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I'm Reading A Book

LRS Extra 09

27 septiembre, 2022

Capitulo 149

El carruaje, habiendo salido de la mansión Manionz, se dirigió en dirección al territorio de las panteras negras.

Envuelta en una capa enorme, miré por la ventana mientras oscurecía más y más. La lluvia, que había sido fuerte antes, se estaba volviendo más y más ligera.

‘Dentro de un rato dejará de llover…’

Apartando mis ojos de la ventana, miré hacia arriba lentamente.

Tuk.

Gotas de agua caían del cabello mojado de Ahin y golpeaban mis ojos. Los limpié con el borde de la capa y miré alrededor

Meimi, que se suponía que debía estar con nosotros en el carruaje, no se encontraba por ninguna parte.

«… Ahin, ¿qué pasa con Meimi?»

“La envié de regreso a la mansión Grace, montando a Jane. Quería que alguien le dijera a mi madre lo que pasó primero, por si acaso.”

¿Qué quiso decir con «por si acaso»? Pero no pregunté nada, porque era obvio que no contestaría. A juzgar por la ira de Ahin antes, estaba claro que tenía la intención de atacar la mansión Manionz y no le importaría derramar sangre para encontrarme.

‘Tal vez fue algo bueno que escalé esa pared. Así que me vio rápidamente.’

De esta manera, escapé de convertirme en una coneja aplastada en medio de una pelea entre panteras negras y leones. Mientras me estremecía tardíamente, al darme cuenta del peligro en el que estaba, Ahin preguntó de inmediato.

«¿Tienes frío?»

«No es así.»

Respondí, evitando su mirada. Estaba siendo asfixiada dentro del regazo de Ahin, toda envuelta en su capa. Era imposible tener frío así. Ni siquiera podía mover las manos, pues estaba siendo abrazada con mucha fuerza.

Cuando logré girar un poco mi cuerpo, levanté las cejas con sorpresa. Shu y Bion, que estaban sentados al otro lado del carruaje, nos miraban. Parecía haber censura en sus pequeños ojos.

Incluso para los dos cachorros de pantera negra, que no sabían nada, nuestra situación actual debe haber parecido extraña. Me dio tanta vergüenza que volví a abrir la boca.

«Oye…»

«¿Sí?»

«¿Cuánto tiempo vamos a permanecer en esta posición…?»

“Hasta que lleguemos a la mansión. Puedes resfriarte.”

No pude encontrar ningún argumento en contra, así que asentí. En realidad, estar en los brazos de Ahin, que no había podido sentir durante tanto tiempo, no era tan malo.

Lentamente, él apoyó la barbilla en el tope de mi cabeza. El interior del carruaje estaba inmerso en el silencio.

Parpadeando, rompí el silencio con la pregunta que había querido hacer todo este tiempo.

«…¿Ahin?»

«¿Sí?»

«¿Te sientes incómodo conmigo?»

No respondió durante mucho tiempo. Mientras yo esperaba nerviosamente, Ahin vaciló, abriendo y cerrando la boca.

Un poco asustada de escuchar la respuesta, bajé la capucha de mi capa, para esconderme. El suave pelaje que adornaba la capucha cubría completamente mi rostro.

“… El otro día, Vivi dijo que yo estaba loco.”

Pronto, las palabras salieron, de la nada.

“He vivido mi vida como quería, hasta ahora. Pero, de repente, surgieron cosas que no podía hacer, aunque quisiera.”

“…”

«Comenzó cuando te conocí.»

Lentamente, Ahin se levantó la capucha.

«Perdón por haberte preocupado.»

La enorme mano colocó mi cabello detrás de mi oreja, suavemente. Entonces Ahin besó mi palma y sonrió suavemente.

Era una sonrisa rota. ¿Debería decir que a pesar de que estaba sonriendo, no parecía que lo estuviera? Solo lo miré, y él volvió la cabeza para evitar mi mirada, lo cual era una rareza. Siempre fui yo quien huía de su mirada.

