Capítulo 35: Disfrutar de la vida sin preocuparse por el resultado
Mientras Ji Zhen Tang yacía acostada en la pequeña cama de su habitación, mirando sus nudillos vacíos, pensó en el pesado zafiro. Desafortunadamente, ella misma lo había rechazado antes de haber tenido la oportunidad mirarlo unos instantes.
Ji Zhen Tang realmente sentía desde el fondo de su corazón que no era digna de ese zafiro, a pesar de que Zhong Yu Bai siempre le decía con sinceridad que esos tesoros estaban destinados a complementarla, aun así ella decidió creer las palabras de su tía: ¿cuánta habilidad se necesita para merecer una joya tan cara?
Quizás algún día, cuando fuera tan poderosa como Zhong Yu Bai, cuando pudiera obtener fácilmente fama y riqueza, tal vez pueda sentirse cómoda usando un zafiro en su mano.
Así como no podía tratar a Zhong Heng como a un cajero automático, tampoco podía tratar a Zhong Yu Bai de manera diferente a él.
¿Hay alguna diferencia esencial? Es difícil de discernir, Zhong Yu Bai afirmaba pensar profundamente, pero nunca lo demuestra en su rostro, también le enseña a ser cautelosa, para que recuerde mantenerse alerta con la gente.
Cuando dijo que se está volviendo loco, es lo que está haciendo, y cuando dice que está feliz, también es así.
El reino de esa persona debe ser bastante elevado, casi alcanzando la iluminación.
Ya sea que diga que está loco o que es feliz, sólo trataba de hacerla sentir bien.
Pero ¿qué importa eso? Poder ir paso a paso, sin preocuparse por el resultado, disfrutando el momento, es una actitud esencial en la vida hoy en día.
Estar con él, mientras sea feliz, es bueno. Hay una frase positiva que encaja a la perfección: ‘¿Por qué no hacerlo?’
En cuanto su cabeza descansó sobre la almohada, todos sus sueños fueron dulces.
A la mañana siguiente, después de enjuagarse la boca y secarse la cara con una toalla, Ji Zhen Tang se tocó los labios con los dedos y de repente sonrió tontamente en el espejo.
Después de una noche de sueño, la sensación se había desvanecido, pero con un ligero sorbo, parecía que aún podía recordar la dulzura.
Ji Xinhe la llamó para que bajara a desayunar.
Toda la mañana, Ji Zhen Tang observó con cautela la expresión de su tía, temerosa de que notara algún rastro; se dice que cuando se vive bajo el techo de otros, hay que inclinar la cabeza. Si tienen una disputa, independientemente de si tenía razón o no, Ji Zhen Tang tenía que aprender a asumir la culpa.
Finalmente, Ji Xinhe lo sacó a colación: “¿Fuiste a cenar con él ayer?”
Ji Zhen Tang temblaba de inquietud, observando la expresión de su tía, pero ella permaneció en silencio, suplicando humildemente solo después de un largo rato: “¿Puedes dejar de hablar con mi padre sobre Zhong Yu Bai y yo?”
Ji Xinhe la miró.
“No hay nada que ocultar, solo temo que mi padre haga conjeturas al azar y me dé todo tipo de advertencias. Si llega el momento adecuado y la relación madura, se lo diré yo misma.” (Ji Zhen Tang)
Después de un momento, Ji Xinhe dijo: “Escuché desde el principio que no es buena persona, tú también deberías saberlo.”
“¿Quién determina cuando una persona es buena o mala? ¿Quién lo decide?” – Preguntó Ji Zhen Tang.
Ji Xinhe quedó atónita por esas palabras, suspiró suavemente: “De acuerdo, no te molestaré.”
Ji Zhen Tang asintió, su corazón latiendo levemente.
***
En la víspera de Año Nuevo, la mansión de la familia Zhong estaba muy iluminada, pero no se respiraba un ambiente festivo, una familia con corazones dispersos, no puede llevar un poco de calidez en sus cuerpos. A diferencia de la tía, que seguía podando ramas, observando su obra con satisfacción y comentando que las flores de ciruelo de este año estaban creciendo de maravilla.
Zhong Yu Bai estaba sentado en el balcón del estudio, fumando, observando a la tía de abajo, finalmente le dijo que dejara el trabajo y se fuera temprano a casa para celebrar.
