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Episodio 10 – Reunión de Consejo

 

La señora Giggs examinó el lingote de oro que le entregó la Emperatriz.

“Veré cómo es el vestido y lo pagaré, pero ¿está bien si uso uno de estos lingotes de oro sin dejar un saldo? Pregunto esto porque sería bueno dar la impresión de que Su Majestad es generosa.” (Sra. Giggs)

“Lo traje por esa razón, así que no se preocupe y úselo.”

“Está bien.” (Sra. Giggs)

La Emperatriz preguntó en un tono tranquilo, bebiendo agua fría para calmar su estómago.

“¿Cómo puede suceder esto?”

“… No creo que haya ningún presupuesto asignado al Palacio de la Emperatriz.” (Sra. Giggs)

“¿No hay presupuesto asignado al Palacio de la Emperatriz?”

“El Palacio Imperial de Ehmont prepara el presupuesto del año siguiente al final del año, pero como Su Majestad no estuvo presente el año pasado, probablemente no se asignó ningún presupuesto.” (Sra. Giggs)

“¿Entonces quieres decir que esto es normal y no se puede hacer nada?”

“Por supuesto que no. Es posible reorganizar el presupuesto tanto como sea posible a través del sistema de presupuesto suplementario de emergencia. El problema es que la autoridad con respecto a los presupuestos suplementarios recae solo en Su Majestad el Emperador.” (Sra. Giggs)

En ese momento, la doncella anunció la llegada del dueño de la tienda de ropa, y Adele y la Sra. Giggs se levantaron al mismo tiempo. La Emperatriz palmeó suavemente a la Sra. Giggs en el hombro con una sonrisa cortés.

“Cuídelo sabiamente, señora.”

“No se preocupe. Pero Su Majestad la Emperatriz, ¿adónde va?” (Sra. Giggs)

La Emperatriz se rió con picardía. Era una sonrisa que parecía hacer que incluso la anciana, que había pasado por todo tipo de cosas, desde pequeñas a grandes batallas políticas y sociales, sintiera frío.

“Si conoces al enemigo como te conoces a ti mismo, no hay forma de perder… No se preocupe, nos vemos luego. Puede quedarse desde hoy en mi palacio.”

La Emperatriz cerró un ojo, esbozó una sonrisa y luego se alejó.

La Sra. Giggs se quedó mirando el cabello negro que volaba con el viento durante mucho tiempo, como si estuviera hechizada.

“Señora Giggs.” (criada)

La señora Giggs estuvo absorta durante mucho tiempo hasta que la doncella se acercó y la llamó por su nombre. Después de recuperar el sentido, sonrió un poco y levantó los labios.

“Me puede guiar.” (Sra. Giggs)

“Sí, por favor sígame.” (criada)

 

****

 

Adele fue directamente al Palacio Imperial. Era el lugar donde se ubicaban los aposentos del Emperador y la sala de reunión general para la gestión de los asuntos de estado.

Comparado con el espléndido Palacio de la Emperatriz, era un espacio limpio y práctico.

Las personas en grupos de tres a cinco se reunían frente al Palacio Imperial, vestidos con diferentes uniformes, como si la reunión de los ministros estuviera en curso. Se apresuraron a enderezar sus posturas ante la repentina aparición de la Emperatriz e inclinaron respetuosamente la cabeza, mientras Adele pasaba con ligereza entre la gente.

“¿Parece que hay una reunión en la Sala de Consejo?”

Cuando Adele preguntó mientras caminaban cerca a la puerta principal, el portero cortésmente respondió que sí.

Al enterarse de la visita de la Emperatriz, los asistentes corrieron apresuradamente a saludarla y Adele declaró directamente el propósito de la visita.

“Quiero tener una audiencia con Su Majestad el Emperador.”

“Sí, Su Majestad la Emperatriz. Si espera en la sala de estar por un momento, le preguntaré a Su Majestad y le daré una respuesta.” (asistente)

“¿Sala de estar?”

“Sí.” (asistente)

La Emperatriz asintió, luego entrecerró los ojos e inclinó la cabeza, preguntándose qué estaba pensando.

“¿No hay una sala de espera en el Salón Central de Conferencias?”

“Por supuesto que hay una sala de espera, pero no es tan cómoda como la sala de estar al que la guiaremos.” (asistente)

“No importa. También me gustaría ver el lugar de reunión de los altos funcionarios en Ehmont, así que por favor guíenme allí.”

