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Drama

Begonias – Extra 04 (FIN)

Extra – 04

 

Al terminar la suave melodía, Ji Zhen Tang levantó la cabeza y miró a Zhong Yu Bai, quien descansaba con los ojos cerrados. Pensó que se había quedado dormido, pero después de una cuidadosa observación, se dio cuenta de que no estaba dormido y que el calor de su cuerpo aún no se había disipado.

Sin embargo, él tenía una gran resistencia y le dijo que no debían apresurarse, así que fue a asearse primero.

Después de tomar una ducha, Ji Zhen Tang no pudo escapar del destino de tomar otra ronda de lavado. La experiencia en el baño era muy suave, como si el agua ondulara en círculos alrededor de su corazón.

De vuelta en la cama seca y cálida, se sintió fatigada y con una aparente falta de energía y aunque él siguió siendo amable, ella podía sentir una diferencia significativa; de repente se sintió débil y cansada; como si sus delgadas y ligeras extremidades tuvieran que soportar demasiado.

Al día siguiente, Ji Zhen Tang recibió un regalo: una pieza de jade birmano de un tono azul violáceo y una textura clara.

Cuando despertó, el anillo ya estaba colocado en su dedo anular.

Todavía estaba aturdida y le dolían las extremidades, pero al ver el deslumbrante jade, abrió los ojos de repente, se lo quitó de la mano y, sin importarle el dolor en sus extremidades, bajó corriendo a preguntarle a Zhong Yu Bai.

“¿Por qué compraste un anillo así de la nada?” – Ella preguntó, sin ocultar su alegría.

“Lo conseguí en una subasta.” – Zhong Yu Bai estaba mirando las noticias de la mañana y cuando la oyó, se giró para mirarla mientras ella bajaba las escaleras. – “Es un anillo de mujer, no puedo usarlo.”

Ji Zhen Tang hizo un puchero, mirando el anillo y su alegría se desvaneció: “Oh, entonces me lo diste porque no puedes usarlo.”

Al ver que su expresión era tranquila, pero revelaba un atisbo de vacilación, Ji Zhen Tang sonrió de repente: “¿Es difícil complacer a las mujeres? No está bien decir esto, ni decir aquello.”

Zhong Yu Bai también sonrió levemente: “Pensé que te quedaría bien, así que lo compré. Si no te gusta, quédatelo, es tuyo de todos modos.”

“Pero eres muy desconsiderado, solo los anillos de boda deben usarse en el dedo anular.” – Ella eligió otro dedo al azar y se lo puso en el dedo corazón. – “Se ve mucho mejor así.”

“¿Y el que diseñaste?” – Preguntó él de repente.

Si no lo hubiera mencionado, Ji Zhen Tang casi habría olvidado que tenía otra obra maestra que mostrarle con orgullo: “No está diseñado para nosotros, sino para una pareja de ancianos.”

Ella sacó un par de anillos, y él miró el símbolo en forma de pétalo en la superficie del diamante: “¿Una rosa?”

Ji Zhen Tang señaló y dijo: “También hay una luna creciente y la rosa yace sobre la luna.”

“¿No son para una pareja de ancianos?” – Él no tenía ningún prejuicio, solo pensaba que las personas mayores solían ser muy sencillas y pensó que ese color podría ser demasiado llamativo.

Ella dijo: “Estas dos personas han llegado a la etapa de crisis de la mediana edad y quiero que su amor se reavive.”

Ji Zhen Tang levantó ligeramente la cabeza, mirándolo con seriedad y confianza: “¿Qué tiene de malo ser una pareja de ancianos? La gente puede envejecer, pero el amor nunca envejece.”

Zhong Yu Bai sonrió con dulzura, repitiendo sus palabras: “La gente puede envejecer, pero el amor nunca envejece.”

Él comentó: “Bien dicho.”

“Sí, así que parece que cuando envejezca, ya no te molestarás en comprarme jade birmano.” – Ella miró el jade cristalino en su dedo y dijo aquello indignada.

Zhong Yu Bai dijo: “El amor no envejece, tú no envejecerás, y nunca tendremos una crisis de la mediana edad y mientras yo siga teniendo la capacidad de comprar diamantes, no faltarán los tuyos.”

