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Episodio 47 – Batalla entre Adele y Duque Despone

 

Adele siempre le pedía perdón a Lucio. Ella ni siquiera respondió a la pregunta de por qué le pedía perdón, solo sonreía. Ella pensó que su hermano podría no saberlo, por lo que nuevamente dejó una carta de disculpa, pero Lucio ya se había enterado del incidente hace varios años.

Lucio nació cuando Adelaide tenía 10 años. En ese momento, Adelaide era la Princesa Heredera y Lucio recibió el título de Príncipe. Pero cuando tenía catorce años, Adelaide se convirtió en la directora del Cuartel General contra las Torres a pesar de las objeciones de su madre.

La Emperatriz y el Emperador en ese momento reconocieron el Cuartel General contra las Torres y tomaron distintas posiciones de la siguiente manera.

<“El sucesor de un país debe considerar que su seguridad más importante que cualquier otra cosa. La Princesa Heredera, que declaró que cruzaría la línea de fuego creando un Cuartel General contra las Torres, debe delegar su cargo en su hermano Lucio Gotthrof y luego puede dedicarse a combatir las torres.”>

El Emperador apoyó a Adelaide, pero la ganadora de la lucha fue la Emperatriz.

Adelaide devolvió el puesto de Princesa Heredera, pero no lo aceptó fácilmente. Para ella, que siempre había vivido como la Princesa Heredera, regresar al puesto se sintió como una orden de muerte. Sin embargo, no se podía abandonar la creación del Cuartel General contra las Torres.

Dado que la lealtad de sus seguidores era solo para ella, algunos de sus partidarios le hicieron una oferta muy cruel a Adele, era una propuesta que no debía hacerse.

<“Elimina al Príncipe Lucio.”>

La Adele habitual habría rechazado sin piedad una oferta tan inhumana. Pero la Adele en dichas circunstancias, empujada a un rincón, se encontró tambaleándose en un momento fugaz.

Eventualmente ella rechazó la oferta, pero sus partidarios del gobierno también notaron su vacilación. Incluso para aquellos que apoyaron a la Princesa y que tenían su futuro en juego, el regreso de Adele al puesto de Princesa Heredera era algo imprescindible.

¿Cómo pudo no ver cómo se hundía el barco en el que viajaba?

Los seguidores radicales de Adele finalmente cedieron y en secreto, había estado mezclando veneno con los bocadillos del Príncipe de cuatro años.

Si el jefe de operaciones del Cuartel, Caín Knox no se hubiera percatado de eso y no le hubiera informado a la Princesa con anticipación, Lucio habría muerto ese día.

Adele corrió desesperada para rescatar a Lucio, quien tenía los bocadillos envenenados en sus manos. Luego abrazó a su hermanito y rompió a llorar sin detenerse.

Su débil corazón, que había sido sacudido por un momento, casi provoca que envenenaran a su amado hermano menor.

El Emperador anterior arrestó y ejecutó a todos los cabecillas de ese incidente, pero no dejó constancia de que fueran seguidores de Adelaide.

La sangre de quienes una vez habían sostenido la espalda de Adele formó un río, y el humo acre de los cadáveres quemados oscureció el cielo y bloqueó el sol.

Al ver esto, Adele se dio cuenta.

Mientras permaneciera en Gotthrof, esto sucedería una y otra vez.

 

[“…Lo siento, Lucio. Perdóname por haber vacilado, aunque sea por un momento.”]

 

Y recién ahora, 10 años después, Adele le informó directamente a Lucio de todo esto en una carta y se disculpó.

‘Ir a Ehmont puede ser el castigo que ella se impuso a sí misma y su última consideración para su hermano menor. Entonces, por esa razón debe haber aceptado un matrimonio que no era diferente del exilio.’

“¿Amenazaste a mi hermana, madre?” – El Emperador preguntó enojado, y la Emperatriz viuda lo miró con ojos fríos.

