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EUECEPM Capítulo 152

31 diciembre, 2021

Chester, que visitó la mazmorra acompañado por Lizelle, se sentó y miró a Billy atado frente a una mesa.

La cuerda que sostenía las piernas había sido aflojada por órdenes suyas.

«Te contaré la verdad de lo que sucedió ese día».

Anunció Chester con expresión templada.

Le explicó los malentendidos que se habían creado por culpa de su padre. Billy, con su rostro distorsionado, le gritó en medio de su consternación.

A lo largo de las palabras que soltó, repitió decenas de veces: «no digas tonterías».

Pero a medida que Chester continuó su historia sin perturbarse, el número de maldiciones disminuyó gradualmente.

Luego, hacia el final, Billy tenía una expresión de asombro como si hubiera sido alcanzado por un rayo.

«Sé que nada puede compensar el terrible momento que viviste y lo que diga no cambiará el pasado. Pero realmente quiero disculparme contigo».

Chester se inclinó ante él, mientras éste se encontraba endurecido por la conmoción.

«Lo siento mucho».

Se disculpó sinceramente. Después de todo, fue su familia quien le había hecho daño.

Las disculpas no harían gran diferencia, pero quería transmitir sus verdaderos sentimientos. ¿Cómo podía expiar ese pecado?

«¿Estás diciendo que quieres que te crea ahora? ¡¿Cómo te atreves a hacerme eso?!»

Estalló Billy, después de unos minutos en silencio.

Sus muñecas estaban atadas tan fuerte que las venas sobresalían de sus brazos como si fueran a reventar en cualquier momento.

Llegó a su límite. Todo lo que había escuchado hasta ahora era una tontería.

Había llegado hasta donde estaba impulsado por el odio, y ahora, le decían que su objeto de venganza era el equivocado.

¿Cómo podía el hombre que era su padre ni siquiera saber de su existencia? Eso era ridículo.

«Depende de ti si me crees o no, pero pensé que debías saberlo. Después de todo, eres una víctima de ese día».

«¡Cállate!»

Sus ojos estaban inyectados en sangre mientras gritaba enojado. Lizelle, que estaba de pie junto a su esposo, murmuró algo asustada.

«¿La verdad de ese día? Diles que se lo den a los perros. Aunque sea verdad lo que dijiste, ¿cuál es la diferencia? Mi madre, que murió de forma horrible, no puede revivir».

Ninguno de los dos pudo decir nada al escuchar la voz quebrada de Billy, quien parecía estar a punto de llorar.

«No importa si lo hizo tu padre o tu hermano. El hecho es que tu familia mató a mi madre y trató de hacer lo mismo conmigo. No tienes derecho a decirme nada».

Como una bestia indomable, Billy les gruñó con ira.

Quería perforar esas dos caras, pero no podía hacer nada por el maldito collar antimagia.

Chester, mirándolo en silencio, inclinó su cabeza hacia él una vez más.

«No puedo dejarte ir. No puedo dejar que se repita una tragedia. Lo siento…».

«Jajaja. Eres bueno poniendo excusas».

Sin embargo, Billy no lo dejaría ir tan fácil.

Había estado hablando de manera prolongada, pero, en conclusión, trató de matar a los que no eran culpables y que no tenían nada que ver con su tragedia, por lo tanto, sería castigado levemente.

«No queremos repetir el mismo error. Espero que nadie experimente el mismo dolor que tú en tu infancia. Definitivamente, no quiero».

«¿Por qué no dejas de fingir ser benevolente? Ustedes son los que me hicieron así, y fingen darse cuenta hasta ahora. No me hagas reír».

«…..».

«Debí haberte matado cuando te secuestré».

Billy se rió entre dientes mirando a Lizelle, pero ella no se inmutó por las crueles palabras y comenzó a hablar.

«Incluso si logras tu venganza, tu corazón no estará satisfecho».

«No puedes hablar cuando has vivido rodeada de lujos».

«¿Quieres hacer sufrir a un niño inocente lo mismo que tú por culpa de unos adultos irresponsables?»

