Capítulo 18 – Quería tocarlo
Psyche se sumió en un sueño profundo por primera vez en mucho tiempo.
Pensó que era el primer consuelo que sentía después de mucho tiempo.
Su cuerpo se sintió ligero y no sentía dolor.
Ahora que lo piensa, parecía que no había descansado mucho desde de quedar en cinta del bebé. Su cuerpo, que cada vez pesaba más, estaba simplemente cansado. Sin embargo, era agradable que toda esa pesadez se hubiera ido, pero también era extraño.
Era como si viera al niño muy solo en un sueño.
‘¿Es una niña?’
‘Parecía un niño.’
Sin importar el género, se sentía muy cálido y agradable.
El niño tenía un cabello mitad brillante y mitad plateado oscuro que parecía una mezcla del cabello negro de su padre, Clint, y el cabello plateado de Psyche.
Los ojos eran de un bonito color rosa, como los de su madre. El niño era tan bonito, como si hubiera sido creado combinando solo las partes más hermosos del Duque y Psyche.
Psyche extendió la mano hacia el niño que era tan adorable.
Quería abrazarlo, quería tocarlo.
Pero no podía tocarlo.
“Bebé.”
Lo extrañaba mucho y estaba triste por alguna razón, así que no dejaba de llamar a su hijo en sueños.
‘Bebé. Nos vemos pronto.’
El niño no respondió.
Él simplemente cerró los ojos y durmió.
‘Bebé. Mami te extraña’.
Psyche quería llamar a su hijo en voz alta, pero no le salía la voz, así que se sintió frustrada. Sentía como si hubiera un muro infranqueable entre ella y el niño, y estaba desconsolada.
‘¡Bebé!’
Aun así, se consolaba pensando que pronto lo conocería.
Quería tocarlo.
Nunca había sido madre, y era su primera vez. No sabía que se sentiría así solo por haberlo llevado en su vientre durante unos meses.
Se sorprendió de sí misma otra vez.
‘Nos vemos pronto’.
Al final, se tragó las palabras ‘nos vemos pronto’ una vez más.
El niño se fue alejando y desvaneciendo poco a poco.
Como un espejismo…
“¡Uf!”
Se asustó mucho y levantó la parte superior del cuerpo como si rebotara de la cama.
Tras despertarse con un gemido parecido a un grito, Psyche parpadeó con la mirada perdida por un instante.
Algo… se sentía extraño.
Quizás porque aún era medianoche, pero el cielo negro como la boca del lobo que se veía a través de la ventana con las cortinas corridas llenaba su campo de visión.
No había luna, y la noche solo con estrellas era muy solitaria.
Psyche miró lentamente a su alrededor.
Era un paisaje desconocido.
Solo entonces se dio cuenta de que había despertado en el palacio imperial.
‘Ah.’
Había escapado de la residencia Ducal con la ayuda del Príncipe Heredero. Y en ese momento los recuerdos de hacía un tiempo que fluían lentamente a su cabeza eran borrosos.
‘¿Cuánto tiempo he dormido?’
Definitivamente escapó del bosque. Y, por suerte, encontró al Príncipe Heredero.
‘¿Qué pasó…?’
De repente, retiró la manta que la cubría.
“¿Eh?”
Psyche no podía creer lo que veían sus ojos cuando vio su vientre ligero y ya no hinchado, y por un momento se preguntó si todavía estaba soñando.
“¡Oh! ¡Dios mío! ¡Gracias!”
De repente, la voz de alguien llegó a su lado.
Estaba oscuro, así que no podía verlo, pero el médico de palacio que la atendía día y noche era Kyle, el médico personal del Príncipe Heredero.
Kyle, quien se había quedado profundamente dormido, se despertó sobresaltado por su voz y gritó sorprendido.
“¡Dios mío! Ha recuperado el sentido. Necesito avisarle a Su Alteza de inmediato. No vaya a ningún lado, todavía hace frío y su cuerpo no se ha recuperado del todo.” (Kyle)
Kyle dijo lo que quería decir como una ametralladora y desapareció a toda prisa.
