
Capítulo 81 – Tatuaje
No había fuego de carbón en la habitación y el aire estaba helado, pero la mano grande que pellizcaba ligeramente su cintura era cálida y fuerte.
El cabello de Yu Lingxi estaba todo tirado hacia un lado de su hombro colgando hacia abajo, y el pincel húmedo y fresco como bigotes de rata flotaba por su cintura. No había terminado de escribir una línea de caracteres y continuó descendiendo.
“…Pica.” – Ella apretó los dedos el borde del escritorio e involuntariamente se estremeció.
La mano en su cintura se tensó y apretó de nuevo. La piel clara y delicada de Yu Lingxi era tan suave que apenas absorbía tinta y los caracteres negros contrastaban con la piel clara, mostrándose casi hechizante.
Ning Yin guardó tranquilamente el pincel y dijo con voz ligeramente ronca. – “¿De qué está hecho el cuerpo de Sui Sui? Es tan suave y terso.”
Bajó la cabeza y olió, llegando a una conclusión. – “Todavía fragante.”
Yu Lingxi, que hace un momento sintió frío, ahora sentía calor.
Si hubiera estado en la Mansión del Príncipe, podía tolerar las preferencias de Ning Yin. Sin embargo, ahora estaban en su propia mansión y se sentía incómoda al pensar que sus hermanos pudieran seguirla, o que alguien pudiera pasar por la habitación.
“Tonterías.” – Yu Lingxi inconscientemente quería cubrirse con ropa.
“¿Cuál es la prisa?” (Ning Yin)
Ning Yin se aferró a su prenda exterior. – “Todavía no he estampado mi sello privado.”
Cuando Yu Lingxi vislumbró el familiar sello de jade negro, de repente se atragantó…
¡De hecho, llevaba esa cosa consigo!
“Si lo hubiera sabido, no te habría dado esa piedra de jade negra en primer lugar.”
Yu Lingxi murmuró molesta, sus mejillas se volvieron más delicadas y encantadoras.
“Sin el cálido jade blanco a mi lado, solo puedo usar el frío jade negro para aliviar el dolor de mi añoranza.” (Ning Yin)
Ning Yin dijo solemnemente, bajando su falda con las yemas de sus dedos.
No había almohadilla de tinta, por lo que frunció sutilmente el ceño.
Al ver que la persona detrás de ella no se había movido durante mucho tiempo el poco sentido de vergüenza que le quedaba a Yu Lingxi no pudo aguantar. No pudo evitar enterrar su rostro en los brazos de Ning Yin y decir, sonrojándose. – “¿Cuánto tiempo más quieres que me congele? Date prisa.”
Una risa indulgente vino de detrás de ella.
No sabía lo que hizo Ning Yin, pero después de un momento, un cálido sello de jade de tinta presionó ligeramente su espalda baja.
Ning Yin tomó su manga y se secó los dedos, luego se inclinó, el puente recto de su hermosa nariz descendió a lo largo su cintura, y sus delgados labios presionaron contra la marca de tinta en su cintura.
Un beso tranquilo y reverente. Yu Lingxi sintió una corriente cálida fluyendo a lo largo de su cintura, extendiéndose por todo su cuerpo.
Fue realmente abrumador.
Sonrojándose, no pudo evitar temblar y estornudó.
La persona detrás de ella se desabrochó la capa y la abrazó. La cálida temperatura corporal del hombre disipó el frío del final del invierno.
Yu Lingxi estaba ansiosa por esta calidez y solidez, inconscientemente relajó su cuerpo y se apoyó en sus brazos. Después de un rato, tuvo un pensamiento. – “Esto es injusto.”
“¿Hmm?” – Ning Yin le pellizcó suavemente su barbilla.
Yu Lingxi lo miró y resopló. – “Yo también quiero tallar un sello, dejar una marca única sobre ti.”
“Entonces, es por ese asunto.” (Ning Yin)
Ning Yin rozó ligeramente la comisura de su labio con el pulgar. – “Lo tallaré para ti más tarde.”
“¿En serio?” – Yu Lingxi se sorprendió por su obediencia.
Los ojos lacados de Ning Yin mostraban un toque de emoción. Jugó con su cabello tranquilamente y dijo. – “Cuando reúna los pigmentos adecuados, lo tallaré para ti, Sui Sui.”