La Emperatriz ordenó en un tono firme, como si no permitiese objeciones, y los asistentes no tuvieron más remedio que seguir sus órdenes.

 

****

 

<Alrededor de ese tiempo, Salón Central de Conferencias.>

El Emperador, que ocupaba el asiento de honor con una expresión aburrida, miró los documentos frente a él con mano descuidada.

El Duque Despone, que ocupaba el asiento a su derecha, estiró el cuello y miró los papeles colocados frente al Emperador. Cuando no pudo ver el contenido del documento, frunció el ceño y desvió la mirada, y sus ojos se encontraron con el hombre que lo miraba desde el otro lado.

El nombre del hombre de gafas transparentes es Theseus Baldr.

El jefe de la familia Baldr y dueño de un vasto territorio, era un joven que cumpliría veintinueve años este año. Aunque era joven, fue evaluado como el mejor entre todos los Duques de Baldr.

Cuando Theseus se encontró con la mirada del Duque Despone, naturalmente giró la cabeza para mirar a su hermano. Donde aterrizó su mirada, allí estaba Lionel Baldr, quien cumplió 27 años este año.

El Joven Príncipe Baldr (el hermano menor del Duque), es un soldado nato, y actualmente ocupa el cargo de Comandante de la Guardia Imperial y Ministro de Defensa de Ehmont. Los caballeros lo llamaban ‘Comandante’, y los altos funcionarios lo llamaban ‘Ministro de Defensa’.

El Duque Despone miró a los hermanos Baldr a su vez y se humedeció los labios.

‘¡Cómo me gustaría tener un hijo como ellos! Si no fuera por mi hijo, al menos si él tuviera el mismo impulso, lo habría apreciado y amado mucho.’ (Conde Despone)

Bueno, dado que eran hijos del difunto Duque de Baldr, habría sido difícil para ellos tener los mismos pensamientos que él.

Fue cuando Duque Despone miró a los hermanos Baldr y se perdió en sus pensamientos.

“¡Su Majestad! Por favor, envíe Strikers* y Keepers**. ¡Todos se están muriendo! ¡Se están muriendo ahora mismo!”

(N/T: *magos ofensivos: pueden atacar directamente el núcleo de la torre.)

(N/T: *magos guardianes o magos defensivos: que ralentizan el ritmo de crecimiento de una torre o la velocidad con la que descienden al suelo.)

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el grito de un hombre.

‘Tsk. Está gimiendo y llorando como un niño. Ruidoso.’ – El Duque Despone volvió la cabeza con una expresión molesta.

“Incluso si tratamos de detenerlos, salen incesantemente. Ahora incluso aparecen monstruos voladores, y ya no hay forma de detenerlos, a menos que un Striker y un Keeper destruyan el núcleo.”

“Bueno, ¿sabe de lo que está hablando?” – Fue Lennox Poitier, que estaba sentado a la derecha del Duque Despone, quien rompió su discurso. – “Incluso aquellos que tienen torres de primer y segundo nivel instaladas en su territorio no dicen nada en este momento, ¿verdad? ¡Sin embargo!… Ahora, lo que se ha aparecido en el Condado Calvin es solo una torre de Nivel 4, ¡Nivel 4!”

“¡No dije que ahora tiene un diámetro más ancho! ¡Hasta han aparecido monstruos voladores! ¡No es el nivel 4!” (Conde Calvin)

“En el documento dice que es el nivel 4, pero ¿porqué dices que no es así, Conde Calvin?” – Mientras Lennox escupía esas palabras, el Conde Calvin se tragó su ira, saltó de su asiento y se arrodilló ante el Emperador.

“¡Su Majestad el Emperador! ¡Por favor, sálvenos!” (Conde Calvin)

“¡Es una persona muy egoísta, Su Majestad! ¡Por ahora, derrótelos con ayuda de los caballeros y manténgalos a raya, Conde Calvin!” (Lennox)

El Conde Calvin arrodillado apretó los puños y miró a Lennox cuando una voz baja lo interrumpió.

“El Palacio se está convirtiendo en un desastre, por lo que las personas que apelan son egoístas.” (Lennox)

Las miradas de Lennox y el Conde Calvin se dirigieron a un mismo lugar al mismo tiempo.