“¿Crees que Adele fue ahuyentada solo porque le impuse ese nivel de intimidación? ¿Quién crees que es mi hija?” (Emperatriz)

Ante las duras palabras de la Emperatriz viuda, Lucio vaciló. La sonrisa benévola desapareció antes de que se diera cuenta, y el rostro de la Emperatriz viuda mirando a su hijo había regresado a la de un político de corazón frío.

“Se fue por su cuenta.” (Emperatriz)

“¡No puede ser!”

A Lucio, quien lo negó rotundamente, la Emperatriz viuda le explicó lentamente.

“Su Majestad el Emperador. No puede haber dos soles en el cielo. Tiene que haber solo uno. Aunque fracasaron, ¿por qué piensa que los partidarios de Adele intentaron matarlo ese día? La sola presencia de Adele es como un cuchillo que apunta a su garganta.” (Emperatriz)

“¿Estás diciendo que su sola presencia podría causar mi muerte?”

“No es solo una cuestión de dos personas. El futuro hijo de Adele será mayor que el tuyo, y eso también afectará a tus herederos. Solo espera diez años y estarás agradecido con esta madre.” (Emperatriz)

La madre y la hija se parecen. Adele también lo previó, así que se fue sin decir palabra.

Pero el Emperador, al escuchar a su madre, de repente se rió con frialdad. Esa sonrisa se parecía tanto a la de Adele que la Emperatriz viuda inmediatamente sintió que su hijo era un extraño

Finalmente, Lucio, que se había reído venenosamente, se levantó lentamente de su asiento. Era tan alto que la Emperatriz viuda tuvo que levantar el cuello y mirar hacia arriba durante mucho tiempo.

“… Sí. Está bien. Veremos si llega ese día.”

Dicho esto, el Emperador se dio la vuelta y salió de la habitación de la Emperatriz viuda.

La Emperatriz viuda se acarició lentamente el pecho.

 

****

 

Al regresar a su palacio, el Emperador ordenó a Cain Knox que lo siguiera.

“Llévate a algunas personas de confianza contigo a Ehmont. Ve ahora.”

Los ojos dorados del Emperador brillaron claramente.

“Por favor, averigua cómo está la Princesa Adelaide. Si mi hermana no está contenta allí. Entonces, si mi hermana ya no quiere estar allí…”

El Emperador se volvió para mirar a Caín.

“Asegúrate de traer a mi hermana de vuelta a Gotthrof. Estaría dispuesto a ir a la guerra por esto.”

(N/T: ¡Que felicidad! Él te ama Adele…)

 

****

 

Por otro lado, la Emperatriz acudió a la residencia oficial de la Orden de Magos dentro del Palacio Imperial, rechazando la disuasión de la señora Giggs.

El mago que estaba trabajando en la entrada se sobresaltó por la repentina visita de la Emperatriz y casi se cae al intentar levantarse. Habiendo escuchado rumores de que la Emperatriz había colapsado, la miró con los ojos abiertos de par en par.

Adele fingió no verlo y se quedó mirando el interior de la residencia oficial.

“Me gustaría reunirme el capitán de la División Mágica Imperial. Perdón por haber venido aquí sin contactar antes.”

“¡Oh, bienvenida, Su Majestad! El capitán está en la residencia oficial.” (Mago)

El mago rápidamente tomó la delantera y la guió. Los transeúntes se detuvieron apresuradamente e inclinaron la cabeza para saludarla, y Adele respondió con una actitud casual y siguió adelante.

Contrariamente al pulcro exterior, el interior de la residencia oficial era magnífico y espléndido. Los candelabros y las coloridas pinturas del techo le recordaban a un salón de banquetes.

Adele miró alrededor del interior de la residencia oficial mientras mantenía una expresión indiferente. Trató de recordar lo más posible las caras de los que se detuvieron y la saludaron en el camino.