‘¿Pigmentos?’
‘¿Se necesitan pigmentos para grabar un sello?’
Yu Lingxi no sabía mucho sobre el oficio de los artesanos, pero sus dudas se disiparon rápidamente por la anticipación.
Ning Yin, con hombros anchos, piernas largas y cintura estrecha, tenía un cuerpo extremadamente más ágil que la de la gente común. Su piel era incluso más pálida de lo habitual, por lo que, si se imprimiera sobre ella un sello rojo brillante, sin duda…
Era una escena, que ni siquiera se hubiera atrevido a imaginar en su vida anterior.
Ciertamente influenciada por Ning Yin, todos sus pensamientos se torcieron.
Yu Lingxi decidió sacar a relucir un tema serio, pensó por un momento y dijo en voz baja. – “Ning Yin, ¿quieres ser el Emperador?”
La voz de Ning Yin era tranquila y ligera, dando en el clavo. – “Es el General Yu, ¿o Yu Huanchen quien quiere saberlo?”
“Soy yo quien quiere preguntar.” – Dijo Yu Lingxi.
No tenía ninguna duda sobre las intenciones de Ning Yin. El amor del pequeño lunático siempre fue intensa y obsesiva y otro aspecto de su paranoia era una devoción diferente a la norma.
Ella simplemente no estaba segura de poder asumir la responsabilidad de ser la madre del mundo.
“¿Quieres ser la Emperatriz?” – Preguntó Ning Yin sin cambiar de expresión.
Yu Lingxi no se dio cuenta de lo extraño de sus palabras en ese momento y sacudió la cabeza inconscientemente. – “Realmente no quiero …”
Luego sacudió la cabeza nuevamente, suspiró suavemente diciendo. – “No lo sé.”
Si Ning Yin quisiera tomar el trono y ascender a lo más alto, entonces no debería convertirse en una restricción para Ning Yin.
“¿Y tú? ¿Qué piensas?” – Preguntó Yu Lingxi.
“Quiero hablar sobre el amor.” (Ning Yin)
Ning Yin parpadeó y dijo más claramente. – “Discutámoslo en el sofá.”
Yu Lingxi rápidamente bajó la mano, retrocediendo un poco. – “Estoy en casa, no podemos…”
“Quería celebrar el Año Nuevo.” – Ning Yin le pellizcó la cintura.
Yu Lingxi se ablandó de inmediato, se liberó rápidamente de su abrazo y rápidamente recogió su túnica intermedia y el abrigo de invierno dispersos.
Ning Yin se rió entre dientes, levantó la mano para oler la persistente fragancia femenina en las yemas de sus dedos y se la llevó a los labios para besarla.
En su propia mansión, Yu Lingxi no se atrevió a ser demasiado indulgente, por lo que logró persuadir a Ning Yin para que se fuera antes de que oscureciera.
Sentado en el carruaje, Ning Yin permaneció inexpresivo, con unos ojos tan profundos que podrían tragarse a una persona.
Para alguien con su temperamento, hoy había mostrado mucha tolerancia.
“Mañana, vendré a recogerte.” – Ning Yin dejó caer esas palabras y sin importarle la expresión de Yu Yuan a su lado, pidió a los asistentes que condujeran.
Yu Lingxi se dio la vuelta, miró con cautela a Yu Yuan y dijo con una sonrisa. – “Padre, ¿tu hija tiene buen ojo para elegir marido?”
Mientras la hija se reía alegremente, el corazón de Yu Yuan se hundió tan profundo como el mar.
Después de un rato, él suspiró, levantó la mano, le dio una palmada en el hombro a su hija y se fue sin decir nada.
De vuelta en su habitación, lo primero que hizo Yu Lingxi fue cerrar las puertas y ventanas, quitarse la ropa y pararse de espaldas al espejo de bronce de cuerpo entero y luego girar la cabeza para mirar el poema de amor en su espalda baja.
Pero ese ángulo era demasiado complicado, así que tuvo que tomar el espejo de mano de su camerino y ajustar el ángulo una y otra vez.
Su delgada cintura, como la nieve, reveló los caracteres con tinta negra débilmente visibles.
Yu Lingxi originalmente pensó que Ning Yin debía haber escrito algunas palabras divertidas como ‘Feliz año nuevo’, sin embargo, después de mirar los espejos delantero y trasero durante mucho tiempo, todo lo que vio fueron ocho caracteres solemnes y libres.
