Weiyin, recientemente escuché malos rumores sobre los Shen. Sabes a cerca de ellos? (3)
La Sra. Zhou desplazó su mirada sobre ellas y escondió su ceño preocupado. Tranquila y serena, sonrió y dijo: “Gracias por venir. Si necesitan algo, no duden en mencionármelo».
«De ningún modo. El alcalde Zhou ha organizado una gran fiesta de cumpleaños para ti. Le tengo tanta envidia, Sra. Zhou».
La esposa del alcalde sonrió agradablemente. Su mirada aterrizó en Ye Qing. «Señora. Lu, tú…»
Por un momento, confundió a Ye Qing con Ye Zhen, pero se corrigió cuando vio la ropa que tenía. «Eres la hermana gemela de la Sra. Lu, ¿verdad?»
Ye Qing sonrió levemente y asintió. “Sí, Señora Zhou, soy Ye Qing. Muchas gracias por su hospitalidad esta noche. Esta es la mejor fiesta de cumpleaños a la que he asistido».
«Siempre y cuando la pases bien».
La Sra. Zhou vio que Ye Zhen estaba sola después de separarse de Lu Beichuan y le indicó que se acercara.
Ye Zhen había visto de inmediato a Shen Weiyin y Ye Qing en el grupo de mujeres. Eran especialmente llamativas.
En los rostros de las otras acompañantes, había sonrisas incómodas y burla en sus ojos. No parecían amigables en absoluto acerca de que se acercara al grupo.
Ella siempre había cumplido la regla de oro. A menos que fuera necesario, no se haría nuevos enemigos deliberadamente. Un enemigo menos significaba un amigo más. Sin embargo, la realidad le mostró que había personas decididas a actuar de manera hostil sin haberles dado una buena razón.
Ye Zhen sostuvo su copa de vino y se acercó lentamente.
«Sra. Zhou, ¿Quería verme por algo?»
La Sra. Zhou tenía muy poco contacto con la generación más joven y no sabía sobre el drama y la enemistad entre ellas. Le había señalado a Ye Zhen que se acercara porque la vio parada sola junto a la larga mesa de vinos y quería que viniera y tuviera con quien charlar. Además, su hermana mayor estaba presente, lo que era aún mejor.
«No es nada. Pensé que estabas aburrida parada ahí sola. Permíteme presentarte a algunas personas. Esta es Weiyin. Aunque probablemente ya la conozcas».
Ye Zhen sonrió. «La conozco. La señorita Shen asistió a la celebración del cumpleaños del primer mes lunar de mi hijo». Mirándola dijo. «La señorita Shen lleva un vestido tan bonito hoy».
Ante la mención de los vestidos, Shen Weiyin instintivamente pensó en el vestido que Ye Zhen había arruinado con un par de tijeras cuando visitó la villa de Lu la última vez. Su rostro palideció.
“Hola Sra. Lu, soy Chen Ling. Regresé este año después de estudiar en el extranjero en la Universidad de Melbourne. Mi especialidad era economía, mi pasatiempo es jugar al golf, mis habilidades con el violín están en el nivel 8 y me gustan los viajes y los postres».
Después de decir eso, Chen Ling señaló a una joven a su lado. Sonriendo, dijo: “Esta es mi buena amiga, Gao Ya. Estudió en Stanford, con especialización en finanzas. Le gusta el baile folclórico. Sra. Lu, ¿A cual universidad fue? ¿En qué te especializaste? ¿Cuales son tus intereses?»
Después de tal auto-presentación, Ye Zhen estaba segura de que Chen Ling estaba tratando de hacerle pasar un mal rato.
La Ye Zhen de la novela fue un chica apartada y sus calificaciones eran promedio. Asistió a una universidad nacional de segundo nivel y no tenía ningún pasatiempo en el que fuera buena, y mucho menos una carrera profesional. Frente a estas mujeres que se habían destacado en la escuela y habían estudiado en el extranjero, Ye Zhen de la novela no había hecho nada digno de mención.
Ye Qing se quedó allí en silencio sin intención de ayudarla.
Como su hermana mayor, naturalmente sabía que con el nivel de logro de Ye Zhen, no tenía nada presentable que mostrar frente a estas personas. A diferencia de su hermana menor, ella había asistido a una universidad de primer nivel en China y dominaba la danza y el piano. No importa qué, ella no sería la avergonzada hoy. La vergonzosa era su hermana menor, no ella. Entonces, el hecho de que la reputación de Ye Zhen fuera puesta en peligro no tuvo nada que ver con ella.
Ye Zhen sonrió levemente. No se sintió avergonzada ni inferior. En cambio, se presentó con calma y elegancia: “Hola a todas, soy Ye Zhen. Me gradué del Instituto de Tecnología de Haibin. No tengo pasatiempos especiales. Leo libros y periódicos en mi tiempo libre».
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Eso de caerle mal a alguien sin hacerles nada es muy cierto, siempre habrá personas así, por suerte Zhen no se deja intimidar de las envidiosas
Muchas gracias