Todavía te quiero (2)
«En ese momento, cuando le di un antídoto a ese niño, yo… no sabía como sentirme».
La voz baja de Fabián estaba llena de resentimiento. Evelyn bajó la cabeza en silencio frente a él. Para él, ella era una traidora que en secreto dio a luz y crio a su hijo después de divorciarse de él sin ningún motivo.
«Lo aceptaré si admites que estabas equivocada».
Pero ahora ambos sabían la verdad. Incluso el hecho de que aún sentían algo por el otro.
«Su Majestad, ahora quiero hablarle de Adrián…»
«No. Tienes que darme una respuesta sensata ahora mismo. No puedes pedir nada hasta que obtenga mi respuesta clara». Fabián se acercó un paso más. «Porque de lo contrario me voy a volver loco». Su voz profunda y grave sonó justo frente a ella. Sus ojos negros la miraban ardientemente. Su aliento y la mirada en sus ojos parecieron rascarla.
«Por qué.» A Fabián se le ocurrió una palabra dolorosa. «¿Por qué hiciste eso?» Siempre quiso preguntar. Si tan solo pudiera saber la razón, tal vez sería menos doloroso.
«¿Con qué tipo de pensamientos en mente lo hiciste?» Respiró lentamente, tratando de controlar su creciente ira.
Por primera vez, ella sintió que los sentimientos de él estallaban. Sus emociones en la oscuridad eran tan feroces e intensas como una tormenta. De repente, recordó lo aterrador que era Fabián. No sería sorprendente que muriera ahora en sus manos. (nooo, habla Eve, él sólo te quiere escuchar! D´x)
«¡Porque, porque!» Con voz baja y aterradora, él extendió la mano con rudeza. Estaba lista para enfrentar lo peor y cerró los ojos con fuerza, pero no pudo evitar que sus hombros temblaran un poco.
Sin embargo, no importó cuánto tiempo esperó, la mano de Fabian no la tocó. Cuando abrió los ojos, sus manos vagaban en el aire y tomaron las de Evelyn.
«Yo… ¿Qué es lo que debería sentir?»
A ella le dolía el corazón ante sus deprimentes palabras. Siempre pensó que Fabián no tenía este tipo de sentimiento. Pero fue su propia arrogancia hablando. No habría una persona sin sentimientos en este mundo, pero ella no lo sabía. No, ella no quería saberlo.
«Nunca he estado tan deprimido desde que nací». Él dijo. «Nunca había sentido tan difícil respirar desde que vivía en este Imperio.»
“Estoy tan angustiado ahora. Me estoy volviendo loco en este momento y creo que mi cabeza explotará». Los ojos azules de ella temblaron cuando él lloró desesperadamente.
«Incluso si tuviera un cuchillo clavado en mi pecho, no dolería tanto». Fabián ya no tenía fuerzas. Su mano, que sostenía la de Evelyn, cayó con fuerza. Su dolor se extendió como un veneno.
«No. Eso es mejor… Está bien si todos en este mundo me tienen miedo. No me importa si me odian». (waaaa mi bebé! Habla niña! :´V)
Fabián no quiso admitirlo, así que negó la realidad, pero todo fue igual de inútil.
«Pero… Evelyn, ¿tienes que ser tú?» Sus ojos negros se clavaron dolorosamente en el corazón de ella, «¿Qué diablos te he hecho?» Los sentimientos desbordantes que había estado reprimiendo todo este tiempo finalmente estallaron. Ella no pudo responder y solo se mordió el labio.
Sufría por un error que aún no había cometido. Las lágrimas rodaron por las mejillas de Evelyn, que se quedó sin habla. La temperatura del cuerpo de Fabián, que sostenía su mano, se sentía ardiente y eso hizo que su corazón doliera aún más.
«Mírame, Evelyn.» Él suplicó: «¿Por qué… las cosas resultaron así?»
Hubo tantas noches solitarias. Fabian no sonrió desde que ella se fue. Habían pasado dos años tan indefenso. Fue su lucha solitaria. Era un Emperador que no podía enamorarse ni por un día, y lo único que pudo ayudarlo durante esos días era la creencia de que algún día ella volvería.
«Estaba equivocada.»
Fueron palabras vacías. Cuando esas palabras salieron de su boca, parecía que toda la fuerza que sostenía a Fabián había desaparecido. Sin saberlo, cayó y se desplomó frente a Evelyn.
«Ah, qué…»
Dudaba de sus ojos, pero Fabian no se movió. Aún sostenía la mano de Evelyn, a pesar de que estaba arrodillado frente a ella. Como si su mano fuera la única vía de esperanza.
«No puedo soportarlo más». Fabián dijo como si estuviera haciendo expiación. «Evelyn». Fabián enterró la cabeza en su regazo, «Estoy cansado…»
Las lágrimas pertenecían a ella, pero sintió que él era quien estaba llorando.
«Estoy tan cansado….»
Evelyn, sin saberlo, alcanzó la cabeza de Fabián y luego se detuvo un momento.
“¿Por qué me dejaste?, me pregunté, y me culpé a mí mismo… eso fue demasiado cruel. Durante innumerables noches, cada vez que estaba solo, cada vez que aparecía un recuerdo imborrable, era tan cruel extrañarte.» Fabian levantó su cabeza hacia arriba, mirando a Evelyn. Tenía los ojos llorosos. Había sentimientos dolorosos, tristes y anhelantes en él.
Y también… quedaban recuerdos de amor.
«Evelyn… te amaba».
Otra gota de sus lágrimas fluyó antes de que terminara su confesión.
«Y yo aún te amo…»
Extendió la mano y le secó las lágrimas a Evelyn, «No tengo más remedio que hacerlo por el resto de mi vida». (digan lo que digan, yo te amaré por el resto de mis días, bebé @_@)
Ahora, estaba nuevamente suplicando por su amor. Por primera vez, dejó todo su orgullo, aferrándose a ella como un hombre.
«¿Todavía no es suficiente?» Fabián preguntó con calma. No importa lo que sucedió hoy, tenía que escuchar la respuesta de Evelyn. No había nada más que vacilar o perder. Un emperador se había arrodillado frente a ella, entonces, ¿Qué más podía dar Fabián?
«Si arranco mi corazón, lo saco y lo pongo en tu mano, ¿Conocerás mi sufrimiento?»
«No no…» Su voz de tembló levemente.
«Me odias. Por eso me diste este dolor, ¿no es así?» No fue un regaño. Era sincero.
La garganta de Evelyn estaba ahogada por el dolor tan profundo en sus ojos.
Y aún así no pudo alejar su mirada de esos ojos.
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Pueden arreglarlo Eve… Solo abre esa boquita niña, cuanto mas tiene que sufrir??
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