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❀۰SMDV۰✿ – Capitulo 216

30 marzo, 2022

Mostrando afecto (2)

La sonrisa en su rostro desapareció lentamente y las sombras comenzaron a aparecer en semblante a medida que avanzaba la noche.

Aunque sería la hora de irse a dormir pronto, Roselia no tenía la intención de dejar ir al gato.

Abrió la boca con cuidado, atrapado en un mal humor que no típico de él.

«Tenemos que dormir ahora».

«Oh… Ya ha llegado el momento».

Roselia, que no sabía que había pasado el tiempo, murmuró mientras miraba por la ventana. Debo haber estado demasiado ocupada jugando con Run que no lo noté.

Cassius se sintió aliviado y estaba a punto de hablar.

«¿Entonces nos vamos a dormir?»

Roselia dijo, cargando al gato. Dirigiéndose a Run y no a él. Ese ‘nos vamos a dormir’ hizo que las cejas de Cassius se elevaran y una ligera arruga se formó en su frente.

«Oh, Cassius. No creo que quieras acostarte con nosotros».

Cassius se sintió mareado ante la visión de tener que hacer la pregunta de cuál sería su lugar para dormir viendo como Roselia lo observaba sin comprender con sus ojos rubíes emocionados de su noche con su nueva mascota.

«Entonces, ¿qué hay de mí? ¿Dónde dormiré?»

«Bueno. Es un gato tan pequeño. Solo ocupará un poco de espacio, toma ese lado entonces».

Roselia dijo con una sonrisa maliciosa. Cassius parecía que se estaba volviendo loco por lo ilógico de todo esto, pero ella se sentó en la cama con el gato en brazos como si no supiera nada de lo que la rodeaba.

─────♡◦♡◦♡─────

Karina visitaba la casa del Duque todos los días con el pretexto de comprobar el estado del gato.

«¡Run! ¿Crees que te va mejor aquí?»

El gato maulló amablemente.

«Roselia-sama me parece que definitivamente dice que está mejor aquí».

Aseguró Karina, acariciando al gato. Ambas mantuvieron una conversación continua con el gato en el medio.

«¿Tú aquí de nuevo?»

Ain murmuró como si estuviera cansado de tener que verla constantemente.

«Estoy aquí para ver a Roselia-sama, así que si no quieres verme, vete por donde viniste».

«Realmente no tienes respeto. ¿Quién dijo que puedes darme órdenes? Iré donde quiera».

Ain dijo mientras se sentaba junto a ellas. Entonces el gato se acercó a sus pies.

Run extrañamente, no le tenía miedo a Ain. Más bien, como un cachorro domesticado, se acostó sobre los pies de Ain e incluso rodó sobre su vientre para ser acariciado.

A Ain no parecía gustarle mucho el gato, así que Roselia trató de separarlos rápidamente.

«Run».

Ain giró su dedo índice en un espiral y le habló breve y audazmente al gato. Entonces Run saltó alto como si lo hubiera entendido.

El gato siguió jugando con las patas hacia arriba y aferrándose a los muslos de Ain. Él mantuvo una cara indiferente y solo movió sus dedos para jugar con Run.

Era una situación extraña, pero también le sentaba bien. Si tuviera una cámara, Roselia le hubiera tomado muchas fotos y grabarlo para la posteridad.

─────♡◦♡◦♡─────

Pasar tiempo con el gato fue más agradable de lo esperado. Pero el tiempo de diversión se acaba más rápido.

“Roselia. Gracias por cuidarlo.»

 «¿Ya es hora…?»

«Sí. Creo que estará bien si me lo llevo ahora».

«Sí, me alegro que pueda regresar con sus amigos».

Roselia lo dijo con genuina alegría. Sin embargo, saber que realmente se iba a separar de mí, me llenó de tristeza porque sentía mucho cariño por él.

«Nos veremos de nuevo. No debes olvidarme Run».

Roselia incluso tenía lágrimas en los ojos.

«¿Te portarás bien, cierto?»

Roselia sugirió mirando fijamente los ojos del minino. Run inclinó la cabeza como si entendiera sus palabras o no.

Roselia lo sostuvo con fuerza entre sus brazos.

«Te voy a extrañar Run».

Roselia observó hasta el último momento cuando Karina se llevó al gato llena de arrepentimientos y suspiros goteando.

«¿Se ha ido?»

“… Sí.»

A la pregunta de Cassius, Roselia se enfurruñó y respondió un poco descontenta.

«¿Quieres tener un gato?»

Preguntó Cassius al verla desanimada.

“… No necesariamente, pero ahora se siente el vacío porque ya no está ahí».

Mientras tanto, Roselia, que ya estaba profundamente enamorada del gato, murmuró como si ahora estuviera vacía. Cassius, que estaba mirando la escena, inclinó levemente la cabeza y se acercó al rostro de Roselia.

«Roselia».

“¿… Eh?»

Miré a Cassius que me estaba llamando en un susurro justo en frente de mí. Las comisuras de los labios de Cassius se estiraron en un suave arco.

«¿Qué fue lo que jugaste principalmente con el gato?»

Roselia pensó que él estaba tratando de apaciguar su decepción.

“Solo lo veía jugar…»

«¿Y?»

Instó Cassius.

«Y… Acariciaba su pelaje…»

Recordó cómo al principio se escurrió y se escapó porque no quería que ella lo peinara. Pero Roselia le peinó cuidadosamente el pelaje, acariciándolo suavemente para evitar asustarlo al máximo.

Incluso el gato, que al principio se mostró rebelde, pareció acostumbrarse poco a poco a su toque, por lo que dejó de escurrirse y se tranquilizó cuando ella lo hacía.

Cuando terminaba de cepillarle el pelaje, se dormía profundamente con la lengua fuera.

Parecía que el tacto suave que sentía Run al acariciar y peinar su pelaje lo relajaba por lo que aún dormido, buscaba mis manos. Una sonrisa se deslizó naturalmente por sus labios.

«Acaricié el gato para peinarlo».

“… Correcto.»

“Por cierto, incluso una vez tuve que darle un buen baño. El espeso barro del jardín se endureció en su pelaje porque se había revolcado en agua fangosa».

Run lloraba para escapar del baño dispuesto a salir corriendo con las garras en alto, como listo para librar una guerra. En ese momento, hubiese sido imposible para Roselia si estuviera sola, por lo que incluso con la ayuda de algunas doncellas que se unieron solo lo lograron con mucho esfuerzo.

«Lamento mucho no poder volver a hacerlo».

“Me imagino”.

A las palabras de Roselia, Cassius respondió como si realmente lo lamentara. Sin embargo, la respuesta que debía parecer natural según el flujo de la conversación, sonó algo seductora para Roselia.

Al momento siguiente Cassius tomó su mano y la levantó. Su mano flotó en el aire y se posó en su suave cabello de hilos de oro pálido. Los ojos de Roselia se agrandaron, llenos de asombro.

Cassius le susurró en voz baja.

«Por eso, hazlo conmigo en su lugar».

 

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