Ji Zhen Tang sonrió: “De acuerdo, sabes cómo engatusar a una mujer.”

Él rió entre dientes y sacudió la cabeza, sintiéndose como si hubiera sobrevivido a un desastre, con un dejo de impotencia en sus ojos que mostraban que sentía que las mujeres no eran fáciles de complacer.

Zhong Yu Bai se frotó suavemente el cabello, luego miró las campanillas amarillas que florecían en el jardín fuera de la ventana y de repente dijo: “Este jardín está lleno de muchas cosas, pero todavía se ve un poco vacío.”

“¿Qué tienes en mente?”

“¿Qué tal si plantamos un árbol?” – Él preguntó.

“Está bien, pero no sé mucho de árboles, así que encárgate tú.”

Zhong Yu Bai pensó un momento y asintió suavemente.

Echó un vistazo a los anillos diseñados para la pareja de ancianos y dijo: “Parece que se venderán bien.”

Ji Zhen Tang preguntó: “¿Cómo lo sabes?”

Él respondió: “Tengo buen ojo, sin duda.”

Ella sonrió felizmente y dijo: “Casi lo olvido gran hombre de negocios, tomaré prestadas tus buenas palabras.”

“¿Cuándo se hará público?” (Zhong Yu Bai)

Ji Zhen Tang se acercó a su oído y dijo: “Pronto, mi marca también se lanzará aquí pronto.”

Zhong Yu Bai arqueó las cejas con sorpresa.

Ella dijo: “Originalmente quería mantenerlo en secreto y darte una sorpresa, pero ahora que me lo has preguntado, no puedo contenerme más y te lo voy a contar todo.”

Él sonrió levemente y dijo cooperativamente: “De acuerdo, fingiré que no lo sé y esperaré tus buenas noticias.”

 

***

 

En un abrir y cerrar de ojos, era mayo y Ji Zhen Tang tuvo que posponer sus estudios y prácticas en Singapur porque tenía que regresar a China rápidamente para prepararse para su graduación del último año.

Ella se fue a finales de mayo, temiendo que que Zhong Yu Bai tuviera que hacer un gran esfuerzo para organizar un vuelo para ella, Ji Zhen Tang compró su propio billete de regreso con la intención de actuar primero y contárselo después, por lo que no le dijo con anticipación. Después de todo, su viaje de graduación solo duraba un mes.

Al anochecer, Ji Zhen Tang estaba sentada en el tren elevado del aeropuerto, yendo de un terminal a otro, observando la puesta de sol, las fuentes y la vegetación, y recibiendo su llamada entre la niebla.

“¿Por qué te fuiste temprano sin avisarme?” – A juzgar por la hora, debía de haber llegado a casa.

Ji Zhen Tang dijo: “Ah, sólo quería hablar contigo, pero estás demasiado ocupado para preocuparte por mí estos días.”

“¿Ocupado? En realidad, no.” – Dijo él, comprendiendo lo que quería decir, y se rió, bromeando. – “Cuando una mujer crece ya no está bajo el control de su madre.”

Ji Zhen Tang también rió: “Es porque siempre te preocupas por mí, quería ayudarte a preocuparte menos.”

Zhong Yu Bai reflexionó sobre sus palabras y dijo: “¿Me preocupo demasiado por ti? ¿Estás cansada de ello?”

“Para nada.” – Dijo Ji Zhen Tang. – “No me molesta. Pero hoy, después de bajar del avión, voy a cenar con mi tía y tenía miedo de que el alboroto la asustara.”

Él dijo que lo entendía.

“¿Necesitas que vaya a despedirte?” (Zhong Yu Bai)

Ji Zhen Tang negó con la cabeza: “No hace falta, para cuando llegues, ya estaré embarcando en el avión.”

Zhong Yu Bai pensó un momento y sin nada más que decir, colgó el teléfono.

Era una pena que no haya nadie allí para apreciar los árboles de albizzia* que acababa de plantar en el jardín celestial.