Zhong Heng también estaba allí hoy, ayudando a su media hermana con su tarea.
Su temperamento era difícil de controlar y cada tres o cinco minutos, la regañaba: “De verdad que no puedo creerlo, ¿cómo puedes ser una niña tan estúpida? Ve y descubre si de verdad eres descendiente de la familia Zhong, eres increíblemente tonta.”
La niña dijo algo con voz aguda y rompió a llorar.
Zhong Heng: “¡Cállate!” – Tenía una fuerte aversión a la estupidez y no le gustaban los niños.
Zhong Yu Bai apagó la colilla de su cigarrillo en el cenicero, cerró los ojos e inclinó ligeramente la cabeza, escuchando la discusión.
Chi Ying intervino para calmar la situación. – “Si no puede hacerlo, no puede hacerlo. Es solo un problema de matemáticas. ¿Cuál es el punto de armar un escándalo durante una festividad tan importante?”
Mientras hablaba, levantó a su hija y la consoló: “Está bien, está bien, no llores, volvamos a la habitación a ver la Gala del Festival de Primavera más tarde.”
Mientras persuadía a su hija, lanzó una mirada penetrante al chico a su lado.
Zhong Heng estaba sentado con las piernas cruzadas en el sofá, sin mirar a la madre y a la hija que estaban a su lado y sus cejas estaban llenas de irritación.
Esa familia no podía inspirarle ningún buen sentimiento.
Zhong Yu Bai se quedó en el pasillo del segundo piso, observando en silencio por un momento, y luego lo llamó.
Zhong Heng miró hacia arriba, lo vio, y medio minuto después, apareció en el estudio.
“¿Me estás buscando?” (Zhong Heng)
Zhong Yu Bai se sentó en el escritorio, inclinando la barbilla hacia el asiento de al lado, indicándole que se sentara.
Zhong Heng preguntó: “¿Qué pasa?”
“¿Cómo has estado últimamente?” – Le preguntó Zhong Yu Bai.
“Bastante bien.” (Zhong Heng)
“¿Ya salió la lista de admitidos para tu programa de posgrado?”
“Todavía no, no sé cuántos reclutará mi supervisor este año.” (Zhong Heng)
Zhong Yu Bai bajó lo mirada, pensó un momento y asintió levemente para expresar su comprensión.
“¿Qué hay de tu vida amorosa?” – Preguntó de nuevo.
Zhong Heng sonrió: “Estoy soltero, ¿quieres presentarme a alguien?”
Zhong Yu Bai no tenía esa intención, pero al ver que había tomado la iniciativa de preguntar, no había nada malo en ello: “¿Lo necesitas?”
“Si crees que lo necesito, entonces lo necesito.” – Parecía no haber superado todavía su fase rebelde; cada palabra y expresión al hablar con sus mayores era brusca, destinada a incomodar a la otra parte y a él mismo. Lastimar a los demás y lastimarse a si mismo, eso era todo.
Era un comportamiento que consumía mucha energía mental.
Zhong Yu Bai al ver que llevaba una pistola y un palo como ese*, no discutió ni mostró ninguna señal de incomodidad.
(N/T: *Con ganas de pelear, provocador.)
Recordó los conflictos pasados entre Zhong Heng y Zhao Siqi, su agresividad y su persistencia, y reflexionó con calma.
A Zhong Yu Bai no le gustaba mucho dar órdenes frente a la generación más joven, usando grandes principios y autoridad para coaccionar, creía que, si era por educación, no había necesidad de hacerlo. Pero a veces, las palabras necesarias todavía tienen que ser dichas: “Afronta cada pérdida de frente y toma lo que no puedas conseguir como una lección de autocultivo de tu cuerpo y tu mente, todo es parte del viaje de la vida.”
Zhong Heng lo miró desconcertado.
Lo resumió en una sola frase: “No te obsesiones con el arrepentimiento.”
Zhong Heng parecía confundido, aparentemente aún sin comprender. A Zhong Yu Bai no le importaba si podía leer entre líneas o no, pero quería que recordara el principio.
Zhong Heng era demasiado vago para adivinar, así que cambió de tema y dijo: “Mi hermano me envió un correo electrónico; ahora está en Zúrich.”
Zhong Yu Bai arqueó una ceja, reflexionando sobre el significado de sus palabras. Inmaduro y arrogante, esas dos palabras eran perfectas para etiquetarlo, incluso era infantil hasta el punto de resultar ridículo, y sus pensamientos estaban escritos en su rostro.
