Era un sueño que a primera vista no parecía malo, pero por mucho que lo pensara, el contenido me hacía sentir extraña. Los tres aparecimos en el sueño.
Hierba verde la rodeaba, ese era el comienzo. Entre las flores de colores, Roselia sonreía alegremente. Se sintió como un sueño agradable, hasta allí.
Pero el hermoso paisaje cambió en un instante. De repente, el entorno se oscureció y el aire se volvió más frío. Cuando el aire impávido la envolvió Roselia, su cuerpo tembló.
«Uhh… Mamá… Mamá… Ayúd… Uhh…»
Ain estaba vomitando sangre y llamándola desesperadamente. Su cara y cuerpo todos cubiertos de sangre. Ni siquiera podía ver su rostro correctamente.
Roselia, al verlo, trató de correr, pero no pudo avanzar como si tuviera los pies atados firmemente a la tierra. Buscó a Cassius pero se había desvanecido de su lado.
Por mucho que gritara y luchara, la distancia entre los dos no se acercaba. Con el paso del tiempo, la sangre de Ain se hizo más abundante y espesa.
«¡Ain! ¡No! ¡Alguien, ayúdenlo! ¡¡Ya voy Ain, mamá está aquí!!»
Roselia le gritó a Ain, con todas sus fuerzas, pero él parecía que no podía oírla. Al final, Ain cayó de bruces al suelo.
«Uh, madre… yo lo…»
Entonces Ain pareció decir algo. Sin embargo, solo vi las formas que hacían su boca, pero no escuché ningún sonido y me desperté. Mi corazón latía tan rápido como si hubiese corrido un maratón.
Es un sueño de todos modos Era solo un pesadilla que no tenía nada que ver con la realidad.
‘¿Pero por qué fue tan horrible?’
El sueño fue tan vívido que sintió como si realmente fuera a suceder.
‘Fue aterrador’.
Ain estaba sangrando profusamente. Aunque fue un sueño, caló en ella de manera demasiado realista.
‘¿Por qué tuve esta clase de sueño?’
Hubiera sido mejor si se hubiera desvanecido tan pronto como me desperté. Pero no, lo recordé todo, tan vívidamente el contenido del sueño como si estuviera allí una vez más.
Al final, esas terribles imágenes permanecieron en la cabeza de Roselia desde la noche hasta el amanecer del día siguiente.
Cuando llegó la mañana, Roselia, que no pudo dormir, tenía una expresión oscura en su rostro. Cualquiera que vea esa sobra opaca debajo de los ojos sabría que no logró dormir. Me di cuenta, apenas la vi que estaba en mal estado por las pesadillas.
“Roselia. ¿No dormiste ayer? ¿Qué clase de sueño tuviste?”
«Soñé que…»
Sus labios no se desprendieron fácilmente de las palabras. Estaba aterrorizada porque pensé que si sacaba a relucir que Ain estaba sangrando, me llegarían de una manera muy realista los recuerdos.
«¿Qué fue?, ¿Ain se lastimó?»
“… ¿C-cómo supiste?»
Cassius preguntó de nuevo. Sorprendida, habló con una mirada de perplejidad en su rostro.
“Cuando mi esposa está preocupada, se trataba principalmente de Ain, así que supongo que sí. Debes estar preocupada por cosas inútiles».
Cassius murmuró un poco malhumorado. Pero Roselia todavía estaba perpleja y no podía entender por qué pensaba que era un temor infundado.
Luego, las doncellas y criados que los rodeaban en el comedor abrieron la boca uno a uno.
«Ain-sama nunca ha sido herido antes.»
«Él ni siquiera ha contraído un resfriado común».
«Duquesa, no tiene que preocuparse demasiado».
Incluso los sirvientes desestimaron las preocupaciones de Roselia. Parecía como si no hubiera nada en el mundo más insignificante que preocuparse de que Ain saliera lastimado.
«Mamá. No te preocupes. Nunca saldré lastimado».
Ain también dio un paso adelante y le prometió. Como todos decían que nunca sucedería unánimemente, también se sintió un poco aliviada.
«Por supuesto. ¿Acaso no sé lo fuerte que es nuestro hijo?”
Roselia puso una sonrisa en sus labios. Sí, creo que lo estás pensando demasiado. Es realmente un sueño horrible con un contenido que ni siquiera existe en la novela.
Un sueño que no afecta a la realidad. Prestemos más atención a Ain mientras tenemos tiempo en vez de preocuparnos por eso. Las cosas buenas planeadas para el futuro de Ain eran más importantes que los sueños que podrían o no hacerse realidad.
Roselia volvió a tomar una decisión de ser fuerte.
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El viento sopló suavemente y pasó llevándose al tiempo rápidamente. Desde entonces, han pasado siete años.
Y aun, no había una sola arruga en el rostro de Cassius. Su flequillo, que parecía cubrir sus ojos, se balanceaba con la brisa cálida, oscureciendo aún más las pupilas debajo de ella, la atmósfera a su alrededor se hizo más profunda.
Cassius había traído un breve documento y lo estaba mirado en la glorieta del jardín trasero, y junto a él, Roselia estaba inquieta, deambulando frenéticamente, incapaz de sentarse.
«¿Ya estará aquí?»
«Aún no.»
Cassius respondió indiferente a la pregunta de Roselia. Ante sus decididas palabras, ella bajó los hombros con impotencia.
¿Cuánto tiempo ya ha pasado?
A Roselia le pareció un tiempo infinitamente largo, pero en realidad había transcurrido menos de una hora. No pudo aguantar más y volvió a preguntar.
«¿No crees que estará aquí ahora?»
«No. Aún falta.»
Pero la respuesta fue la misma. Tuvo la ilusión óptica en la que a Roselia se le caían las orejas como un cachorro deprimido. Al ver esto, Cassius sonrió amargamente, envolvió el hombro de ella y la sentó a su lado.
«Te avisaré cuando llegue, así que espera pacientemente».
“… Bueno.»
Roselia no podía esperar a que Cassius hablara primero. Sin embargo, tan pronto como él les dio un vistazo a las doncellas, el té y los postres sencillos estaban listos para servirse.
Se dio cuenta tardíamente de que tenía la boca seca y se mojó los labios con té. Esta vez, parecía haber aguantado bastante tiempo. Ahora preguntó coquetamente, con la barbilla apoyada en el hombro de Cassius y sus ojos como rubíes brillando.
«Ahora… ¿sí?»
A su pregunta, Cassius dejó los papeles que estaba mirando y volvió la cabeza. Sus caras estaban muy cerca, sus miradas se cruzaron y se mantuvieron.
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