Y poco después, apareció con el Príncipe Heredero a cuestas.
El Príncipe Heredero, que casi había llegado corriendo, vio a Psyche sentada en la cama con la mirada aturdida y de inmediato se acercó a ella y la abrazó.
La decaída mujer era como un árbol en invierno, marchito y sin vida.
Psyche apartó al Príncipe Heredero con lentitud y debilidad.
“Su Alteza…”
El Príncipe Heredero sonrió amargamente por la forma en que se movía, tan distinta a la habitual.
Aun así, ella sintió que no debía mostrarle una mala cara, así que sonrió lo más brillantemente posible.
Psyche giró lentamente la cabeza, miró a su alrededor y abrió la boca lentamente.
“Yo…”
“Sí. Te escucho.” (Príncipe)
“Bien… ¿Cuántos días llevo dormida?”
Psyche se dio cuenta rápidamente de que el Príncipe Heredero frente a ella estaba forzando una sonrisa.
Tenía muchas preguntas que hacer.
Sin embargo, el Príncipe Heredero no pudo responder a su primera pregunta. Aunque no era una pregunta difícil.
“¿Cuánto tiempo… llevo dormida, Su Alteza?”
“…Diez días. ¿Sabes lo ansioso que estuve porque no despertabas en tanto tiempo? Menos mal que despertaste.” (Príncipe)
“Diez días…”
La residencia Ducal debía ser un caos.
En cualquier caso, viéndose allí, probablemente el Duque aún no haya descubierto dónde está.
Era una bendición disfrazada. Psyche, que había estado murmurando lentamente ante las palabras del Príncipe Heredero, volvió a abrir la boca.
Hizo la pregunta que tanto quería hacer desde hace un tiempo.
“¿Dónde está mi… hijo?”
Psyche se tocó el vientre plano con la mirada vacía.
El rostro del Príncipe Heredero cambió de color al instante ante esas palabras. Sus ojos estaban fijos en Psyche, como si estuviera mirando a alguien lastimero.
“¿Por qué me mira con esos ojos?”
“Psyche…” (Príncipe)
Y ante las palabras que siguieron del Príncipe Heredero, Psyche sintió como si todo su mundo se derrumbara.
***
“Bebé… Bebé.”
Las lágrimas que había estado conteniendo brotaron de golpe.
Era algo que no podía aceptar en absoluto.
En cuanto oyó al Príncipe Heredero decir que había perdido a su hijo, salió corriendo de la habitación en bata y descalza.
Lloró y gritó durante horas, diciendo que no lo creería hasta ver con sus propios ojos que su hijo estaba muerto, y se desplomó varias veces de agotamiento.
Mientras sollozaba y se desmayaba repetidamente, el Príncipe Heredero no pudo soportarlo más y dijo: “Es un milagro que estés viva.”
Y añadió palabras de consuelo: “Tu hijo te salvó la vida cuando se fue, así que no estés tan triste.”
Pero nada la consoló. No había forma de que esas palabras la consolaran.
Todas las emociones que se habían acumulado explotaron a la vez.
Solo entonces comprendió sus verdaderos sentimientos.
La sinceridad que albergaba en lo más profundo de su ser.
Clint fue su primera familia tras el fallecimiento de sus padres.
Se preguntaba si podría tener una familia de verdad después de tener al niño…
Se sintió destrozada por la tristeza de no poder confiar en su familia.
De hecho, cuando se enteró de que el Duque la quería matar, en ese momento, quiso llorar.
Porque se sintió como si estuviera cayendo en un abismo de desesperación.
Eso era… Un sentimiento que solo podía sentir porque confiaba en alguien.
Ella realmente lo hacía.
Con todo su corazón.
Quería confiar en él.
Esa era su sinceridad, esa era su verdad.
Por eso se aferró más al niño, a quien consideraba su única esperanza.
El niño que conoció en sus sueños no era un ser simple que pudiera expresarse con palabras como esperanza.
