Episodio 77.
Al día siguiente. Tan pronto como Ashtarte despertó, lo primero que tenía que hacer era devolverle el libro a Lucas, pero tan pronto como abrió los ojos, un ramo de jacintos de color púrpura oscuro entró en su visión. Ashtarte lo reconoció de un vistazo. – ‘¿Quién envió estas flores?’
“¿Su Alteza lo envió de nuevo?”
Usualmente envía solo una, pero hoy, ¿qué tipo de viento sopla y envió todo un ramo? No a todas las mujeres les gusta recibir un ramo de flores. Por el contrario, Ashtarte estaba hasta el punto de disgusto por recibirlo todos los días.
(N/T: ¡No sé! Son varios y púrpura… ¿Creen que puedan ser de Lion?)
“Si, Princesa. También han llegado cartas de Su Majestad y Su Alteza el Príncipe Heredero.” – Loena respondió a la pregunta incómoda sin mostrar ninguna molestia. De alguna manera, cuanto peor se pone Ashtarte, más feliz parece Loena.
(N/T: Sabemos que Loana es bien brujis… jaja.)
Ashtarte, a quien le entregaron las dos, frunció el ceño ante las cartas en su mano. Luego, con solo mirarlas, dejó la que tenía el espléndido sobre color dorado y abrió la carta con el sobre liso.
La carta era tan ordenada y pulcra que no necesitaba decir que era de Miragen.
Ashtarte estaba pensando en quemar las cartas de ahora en adelante si volvían a escribir información inútil, como la última vez.
[“Ashtarte. Tenía la intención de respetar tu voluntad e iba a esperar 10 años como dijiste, pero… Inevitablemente, parece que no podré cumplir con ese tiempo y deberemos vernos de nuevo. Lamento no haber podido cumplir mi promesa.”]
Mirando la hermosa letra cursiva que le recordaba a Miragen, Ashtarte se preguntó qué significaba esto. Pensó que podría haber escrito algún dato más, así que leyó la carta detenidamente otra vez, pero no había más palabras escritas en ella.
‘¿Qué? ¿Vendrás al Palacio de la Emperatriz? ¿Porqué en el mundo…? Tal vez es porque me convertiré en adulto en mi próximo cumpleaños… o ¿Tienes algo que decirme cara a cara en relación con mi fiesta de debutante?’
Incluso mientras hacía posibles suposiciones, Ashtarte sacudió la cabeza. ‘¿Cuál es el problema que no podía decirlo en una carta? ¿Cuál sería la ‘razón inevitable’, de la que habló?’
Incapaz de encontrar una respuesta, Ashtarte eventualmente abrió la carta restante de Orwen. Era la primera vez que abría y leía todas las cartas en un día.
[“Ashtarte, todos los miembros de la familia imperial asistirán al próximo Festival Sagrado y serán bautizados por los sacerdotes de la Nación Santa.
¿Sabes que el territorio de la periferia de tu país se está muriendo en los últimos años? …Para evitar malentendidos te informo que este bautismo fue propuesto directamente por el Papa.
Dado que Sensiberian y Florence están relativamente cerca, parecen estar bastante preocupados por la situación.
Los miembros del Concejo también están preocupados debido a este problema, así que no pude negarme.
Algún día, pronto, espero el día en que vuelva a encontrarte con un adulto.
Está bien olvidar el contenido de la última carta. Si no lo has leído, no te preocupes.”]
Después de leer incluso la carta de Orwen, Ashtarte arrugó su expresión. – ‘He vivido bien durante 5 años y tengo que volver a encontrarme con ellos’. – Para Ashtarte, que había vivido con odio por aquellos que ahora no estaban frente ella, fue como un rayo caído desde el cielo seco.
‘¿Verlos de nuevo?’ …No sabía cómo reaccionaría Amaryllis, pero la reacción de los demás le daba curiosidad. Como enviaban cartas y flores todos los días y expresaban su arrepentimiento o lo mucho que la extrañaban, ¿la mirarán con los ojos llenos de emociones difíciles de captar con una sola vista?… No se alejó de ellos para abrazar por completo sus sentimientos tardíos. No se sentía bien.