(N/T: * Los árboles de Albizia, también conocidos como árbol de seda o mimosa, tienen un significado cultural y natural importante. Se nombran en honor a Filippo degli Albizzi, un noble florentino, y la especie julibrissin recibe su nombre de la palabra persa «gul-ebruschin», que significa «hilos de seda».  La Albizia julibrissin es considerada un árbol de «felicidad colectiva» debido a su belleza, refinamiento y la forma en que sus hojas se cierran durante la noche, evocando la idea de descanso y tranquilidad.)

Zhong Yu Bai se sentó un rato en el jardín, observando la salida de la luna entre las ramas y las hojas. Luego, hojeó el calendario, anotando las fechas y hora de la sustentación y la ceremonia de graduación de Ji Zhen Tang.

El día que Ji Zhen Tang terminó su sustentación, abandonó la escuela y fue llevada de vuelta al Jardín Chen Zhangyuan en un coche.

Zhong Yu Bai le preguntó: “¿Qué tal te fue en tu sustentación?”

Ji Zhen Tang respondió: “Estaba muy nerviosa, pero por suerte aprobé y no tuve que volver a repetirla. Estoy muy agradecida con los profesores.” – Juntó las manos y expresó su gratitud desde el fondo de su corazón.

Zhong Yu Bai la miró y sonrió con un toque de emoción: “De verdad te estás graduando.”

“Sí, siento que he pasado por mucho estos últimos años.” – Ella bostezó mientras hablaba, tras haberse quedado despierta hasta el amanecer preparándose para su sustentación, ahora estaba tan somnolienta que apenas podía mantener los ojos abiertos.

Como el Jardín Chen Zhangyuan estaba en una zona remota, el coche tardó mucho tiempo en llegar. Al ver que tenía algo de sueño, Zhong Yu Bai no le habló, dejándola descansar un rato, sin embargo, Ji Zhen Tang solo bostezó dos veces y no se durmió, en cambio, observó con seriedad las escenas de la calle fuera de la ventana.

Del bullicio hasta la tranquilidad.

“¿En qué estás pensando?” – Zhong Yu Bai, capaz de leer hasta el más mínimo cambio en su expresión, volvió a preguntar.

“Estaba pensando en la primera vez que vine aquí y dejé un auricular, no esperaba que pudieras ver a través de mis intenciones. En ese momento, pensé que podría parecer una persona irrespetuosa. Me costó mucho coraje tomar semejante riesgo, y tú no sólo lo entendiste, sino que incluso te burlaste de mí.”

Zhong Yu Bai rió: “¿Estabas tomando un riesgo?”

Ji Zhen Tang dijo: “Claro, no intentaba pescar un pez cualquiera. Pero al final nunca esperé pescar uno tan grande.”

Él dijo: “No era broma, mordí el anzuelo de manera voluntaria.”

Ji Zhen Tang dijo: “Ya veo, tú eres el que ha sido condescendiente, no yo.”

Zhong Yu Bai dijo: “Tú también eres capaz.”

Tras decir eso, sintió que algo andaba un poco extraño y levantó la mano para pellizcarle el lóbulo de la oreja: “¿Por qué siempre te gusta contradecirme ahora?”

Ji Zhen Tang rió y se apartó de sus dedos: “No lo hago.”

 

***

 

Zhong Bingwen estaba seleccionando verduras en la entrada del Jardín Chen Zhangyuan. Un hombre tranquilo y poco competitivo puede convertir ese sanatorio en un huerto. Al oír el sonido de un coche estacionándose, levantó la vista.

“Hola, Sr. Zhong, cuánto tiempo sin verlo.” – Ji Zhen Tang subió las escaleras y lo saludó generosamente.

Zhong Bingwen se ajustó las gafas y miró a Ji Zhen Tang: “Hola, señorita Ji.”

Luego saludó con la cabeza a Zhong Yu Bai, que estaba detrás de ella, y dijo: “Ya has vuelto.”

La comida de hoy la preparó la tía Xu, como fue a última hora, Zhong Yu Bai no avisó con antelación, por lo que los platos no eran muy suntuosos. Al ver la disculpa de la tía Xu, Zhong Yu Bai dijo: “No te preocupes, nosotros no somos exigentes.”

Dijo ‘nosotros’ como si naturalmente dividiera a la gente en bandos. Claramente, él era el dueño del lugar, pero decir esa frase lo hacía parecer un invitado.