Él simplemente asintió, sin más comentarios.
“¿No quieres saber lo que dijo?” – Zhong Heng no pudo soportar su actitud inquebrantable.
Zhong Yu Bai sacudió la ceniza del cigarrillo ligeramente, diciendo: “Ya que tienes curiosidad acerca de mis pensamientos, léelo unas cuantas veces más en mi nombre.”
Claramente, él en realidad no quería saber.
El corazón de Zhong Heng ardía de rabia mientras era incapaz de enfadarse con él.
Justo cuando estaba a punto de hacer un comentario sarcástico, el teléfono sobre la mesa se encendió de repente, Zhong Yu Bai lo cogió para mirar, y Zhong Heng, con ojo rápido, echó un vistazo a la serie de números en la pantalla, reconociendo algunos de los últimos dígitos, sin embargo, al segundo siguiente, sus pensamientos perdidos fueron interrumpidos.
Zhong Yu Bai dijo: “Sal.”
Cuando llegó a la puerta, encontró a Chi Ying escuchando a escondidas en un rincón.
Zhong Heng se sobresaltó al abrir la puerta, mirándola con frialdad. – “Qué tácticas tan despreciables.”
Chi Ying lo siguió, susurrando: “He oído que tu tío ha contratado recientemente a una amante, y es una chica joven.”
Zhong Heng se quedó desconcertado por un momento, luego la miró con genuina curiosidad. – “¿En serio?”
Chi Ying susurró: “También lo escuché de otra persona, es muy extraño.”
La gente suele reunirse por chismes. Zhong Heng hizo una pausa y finalmente echó un vistazo a la puerta cerrada del estudio, indicándole que le contara toda la historia con detalle.
***
En el nuevo semestre, Zhao Siqi no se presentó a la escuela.
Fue bastante extraño, Ji Zhen Tang inicialmente pensó que podría haber sido expulsado de la escuela, pero al revisar la lista de asistencia del profesor, descubrió que su nombre seguía en la lista. Sin embargo, durante los primeros días del comienzo del semestre, la columna de asistencia permaneció vacía.
Ji Zhen Tang no le dio mucha importancia, retrasar el inicio del semestre no era raro, y para estudiantes privilegiados como él naturalmente tiene aún menos que estudiar.
La segunda cosa extraña fue que el foro de la escuela estaba bloqueado, con una URL que conducía directamente a una página de error 404*. Al recordar los eventos recientes, no recordaba ningún incidente trascendental, y el ambiente en la escuela parecía bastante pacífica.
(N/T: *El error 404 (Error 404: Página no encontrada) es uno de los más comunes cuando estás navegador por la red. Ocurre en el momento en el que intentas visitar una web en particular y el servidor con el que se está comunicando no la encuentra.)
Era la primera vez que se encontraba en una situación así desde que se matriculó en la escuela, y la idea de que los hubieran despojado de su rastro y de su derecho a hablar sin que nadie se diera cuenta, era un pensamiento escalofriante. Sin embargo, en última instancia, no tenía nada que ver con ella. Ji Zhen Tang rara vez frecuentaba los foros, y muchos de los chismes solo eran rumores.
Ese bloqueo equivalía a desmantelar eficazmente el foco de chismes.
Los cursos en el segundo semestre de su tercer año fueron menos, por lo que Ji Zhen Tang eligió una tarde tranquila para ir a la calle peatonal cerca de la escuela a comprar ropa de primavera. Debido a que el negocio de Ji Huan iba viento en popa, le había dado un gran sobre rojo durante el Año Nuevo chino.
Llevando una cesta de vestidos para probarse, finalmente eligió una de precio razonable y le dijo a la vendedora: “Me quedo con este.”
“No hay necesidad de que elijas, todas las que hay aquí son tuyas.” – La vendedora sonrió y señaló su cesta de vestidos.
“¿Eh?” – Ji Zhen Tang se sorprendió.
“Ya que te gustan, llévatelas todas. Son solo algunas prendas, considéralo un capricho.”
La vendedora, una joven, inclinó la cabeza, la miró y sonrió con picardía, como si estuviera transmitiendo algún discurso, y luego levantó la mano como para hacer un gesto de contestar el teléfono, dando a entender que alguien ya le había dado instrucciones. – “El Sr. Zhong ya pagó por usted, y yo se los envolveré. ¿Hay alguna talla que no le quede?”
