en esa situación, sus ojos ya se habían humedecido al despedirla.

Jiang Se nunca había sentido mucha empatía por las lágrimas ajenas. Por mucho que lloraran los demás, ella siempre permanecía indiferente.

Pero no quería ver llorar al tío Tong y a la tía Zhang.

El tío Liu, que era unos diez años menor que el tío Tong y la tía Zhang, llevaba menos tiempo trabajando en la familia Cen, por lo que no tenía una conexión tan profunda con Jiang Se como el tío Tong y la tía Zhang. Sin embargo, cuando ella salió del coche, ni siquiera él pudo evitar que se le llenaran los ojos de lágrimas.

Al igual que de costumbre, antes de bajar del coche, ella le recordó: “Tío Liu, tenga cuidado al volver.”

El tío Liu respondió con un simple “Eh” y vio como su figura se desvanecía gradualmente.

Como era habitual, Jiang Se llegó al aeropuerto media hora antes de la hora que marcaba su tarjeta de embarque.

Tras facturar su equipaje, acababa de llegar a la sala de espera cuando sonó su teléfono.

Al ver el nombre en la pantalla, Jiang Se sonrió y buscó un rincón tranquilo para responder con calma: “Sí que sabes calcular la hora con precisión, acabo de llegar a la sala de espera.”

Al otro lado del teléfono, Xu Zhou sonrió y dijo: “Después de todo, he sido su asistente durante años; todavía conservo esa habilidad.”

Hizo una pausa antes de continuar y añadió: “Director, todos los bienes a su nombre han sido entregados. Los he transferido todos a nombre de la señorita Cen Yu de acuerdo a sus instrucciones.”

Jiang Se poseía una gran cantidad de bienes a su nombre, incluyendo más de una docena de mansiones de lujo en el país y en el extranjero, coches de lujo, yates, y numerosos artefactos antiguos y joyas, y más de una docena de pinturas y caligrafías costosas.

La eficiencia de Xu Zhou era impresionante, al haber logrado transferir tantos bienes con éxito en tan solo un mes.

“Gracias por tu arduo trabajo, Zhou Zhou.” – Dijo Jiang Se. – “Por cierto, ¿cuándo dejarás de llamarme Director? Ya no soy el Director de Hongsheng; ahora tú estás al mando.”

Xu Zhou guardó silencio un momento antes de responder: “Sabe, la única razón por la que estoy dispuesta a asumir su puesto fue que no quería ceder su arduo trabajo a otros. Cuando regrese, este puesto seguirá siendo suyo.”

“No volveré, Zhou Zhou.” – Jiang Se levantó la cabeza y miró por la ventana hacia un avión que despegaba y dijo con calma. – “La razón por la que te animé a asumir el puesto de Director, a pesar de la oposición de todos, es porque no soporto ceder Hongsheng a nadie más. Así que, hermana mayor Zhou Zhou, el futuro de Hongsheng y de ese lugar, ahora está en tus manos.”

“¡Director!”

Xu Zhou tenía la nariz agria y su rostro, habitualmente severo, se conmovió; nunca imaginó que Jiang Se renunciaría a Hongsheng tan fácilmente.

Hongsheng era una empresa tecnológica de la cual Jiang Se se había hecho cargo cuando tenía 18 años y cursaba tercer año de universidad. Ese año, los productos de Hongsheng sufrieron un grave incidente de seguridad y el precio de las acciones se desplomó, provocando que los directivos dimitieron uno tras otro.

La acaudalada familia Cen simplemente adquirió Hongsheng y se la entregó a Jiang Se.

Por supuesto, esa era solo la declaración superficial.

En realidad, Hongsheng era un ‘dulce capricho’ que Jiang Se había pedido el día de su ceremonia de mayoría de edad, a cambio de llevar obedientemente el brazalete enviado por la familia Fu.

En aquel entonces, nadie se mostraba optimista sobre el futuro de Hongsheng, pero, para sorpresa de todos, Jiang Se revitalizó la empresa en tan solo cuatro años, pasando de estar al borde de la bancarrota con una deuda de 1200 millones a unas ganancias de 160 millones.

Nadie creía que ese milagro fuera obra de Jiang Se; todos creían que la familia Cen había encontrado un grupo de expertos que ayudaran a Jiang Se y habían invertido mucho dinero en limpiar la red, lo que hizo que Hongsheng pasara de pérdidas a ganancias.

Solo Xu Zhou, quien había luchado codo a codo con ella, sabía que el milagro de Hongsheng fue conseguido por Jiang Se tras muchas noches de insomnio y un contrato tras otro.

Ella era más talentosa que nadie y trabajaba más duro que nadie, así que ¿por qué una persona así tenía que quedarse sin nada?

Xu Zhou sintió que era injusto para Jiang Se.