«Sí. Eso es exactamente lo que quiero».

Los ojos de Billy se llenaron de locura.

«Los culpables ya están muertos, así que deja tu venganza. Raphael no sabía nada, así que por favor detente».

«Entonces, ¿cómo piensan recompensar todo mi sufrimiento?»

No, no le importaba si recibía una compensación o no.

Desde hace años, decidió que les haría pasar el mismo infierno que vivió.

El cruel recuerdo de ese día se repetía incluso cuando cerraba los ojos. No interesaba si había víctimas inocentes, mientras pudiera escapar de ese recuerdo, haría lo que fuera necesario.

«Eres tan divertida jajaja. No puedo permitirme eso».

«……».

En ese momento, Lizelle vio en Billy a un niño que se aferraba ferozmente a sus creencias.

La imagen de un pequeño que temblaba de frío solo, sin que una sola persona extendiera su mano, y atravesaba cada día varias dificultades para sobrevivir de alguna manera.

«Lo siento».

Lizelle abrió los labios con expresión amarga.

Se dio cuenta que era tarde. Era imposible sanar el corazón de Billy. Ya era demasiado tarde.

Porque había llegado tan lejos que ya no podía volver atrás.

Sin embargo, aún tenía algo que decirle a su “yo” infantil.

«¿Qué piensas lograr con tus disculpas?»

«Lo siento. En nombre de esos adultos que te ignoraron y te lastimaron cuando eras joven».

«… ¿Qué?»

Billy, que estaba gritando con seguridad hasta ahora, endureció su rostro ante la respuesta de Lizelle.

¿Qué estaba diciendo esa mujer?

«En nombre de los adultos que te dijeron cosas duras. En nombre de aquellos desalmados que no te dieron un pedazo de pan. En nombre de los adultos indiferentes que no pudieron extender una cálida mano por lo menos una vez. Lo siento».

«Detente».

Billy frunció el entrecejo.

Conforme iba escuchando sus palabras, el pasado venía a su mente como un relámpago.

La mirada de los adultos de corazón duro que ni siquiera le brindaron ayuda cuando se moría de hambre.

«En nombre de los adultos egoístas y crueles que te hicieron así, yo…».

«¡Cállate cállate!»

Mientras que, por culpa de la mujer, los desagradables recuerdos seguían viniendo, Billy, que no podía seguir soportándolo, saltó de su asiento.

Con un estruendo, la silla cayó hacia atrás y corrió hacia ella, pero Chester lo bloqueó incluso antes de que los caballeros pudieran reaccionar.

«Billy».

«¡Los mataré a todos!»

Había perdido por completo la cordura.

Chester lo sostuvo firmemente por el hombro para evitar que tocara si quiera un cabello de su esposa.

«Te entregaré a la Corte Suprema de acuerdo con la Ley Imperial».

«¿Crees que me quedaré quieto? ¡No te saldrás con la tuya!»

Les gruñó intentado librarse del él.

Su grito resonó por todo el sótano.

Con sentimientos encontrados, finalmente lo entregó a los caballeros.

Incluso si era una víctima, asesinó a personas inocentes para lograr su venganza. Por lo tanto, tenía que ser castigado por esos crímenes.

Mientras era arrastrado por los caballeros, luchó por correr hacia la pareja mientras repetía que no los dejaría ir.

Después de todo ¿no podía cambiar? ¿Realmente tenía que vivir con ese sentimiento de odio por el resto de su vida…?

Cuando Billy desapareció, el sótano se vio envuelto en silencio.

Lizelle y Chester se tomaron de la mano, sin atreverse a decir nada un por momento.

«Salgamos de aquí».

Chester asintió ante su voz.

Sin embargo, había una amargura en los ojos del hombre que no se podía ocultar.

 

***

 

Dos semanas después.

«¡Lizelle mira! ¡Ya florecieron!»

Raphael entró al invernadero de cristal y aplaudió con alegría cuando vio una flor que llamó su atención.