Los pensamientos de Zhong Yu Bai no tenían un significado profundo, pero de hecho en su conciencia, estaba dejando ir poco a poco algunas cosas y conservando otras.

Solo podían ser personas ajenas a la familia Zhong.

Después de la cena, Zhong Yu Bai organizó un espectáculo de danza de sombras, Ji Zhen Tang había estado pensando en ello todo el tiempo, diciendo que tenía muchas ganas de ver la actuación de Fang Mo de la última vez. Zhong Yu Bai lo organizó todo, pero hoy no invitó a Fang Mo; en su lugar, solo contrató a un artista de ópera Kunqu.

Ella volvió a preguntar por Fang Mo.

Él se sentó en el pabellón, le pellizcó ligeramente la cara y dijo con voz tranquila: “¿De verdad quieres ver a Fang Mo o solo estás tratando de contradecirme?”

No la pellizcó con fuerza, pero ella quedó atrapada. Ji Zhen Tang sonrió con expresión suplicante y dijo: “Está bien, está bien, no volveré a mencionarla en el futuro.”

Solo entonces le soltó la mejilla.

Zhong Bingwen los observó juguetear desde un lado, suspirando y riendo.

Antes de que terminara la actuación, Zhong Yu Bai dijo que tenía algo que hablar con su padre.

Mientras Zhong Yu Bai caminaba por el fresco pasillo hacia el estudio, vio desde lejos una placa con la inscripción ‘Yangxin Zhai’ (Sala de estudio para cultivar la mente) colgada en la pared del estudio.

Le pareció divertido y muy apropiado. Las personas verdaderamente decididas no son cobardes; quienes necesitan nutrir la mente cuelgan una placa como recordatorio.

Zhong Bingwen quiso preguntar sobre la situación actual de la familia Zhong y justo cuando estaba listo para preguntar, Zhong Yu Bai levantó la mano al escuchar los nombres que le daban dolor de cabeza, indicando a alguien que trajera las piezas de ajedrez, y comenzó una partida tranquila con su padre.

“¿Compraste ese jade?” – Preguntó Zhong Bingwen con tono significativo.

Sintiéndose un poco incómodo por su excesiva observación, Zhong Yu Bai levantó la vista del tablero y dijo: “¿Qué tiene de malo comprar algo que te gusta a alguien a quien amas?”

Zhong Bingwen sonrió y dijo en tono de disculpa: “Solo preguntaba, no seas tan paranoico.”

“Solo estaba respondiendo, ¿qué parte te pareció paranoica?” (Zhong Yu Bai)

Zhong Bingwen negó con la cabeza con impotencia y finalmente dijo: “Pase lo que pase, tienes tu propio criterio y la persona que elijas debe ser única. Dado que ya no estás a cargo los asuntos de la familia Zhong, seamos simplemente padre e hijo. Papá los bendide a ambos.”

La frase ‘única en el mundo’ conmovió inexplicablemente el corazón de Zhong Yu Bai. Sintiendo la sinceridad de su bendición, su voz también se suavizó: “He vuelto hoy porque quiero que escribas el certificado de matrimonio.”

Zhong Bingwen preguntó: “¿Ya planeas casarte?”

“La fecha aún no está fijada.” – Dijo Zhong Yu Bai. – “Sólo es cuestión de esperar a que ella dé el visto bueno.”

Zhong Bingwen tomó su pincel, lo sumergió en tinta dorada y comenzó a escribir en un delicado papel rosa espolvoreado con oro y polvo fino.

Mientras la punta de su pluma se alejaba, Zhong Yu Bai contempló las palabras ‘Una unión eterna’, perdido en sus pensamientos, emocionado y profundamente conmovido.

 

***

 

El día de la graduación de Ji Zhen Tang, Qin Meilan realmente vino a Singapur. Ella arrastró felizmente a su madre por el patio, tomando fotos por todas partes.

Zhong Yu Bai se sentó en el coche y esperó todo el tiempo.

No se estaba dando aires de grandeza; en realidad no tenía elección. Con tantos líderes y directores de la escuela demasiado entusiasmados asistiendo a la ceremonia de graduación, si se hacía notar demasiado, sería incapaz de escapar.

