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LRS 107

12 julio, 2022

Capitulo 107

El reloj de bolsillo de Ahin se desechó y el bastón de Lillian se partió por la mitad. Ezran, con los ojos tan abiertos como platos, alternaba su mirada entre el bastón y Lillian, preguntándole.

“¿Qué quieres decir con huir de un león? ¿Estás hablando de mi Rune?”

“…En el clan de las liebres, ¿es legal la poligamia? ¿Tú sabes?»

«¿Por qué me preguntas esto de repente?»

«Solo responde.»

«Bueno, hasta donde yo sé, la poligamia y la poliandria son costumbres comunes allí…»

El rostro de Lillian, que estaba pálido, se volvió azul. Así que por eso la coneja estaba presionando a ese sirviente contra la pared el otro día… todo tenía sentido ahora.

Balanceó su bastón roto, señalando la escultura de conejo encima del pastel.

“¡Qué nuera más infiel!”

Su grito desesperado resonó en el salón del banquete. Naturalmente, el pastel no respondió en absoluto.

Habiéndose ganado la etiqueta de infiel gracias a Evelyn, el nombre de Vivi estaba en la boca de las personas aún más que de costumbre.

 

***

 

Vivi miró al animal parado frente a ella. ¿Era una ilusión pensar que los ojos del león parecían tristes por un momento?

No había tenido la intención de correr, pero ahora que se había calmado, se detuvo a pensar en por qué Rune había vuelto a su forma original. Tal vez estaba enfermo o exhausto, como esa zorra.

Habiendo llegado a esa conclusión, habló lentamente para que él pudiera leer sus labios a través del cristal.

<¿Te sientes enfermo?>

Rune miró a Vivi preocupada, captando la expresión en su mirada.

‘Si digo que estoy enfermo, tal vez ella me preste más atención…’

Rune quería ser más ambicioso, pero no tenía el talento para mentir sin pestañear, como Ahin Grace, que era malo de nacimiento. Además…

Al darse cuenta de que la mirada de Rune estaba enfocada en algún lugar detrás de ella, Vivi giró la cabeza. Ash y Barra habían entrado al invernadero y se habían posicionado detrás de ella. Los dos estaban tranquilos, mirando a su alrededor.

Pero cuando Vivi volvió a mirar a Rune a través del cristal, dándoles la espalda, ambas panteras negras le mostraron los dientes al león, en silencio.

Rune, preguntándose qué había hecho mal, suspiró. No podía acercarse más que eso con los dos guardaespaldas presentes.

[Ahora que se ha decidido el sucesor del clan, debes saber que todo es para tu hermana. No pienses en querer nada más de lo que ya tienes.]

[Eres tan perezoso y complaciente, ¡qué irritante!]

Si Rune hubiera vivido una vida diferente y hubiera aprendido a perseguir lo que quería, ¿habría actuado de manera diferente cuando conoció a Vivi?

<Me preguntó si estoy enfermo…>

Cuando Rune lo notó, Vivi había ido hacia el vidrio que los separaba, presionando su frente contra él, y estaba haciendo tap tap allí para llamar su atención, mirándolo con cara de preocupación.

Entonces, Rune olió a Meimi acercándose a él desde afuera. La criada, que había vuelto a su forma de pantera negra, le entregó un bulto de ropa que llevaba en la boca sin hacer ruido.

Su postura indicaba que no tenía intenciones de irse de nuevo. De las tres panteras presentes, ¿no sería ella la más peligrosa?

Rune, suspirando, movió su pata delantera. Naturalmente, los ojos de Vivi y de las tres panteras siguieron su movimiento.

El león, con una expresión vacía, hizo una floritura con sus patas delanteras, continuando con pasos alegres y movimientos de cabeza.

<No está mal.>

Tal vez porque estaba en el territorio de las panteras negras, fue más audaz. Rune movió sus bigotes, sintiendo que estaba en el centro del mundo mientras bailaba. Más que nada, quería transmitir su mensaje.

Vivi lo miraba, vidriosa. Los ojos del león recorrieron su cuello, envuelto en vendas. En el pasado, Rune había visto que Ahin la había mordido allí, para dejarle una marca.

<…Pantera cretino.>

Un depredador común no entendería esta marca. Al no ser animales salvajes, sino hombres-bestia racionales, no harían algo como dejar una cicatriz permanente en otra persona sin motivo alguno.