“No te evité a propósito, Vivi. Es solo que…»

«… ¿Sólo que?»

«Lo siento, es un poco difícil de explicar en este momento.»

Ahin bajó la cara y me tocó la mano con delicadeza, como si ella fuera algo que fuera a desaparecer.

“Pensé que podíamos contarnos todo, sin ocultar nada, pero a veces no es así. Por ejemplo, Vivi no quiere decirme por qué va a la Academia en este momento.”

‘¿Sabía él mi destino original?’

Esa bestia inteligente. No quería mostrar sorpresa, pero me quedé boquiabierta sin darme cuenta.

Fue un poco difícil decir que estaba preocupada por los efectos que las feromonas de dominación podrían tener en nuestro hijo por nacer… Tal vez Ahin también tiene algo tan complicado de expresar como eso.

Mientras pensaba, algo apareció en mi mente.

[Dime qué está pasando y por qué quieres dejarme atrás. ¡Deja de esconderme cosas!]

Era un recuerdo de la época en que Ahin me evitaba para que no lo viera teniendo ataques de feromonas. Mis ojos se agrandaron de inmediato y lo agarré por el cuello con ambas manos.

“¿¡Estás teniendo nuevos ataques…!?”

«No es eso. Lo juro por la vida de tu conejo.”

Ahin levantó las manos en una pose de rendición.

“¿Por qué juras por mi vida y no por la tuya?”

“La vida de Vivi es mía, y mi vida es de Vivi. Así que puedo apostar a cualquiera.”

A pesar de encontrar esto absurdo, tenía algo de sentido.

«… ¿Estás seguro de que no sientes ningún dolor?»

“Puedo jurarlo por la vida del conejo.”

Ahin, soltando mis manos que sostenían su cuello, se giró y me abrazó. No pude ver su rostro. Así que me senté en su regazo, la parte de atrás de mi cabeza tocando su pecho, y fruncí el ceño.

«Encontraré una manera de volver a la normalidad antes de que termine el invierno.»

Ahin, apoyando su barbilla sobre mi cabeza, susurró. Bueno, supongo que esta generosa Vivi no tiene más remedio que esperar.

«Pero no me evites demasiado.»

«Sí, está bien. Sería difícil hacer otra invasión del territorio de los leones después.»

Pronto, llegó una respuesta divertida.

«Hablas mucho para alguien que me evitó durante más de un mes.»

El hecho de que hubiera accedido a esperar no borró el dolor del pasado. Así que saqué el brazo que sostenía mi cintura y aparté a Ahin rápidamente.

Pronto, él estaba siendo presionado contra la pared del carruaje, con los ojos muy abiertos. Me acerqué más al rostro de Ahin, hasta que estuve tan cerca que nuestras respiraciones se mezclaron.

«¿Realmente no vas a evitarme?»

«No lo haré.»

Tan pronto como Ahin respondió, me incliné y nuestros labios se tocaron y se separaron. Después de cometer este atrevido acto, perdí la confianza, así que seguí jugueteando con los adornos de su ropa.

«¿Incluso si hago algo así?»

«… ¿Por qué evitaría eso?»

Ahin dejó escapar un suspiro como si esta sugerencia fuera realmente absurda. Gracias a eso, mi coraje se elevó de nuevo, así que volví a besarlo.

Obviamente, había sido yo quien lo había iniciado. Pero de repente, inclinó la cabeza y profundizó el beso. Fue tan intenso que me quedé sin aliento.

Cuando su mano sedienta presionó la parte de atrás de mi cuello, aparté mis labios.

«… Espera…»

Los ojos rojos entrecerrados hicieron palpitar mi corazón de coneja. Sin embargo, resistiendo la tentación, dejé de presionarlo contra la pared y regresé a mi posición original.

«Por ahora, solo puedes tocarme cuando yo lo diga.»

Siguió un silencio. Al darse cuenta de que estaba siendo castigado por mi amarga venganza, Ahin dejó escapar una sonrisa.