Para evitar conversaciones intrascendentes y chismes, no salió del coche, sino que miró a la multitud en el patio de recreo desde una posición privilegiada. Aunque todos llevaban la misma toga de graduación, él tenía una vista muy aguda y aún podía distinguir su figura entre la multitud y luego sus ojos la seguían a todas partes.

Después de otra primavera, verano, otoño e invierno, la hiedra frente al edificio de administración estaba llena de vegetación, cubriendo toda la estructura envejecida y añadiéndole un toque de vitalidad.

Ji Zhen Tang lo llamó, como si diera órdenes: “Por favor, lleva a mi madre de vuelta al hotel, tengo una conferencia a la que asistir por la tarde, cenaremos en el Pabellón Luotang esta noche, la tía nos invita.”

Zhong Yu Bai: “De acuerdo.”

Después de enviar a Qin Meilan de regreso a la residencia y esperar a que terminara la ceremonia de graduación de Ji Zhen Tang, Zhong Yu Bai seguía en la escuela. Sin embargo, no se escondió lo suficientemente bien y un decano vio su coche y se acercó a saludarlo: “Señor Zhong, cuánto tiempo sin verlo. ¿Tiene una reunión hoy?”

El decano preguntó tentativamente.

Zhong Yu Bai se bajó del auto cortésmente y respondió: “Estoy esperando a mi prometida.”

Esas tres palabras sorprendieron tanto al decano como a la chica que iba detrás de él.

“¿Es profesora de nuestra escuela?”

“¡Soy yo!” – Respondió Ji Zhen Tang en voz alta, levantando la mano y la amplia manga de su toga se subió hasta la curca de su brazo, ella corrió, enganchó su brazo alrededor del de Zhong Yu Bai y dijo con una sonrisa: “Soy su prometida.”

Después de que la otra parte y la chica que iba detrás de él procesaran la información y finalmente se marcharan sorprendidos, Ji Zhen Tang lo miró y preguntó: “¿Quién es tu prometida?”

Zhong Yu Bai sonrió con picardía: “Quienquiera que esté de acuerdo, será la elegida.”

Ji Zhen Tang hizo un puchero, fingiendo estar enojada.

Él dijo: “Pronto lo sabremos.”

Dicho esto, abrazó a la persona que estaba a punto de alejarse a grandes zancadas, y la metió en el coche.

 

***

 

Ir a cenar al Pabellón Luotang fue idea suya, pero fue él quien preparó la trampa.

Zhong Yu Bai le propuso matrimonio allí esa noche.

Ji Zhen Tang regresó al camino que no podría ser más familiar para ella, con sus movimientos habituales al abrir la puerta. Estaba a punto de llamar a su tía cuando vio luces y las flores dispuestos.

Ella levantó la vista sorprendida y vio a Ji Xinhe, que ya había cooperado, sonriéndole.

Ji Xinhe dijo: “El Sr. Zhong vino a organizar esto hace unos días, sabiendo que volverías aquí.”

Ji Zhen Tang se giró para mirarlo, y Zhong Yu Bai anticipó su reacción.

No había tenido tiempo de quitarse su birrete de graduación, y la borla se balanceó ligeramente al girar la cabeza.

“He estado esperando este día durante mucho tiempo.” – Dijo Zhong Yu Bai con una sonrisa amable, con un dejo de autocrítica en la voz. – “He querido decir esto durante mucho tiempo, en realidad, estoy más ansioso que tú.”

El anillo fue presentado ante ella, con toda la ceremonia. Zhong Yu Bai se arrodilló y dijo: “Cásate conmigo.”

Las luces no tan brillantes del Pabellón Luotang hacían que su rostro pareciera demasiado suave y sincero en ese momento, creando una especie de ilusión que hacía que la otra parte aceptara fácilmente sin pensar.

“¿DE ACUERDO?” (Zhong Yu Bai)

A Ji Zhen Tang se le hizo un nudo en la garganta y fue incapaz de pronunciar la palabra “Sí” y, en cambio, solo murmuró “Mm” de manera vacilante.

El anillo ya estaba asegurado en su lugar.

Zhong Yu Bai bajó la cabeza y besó el anillo que encajaba perfectamente en su mano.

