Así que esperaba que el Emperador soltara finalmente su mano de los Chade y les diera la espalda. La despiadada fama de la familia Chade ya era bien conocida, y cuanto más continuaban relacionados con esa clase de familia, menor era la dignidad Imperial de la familia Real.
Pero lo más difícil de todo le fue no actuar a veces como si estuviera por encima del Emperador. Ya no era una cuestión de si podía confiar en Cassius Chade o no.
El Príncipe Heredero no creía en Cassius Chade y lo consideró capaz de traicionarlos en cualquier momento si ganaba más riquezas y prestigio con eso.
Una y otra vez, el Príncipe Heredero instó a la familia Chade a no permanecer a su lado, pero cada vez, el Emperador se reunía con Cassius Chade diciéndole que pronto entendería por qué aun siendo el Príncipe Heredero, necesitaba un mal tan necesario.
Lucas, siendo el Príncipe Heredero, era un ser que algún día ascendería a la posición más alta, pero faltaba para eso. El Emperador todavía por estaba encima de él, y Lucas no podía tocar arbitrariamente a la familia Chade mientras su padre estuviera vivo.
Así que siguió soportando la enemistad con una clara expresión de disgusto y la convicción de destruir primero a la familia Chade si algún día se convierte en Emperador.
Entonces, cuando Ain arrasó con la actual familia Chade y gobernó sobre ella como el nuevo Duque, y Alyssa que ya estaba en su corazón fue objeto de su persecución, ese estrecho límite que puso el Emperador contra Lucas comenzó a desmoronarse.
Roselia también aprendió cosas nuevas mientras pasó estos siete años aquí.
Una de ellas fue la relación entre el Emperador y Cassius. Los dos estaban en una relación simbiótica a favor de los intereses del otro.
Han pasado más de 20 años desde que los dos empezaron a andar juntos y se ha formado una firme libertad entre ambos. Los dos parecían burlarse y hacer comentarios agresivos el uno al otro, pero eso también era algo que no se podía juzgar a la ligera según los ojos de los demás.
Más bien, era posible mostrar tales apariencias casuales ante los demás porque había un fuerte sentido de confianza y cordialidad.
Pero el Príncipe no lo sabe, no era capaz de entenderlo. Solo juzgaba a los Chade por lo que veía desde su punto de vista.
‘Sería bueno aclarar el malentendido del Príncipe Heredero’.
Roselia estuvo a punto de preguntarle en secreto a Cassius sobre que pensaba del Príncipe, pero se rindió inmediatamente después de solo pensar en ello.
Cassius ya era muy consciente de lo que pensaba el Príncipe Heredero de él.
Sin embargo, no intentó estrechar su relación con él, sino que concienzudamente lo provocó, encendiendo la enemistad del Príncipe Heredero.
‘Todavía no he encontrado una buena solución’. Roselia levantó la parte superior de su cuerpo, que estaba apoyada en el sofá, y puso sus pensamientos en posición vertical.
Era hora de pensar cómo comportarse en el Banquete del Palacio Imperial.
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Era el día del Banquete del Palacio Imperial.
Roselia corrigió el aspecto del frac que llevaba Ain.
Aunque los criados ya los dejaron perfectamente vestidos y no había arrugas por ningún lado, Roselia quiso comprobar el acabado final de su hijo, aunque fuera una acción sin sentido.
El Ain de hoy se veía demasiado genial.
Cuando era joven, me distraía admirar su ternura, pero el Ain de ahora se veía tan digno y orgulloso que ni siquiera podía decir que era lindo, ni siquiera como una broma.
Es tan perfecto que cualquiera que lo vea se enamorará a primera vista. ¿No sería genial si le gustara alguien más que la protagonista femenina?
Roseria suspiró involuntariamente.
«¿Mamá…? ¿Tiene algo de malo mi traje?”
«No. ¿Cómo podría ser? Me recuerda a tu infancia, cuando veo, el cómo te ves increíble todos los días con todo lo que uses».
¿Es posible que Alyssa se enamore de Ain?
Roselia no quería que ella se interesara en Ain, pero tampoco podía detenerla si por algún motivo él le agradaba.
“Si extrañas esos días…»
Ain bajó un poco la parte superior de su cuerpo y extendió los brazos cerca del rostro de Roselia. Ella parpadeó sorprendida. Sus párpados se cerraron y se abrieron lentamente.
Al ver la figura de Ain muy cerca, frente a ella, los ojos de Roselia se abrieron al máximo.
«¿Qué tal, te parece un poco anticuado?»
Ain sonrió con frialdad y la miró de reojo con un semblante alegre. Su sonrisa era claramente la misma que cuando niño.
Pero Roselia todavía estaba rígida con el rostro desconcertado.
«¿Qué es eso?»
Cassius se acercó con una voz quejumbrosa. Su mirada también estaba en Ain.
Más precisamente, en el cabello de Ain.
Era momento de que Cassius abriera la boca de manera significativa, lamiendo sus labios. Evidentemente, no saldrán buenas palabras de su boca.
“… Tan lindo.»
«¡¿…?!»
«Después de todo, nuestro Ain se ve bien con cualquier cosa que se ponga en el cabello».
Roselia interceptó las palabras de Cassius en el camino y dijo. Gracias a esto, la cara de Cassius se distorsionó y las comisuras de los labios de Ain se elevaron agradablemente.
Resulta que sacó una pequeña horquilla en forma de rosa que se había colocado en el peinado de Roselia como decoración y se lo puso en su propio cabello.
Aunque no se miró a un espejo lo hizo bien, pero al ponerlo adivinando, su cabello se enredó un poco, pero como ella dijo, le quedaba bien como si estuviera hecho para él desde el principio.
Fue solo por un breve momento, pero por un segundo, a Roselia le pareció que se adaptaba mejor a él que a ella misma, por lo que estaba aterrorizada.
Cassius miró la fina horquilla con una rosa en la cabeza de Ain y dijo: «¿Finalmente te volviste loco?» Aunque pensó en algo peor en su cabeza, pero lo obvió.
“Lo que dijiste hizo que me sintiera mejor. Gracias, Ain.»
Roselia miró a Ain con una sonrisa suave y cálida como la suave brisa. Él sonrió feliz al ver que tenía razón.
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