“Preferiría que me castigaras obligándome a arrastrarme a tus pies.”

«Te gustaría eso.»

«¿Entonces qué hago?»

“Esté en la palma de mi mano.”

Ahin abrió la boca para protestar, pero se detuvo. Por la expresión de su rostro, parecía que había pensado que estar en la palma de mi mano era emocionante.

‘Loco…’

Me apoyé contra Ahin, relajando mi cuerpo y murmuré.

“No dejé de decirte porque iba a la Academia a propósito. Es que…»

«Vivi.»

«¿Eh?»

«Puedes decirme cuando estés lista.»

«Pero no conoces el tema…»

“Algún día me lo dirás, ¿verdad? Está bien mientras no me engañes con otro.»

Por un momento, pensé en dar una respuesta, pero la ignoré y continué.

«En realidad, pensé que Ahin me estaba evitando porque se cansó de mí o algo así.»

«Imposible. Moriré antes de cansarme de ti.”

¿Por qué siempre iba a los extremos, sin término medio? Incliné la cabeza para ver la cara bonita, que todavía estaba mojada por la lluvia. Los labios se veían más rojos de lo habitual debido a su palidez.

‘¿Es posible que alguien sea tan hermoso?’

Pensando en ello, abrí los ojos como platos.

«¿Por qué me miras de repente?»

«Yo no…»

Era imposible negar la noción de que los depredadores eran hermosos a propósito, para atraer a sus presas. Ahin, mirándome, agarró mis mejillas y las estiró.

“La verdad es que me preocupaba que Vivi me hubiera abandonado y decidiera mudarse al territorio de los leones.”

Mis mejillas se estiraron mientras respondía.

«Y shi foeshe la vershdad, ¿qué hashrías?»

«… Sólo un poquito.»

«…¿Sólo un poquito?»

“Me habría vuelto loco.”

Al ver la luz en sus ojos rojos por un momento, miré a la pared, petrificada.

«Entendí…»

«Sí.»

La dulzura y la voz suave eran todos trampas. Él era así. No me atrevía a tratar de imaginar lo que sucedería si esta bestia se volvía aún más loca de lo habitual.

«Ja ja…»

Después de dejar escapar una risa sin alma, sentí que faltaba algo. Es como si siempre hubiera habido una mosca zumbando en mi oído durante mucho tiempo, pero se fue.

Shu y Bion se veían cansados, y estaban durmiendo y babeando, como siempre hacía Ash. Lile conducía el carruaje afuera. Miré a mi alrededor y luego me tapé la boca con las manos. Faltaba alguien.

“¡Ahin! ¡Dejamos a Evelyn atrás!»

«Lo sé.»

«¿Tú sabías?»

Ahin respondió con calma, frotando su barbilla en mi cabeza.

“Cuando llegamos a la mansión del león, se apartó de mi lado y se escondió. No hice nada porque pensé que estaba huyendo porque era demasiado cobarde.”

No lo creí. Estaba claro que Ahin había dejado a Evelyn en territorio de los leones a propósito. Confundida, empujé a Ahin por la mejilla y miré por la ventanilla del carruaje. El territorio de los leones, donde había quedado Evelyn, estaba desapareciendo rápidamente.

«¿Regresará solo?»

“Siempre vuelve solo.”

«Pero…»

“Va a montar en el lomo de un león o algo así y volver a casa. Ven aquí, te vas a resfriar.”

Fui arrastrada una vez más y atrapada en los brazos de Ahin.

En conversaciones normales, él y Evelyn se llevaban muy bien, pero en situaciones de crisis, se abandonaban en un abrir y cerrar de ojos. Era una relación que yo no podía entender.

 

***

 

En la mansión Grace.

“¡Esto es una abominación!”

«¡Cocinero! ¿¡Qué es eso!?»

“¿¡Quién haría un pastel tan extraño!? ¿¡Quién pondría el cuerpo de una pantera negra en la cabeza de un conejo!?”