“¿No es así? Sería un desastre si se apareciera una torre mediana a grande con monstruos voladores en el Palacio. En serio, ¿correría el señor a este lugar y pediría ayuda? ¡Es egoísta!” (Lennox)

“¡Por favor, absténgase de discutir, Conde Poitier!” (Theseus)

El Duque Baldr advirtió a Lennox. Lennox hizo una pausa por un momento, luego resopló. Cuando se rió abiertamente de las palabras del Duque Baldr, algunos nobles se rebelaron y estallaron en ira.

“¡Está discutiendo con nadie menos que con el Duque de Baldr! ¡Haga lo mejor que pueda, Conde Poitier!” (Noble 1)

“¿Cómo se atreve a resoplar?” (Noble 2)

Cuando los nobles se rebelaron, Lennox Poitier levantó los ojos con fiereza y se encogió de hombros. A pesar de que era de un plebeyo, claramente era un Striker de habilidad sobresaliente, habiendo alcanzado la posición de un Conde heredable. Sin embargo, no se atrevía a competir con el Duque Baldr.

No obstante, tenía confianza en que tanto el Duque Despone y Diane Poitier lo defenderían por lo cual se comportaba con arrogancia.

“¿Dije algo malo? ¿No es acaso así, Su Majestad?” (Lennox)

Cuando Lennox inclinó la cabeza ante el Emperador y preguntó, la atención de los nobles se centró en el Emperador.

Karl, que estaba observando la situación con las manos apoyadas en la barbilla, miró a los hermanos Baldr que estaban sentados con expresión dura. Los dos miraron fijamente el borde de la mesa, con la boca bien cerrada.

“Apuesto a que el vice-capitán de la División Mágica no diría tonterías.” (Karl)

Ante esto, el Conde de Poitier alzó los labios, sonrió e inclinó la cabeza.

“Conde Calvin.” (Karl)

“…Si, su Majestad.” (Conde Calvin)

“Lamento lo de su territorio.” (Karl)

“Por favor… Por favor ayúdenos, Su Majestad. Muchos de los súbditos de Su Majestad están muriendo en este mismo momento.” (Conde Calvin)

Las lágrimas brotaron de los ojos del Conde Calvin. Mientras las lágrimas de clemencia mojaban su cuello, Lennox Poitier sacudió la cabeza y murmuró:

“¿Por qué le pregunta a Su Majestad ahora que sus posibilidades están desapareciendo?” (Lennox)

“… ¿Qué dijiste ahora, Lennox Poitier?” (Conde Calvin)

Era natural que la ira del Conde Calvin explotara. Mientras sus gritos resonaban en El Salón de Conferencias, Lennox Poitier saltó y gritó.

“¿Dije algo malo?” (Lennox)

“¿Qué?” (Conde Calvin)

La Sala de Conferencias se convirtió rápidamente en un desastre. Lionel y Theseus se reclinaron en sus sillas, mirando fijamente a Lennox y luego al Emperador al mismo tiempo.

El Emperador miraba al Conde Calvin con el ceño fruncido y no parecía tener intención de detener la situación.

“Conde Poitier, Deténgase.” (Duque Despone)

Fue el Duque de Despone, que no pudo soportar su voz aguda, quien detuvo a Lennox. Lennox respondió de inmediato a su moderación.

“Sí, Su Alteza el Duque.” (Lennox)

El Conde Calvin, por otro lado, no pudo contener su ira con rostro enrojecido.

El aire en la Sala de Reuniones era como hielo delgado que podía romperse en cualquier momento. Se hizo un silencio sofocante. Después de observar la situación por un rato, Lionel dejó escapar un profundo suspiro y rompió el silencio.

“Su Majestad, si aparece un monstruo volador en el territorio del Conde Calvin, es correcto apoyar enviando magos primero. No es que no haya mano de obra, ¿no hay magos que residen en el Palacio Imperial?” (Lionel)

Ante eso, Lennox inmediatamente protestó. – “¿Acaso piensas que solo jugamos y comemos?”

Entonces, varios nobles que habían estado en silencio hasta ahora saltaron de sus asientos y gritaron.

“¿Por qué no enviar un grupo de magos? ¿Cuál es la razón por la que se quedan solo en el Palacio Imperial y no van a los lugares donde realmente los necesitan?” (Noble 1)

“¿Qué haríamos si una torre de nivel 1 aparece en el Palacio Imperial mientras nos dirigimos a destruir una torre de clase 4? ¿Ah?” (Lennox)

“¡Suficiente!” (Karl)

Cuando la pelea estaba a punto de estallar nuevamente, el Emperador, cansado de la reunión en sí, golpeó la mesa.