Él se levantó y la abrazó, besándole la comisura de los labios. Ji Zhen Tang lo empujó ligeramente, diciendo que su tía estaba allí. Ji Xinhe giró rápidamente la cabeza y dijo con una sonrisa: “No vi nada, estaba haciendo algo.”

Ambos rieron y se abrazaron suavemente en ese momento.

Zhong Yu Bai le quitó el birrete para acercarse y la besó profundamente bajo la luz de la luna.

 

***

 

Ji Zhen Tang regresó a Singapur tan pronto como se graduó.

A finales de agosto, completó con éxito sus cursos en la Universidad de Singapur. Melody se sentía muy optimista sobre su talento e invirtió parte del capital en el registro de su marca, esa inesperada sorpresa la mantuvo despierta toda la noche, y al día siguiente, mientras recuperaba el sueño, soñó con dar un discurso como directora ejecutiva.

Al tercer día, Ji Zhen Tang no podía esperar a recibir el dinero para encontrar una ubicación para su estudio.

A pesar del calor abrasador, sudaba por todas partes. Pero Ji Zhen Tang no podía quedarse de brazos cruzados.

Ni ella podía deambular, ni su marca tampoco.

Se encargó personalmente de la selección de la ubicación, la decoración y la planificación del estudio, sin dejar que Zhong Yu Bai se preocupara por ello.

Ji Zhen Tang estuvo tan ocupada esos días que apenas fue a casa, pero estaba feliz a pesar del cansancio, porque finalmente vio el amanecer de la esperanza en su vida, y aunque ese amanecer se había presentado muchas veces antes, solo hoy la iluminó de verdad.

Con su viento, sus alas batieron simbólicamente varias veces, pero fue solo en ese momento que sintió el poder de elevarse.

Zhong Yu Bai solo fue responsable de mirar a la brillante mariposa de jade rojo a la que condujo hacia el camino la prosperidad durante su visita final, y sonrió, diciendo: “Felicidades, las nubes finalmente se han despejado.”

“¡Realmente me convertí en una verdadera jefa!” – Ji Zhen Tang se arrojó felizmente a sus brazos. – “Jefe Zhong, me convertiré en un jefe tan increíble como usted, ¿verdad?”

Él rió entre dientes y dijo: “Si trabajas duro, tendrá todo lo que te mereces.”

Ella asintió rápidamente.

La borla de mariposa se mecía bajo la luz del sol, recordándole el concepto que tuvo al diseñarla: El balanceo es el alma de la libertad.

Bajo la horquilla de jade había una base de cristal con un logotipo, y la palabra ‘Begonia’ brillaba a la luz del sol.

Mientras ella estaba ocupada con su carrera, Zhong Yu Bai planeaba la boda.

Las invitaciones de boda fueron enviadas respetuosamente a los padres de Ji Zhen Tang.

Aunque no podían llamarse una familia de tres y la relación entre ellos ya no era la misma que antes, seguía siendo una ocasión feliz y enviar invitaciones era una cuestión de respeto, y en cuanto a si la otra parte venían o no, dependía de ellos.

Cuando hablaron de este asunto…

“Probablemente Ji Huan no venga, ¿verdad?” – Ella no estaba familiarizada con la palabra ‘papá’ y simplemente lo llamó por su nombre completo. Tras pensarlo un momento, añadió: “Siempre está tan ocupado, ¿Cómo podría irse al extranjero? ¡Imposible!”

Zhong Yu Bai dijo: “Si viene, lo trataremos con seriedad. Si no, será solo un asiento vacío, no pasa nada.”

Ella asintió con la cabeza en señal de acuerdo.

Inesperadamente, Ji Huan llegó.

Se acercó con un traje elegante para felicitarlos y dijo: “Mi hija ha crecido.”

Ji Zhen Tang pensó con sentimientos encontrados que quizás el último resquicio de dignidad en su corta vida se había quedado en ese momento. Aun así, ella estaba feliz y un poco conmovida, y dijo: “Gracias, papá.”

Además de Ji Huan, muchos familiares vinieron de lejos, lo cual también superó las expectativas de Ji Zhen Tang.