“¿Princesa? ¿Qué está escrito en la carta? – Loena preguntó con cautela, examinando la tez pálida de Ashtarte.
“Toda la familia será bautizada por lo que nos veremos pronto.”
“… ¿Qué? ¿Bautismo?” (Loena)
“Sí. Bautismo. Loena, quiero comer. Estoy hambrienta.”
Ashtarte salió de la habitación con las dos cartas en una mano y un ramo de jacintos en el otro brazo, que creía que fue enviado por Noah. Loena frunció los labios como si tuviera algo más que decir, pero la siguió sin decir palabra.
“Hola Princesa. ¿Su cutis se ve mal? ¿Dónde estás enferma?” (Verónica)
Ashtarte y Loena, que habían bajado al primer piso, se encontraron con los caballeros que llevaban medicinas y Verónica que los dirigía. Verónica, vestida con una bata blanca, sacó un frasco de su bolsillo.
“¿Puedo darle algunos analgésicos?” (Verónica)
“No. Es solo que tengo hambre.”
“Bien. Pero en caso de que los necesite, guárdelos.” – Verónica empujó un pequeño frasco con dos analgésicos en la mano de Ashtarte.
“Entonces, ¿quiere ir al comedor ahora?” (Verónica)
“No. Tengo algo que tirar.”
‘¿Algo que tirar?’ – Verónica bajó la vista con una mirada perpleja. – “Ahhh.” – Poco después, asintió, diciendo que entendía lo que estaba sosteniendo.
“Las cartas probablemente estarán apiladas en esa habitación… ¿Nunca ha tirado la flores?”(Verónica)
“Sólo… Hay demasiadas flores en mi habitación.”
Para ser exactos, más que tirarlo, es dejarlo desatendido como la infinidad de cartas.
“Su Alteza la Princesa. ¿Sabes cuál es el significado que tiene el jacinto púrpura en el lenguaje floral?” (Verónica)
“Me pregunto si él lo sabía y lo envió por eso.”
“¿No lo sabe?” – Verónica se encogió de hombros.
“… ¿Qué significa?”
“Amor eterno.” (Verónica)
Ashtarte miró a los jacintos en silencio y un olor espeso y dulce fluyó a través de la punta de su nariz.
“También significa ‘lo siento’.” (Verónica)
“Oh. Qué casualidad.”
Ashtarte sonrió amargamente, como si estuviera frustrada. Y ese día, al final, Ashtarte no pudo dejar atrás todos los jacintos, por lo que, como de costumbre, decoró su habitación con una sola flor.
A pesar de que le molestaba cada vez que lo veía, el olor a jacinto que llenaba la habitación era ligeramente dulce y contrario a sus sentimientos.
****
Aquellos que habían estado corriendo con un solo objetivo a la vista, dirigiéndose al centro del poder eterno que gobierna el centro del continente, el Imperio Florence, estaban tomando un breve y dulce descanso en el exuberante camino del bosque, con su destino frente a ellos.
Cuando fueron al pueblo, todos tenían miedo de verlos, así que se desviaron y avanzaron por un camino boscoso. Esto se debe a que Lion decidió que no había necesidad de infundir miedo innecesario en los ciudadanos.
“En poco tiempo, finalmente llegaremos a Florence.” – Entre los miembros de la delegación, Inéz, la única mujer de la delegación abrió la boca con expresión cansada.
Amon, que se sentó casualmente y miró hacia el cielo, sonrió un poco e inclinó el vaso que sostenía.
“Escuché que el alcohol que se vende allí es tan delicioso ¿Cuánto diferente sabrá cuando bebes solo alcohol barato como este en comparación con alcohol de alta calidad que toca tu boca?” (Amon)
“De todos modos, Amon, ese tipo no sabe nada más que de alcohol.” – Inéz refunfuñó, y echó hacia atrás su cabello rosado que fluía.
“Incluso nuestro largo viaje terminará pronto.” – Hyde, que los observaba en silencio, apoyando la espalda contra el árbol, murmuró con amargura.
Hyde, que era un mercenario ordinario con excelentes habilidades comparables a las de un caballero, que Lion descubrió durante la expedición, y los caballeros que representan al duque, Amon e Inéz, viajaban juntos. Han pasado tres años desde que saltaron al sangriento campo de batalla.