Esa criatura encantadora…
Era el presente, y también el futuro.
El retrato de una familia feliz con la que apenas había soñado.
“Bebé… Ugh…”
Se aferró a la ilusión de un niño que no podía abrazar y que ya no podía volver a dibujar, y sollozó.
Lloró y dijo con burla hacia sí misma.
“Yo… no tengo adónde ir ahora.”
Ahora que había perdido a su hijo, el Duque no querría verla.
Él…
Temía que él nunca quisiera volverla a ver…
Eso la entristeció de nuevo y lloró.
***
Llegó la mañana.
El rostro de Psyche, que pasó la noche sollozando y sin poder dormir, estaba muy pálido.
Parecía que aún no podía aceptar la realidad.
El Príncipe Heredero intentó consolarla toda la noche, pero no fue fácil.
Permaneció a su lado toda la noche, con una extraña sensación de culpa.
En ese momento, su ayudante entró en el dormitorio para anunciar el comienzo de las obligaciones del Príncipe Heredero. Luego, miró alternativamente a Psyche y al Príncipe Heredero con rostro avergonzado, y dudó sin abrir la boca.
“Habla.” (Príncipe)
Con la mirada fija en Psyche, el Príncipe Heredero ordenó brevemente.
“Esto es…”
Su ayudante Seigen, miró a Psyche una vez y suspiró lo suficientemente fuerte como para ser oído.
“¿Otra vez?” (Príncipe)
“Sí. El Duque Valentine sigue solicitando una audiencia… Es imposible retrasarlo por más tiempo.”
Psyche frunció el ceño ante esas palabras sin darse cuenta.
“Entiendo.” (Príncipe)
El Príncipe Heredero asintió y Psyche dijo.
“Supongo que el Duque sabe algo. Me… iré de aquí.”
En cuanto terminó de hablar, las doncellas del palacio entraron al dormitorio empujando una bandeja de plata. Por eso, el Príncipe Heredero no pudo responder a las palabras de Psyche.
El aroma de las hojas de Zabia inundó el lugar, y Psyche frunció el ceño.
“Ah. Lo siento. Limpiaré esto. Lo haré otra vez de prisa.” (Príncipe)
Como si supiera algo, el Príncipe Heredero hizo un gesto con la mano, indicándole que se dieran prisa para preparar nuevamente el té de Zabia.
Los ojos de Psyche, que hasta entonces había estado llorando, se abrieron de par en par y luego, abrió la boca lentamente y preguntó:
“¿Sabes… que las hojas de Zabia… no son buenas para las mujeres embarazadas?”
“¿Qué?” (Príncipe)
El Príncipe Heredero pareció de repente sumamente sorprendido y levantó las manos.
“¿E-es cierto? Casi me muero después de comer eso. Así que.” (Príncipe)
“Las Hojas de Zabia. ¿Quién te las dio?”
El Príncipe Heredero dudó un poco ante su pregunta.
“Vamos. ¿Quién le dio las hojas de Zabia a Su Alteza?”
El Príncipe Heredero suspiró y respondió lentamente.
“…Rachel Hailston dijo que era caro, así que lo traje.” (Príncipe)
“….”
‘Oh, qué extraño.’ – Psyche sonrió con amargura.
Entonces endureció su expresión y dijo:
“Antes de irme… Necesito ver a Rachel.”
Al oír esas palabras, los ojos del Príncipe Heredero se abrieron aún más.
“Aquí. Por favor, llame a Rachel Hailston.”
Ante la cara decidida de Psyche, el Príncipe Heredero no tuvo más remedio que obedecer.
Nameless: ¡No sé! Como que hay gato encerrado, ¿verdad? El Príncipe es demasiado estúpido al volver a traer hojas de Zabia, si sabe que es algo tóxico cuando se combina con alcohol, yo lo hubiera botado enseguida.
Y el hecho de que llegara tarde a la cita también me parece sospechoso y más aún no han dicho si el bebe nació o no y si tiene tumba o no. Ella debió revisar primero el cuerpo.
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