La ortografía de las letras no siempre está justificada. Unas veces responde a razones históricas o etimológicas, otras obedece a la necesidad de simplificar algunos conjuntos consonánticos, pero en ocasiones la solución ortográfica es inmotivada. Esto exige una clarificación entre palabras que se atienen a reglas y las excepciones y, por tanto, un mayor esfuerzo para memorizar las distintas grafías. En este apartado se incluye la regulación de los usos de aquellas letras que presentan habitualmente más problemas ortográficos. Como la ortografía de las vocales responde a la representación de los sonidos respectivos y sólo ofrecen alguna dificultad la i—que puede representarse en la escritura por í o y, según los casos- y la u —en la distinción de gue/gui respecto a güe/güi—, no tiene que extrañar que empecemos con la ortografía de las consonantes, ordenadas de mayor a menor complejidad.
Así que empezamos por la distinción entre b, v y w, letras que por no diferenciarse en la pronunciación, crean numerosas dudas respecto a cuál debe escribirse en cada caso.
La h, en cambio, puede inducir a falta ortográfica por no representar ningún sonido (suena igual una palabra con h que sin ella).
Las dificultades entre la g y la j derivan del hecho de que ambas letras coinciden en él mismo sonido delante de algunas vocales: e, i.
La confusión entre ll e y (fenómeno llamado yeísmo) está cada vez mas extendida, por lo que conviene asimilar sus usos diferentes.
Otras fuentes de problemas son el seseo y el ceceo. Consiste el primero en pronunciar s en vez de z y de C, cuando va delante de e y de i, y el segundo, en asimilar la s al sonido de la z.
Asimismo la identificación de la x con la s puede causar confusiones ortográficas. Las letras m y n, por una parte, la r y la rr, por otra, así como los usos de b/p, d/t/z y c/k/q, son también objeto de regulación por prestarse a errores.
En cuanto a la ortografía de los grupos consonánticos iniciales poco corrientes en nuestro idioma (gn de gnomo, mn de mnemotecnía, pt de pterodáctilo, etc.), como todos tienden a simplificarse en la pronunciación y muchos de ellos en la escritura, debe señalarse que se tratan en un apartado específico (—> Palabras con dos grafías).
Hay que tener en cuenta que las reglas sobre las letras no siempre abarcan todos los casos posibles, por lo que recomendamos una vez más la necesidad de leer prestando siempre atención a la forma de las palabras y de consultar las reglas o el diccionario ante las dudas.