«Lo sé. El color amarillo es realmente bonito».

Lizelle se agachó junto al niño y contemplaron el jardín.

En medio del invierno inusualmente largo y frío, florecieron flores en el invernadero. Como anunciando que se aproximaba la primavera.

La paz estaba impregnando a todos lentamente, pero Lizelle no podía disipar su inquietud.

Porque aún no se había solucionado el problema entre con Lizelle.

«¿No hace frío?»

De repente, Chester se acercó y colocó el chal que traía en su mano sobre el hombro de ella.

Lizelle se puso de pie, borrando su expresión oscura, ante su cariñoso toque.

«Está bien. Estamos dentro del invernadero».

«Pero me preocupa que te resfríes».

Al verlo preocuparse por ella, sonrió gentilmente.

«Tomará mas tiempo en que este terminada, ¿verdad?»

«Probablemente, estará lista antes de que llegue el verano».

Ambos fijaron su vista en el mismo lugar.

Había gente ocupada moviéndose más allá del invernadero

La mansión derrumbada todavía estaba en restauración.

Llevaba tiempo construir una más grande y magnifica que antes. Pero gracias al arduo trabajo de todos la construcción avanzó rápidamente.

Como le remordía la consciencia, Chester instaló herramientas mágicas de alarma contra incendios por toda la mansión. Era un dispositivo mágico que hacía sonar una alarma cuando detectaba humo y regaba agua temporalmente.

Fue una de las primeras medidas de seguridad en establecerse.

«¿Es hoy?»

«Así es».

Chester respondió a su pregunta.

Parecía saber a lo que se refería sin necesidad de preguntarle

Habían pasado dos semanas desde que Billy fue llevado ante la Corte Suprema.

Y hoy era el día de su juicio bajo la supervisión del Emperador.

Los crímenes que se le adjudicaron eran cargos por asesinato.

Después de que se fijó la fecha del juicio, la sociedad estuvo conmocionada por un tiempo cuando se supo que él era el responsable de la muerte del ex Duque Iorn Halos, y que no había sido un accidente como todos pensaban.

Además ¿Quién era ese «Billie Halos»?

En los círculos sociales, hubo todo tipo de especulaciones sobre por qué estaba usando el apellido Halos.

A petición de Chester, el juicio, que se suponía iba a ser privado, se cambió a un juicio público para que cualquier aristócrata pudiera asistir.

El asesinato de dos nobles y un ciudadano. Teniendo en cuenta que uno de ellos era el ex Duque Halos, el Emperador accedió a la solicitud de Chester pensado que sería un buen ejemplo para su pueblo.

Los juicios públicos eran tan raros, que podía asegurar sin ver, que muchos nobles se reunirían en el Palacio Imperial. Además, los rumores y los chismes crecieron aún más cuando se convirtió en un juicio público, y así, todos los ojos estaban puestos en la familia Halos.

Sin embargo, Lizelle y Chester no expresaron ninguna postura. Sólo esperaron en silencio a que llegara el día de hoy.

«¿Estás listo?»

«Por supuesto».

«Entonces, ¿nos vamos?»

Chester extendió la mano a modo de respuesta. La mujer entrelazó su mano con la de su esposo.

Juntos, se sentían firmes y confiados. Como si pudieran hacer cualquier cosa.

Ninguno de los dos tenía la intención de escapar de la realidad que estaban enfrentando ahora.

Porque prometieron trabajar duro para convertirse adultos dignos de confianza.

Así que era algo imprescindible que tenían que afrontar para poder avanzar hacia el futuro.

«¡Lizelle, tío! ¡Tengan un viaje seguro!»

«¡Hasta luego!»

Fueron despedidos por Raphael y Elensia mientras subían al carruaje que los llevaría al Palacio Imperial.


no se si ya vieron, a noche avisaron que saldrá manga este 2022 de esta historia, les deje arriba una de las imagenes, creo que se ve lindo el dibujo, o uds que opinan, les pondré mas en los sigs caps.

Y pues Feliz año nuevo

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