Capítulo 8 – Invitado no invitado
Era Rachel Hailston.
Ella estaba sentada en la sala de estar como si fuera la dueña del lugar, y Psyche frunció el ceño involuntariamente al verla.
“¡Señora!” (Rachel)
Estaba sentada con la espalda apoyada en el borde del sofá, con las piernas estiradas a los lados, sin parecer en absoluto una dama noble y refinada.
Cuando vio a Psyche, se sorprendió y se puso de pie rápidamente.
“Esperaba que Clint viniera, pero no sabía que la Señora vendría.” (Rachel)
Al escuchar eso, Psyche volvió a levantar las cejas y luego las bajó.
“Por favor, llámalo Duque Valentine aquí.”
“¿Qué?” (Rachel)
“Sólo digo que no deberías llamar al Duque por su nombre delante de todos sus empleados.”
“¡Ay! ¡Vaya! Fui grosera.” (Rachel)
Ignorando la risita avergozanda de Rachel, Psyche se sentó en el sofá frente a ella. Le gustara o no, ya estaba harta de tener que lidiar con esa mujer hasta que llegara Clint.
“Oh, le traje unas hojas de té preciosas como regalo de visita. Originalmente quería dárselas a Clint, ah, al Duque, pero ya que la Señora está aquí, ¿le gustaría tomar una taza de té juntas?” (Rachel)
Rachel, quien percibió primero la incomodidad entre las dos, rió y sacó algo. Psyche le hizo un gesto a la sirvienta que estaba a su lado. Entonces, una de las sirvientas que estaba de pie tomó lo que Rachel le había dado.
Las dos se sentaron torpemente una frente a la otra. Rachel fue la primera en romper el extraño silencio.
“Tiene mucha suerte, señora.” (Rachel)
“¿Suerte? ¿Yo?”
‘Mi marido está tratando de matarme. ¿Cómo podría tener suerte?’ – Psyche rió disimuladamente y la miró. Rachel siguió hablando sin prestarle atención.
“¿Oh, ha oído el rumor sobre el Conde Bysek?” (Rachel)
Cuando Psyche la miró sin responder, ella continuó hablando.
“Bueno, parece que el Conde Bysek ha traído a una mujer de alguna parte. Si solo la hubiera traído, sería diferente, pero echó a la Condesa y a su hijo. Dijo que le daría a esa mujer el puesto de anfitriona. Además, le quitó a su hijo el derecho a heredar el título. Es realmente desmesurado, ¿no?” (Rachel)
Psyche simplemente sacudió la cabeza, preguntándose por qué le decía eso.
“Supongo que así son los hombres. Cuando están locamente enamorados, no piensan ni en su esposa ni en sus hijos. Pero usted no tiene por qué preocuparse por el Duque. La envidio.” (Rachel)
Rachel rió exageradamente. Psyche se sintió avergonzada y se quedó sin palabras, pero justo en el momento oportuno se sirvió una sencilla mesa de té. Poco después, una taza con las jóvenes hojas de té que Rachel había traído fue colocada frente a ellas.
El agua del té verde claro se agitaba transparentemente. Rachel observó la expresión de Psyche y rápidamente levantó la taza frente a ella.
“¡Umm…! ¡Qué bien huele!” (Rachel)
Rachel se emocionó al olfatear las hojas de té que había traído sola. Después de todo, era una invitada, así que Psyche contuvo un suspiro y levantó su taza de té, pero se sorprendió por el olor desagradable y se tapó la boca con la única mano libre.
“¿Eh?” (Rachel)
Rachel dejó de saborear el aroma y abrió mucho los ojos para mirar a Psyche.
“Esto….”
Psyche dejó la taza de té con un golpe seco, sin darse cuenta de que estaba frunciendo el ceño.
Eran hojas de té de Zabia.
‘De ninguna manera esta mujer….’
Las hojas de Zabia no son buenas para las mujeres embarazadas. Psyche apartó la taza de té, conteniendo las náuseas que casi la hacen vomitar. Rachel parecía un poco avergonzada.
“Las hojas del árbol de Zabia… Una mujer embarazada como yo, ugh…”
Finalmente, no pudo contenerse más y dejó escapar un gemido, tapándose rápidamente la boca con una servilleta.