Ji Zhen Tang negó con la cabeza con una sonrisa, imaginando su expresión al decir esas palabras.
Al salir con siete u ocho bolsas de papel, nunca se había sentido tan adinerada. Incluso cuando llevaba un zafiro en la mano, sentía que la riqueza que le otorgaban era ilusoria.
Solo ahora, con esos hermosos vestidos, uno tras otro, apilados en el pequeño carrito, sintió la ilusión de un verdadero ascenso a la prominencia.
Antiguamente, ir a esas tiendas y comprar un artículo por trimestre se consideraba un lujo.
Pinky White estaba estacionado en el carril no motorizado, insertó la llave de su scooter y con la vista periférica, vio un coche negro no muy lejos, con las ventanillas bien cerradas.
Ji Zhen Tang sonrió, fingiendo no verlo, y condujo su scooter en dirección a la escuela.
En el espejo retrovisor, el coche se acercaba lentamente, ni demasiado lejos ni demasiado cerca, manteniendo una velocidad lenta y constante.
Llevaba una rosa atada al faro derecho del coche. Era muy vibrante, como si desprendiera una fragancia.
Al llegar a la puerta de la escuela, Ji Zhen Tang entró por un pequeño sendero y, al mismo tiempo, la barrera del carril de autos se levantó.
Un coche de lujo entró en el campus sin esfuerzo, alcanzando lentamente al pequeño caracol que iba delante.
“¡Cuánto tiempo sin verte!” – Zhong Yu Bai bajó la ventanilla del coche y, desde el interior, se percibió un aroma ligero y agradable, una mezcla de sándalo y ámbar, tan elegante y frío como su voz.
En el estrecho sendero arbolado, ella conducía junto a la acera, y él se mantenía en el centro, temiendo chocar con ella, por lo que deliberadamente mantuvo cierta distancia.
Ji Zhen Tang miró hacia adelante, ignorándolo, y aceleró su scooter a unos 30 kilómetros por hora. – “No quiero oír palabras amables, así que no seas tan frío la próxima vez.”
Zhong Yu Bai igualó su velocidad a 30 kilómetros por hora y preguntó: “¿Qué quieres oír?”
Ella lo miró de reojo, con una mirada de reproche, como diciendo: ‘¿De verdad necesitas que alguien te enseñe?’, y añadió: “La gente normal diría: Cariño, te extrañé mucho, besos y abrazos, te quiero. ¿Pero tú? Siempre dices ‘¿cuánto tiempo sin verte?’, recupérate pronto’, ‘cuídate’. ¡Cualquiera que no lo supiera pensaría que estabas a punto de hablar de negocios!”
Ante sus palabras, Zhong Yu Bai sonrió.
No dijo nada, solo señaló la rosa y dijo: “La flor es para ti.”
Ji Zhen Tang miró la rosa atada a la luz del auto, extendió la mano y tiró de ella rápidamente. – “De acuerdo, te doy crédito porque tienes algo de humanidad.”
Bajó la cabeza para olerla, sonriendo felizmente. – “Me gusta, me gusta, es tan fresca.”
Zhong Yu Bai la acompañó un rato más y, al acercarse al edificio de enseñanza, le informó: “Estaré en el lugar de siempre, esperándote después de clase.”
Ji Zhen Tang alargó la voz en señal de agradecimiento, arrojando la flor a la cesta delantera de su scooter y dijo. – “Después de clase, ¿qué haremos entonces?”
Zhong Yu Bai reflexionó sobre su pregunta un momento, luego guardó silencio un rato antes de decir: “Buscar una habitación y ver cómo mi bebé* se pone su ropa nueva una por una.”
(N/T: 寶貝 (Baobei) = Bebé, niña preciosa o incluso cariño.)
“…” – Ji Zhen Tang giró el manillar de su scooter a fondo y, en un instante, aceleró a gran velocidad, murmurando algo sarcástico como ‘viejo pervertido’ en voz baja.
Aunque su expresión no se veía con claridad, era fácil deducir que su cabecita se estaba convirtiendo en un bollo humeante de vergüenza.
Zhong Yu Bai sonrió discretamente, encontrando sus palabras un poco extrañas, pero su reacción fue interesante.
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