Si el tratado de paz con Florence, el país más poderoso del continente se concluía con éxito, Nohais no tenía nada más que ganar. Debido a que es un país pequeño, no será despreciado por otros países y su maestro será honrado como un héroe.
“Tres años es mucho tiempo. Ahora quiero darme una ducha caliente como es debido.” (Inéz)
“Hyde, míralo bien. Aunque se vea así, no debemos olvidar que Inéz es una mujer.” (Amon)
“Lo tendré en cuenta.” (Hyde)
“No puedes tener en cuenta eso.” (Inéz)
Inéz tomó el vaso de la mano de Amon e impulsó la cabeza para vaciarlo. Amon, que miraba a Inéz con expresión perpleja, se rascó la nuca como si hubiera recordado algo.
“Tengo curiosidad por el sabor del alcohol, pero lo que más anhelo es ver a la persona que Su Excelencia lleva tanto buscando.” (Amon)
“Ah. Eso es lo que yo también me preguntaba.” – Inéz se limpió los labios mientras le devolvía el vaso vacío a Amon.
“¿Ustedes dos la conocieron?” (Hyde)
“No. Ni siquiera la hemos visto cara a cara.” – Entonces Amon se encogió de hombros, diciendo que no habría razón para sentir tanta curiosidad.
“Hyde se unió a la expedición a mitad del camino, así que no lo sabe… La verdadera razón por la que Nohais inició la guerra territorial.” (Inéz)
Pensándolo bien, era tan simple y ridículo que Inéz no podía abrir la boca. ¿Cómo puede decir fácilmente que su maestro, Abelion Elforman, inició una guerra para encontrarse con una sola persona?
Sería una suerte que Hyde, que no era miembro de la familia del Duque, y al que Lion trajo de algún lugar durante la guerra, no se riera al escucharlo.
“Más que eso, ¿no podrías decirme en este momento? Pronto llegaremos a Florence.” (Hyde)
Amon miró a un lado. De pie con orgullo, parado al final de su mirada estaba el capitán de los caballeros, Kylos.
“¿Pareces saber bastantes cosas incluso si no lo dices? Se dice que es una persona de cabello negro y ojos dorados ¿Verdad?” (Amon)
Kylos asintió en silencio.
Era información común, pero de hecho, era fácil adivinar quién era dicha persona incluso si solo se supiera eso. Porque el cabello negro es un color que solo tiene una persona en el continente. De hecho, solo con saber eso habría sido suficiente, pero lo que querían no era información tan trivial.
“¡Algo más que eso, algo más detallado! Algo como el tipo de relación que tuvo con Su Excelencia o algo así.” – Al pedir información un poco diferente, Inéz lo miró con ojos brillantes.
De repente, Kylos pareció estar pensando profundamente, y luego levantó la cabeza y pronunció unas palabras con confianza.
“Era una persona que brillaba incluso cuando salía el sol, y brillaba aún más cuando llegaba la oscuridad.” (Kylos)
(N/T: Que hermosas palabras Kylos Enkaban.)
“¡Guau! A pesar de que el capitán lo dijo, ¿qué tan bonita se veía a los ojos de su Excelencia?” (Amon)
“Incluso si no la ve así, es un hombre que guarda en secreto sus sentimientos. ¿La conoce siquiera el capitán? (Inéz)
“No tengo ni idea.” (Amon)
Cuando Amon levantó el vaso vacío y se rió a carcajadas, Hyde abrió mucho los ojos con una expresión genuinamente sorprendida.
“Sí, definitivamente estoy en el lado reservado.” (Lion)
Mientras se reían de lo divertido que era, Lion caminó detrás de ellos. El cabello gris alumbrado con una tenue luz blanca revoloteó con la suave brisa. Ojos brillando crudos bajo la luz de la luna. La camisa ligera tenía dos botones desabrochados como de costumbre, dejando al descubierto sus clavículas. Incluso con la forma en que inclinaba la cabeza, se podía sentir una extraña sensualidad.
“…….”
Al mismo tiempo, Amon y su grupo mantuvieron la boca cerrada, como si se hubieran convertido en piedras. Eran colegas de ideas afines, por lo que era un silencio que nunca antes se había presentado.
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