Sin embargo, estaba claro que Ahin Grace, habiendo dejado tal marca, tenía una razón para hacerlo. ¿Vivi, siendo herbívora, entendió cuán egoísta y codicioso era eso? Cada vez más enojado, Rune comenzó a perder la cabeza.

[Eres un idiota que no entiende el encanto de los conejos.]

¿Por qué recordaba el muñeco de conejito que Ahin llevaba consigo? Recordando al niño que jugaba con él todos los días, Rune apretó los dientes.

[Si no puedes ganártela, ¿por qué no vuelves a tu forma original y haces un baile de apareamiento para ella?]

Por primera vez en su vida, levantó las patas al ritmo. Su melena se balanceaba al ritmo de sus caderas. La pasión de los movimientos del león incluso creó un viento a su alrededor.

«Oh, no creo que esté enfermo.»

¿Pero estaría bien en la cabeza? Admirando la fuerza de las rotaciones de la melena, Vivi luchó por entender qué mensaje podría estar tratando de transmitir Rune. Ella sabía más que nadie lo frustrante que era cuando los demás no entendían lo que quería pasar en su forma animal.

«Oye, Felton.»

Millon, uno de los dos guardias que custodiaban el invernadero y que había estado observando la escena desde el principio, sacudió el hombro de su compañero.

«Parece que trajeron un león bailarín para animar la fiesta de cumpleaños.»

«Parece que sí.»

“Felton, ¿es posible enseñar a un animal a bailar así?”

«Creo que es un hombre-bestia.»

«Pero, ¿qué clase de loco haría algo así, entonces?»

La discusión continuó durante mucho tiempo mientras Rune realizaba la danza tradicional del clan de los leones, siendo observado por una mujer-bestia liebre y tres panteras negras, quienes seguían cada uno de sus movimientos con los ojos.

 

***

 

Después de hacer los movimientos incómodos durante mucho tiempo, Rune tomó la ropa que Meimi le había traído en su boca y desapareció.

Después de renunciar a comprender lo que había sucedido, miré al invernadero. El hecho de que tuviera la intención de venir aquí desde temprano en la noche fue un alivio en medio de las complicaciones que habían surgido.

‘¿Qué hora es…?’

Sintiéndome nerviosa, comprobé el reloj de pulsera con Ferenium, que llevaba enrollado como un brazalete. Faltaban unas dos horas para que terminara la fiesta.

Al llegar a un área donde había varios tipos de flores, me agaché y comencé a trabajar. Meimi, Ash y Barra se quedaron un poco separados, porque tenía miedo de que estropearan las flores.

Mientras recogía varios tipos de flores, miré a Meimi, un poco avergonzada. Siempre me pregunté cómo sería su verdadera forma, pero sentí que no se me permitía mirar.

De pie allí, siempre profesional, la pantera Meimi estaba alerta. Sin olvidar lo que realmente importaba, llevaba un cinturón alrededor de su cuerpo y metida allí, una daga.

«Meimi, ¿no vas a volver a tu forma humana?»

“…”

Ella, que en forma humana era una persona de pocas palabras, como una pantera, estaba aún más silenciosa. Dándome la vuelta, volví a las flores.

Tal vez porque estaba pensando que Rune podría volver, me distraje. Le habían dado ropa, pero eso no significaba que se había ido.

No tengo tanto tiempo. Dos horas no era mucho. Centrándome en las flores, pensé en Ahin, que a veces se alejaba de forma extraña. Tal vez temía que le pasara lo mismo que le pasó a su padre. Me di cuenta de que nunca me había hablado del futuro.

Así que pensé en darle algo para calmar su ansiedad en su cumpleaños. Debería decirle las cosas que no podía porque estaba en forma de conejo. Mirando al vacío, fruncí el ceño.

‘¿Gracias por recogerme?’

No, no podría decir algo tan directo, sería demasiado vergonzoso. A diferencia de las panteras negras, que solo piensan en devorar, la gente del clan de las liebres valoraba los procedimientos de cortejo y romance. Cuando le regalabas un ramo de flores a alguien, significaba que estabas dedicado a esa persona, y cuando se lo entregabas, debías decir palabras bonitas y halagadoras.