Cuando la Emperatriz pasó, los magos levantaron la cabeza uno por uno. Entre ellos estaba Brunhill Alexa. Con un impresionante cabello y ojos rojos, miró fijamente la espalda de la Emperatriz con una mirada aguda.

Entonces, una persona se acercó en silencio a él y le susurró.

“¿La Emperatriz será reconocida como Mago? Pero entonces… ¿Le gustaría obtener un título de trabajo?”

“Tal vez.” (Brunhill)

Brunhill recordó ‘ese día’ en su cabeza, respondiendo a la pregunta de su colega de manera casual. Lennox Poitier como era habitual también estaba holgazaneando ese día. Sin embargo, en el Jardín de las Rosas, que pensó que cuando llegaran estaría lleno de sangre y cadáveres de los caballeros, lo que enfrentó fue una torre que fue destruida en el aire y comenzó a arder.

Y después de un tiempo, dejando atrás la torre desmoronada, una pequeña figura descendió al suelo.

“Ella destruyó la torre de una manera inaudita, incluso sola… ¿Los rangos tienen significado?” – Brunhill añadió cínicamente y luego se dio la vuelta. Y pensó para mí mismo mientras caminaba hacia adelante.

‘¿Qué significa esto? Lo importante es la actitud hacia la torre.’ (Brunhill)

 

****

 

El Duque Despone, que se desempeñaba como Jefe de la Orden de Magos, estaba muy complacido con la noticia de que la Emperatriz había llegado y salió apresuradamente al pasillo. La sonrisa en su rostro era tan amistosa que parecía que estaba dando la bienvenida a un familiar que no había visto en años.

“¡Su Majestad la Emperatriz!” (Duque Despone)

“Vine sin siquiera contactarlo. Por favor, perdone mi mala educación.”

“¡Mala educación! no digas eso ¿Cómo está su cuerpo? No, este no es el momento de preguntar por ello. Por favor, venga por aquí.” (Duque Despone)

‘Hiciste un buen trabajo.’ (Duque Despone)

El Duque, que hizo señas al mago que había traído a la Emperatriz y condujo a la Emperatriz a su oficina.

“Dele a esta niña un lugar para descansar por un momento.”  – Cuando la Emperatriz señaló a la doncella que venía con ella, el mago asintió y respondió.

“Sí, claro, Su Majestad.” (Mago)

“Tómate un descanso y ven cuando te llame.” (Adele)

“¡Sí, Su Majestad!” (Doncella)

Adele entró en su oficina con el Duque de Despone. El interior del lujoso palacio parecía reflejar el gusto del Duque. <imreadingabook.com> Incluso los pequeños adornos que acababan de colocar eran delicados y hermosos como si fueran hechos por un artesano.

“Su oficina es realmente hermosa.”

“Jajaja, naturalmente amo las cosas preciosas y hermosas. Vamos, tome asiento. ¿Se siente bien?” (Duque Despone)

“Sí, estoy bien.”

El Duque guió a Adele a un asiento y ordenó al asistente que esperaba para servir el té.

“Vine con las manos vacías porque tenía prisa.”

“No, no diga eso. La mera llegada de Su Majestad la Emperatriz es un gran regalo.” (Duque Despone)

El asistente pronto sirvió el té y Adele tomó un pequeño sorbo. Luego, como era de esperar, después de tomar algunos sorbos más, dejó la taza de té y miró al Duque.

Todo lo que tenía que hacer era empezar esto. El Duque también debe haberlo pensado, así que después de despedir al asistente, se inclinó hacia adelante y habló de forma confidencial.

“¿Vino por lo que le dije? ¿Quiere convertirse en el dueño de la torre?” (Duque Despone)

“Ser el dueño de la torre… Me gusta ser dueño de algo.”

La Emperatriz sonrió con el rostro de una persona que gustaba del poder. Era una expresión que encajaba perfectamente con ella.