“¡Deténganse! O no habrá final.” (Karl)

El Emperador se enterró en una silla y expresó su intención de terminar la reunión de hoy en ese punto. Hubo mucha gente que protestó porque no era un ambiente que se pudiera terminar, pero el Duque Despone y el Conde Poitier se solidarizaron activamente y se levantaron.

Cuando se levantaron, la reunión se convirtió en un ambiente con corrientes chocando. Lionel y Theseus miraron al Conde Calvin con expresión tensa.

El Conde estaba mirando fijamente al espacio con una cara blanca. Esta reunión era su última esperanza.

En ese momento, un asistente se acercó al Emperador y le entregó un mensaje.

“Su Majestad. Su Majestad la Emperatriz está esperándolo.” (asistente)

“¿La Emperatriz?” (Karl)

Los funcionarios de alto rango que se preparaban para irse dudaron y miraron al Emperador y su asistente.

“Sí. Ahora está esperando que termine la reunión en la sala de espera al lado de la Sala de Conferencias. ¿Dónde puedo llevarla?” (asistente)

Karl, quien frunció el ceño ante esas palabras, se sentó y ordenó.

“No vayan tan lejos. Cuando salgan los oficiales de alto rango, tráiganla aquí.” (Karl)

“Está bien.” (asistente)

Lennox Poitier, que había estado observando atentamente su reacción, sonrió y levantó los labios.

 

****

 

Mientras tanto, en el punto álgido de la reunión, la Emperatriz aguzaba los oídos en la sala de espera fuera de la Sala de Conferencias. Parecía estar concentrada en la conversación, deteniendo sus movimientos como si estuviera escuchando lo que se decía.

Mientras tanto, cuando las voces de los funcionarios de alto rango llegaron a la sala de espera a través de la enorme puerta, los dos asistentes que custodiaban la sala de espera miraron a la Emperatriz con rostros avergonzados.

Como era de esperar, la Emperatriz frunció el ceño cuando escuchó a alguien levantando la voz.

“¿Quién fue el que acaba de gritar?”

“Creo que fue el Conde Lennox Poitier.” (asistente)

La Emperatriz asintió y comenzó a concentrarse nuevamente en el sonido más allá de la puerta.

‘¿Cuánto tiempo he estado así?’

El sonido de sillas empujadas era ensordecedor. Tan pronto como la reunión pareció terminar, la Emperatriz se recostó en el sofá con una actitud relajada, como si hubiera estado así todo el tiempo.

Luego, después de levantar la taza de té que no había sido tocada, inclinó ligeramente la cabeza hacia atrás y miró hacia la puerta de la Sala de Conferencias con una expresión arrogante.

Fue un cambio de actitud que hizo que los asistentes que miraban abrieran la boca.

Después de un tiempo, la enorme puerta se abrió y los vasallos comenzaron a entrar.

Debido a la estructura de la Sala de Conferencias, era posible salir al exterior a través de la sala de espera, por lo que los altos funcionarios no tuvieron más remedio que hacer contacto visual con la Emperatriz.

Los funcionarios de alto rango, que se encontraron con la Emperatriz, estaban ocupados entregando sus saludos a toda prisa.

Adele, que no pudo saludar a cada uno de ellos debido a la gran cantidad de personas, asintió levemente mientras dejaba su taza de té.

Y ella pensó: ‘¿Nos ponemos de pie con gracia y saludamos?’ …Era un momento para hacerlo.

“¡Sobrina Adele!”

El nombre de Adele se sintió tan absurdo que ella no podía creer lo que escuchaba.


Nameless: Estimados lectores

Hace unos 2 meses leí el manghwa ‘Abandonaré el Puesto de Emperatriz’… Con una prota fuerte, empoderada, que no se deja amedrentar… Y como que estaba cansada de las FL que regresan con el KKs, decidí traerles esta linda novela. Espero que les guste.

Tiene maghwa y está un poco más adelantado (como en el capítulo 18), pero espero poder avanzar lo suficiente como para ponerme al día.

Esta novela va a ser traducida los domingos, cada 2 semanas, si se puede semanal… Todo depende de mis tiempos.

Muchos besos y cuídense mucho.

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