“Si no fuera por… ti, Hongsheng, no serías lo que es hoy. Aunque tu apellido no sea Cen, no deberían haberte quitado el puesto.” (Xu Zhou)

“Zhou Zhou, nadie me quitó el puesto. Renuncié por mi cuenta.”

La mirada de Jiang Se siguió lentamente el avión que se elevaba hacia el cielo.

Esa era la condición que había acordado con la familia Cen: Si quería dejar la familia Cen, debía devolver todo lo que había recibido de ellos.

La voz de Xu Zhou se quedó ronca por un momento. – “¿Por qué?”

“Si no tuviera el apellido Cen, ¿cómo podría Hongsheng haber sido mío? Si devuelvo el apellido, naturalmente tengo que devolver los anexos que conlleva el apellido.” – La voz de Jiang Se era tranquila, sin rastro de agravio ni nostalgia. – “Hermana mayor Zhou Zhou, esto es lo único justo y razonable.”

 

***

 

El vuelo de Beicheng a Tongcheng duró unas tres horas y Jiang Se caminó por el pasillo VIP, controlando cuidadosamente el tiempo.

La azafata, de pie en la entrada de la cabina, no se percató de la llegada del último pasajero. Sus hermosos ojos felinos seguían mirando hacia la cabina de primera clase, como si estuviera fascinada.

No fue hasta que Jiang Se pasó justo frente a ella que la azafata recobró el sentido y añadió rápidamente: “Bienvenida a bordo.”

Jiang Se la saludó con una leve asentimiento.

La azafata levantó la vista y se sobresaltó de nuevo al ver el rostro de Jiang Se, la joven era incluso más hermosa que las grandes estrellas que había conocido antes, y de alguna manera, le resultaba un poco familiar. Sin embargo, no recordaba dónde la había visto antes.

Durante esos pocos segundos de búsqueda en su memoria, Jiang Se ya había entrado en la cabina de primera clase con una maleta negro.

Una figura familiar captó su atención de repente.

El hombre todavía vestía un traje negro a medida y su corbata azul grisácea se deslizaba lentamente por su garganta.

Contestaba el teléfono con la mirada baja.

Desde el ángulo de Jiang Se, pudo ver claramente su prominente nariz y sus pestañas oscuras. Las gafas con montura dorada acentuaban su piel clara, dándole un aspecto casi gélido, como la escarcha que colgaba de los aleros durante en invierno, así que no tenía que tocarlo para sentir la frialdad en sus dedos.

Jiang Se no se detuvo, siguió caminando y tras una rápida mirada, estuvo a punto de apartar la vista, pero justo en ese momento, el hombre levantó la cabeza y sus miradas se cruzaron.

Al ver aparecer repentinamente a Jiang Se, su expresión permaneció tan impasible como siempre.

La llamada telefónica estaba a punto de terminar. El hombre, dijo lentamente en francés: “À plus tard*.”

(N/T: Nos vemos luego.)

Desde el momento en que sus miradas se cruzaron hasta que colgó, su mirada permaneció fija en Jiang Se.

En un espacio tan pequeño, encontrándose cara a cara en un espacio tan estrecho y de forma tan inesperada. Dados los modales habituales de Jiang Se, debió haberle ofrecido una sonrisa perfecta en el momento justo y charlar con él sobre asuntos triviales.

El aire se volvió repentinamente silencioso.

Ponerse una máscara gentil y elegante, fingir cortesía, eso era algo que siempre se le había dado bien.

Pero ahora…

Ahora, que está a punto de dejar Beicheng y volar a Tongcheng.

Ya no necesita ser un miembro de la familia Cen.

Ya no quería usar esa máscara.

Así que apartó la mirada con calma, pasó lenta y deliberadamente junto al asiento de Lu Huaiyan y se sentó en el asiento detrás de él, sin siquiera dedicarle una mirada superflua.

Como si fuera un extraño con el que se había cruzado por casualidad.

El aire a su alrededor se volvió repentinamente silencioso.

Li Rui, sentado junto a Lu Huaiyan, no se atrevió a respirar, si no se equivocaba, pensó que después de colgar el teléfono, Lu Huaiyan planeaba saludar a la señorita Jiang.

Pero, la señorita Jiang lo ignoró por completo.

Esa era la primera vez que Xiao* Lu era ignorado de esa manera.

(N/T: La palabra «Xiao» () en chino significa «pequeño» o «joven».)

‘Tsk tsk, aquí está el karma en acción.’ (Li Riu)

‘Ayer, él se mostró indiferente con ella, y hoy, ella lo trató como si fuera aire.’ (Li Riu)

Li Rui echó un vistazo disimuladamente al hombre a su lado.

El rostro sobresaliente del hombre tenía la misma despreocupación e indiferencia que el de Jiang Se. Después de colgar el teléfono, cogió los documentos que tenía a mano y los hojeó con descuido.

Era como si la persona que acababa de pasar junto a él fuera también un extraño.

 

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