Dejaré de ser la Emperatriz (1)
Era una noche tranquila, el viento soplaba suavemente.
«Detente».
La Emperatriz, Evelyn, se veía hermosa bajo la tenue luz de la luna. Su tez pálida como la luna blanca y sus rasgos suaves eran preciosos pero algo tristes.
«No puede ir más allá.»
Cuando la criada la disuadió, Evelyn sonrió débilmente y siguió caminando. Sólo tenía 20 años, pero lucía una sonrisa cansada.
«Está bien. Ya lo he decidido.»
Evelyn era una chica llena de sueños y amor. Nacida para ser la única hija en el reino de Felice, era una princesa. Una chica inocente mucho antes de convertirse en Emperatriz. Pero ahora, después de sólo tres años de matrimonio, eso es todo lo que quedaba.
«Está prohibido entrar en el Jardín Secreto del Emperador».
«Eso ya lo sé.»
Miró a la criada. Sus vívidos ojos azules, que parecían tranquilos, estaban llenos de resignación. Pero también hay un deseo inquebrantable en ella. Había decidido terminar su vida infeliz hoy.
«Su Majestad, por favor…»
«A partir de aquí iré sola.»
El árbol temblaba con la brisa de la noche. Sin permiso, se atrevió a entrar en el jardín secreto del Emperador. Su escolta intentaba detenerla, pero era imposible detener a la Emperatriz, que había preparado su corazón para el final.
Ahora, a unos pocos pasos de distancia, ella podría conocer al Emperador. Era su marido, pero no sabía cuándo fue la última vez que lo vio a solas. Poco después, Fabián fue visto mirando la luna bajo un árbol de madera dorada. Su espalda no cambió nada desde la primera vez que se vieron. El alto, imponente y carismático joven Emperador seguía teniendo gracia.
«¿Quién es?»
De repente, hubo una atmósfera sombría. Se podía oír una voz baja y fría.
«Le veo, Su Majestad.»
Evelyn dió un paso hacia adelante. Pensando que esta podría ser la última vez, incluso los pequeños movimientos eran difíciles. Fabián se dio la vuelta tranquilamente, mirando a su esposa con sus fríos ojos negros.
«Este es mi jardín secreto. No importa si eres la Emperatriz, sabes que no debes venir imprudentemente.»
«Perdóname. Porque no hay otra manera de conocer a Su Majestad.» Los ojos negros y los rasgos vívidos de Fabián se dirigían hacia Evelyn sin emoción.
Érase una vez, la bella y noble figura de Fabián estaba en su mente.
Tal vez la amaba. Tal vez. Pero sólo había tristeza y soledad en ella.
Era un amor unilateral.
«Tengo algo que decirle a su majestad».
Fabián frunció el ceño con dignidad ante las palabras de ella. Lo que más odiaba era romper la ley y hacer cosas molestas. Y la presencia de Evelyn ahora era ambas cosas.
«Bueno, yo Evelyn Felice dejaré de ser la Emperatriz…»
La frente de Fabián, que ya había fruncido el ceño, se marcó aún más. «Eso es ridículo».
«No, he decidido terminar mi matrimonio con usted, Su Majestad.»
Fabián escupió una risa fría. ¿Cómo se atrevió Evelyn a decir lo que no le ordenó?
«¿Crees que es un lugar para una opinión así?»
Fabián descartó su difícil decisión como un mero arrebato de rencor. Como era de esperar, la suposición de Evelyn no era errónea.
Fue un hecho triste pero afortunado. Ella no quería desperdiciar el resto de su vida.
«Este matrimonio sólo hará infelices a todos».
Los ojos azules de Evelyn estaban llenos de arrepentimiento. Ella recordaba las cosas extraordinarias por las que había pasado todo este tiempo.
«Mantén tu lengua en tu boca.»
«Te estoy diciendo la verdad.»
Un misterioso deseo que llegó sin previo aviso.
«No hay verdad que no sepa».
«Yo la tengo».
Evelyn vivió su vida como la Emperatriz. Creyendo que un día la mirarían. Pero al final, su esposo reinó sólo como Emperador.
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Nuevo proyecto lleno de amor, esperamos que lo disfruten y le den muchos likes ~~
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Ver comentarios
Con muchas expectativas. Me gusta su trabajo :)
Gracias a ti por leernos, nuestra alegría es que lo disfrutes
Me gustó mucho el capítulo muchas gracias por traducir.
Y se pone mejor! Jeje sin spoilers pero te encantará