“Esto… ¿Qué es lo que está pasando?” (Duque)
Una voz desconocida se interpuso entre ellas. Clint, que apareció justo a tiempo, entró en la sala al ver el rostro pálido de Psyche.
Al ver a Clint, Psyche se sintió aliviada de no tener que vigilar la sala de estar, así que se puso de pie de un salto. Quería irse de aquel lugar lleno del desagradable olor a hojas de Zabia cuanto antes.
“¿Estás bien? Rachel. ¿Qué has hecho?” (Duque)
Clint examinó cuidadosamente a Psyche, que se tapaba la boca con una mano, sintiendo que iba a tener arcadas si la retiraba y agitaba bruscamente la otra. Era su forma de decir que tenía que irse.
“¡Ugh!”
Psyche se apartó de la mesa. De repente, Rachel le gritó a Clint, que intentaba sostenerla.
“¿Qué haces… Clint, no, Duque? ¿Tienes idea de lo caro que es este té?” (Rachel)
Gritó Rachel, con la cara convertida en una máscara de indignación.
“No digas nada raro y siéntate aquí. Yo, mi Señora. ¿Se encuentra bien?” (Duque)
Después de regañar duramente a Rachel, Clint ayudó a Psyche a levantarse.
Él personalmente la acompañó a su dormitorio.
Mareada, con náuseas, incapaz de andar bien y desorientada, Psyche se tumbó en la cama, sin saber cómo había llegado al dormitorio.
“Llamén al médico.” (Duque)
“Ugh…”
A medida que el olor se desvaneció, y mientras se acostaba, sintió que su visión, que daba vueltas, volvía a la normalidad.
Psyche dejó escapar un suspiro ahogado y se acostó, mirando fijamente al techo. Un sudor frío le corría por la frente.
Cuando sintió que por fin se recuperaba, ella le dijo sin fuerza a Clint, que estaba de pie junto a ella con expresión preocupada.
“Lady Hailston te está esperando. Ve. El médico estará aquí pronto, así que estaré bien.”
Psyche, hizo un gesto con la cabeza y lo instó a irse rápidamente.
“No. Quiero escuchar lo que el médico tiene que decir y… Estoy preocupado por el niño porque últimamente te has estado desmayando y no pareces estar bien de salud.” (Duque)
En ese momento, Psyche se rió, emitiendo un sonido de desánimo.
“Sí. Si algo sale mal con el niño… será un gran problema.”
“Sí. Así que espero que no te esfuerces demasiado. ¿Qué tal si no vas al próximo banquete? Le enviaré una carta a Su Majestad la Emperatriz pidiéndo su comprensión.” (Duque)
Psyche, sobresaltada por esas palabras, levantó de repente la parte superior de su cuerpo, pero volvió a caer ante la repentina agitación en su visión.
“Ah…”
“¡Ten cuidado!” (Duque)
“Bueno… Iré al banquete.”
“¿De verdad tienes que ir?” (Duque)
‘Por supuesto. Si no, no tendré oportunidad de escapar.’
Psyche se esforzó por ocultar sus verdaderos sentimientos y sonrió.
“Después de tener al niño… no podré salir por mucho tiempo y tendré que quedarme dentro. Probablemente sea la última vez que salga…”
Ante esas palabras, Clint pareció preocupado y asintió con la cabeza.
“No había pensado en eso. Pero como no puedo acompañarte, asegúrate de llevar a Alexa contigo.” (Duque)
“¿Alexa?”
“Ha llegado el médico.” (Duque)
Ya le había dicho que no le gustaba tener un caballero escolta. Sin embargo, antes de que pudiera discutir con él, el doctor entró, así que la conversación no pudo continuar.
***
“¿Desde cuándo tienes estos síntomas?” (Doctor)
El doctor examinó cuidadosamente el cuerpo de Psyche y preguntó.
“Los síntomas… no se han repetido.”
“Bien, es bueno saberlo. Parece ser una señal muy leve de parto prematuro, pero si sigues descansando, estarás bien.” (Doctor)
“¿Parto prematuro?”
“Sí. Creo que sería mejor que no salga a ningún lado, evite caminar lo más que pueda y le aconsejo que permanezca en la cama el mayor tiempo posible. Me aseguraré de darle a la Señora algunas hierbas buenas todas las noches.” (Doctor)
“…”
Psyche pensó que era una suerte que Clint hubiera salido de la habitación después de que llegara el médico.