Rascándome la barbilla, me di cuenta de que estaba en problemas. No podía pensar en nada que elogiar de Ahin.

Decir que está loco no es un cumplido.

No tenía nada que decir aparte de eso… Pensé en concentrarme en su apariencia. Su cabello plateado brillaba como la luna, sus ojos eran brillantes y tan rojos como sus labios. Su cuerpo era aún más hermoso que su rostro…

«Vaya…. Es mejor dar las flores sin decir nada,”

Pasé saliva, mientras olía las flores en mi nariz, lo que me hizo relajarme. Evelyn me había llamado coneja pervertida antes, y siempre lo había negado, pero al final, tal vez él tenía razón.

Lo más importante era ir a un lugar separado. Ahin estará feliz cuando le muestre los pétalos de la marca de humanización definitiva que están comenzando a aparecer. Mi corazón se aceleró al recordar la curva que sentí en mi cuello.

“Tu gusto es terrible. ¿Estás apilando estas flores de diferentes colores a propósito?»

Estaba petrificada por la evaluación cruel que escuché a mis espaldas. Era la voz de Rune, que se había vuelto humano y regresado. Meimi bloqueó a Ash y Barra, quienes le enseñaron los dientes y comenzaron a gruñirle.

«Nunca has hecho un ramo antes, ¿verdad?»

La ropa que vestía, habiendo sido traída por Meimi a toda prisa, era sencilla y blanca. Se agachó frente a mí, tomó una flor del ramo que estaba armando y parpadeó fuera de foco.

Sentí una sensación diferente del peligro de cuando él era un león.

«… Rune, ¿por qué volviste a tu forma original?»

«A veces tengo ganas.»

Debe haber bebido demasiado vino durante la fiesta. Pero no olía a alcohol… Asentí con dulzura y seguí juntando flores.

«No estoy borracho, ¿ves?»

¿Tienen sus feromonas el poder de leer la mente de las personas? Mientras lo miraba con recelo, Rune sonrió y agitó la flor lila que sostenía.

«Estás diciendo con tus ojos que soy un depredador raro, ¿no?»

Pensé que había logrado ocultarlo, pero nada iba bien hoy. Medio rindiéndome, miré a Rune, quien hábilmente trenzaba los tallos de varias flores.

“Bueno, creo que tienes razón, soy raro. Quiero decir, es raro que un león se enamore de una coneja, ¿no?”

«…¿Qué?»

Esto fue muy repentino. Sin palabras, miré a Rune sin comprender. Los ojos dorados permanecieron fijos en las flores, que estaba trenzando en una guirnalda. Pronto, su rostro se puso más y más rojo y habló.

«… Dije eso antes de Ahin Grace, ¿no?»

“….”

“Al ver que no hay respuesta, creo que es verdad. Bueno, con su personalidad, no me sorprende.»

Sonriendo, agregó una flor blanca a la corona. Miré, asombrada.

“Es la primera vez que le digo esto a alguien. Y creo que fue la primera vez que Vivi lo escuchó, ¿no?”

¿De qué estaba hablando? ¿Cómo sucedió esto y cuándo? Apenas nos conocemos, y ni siquiera pasamos tanto tiempo juntos. Incapaz de responder, miré la corona en las manos de Rune.

Ahora que lo pienso, Rune no lo sabía. Que, a pesar de no ser correspondida, yo tenía sentimientos por Ahin, y que ni siquiera yo sabía cuán profundos eran. Tragué saliva varias veces y abrí la boca con dificultad.

“Yo… Ahin…”

“Lo sé, no tienes que decirlo. Me enoja tanto que, con rabia, planeé robarte y llevarte a mi territorio.”

«¿¡Qué…?!»

«Pero cambié de opinión cuando te vi haciendo esta abominación floral.»

No necesitaba ser tan directo sobre la falta de belleza de mi ramo. Un poco deprimida, lo escondí detrás de mi espalda.

«Es la primera vez que te veo hacer esa expresión».

Sin saber qué cara estaba haciendo, agaché la cabeza para ocultar mi rostro. Pronto, Rune me ofreció su guirnalda, hecha exclusivamente de flores blancas y lilas.

«No quería que tu vida se arruinara, quedándote en el territorio de las panteras negras para siempre.»

 

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