[‘Mil otoños con Sui Sui, Lingxi feliz eternamente.’]
La impresión al lado de los caracteres no era el rojo brillante habitual de la almohadilla de tinta, sino un rojo oscuro tenue.
Yu Lingxi dejó lentamente el espejo de mano, con la ropa medio quitada y se quedó parada frente al espejo durante mucho tiempo.
‘¿Qué debería hacer?’ – Se cubrió las mejillas con las manos.
Parecía que no podía esperar hasta mañana.
***
Mansión del Príncipe Jing, piscina de aguas termales.
El vapor era espeso mientras el apuesto hombre se encontraba de pie en el centro de la enorme piscina, revelando la fuerte y esbelta parte superior de su cuerpo, su cabello negro como la tinta le llegaba hasta la cintura y finas gotas de agua corrían por su clavícula y luego sobre la cicatriz blancas de su pecho, fluyendo a través de los surcos de su cintura y abdomen, cayendo finalmente al agua.
“Su Alteza, se han organizado testigos como lo solicitó.” (Zhaji)
La sombra alta y robusta de Zhaji proyectó en la puerta, mientras informaba obedientemente. – “Sin embargo, los registros médicos del Hospital Imperial de ese entonces son difíciles de recuperar.”
Ning Yin cerró los ojos y dijo de repente. – “Deja que las piezas de ajedrez del Hospital Imperial vengan y verifiquen si la Emperatriz dio a luz a algún niño. Un simple examen revelará la verdad.”
“Entendido.” (Zhaji)
Zhaji también dijo. – “El pigmento rojo que Su Alteza encargó a alguien que encontrara también ha sido localizado.”
Viendo la aquiescencia de Ning Yin, Zhaji entonces abrió la puerta de la sala, sosteniendo la bandeja con ambas manos y dijo. – “¿Necesitas ayuda de sus subordinados?”
“No es necesario” – Ning Yin levantó el dedo.
Zhaji colocó la bandeja sobre la mesa junto a la piscina, apretó los puños y se retiró respetuosamente.
Ning Yin abrió sus ojos oscuros como la tinta, subió los escalones de piedra a través del vapor y tomó casualmente una toalla para secarse el cuerpo.
En la bandeja sobre la mesa, había una caja de jade blanco. A través del jade translúcido, se podía ver vagamente el tinte rojo en el interior.
Ning Yin arrojó la toalla medio mojada a un lado y tomó una aguja de plata de la bandeja y la puso tranquilamente sobre la llama del candelabro para prenderle fuego con una expresión indiferente.
Después de examinarse en el espejo de bronce de cuerpo entero durante mucho tiempo, Ning Yin colocó la aguja de plata con tinte rojo contra su pecho.
Un pinchazo por vez fue perforando caracteres de color rojo brillante en la cicatriz cerca de su corazón.
El líquido carmesí se condensó en gotitas, haciendo difícil distinguir si era tinte o sangre.
Una hora más tarde, la palabra ‘Lingxi’ en rojo brillante aparecieron débilmente en su frío, pálido y sólido pecho.
Ella era el pensamiento benévolo en su corazón, el nombre grabado en su cicatriz.
Escondido en el suave sofá había una prenda blanca en forma de corazón. Ning Yin la recogió y se limpió las gotitas de sangre que rezumaban de su pecho.
De esta manera, las marcas de él y de ella quedarían fusionadas para siempre.
La llama de la vela parpadeó y Ning Yin, todavía desnudo, encontró una silla y se sentó con las piernas cruzadas, mirando su cuerpo desnudo en el espejo.
Al principio, cuando acababa de salir de la piscina de aguas termales, el color del tatuaje era de un rojo vibrante.
Pero después de secarse por un tiempo, cuando su temperatura corporal bajó, la palabra “Lingxi” gradualmente perdió color y finalmente se fusionó con el color de su piel.
Ning Yin colocó la aguja de plata en la bandeja con satisfacción, se levantó y agarró una bata para ponérsela.
Cuando se encontraran mañana, esperaba que Yu Yuan ya lo hubiera descubierto; de lo contrario…
Los labios de Ning Yin se torcieron levemente y levantó la mano para tocar su pecho.
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