“Esta es una propuesta para el pastel de graduación de la Señorita Liebre. El Señor Evelyn hizo la solicitud, especialmente…»

Era temprano en la mañana, y el pico de un pájaro aparecía y desaparecía como un relámpago en un rincón de la bulliciosa cocina.

Quinn, que había logrado robar fresas en medio del alboroto nuevamente, se elevó por los cielos sobre la mansión Grace.

«Gracias por el aventón.»

En ese momento, Evelyn, que había regresado a la mansión montado en un león, apareció en el campo de visión de Quinn. A diferencia de su apariencia ordenada habitual, estaba hecho jirones.

“No… Gracias por traerme, pero no tengo carne para darte… ¡Oye, tampoco puedes comer mi mano!”

Evelyn luchó con el león, que intentaba morderle la mano.

<Él siempre se involucra en las cosas más extrañas.>

Chasqueando la lengua, Quinn siguió volando hacia la oficina de Valence.

«Buen trabajo.»

Tan pronto como vio a Quinn posar en el alféizar de la ventana, ella sacó una caja que contenía un pastel de fresas. Era la recompensa por el trabajo que había realizado al transportar en secreto una pintura de la coneja.

“Mi suegro me robó el cuadro. Quién diría… La misma persona que, cuando la vio leyendo un libro por primera vez, casi se desmaya… Pero nadie puede saberlo, ¿de acuerdo?”

El negocio de cambiar la pintura original de la coneja lectora por una réplica, con pago en pastel de fresas de lujo, había sido más serio que una transacción de documentos confidenciales.

Justo cuando Quinn agarró la caja y estaba a punto de irse, Valence golpeó la ventana y habló, haciendo que se detuviera.

«Recientemente, la mansión está tranquila. La cantidad de cartas confidenciales que tienes para entregar también ha disminuido mucho. Debes estar aburrido en estos días.»

Quinn dejó de aletear y miró a Valence. No es de extrañar que estuvieran emparentados: ella tenía un ojo tan bueno como el de Ahin.

«Debe ser difícil para ti pasar tanto tiempo sentado en un árbol.»

Mirando por la ventana, Valence sonrió enigmáticamente y le tendió la mano. El viento frío sopló entre sus dedos.

“Han pasado 10 años desde que llegaste a la mansión. ¿No es demasiado tiempo para un hombre-bestia águila que se niega a ser atado?

Quinn, sin reaccionar, pateó la caja con el pastel. La mirada de Valence era tan penetrante que se puso nervioso.

“Si decides irte, solo dímelo. Te daré lo que quieras. Quiero recompensarte por llevar la coneja al territorio de los cerdos ese día.”

Sin responder, Quinn asintió y se fue volando.

<Hora de irse…>

Cruzó los cielos, pensando en las palabras de Valence. Era cierto que a menudo pensaba en volar a través del continente.

<Como dijo la Señora Valence, han pasado 10 años…>

Cuando Quinn conoció a Ahin, él era solo un niño. Pero, por supuesto, era lo suficientemente arrogante como para querer patearlo, incluso entonces.

[Lord Ahin te salvó la vida, ¿y no tienes la intención de ofrecer nada a cambio? Este Evelyn sugiere que el pájaro haga algo para devolverle el favor.]

[¿Cómo qué?]

[Por ejemplo, podemos ponerte una bolsa… Y puede actuar como un pájaro mensajero. Por, digamos… ¿5 años más o menos?]

[¿Todo eso, sólo por salvarme de este gato?]

[No es un gato, es una pantera negra. Esta ingratitud rompe el corazón de este Evelyn. Entonces, extendamos el período a 10 años.]

Inmediatamente después de salvarse de morir en las garras de Barra, Quinn se puso a trabajar. Y los 10 años de servicio prometidos estaban llegando a su fin.

Además, una vez que Vivi se mudara completamente a la mansión, la necesidad de ir y venir de la Academia también desaparecería.

 

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