Por supuesto, no sabía si esas personas realmente le ofrecían sus bendiciones o solo intentaban conocer a Zhong Yu Bai y decirle algunos cumplidos, después de todo, Zhong Yu Bai siempre estaba rodeado de gente.

En cualquier caso, la vitalidad de su boda superó su imaginación.

La decoración del lugar también estaba más allá de la su imaginación y era como de ensueño.

Ji Zhen Tang no eligió un vestido de novia muy elegante por una simple razón: tenía miedo de tropezar. No podía garantizar su propia dignidad.

Así que al final, apareció con un ligero vestido blanco, pero no podía ocultar el esplendor de su postura y belleza.

Cuando Zhong Yu Bai bajó la cabeza para besarla, le susurró suavemente al oído: “Eres la novia más hermosa esta noche, te amo.”

Sin pensarlo, Ji Zhen Tang respondió: “¡Yo también te amo!”

Su voz era tan alta que de repente se oyó una repentina ronda de aplausos del público. Al darse cuenta de lo que había hecho, se sonrojó lentamente, pero luego sonrió.

“¿Puedo usar mi vestido de novia para ir a casa?” – Ya era tarde cuando terminó el banquete. Después de despedir a los invitados, Ji Zhen Tang se sentó en la sala de maquillaje y le preguntó.

Él dijo: “Es tu vestido, tú decides.”

No sabía si era un efecto psicológico, pero Ji Zhen Tang sintió que hoy, Zhong Yu Bai lucía aún más guapo que de costumbre con su atuendo formal. Estaba de pie en la puerta, elegante y seguro de sí mismo. A pesar de estar cansado después de un día agotador, su rostro aún mostraba una expresión firme y amable, sin el más mínimo rastro de fatiga.

Tras obtener su permiso, Ji Zhen Tang rápidamente sujetó su velo, que estaba a punto de ser retirado, y sonrió a la maquilladora: “Me lo quitaré en casa. Gracias. ¡Buenas noches!”

Cuando Zhong Yu Bai la acompañó al ascensor, Ji Zhen Tang lo miró con ojos brillantes: “¿Nos fugamos también hoy?”

“No hay necesidad de fugarse hoy.” – Él sonrió suavemente, como la luz de la luna esa noche. – “Esta noche, el mundo entero nos abre paso.”

Paseando por un mar de estrellas, regresaron a su propio Pequeño Universo.

Ji Zhen Tang se sentó en el columpio con su vestido de novia, balanceándose suavemente. Zhong Yu Bai se sentó a su lado, dejándola apoyarse en su hombro. Ella dijo: “Hoy no quiero mirar las estrellas ni el mar, solo quiero quedarme contigo, en nuestro pequeño hogar.”

No esperaba que la noche de bodas fue agotadora, pero el cansancio también traía felicidad.

Así, recostada contra él con su vestido de novia puesto, pasaron la noche como si hubiera pasado una eternidad.

“¿Con quién estás?” – Zhong Yu Bai preguntó de repente.

“Contigo” – Dijo ella, con la voz adormilada por el cansancio.

Él no dijo nada.

Cuando ella se dio cuenta, su rostro se sonrojó y balbuceó dos palabras: “Esposo.”

Zhong Yu Bai rió, divertido y conmovido a la vez. La besó en la comisura de los labios y dijo: “Feliz boda, esposa.”

Ji Zhen Tang señaló los libros sobre la mesa redonda y dijo: “Léeme un poema.”

Zhong Yu Bai obedeció.

Ji Zhen Tang bajó la mirada, escuchando en silencio su voz mientras leía el poema.

Los dos se sentaron bajo un árbol y la sombra les proporcionó algo de alivio del calor.

Hace unos días, ella le preguntó por qué quería plantar una albizzia. Él dijo que nunca había cultivado ese tipo de árbol y que quería probar algo nuevo. Ella le preguntó si era solo por novedad, entonces Zhong Yu Bai le dio entonces una explicación romántica:

Si la acacia representa el amor y la memoria,

La albizzia simboliza el amor y la eternidad.

La memoria es el pasado, la eternidad es el futuro.

Después de que él terminara de leer el último verso del poema en inglés, Ji Zhen Tang abrió los ojos con una sonrisa en su rostro. Señaló el último verso del libro y preguntó: “¿Qué significa esto?”