“Seguro. Su Majestad será la propietaria. ¿No debería tratar de atraparlo aquí?” (Duque Despone)

El Duque Despone aún no había terminado su investigación de antecedentes sobre la Emperatriz, pero pudo adivinar la situación en Gotthrof con solo verla cruzar el mar sola.

“Sí. Es como dice. Esta vez, quiero que sea un poco diferente.”

“Si está conmigo. Entonces su Majestad lo será.” (Duque Despone)

Los dos se miraron con una sonrisa muy amistosa. Después de un momento de silencio lleno de risas, el Duque Despone volvió a abrir la boca.

“¿Qué tal obtener la certificación primero?” (Duque Despone)

(N/T: Recuerden que el Duque Baldr le aconsejo que consiga una certificación como Mago para poder voz en las Reuniones de Concejo.)

“¿Cómo puedo acreditarme?”

El Duque de Despone sacó unos papeles de su escritorio. Parecía ser un documento que contenía la información personal de los magos.

“La acreditación en Ehmont se lleva a cabo mediante un enfrentamiento entre magos. La clasificación se determina al mismo tiempo que la acreditación. Si es la habilidad de Su Majestad, quien destruyó la torre sola, no debería tener ningún problema.” (Duque Despone)

El Duque levantó los ojos que observan el documento y miró a Adele.

“¿Debería competir contra nuestro vice-capitán? Oh, por supuesto, no puede usar magia en la capital en este momento, así que tendrá que trabajar duro para llegar al rango mágico más cercano.”  (Duque Despone)

(N/T: Recuerden que la Magia se activa solo cuando aparece una torre.)

Aunque fingió ser benévolo, sus ojos nunca se relajaron por un momento.

‘¿Abandonará fácilmente el Duque a los hermanos Poitier, con quienes ha tenido hasta ahora una estrecha relación?’

Adele se inclinó hacia él y susurró.

“Si gano, ¿cuál será mi rango en la Orden Mágica?”

La expresión de Duque Despone se volvió sutil ante su pregunta.

“¿Qué rango me dará? Como dije, soy una persona acostumbrado tanto a gobernar como a poseer.”

Las miradas de las dos personas se entrelazaron estrechamente. Después de un rato, el Duque dejó el documento que sostenía y dijo con una expresión de disculpa.

“Bueno, no es razonable hablar de rango en este momento… ¿Por qué no se certifica primero?”

‘¡Sí!’

Al final, el Duque no soltó la mano de Lennox Poitier, a quien había apoyado hasta ahora, en lugar de la Emperatriz, que aún no había sido confirmada. Y esa respuesta era exactamente lo que Adele había estado esperado.

“Está diciendo que es difícil darme un rango. Entonces, ¿qué significa solo estar certificada como mago?”

Al escuchar la voz aguda de la Emperatriz, el Duque Despone la miró con una cara muy avergonzada.

“Vamos, no se enfades. Ahora que lo pienso, incluso si la Emperatriz es reconocida oficialmente, no es razonable en muchos sentidos recibir un rango dentro de la Orden de la Magia. ¿Quién se atreve a dar órdenes a Su Majestad?” (Duque Despone)

‘Quería decir que nunca renunciaría a la posición que había ocupado.’

“Así que no se enoje por no recibir un rango de inmediato y regístrese como mago de tiempo completo en Ehmont. Solo piénselo de esa manera.” (Duque Despone)

“¿Qué significa eso? Sea reconocida o no, ya soy un mago. No tengo la necesidad de pasar por la molestia de obtener una acreditación. ¿No sé si puedo asistir a la reunión de Comité de Concejo Central con eso?”

Adele levantó su taza de té y bajó la mirada. El Duque Despone evaluó a la Emperatriz bruscamente.