Si Clint hubiera estado allí, quizá no habría podido moverse y habría tenido que guardar cama.
Era obvio que ni siquiera la dejaría salir, y mucho menos asistir a un banquete.
“De acuerdo. Salga.”
Ella despidió al médico y se acarició el vientre. Siempre se había mantenido saludable, pero el cambio repentino probablemente se debía a la constante exposición a las hojas de Zabia.
Así que no estaba demasiado preocupada. Pensó que era un fenómeno temporal. Más que nada, lo más urgente era conseguir dinero para asegurar sus gastos una vez que estuviera fuera.
Lo pensó una y otra vez, y como se sentía sofocada por quedarse dentro, salió a dar un paseo corto. El Duque dijo que lo reconsideraría y a partir de ese día, Alexa desapareció de su vista. Por supuesto, había otra condición.
Al día siguiente de su regreso del baile, el Duque la llamó.
“Quiero estar sola al menos hasta que nazca el bebé.”
Cuando Psyche suplicó con ojos anhelantes, el Duque finalmente suspiró.
“De acuerdo. Lo corregiré. Pero una vez que nazca el niño, no habrá ningún compromiso. Mi Señora. Por favor, comprenda que todo es por usted y por el niño.” (Doctor)
“…De acuerdo.”
Y con eso, Psyche se quedó sola de nuevo. El aire exterior era fresco después de mucho tiempo. Se dirigió al jardín al que siempre iba. El jardín, ubicado cerca de la puerta principal, también era su lugar favorito.
La luz del atardecer que apenas comenzaba a caer se sentía cálido. Organizó sus pensamientos uno por uno mientras caminaba.
Parecía que sería buena idea cambiar joyas o vestidos por hierbas o especias caras. Las hierbas medicinales ligeras y costosas a veces valían el precio de diamantes raros. Mientras pensaba en ello, una voz familiar llegó a sus oídos.
“Hmph. ¿Ni siquiera sabes qué voy a hacer?”
“¿Qué?”
“Yo… Quiero atormentarte así.”
Psyche supo de un vistazo quién era la mujer del jardín por la voz que parecía seducir a un hombre. Rápidamente ella se dirigió al lugar desde donde se escuchaba el sonido de la voz. En cuanto pasó junto al topiario cuidadosamente arreglado, Psyche se encontró con Clint y Rachel, quienes estaban un poco desconcertados. Ella entrecerró los ojos y los miró.
“¿Mi Señora?” (Duque)
“…”
La mano de Rachel estaba sobre el pecho de Clint. Clint, que se encontró con la mirada disgustada de Psyche, retrocedió rápidamente.
“¿Se están divirtiendo aquí?”
“Vaya. La Duquesa lo malinterpreta. Yo simplemente…” (Rachel)
Que gracioso. Psyche no tenía ninguna intención de preguntarle qué tipo de relación tenía con su esposo.
“Sigan con lo que están haciendo.”
No había necesidad de exaltarse por algo así, cuando planeaba huir de todos modos.
Ella caminó sin rumbo. Podía escuchar a Clint siguiéndola, pero parecía que Rachel lo había atrapado de nuevo. Mientras los dos discutían, Psyche caminó por el jardín, adondequiera que sus pies la llevaran.
Tal vez estaba enfadada, porque estaba caminando por un lugar que nunca antes había visto. Psyche miró a su alrededor con una expresión ligeramente avergonzada.
Anterior | Novelas | Menú | Siguiente |
Episodio 50: Situación Invertida (2) "Padre." “Julio.” Ante la llamada de Julio, el Emperador alzó…
Episodio 49. Situación Invertida (1) Al ver a Sienna sonrojarse antes, quedó claro que también…
Episodio 48. Fiesta del té (6) Las pestañas de Lady Grania se agitaron con entusiasmo…
Episodio 47: Fiesta del té (5) ¿Qué clase de discurso sobre la esperanza en prisión…
Episodio 46: Fiesta del té (4) Julius tardó bastante en abrir los ojos. Aunque las…
Episodio 45. Fiesta del té (3) Aunque él me besó sin ninguna emoción en particular,…
Esta web usa cookies.