La sombra del árbol de albizzia se proyectaba bajo la luz de la luna y caía irregularmente sobre su falda.

Aquella noche, cuando el mundo entero les dio paso, el universo estaba demasiado silencioso como para dar cabida a cualquier sonido adicional.

Solo le oyó decir: “Después de recorrer muchos caminos, sigo caminando hacia ti.”

<•❅──────✧❅✦❅✧──────❅•>

Fin de Extras

[Criando Begonias]

 


Nameless: Hemos llegado al final de los extras, estoy super feliz de poder terminar, la verdad es que a veces hay tanta novela tóxica que leer una novela como ‘Criando Begonias’ es como encontrar agua en el desierto, espero que la hayan disfrutado tanto como yo.

Estoy buscando algunas novelas para traducir, con esta finalización, no tengo en cartera ninguna novela, voy a tomar todo el mes de junio como vacaciones hasta que consiga alguna novela que me guste, haré tenis, estoy empezando a hacer pickleball, así que estaré distraída…. Si tienen alguna recomendación de novela para traducir, envíenmela en los comentarios… Así no conteste, leo todo lo que me escriben.


Notas del autor:

Me detendré aquí. Todavía soy buena dando a luz y criando hijos><

Realmente me gustan las historias tiernas y conmovedoras. Señoras que se han suscrito a la serie, ¡por favor dejen una buena reseña! Gracias a todos, los amo a todos.

El próximo libro sobre el que escribiré en el campus es «El comienzo de la sabiduría». Por favor solicitar un anticipo.

Redacción tentativa:

[El amor secreto se hace realidad | Retrato escolar | Reunión después de mucho tiempo]

Al pensar en el verano de los dieciséis, Su Yu no podía pensar en árboles de alcanfor, cigarras y refrescos, sino…

En la tenuemente iluminada sala de billar del sótano, él le enseñó los movimientos. Antes de que sus manos siquiera la tocaran, las yemas de sus dedos se sintieron calientes y ella inconscientemente las retiró.

El niño inclinó la cabeza y sonrió sorprendido: «¿Cuál es la regla?»

Él retiró la mano y su cálido aliento se desvaneció lentamente detrás de su oreja.

Eso fue lo más cerca que estuvieron jamás.

Xie Zhuo nació brillante y fue una figura muy conocida entre sus compañeros de clase. Ella sólo podía usar la cara de su hermano para entrar lentamente en su círculo.

Los largos pensamientos de la muchacha finalmente terminaron con las palabras: «La hermana de una amigo es, por supuesto, una hermana».

Xie Zhuo respondió casualmente a las bromas de otras personas. No tenía idea de que el corazón de la persona detrás de él se habían derrumbado en un montón de escombros.

Cuando se volvieron a encontrar muchos años después, el niño ya se ha convertido en un hombre.

Xie Zhuo vestía un traje bien confeccionado y daba un informe en la reunión y sus agudos ojos finalmente se fijaron en ella, que estaba fuera de la multitud.

Rodeado de gente, se mostraba tranquilo, amable y firme, pero no le importaban los elogios y sus ojos capturaban a la gente.

En una noche lluviosa, cuando las emociones eran difíciles de ocultar, Xie Zhuo le bloqueó el paso con el borde de su paraguas y preguntó en voz baja: «¿Por qué borraste mi publicación? ¿Quieres explicarlo?».

Más tarde, cuando la presionó, Su Yu respondió: «Los amigos de mi hermano sólo pueden ser mis amigos.»

Xie Zhuo la miró fijamente y dijo en voz alta: «¿Quién quiere ser tu amigo?»

La noche en que él la besó, ella fue arrastrada por una marea de post-juventud.

«A partir de ahora, es mi turno de encontrarte entre la multitud.»

Más tarde, Su Yu vio la pequeña nota que Xie Zhuo le había deslizado en una página del viejo libro.

[Nos encontraremos en un lugar mejor.]

Y en el diario lleno de su amor secreto, después de la frase «¿Qué clase de existencia soy para ti?», también escribió una respuesta clara y contundente:

[Eres mi primer amor y también con quien quiero casarme.]

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