‘Sería muy vergonzoso si la Emperatriz, que había tomado la mano de Baldr, participara en las reuniones y dijera tonterías.’ (Duque Despone)

Sin embargo, se mostró reacio a dejar sin reclutar a personas talentosas que fueran lo suficientemente fuertes y capaces para destruir una torre solo. – ‘El punzón Bondi debe sostenerse en la mano, no en el bolsillo.’

En ese momento, Adele, que dejó la taza de té, agregó algunas palabras como si hubiera podido leer su mente.

“¿Es reacio a involucrarme en el Comité de Concejo Central, habiendo traído a Lionel Baldr como asistente?”

“…” (Duque Despone)

“Lord Despone.”

“…” (Duque Despone)

“¿No somos una familia ahora, como dijo antes?”

La Emperatriz sonrió al Duque Despone con una cara amistosa. El Duque rechinó los dientes ante la información proporcionada por la Emperatriz viuda al otro lado del mar. – ‘Dijo que era una Princesa inocente y modesta. La Emperatriz Gotthrof ha enviado una bestia muy poderosa.’

El Duque terminó de calcular rápidamente en su cabeza y sonrió benévolamente con una cara muy amigable también.

“Sí, no importa lo que digan, ahora somos una familia. En la Reunión De Concejo Central, hablaré directamente con Su Majestad el Emperador… Pero…” (Duque Despone)

“¿Pero?”

La sonrisa desapareció del rostro del Duque como si hubiera sido una quimera. Tenía un parecido sorprendente con el Emperador.

“Después de recibir la certificación oficial y dado que fue usted en persona quien le entregó el lingote de oro al Conde Calvin… Sería mejor abstenerse de tales cosas. Solo entonces se convertirá en el dueño de la torre.” (Duque Despone)

De lo contrario, el mismo destruirá su poder… Aún tiene suficiente poder.

El Duque Despone decidió ser considerado debido al título de Emperatriz.

Adele respondió levantado las comisuras de sus labio en una sonrisa.

“Escuché que hay innumerables propiedades con torres que se asentaron sobre ellas. ¿Qué va a hacer con las consecuencias?”

“Ah, escuché que en Gotthrof se rompió los pies al bajar de una torre. La forma de destruir una torre en Gotthrof es mejor que la de Ehmont, pero veo que usted no sabe mucho sobre las propiedades de la torre.” (Duque Despone)

Adele se concentró en sus palabras. El Duque Despone habló como si estuviera contando un secreto con una sonrisa en su rostro.

“Su Majestad, las torres llaman a otras torres y las torres absorben a otras torres.” (Duque Despone)

Era una palabra extraña. Y luego agregó

“Cuando todo lo que he planeado se haga realidad, los magos finalmente podrán usar todo su poder. La era de los magos está a punto de abrirse. Cuando llegue ese día, los no magos se convertirán en humanos de segunda clase.” (Duque Despone)

Adele recordó las casas de los barrios marginales que eran como ataúdes de tumbas. Adele apretó los puños escondidos debajo de la mesa.

El Duque Despone estaba tomando una apuesta muy arriesgada con la vida de innumerables personas.

 

****

 

Cuando Lennox regresó, sin darse cuenta Diane se acarició el vientre.

No podía creerlo en absoluto, así que acarició su vientre una y otra vez y cerró los ojos. En el silencio, parecía que podía escuchar los latidos de su propio corazón. En ese momento, algo en lo profundo de su interior que incluso ella no pudo reconocer susurró.

‘Vive.’

La alegría se desbordó.

“Lorraine.”

La voz que llamaba a la doncella era cálida después de mucho tiempo.

Lorraine, que estaba ordenando la habitación, se acercó rápidamente.

“Sí, ¿me llamó Princesa?” (Lorraine)

Diane miró hacia su vientre y dijo.

“Ve y pregunta a Su Majestad si puedes venir ahora y tráelo. Si te preguntan la razón, dile que se lo diré yo misma.”

“Sí, entiendo.” (Lorraine)

Lorraine se desabrochó el delantal que llevaba puesto y salió de la habitación.

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