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Tengo un pequeño problema

¡Bzzt!

“¡Maldita sea!”

«¡Eres un bastarda patética!»

Ni siquiera podía contar cuantas veces fue azotada.

El Vizconde Tyrian arrojó su látigo de cuero empapado en sangre en el suelo después de que el aguijón se había desatado un poco.

«Está sucio, así que tíralo y compra uno nuevo».

«Si su Gracia.»

El Vizconde Tyrian, que se acercaba apresuradamente a ella, agarró a Karinne del pelo y la levantó.

Karinne gimió mientras se arrodillaba en su cama para evitar el dolor.

“¿Te atreves a huir? Hace cuatro años cuando te escapaste, te atrapé, y prometí darte de comer a las bestias que viven en los barrios y dejar tirado tu cuerpo en la basura si volvía a suceder».

«…»

“Pero ahora, debes quedarte quieta y casarte con el Conde Bupo. ¿Entendido? Porque eso es lo único que puedes hacer después de tu escenita hace cuatro años para devolverme el favor de criarte. ¡Bastarda!».

Karine apretó los dientes sin decir una palabra.

Cuando el Vizconde Tyrian le soltó el cabello, Karinne se tendió en la cama y gimió.

Su vestido de pijama estaba roto y desordenado. La sangre que goteaba de su espalda salpicaba pesadamente el látigo de cuero.

Su padre no levantaba el látigo fácilmente, pero una vez que lo hacía, la laceraba hasta que veía sangre.

La buena noticia es que, con el tiempo, las heridas se curan, dejando solo una leve cicatriz o desapareciendo sin dejar existencia alguna.

Si no lo miras de cerca, es una cicatriz que ni siquiera molesta a la vista.

«¡Si te escapas una vez más, te cortaré un dedo con un asador en llamas!».

‘Maldita sea.’

Karine apretó los dientes. Sí, ella sabía que eso era mentira, él ni siquiera podía tocarla de todos modos. Estaba desesperado por venderla de alguna manera, y para hacer eso, todas sus extremidades tendrían que estar intactas.

«Ten en cuenta que no comerás nada más que agua durante la próxima semana».

«…»

«Tks. Eres una mala inversión».

Ya que Karinne no abrió la boca para refutarlo hasta el final, el Vizconde Tyrian chasqueó la lengua y salió del sótano.

Mientras se acostaba de lado, gimió sobre su dolorida espalda, reprimiendo sus gemidos.

Aguantar su agravio fue lo peor, como siempre.

※✻※∴※∴※✻※∴※∴※✻※

El hombre acostado en la cama abrió lentamente los ojos a la luz del sol que entraba por la puerta larga.

Ojos rojos como rubíes aparecieron bajo sus párpados.

A diferencia de ayer, los ojos que no estaban nublados, ahora estaban claramente enfocados.

«¿Estás despierto? La ‘Víspera de año nuevo’ llegó de repente. Perdón por no haber venido antes».

Dijo el hombre vestido de negro mientras estaba postrado ante la cama.

El hombre agitó la mano con molestia. Su mano buscó a tientas en el lado vació de la cama y luego se echó a reír.

«Ni siquiera me dijo su nombre, y al final simplemente desapareció». Murmuró desesperado.

Le hice algunas preguntas mientras sacudía su cuerpo toda la noche, pero ella no respondió, solo las ignoró todas descaradamente por su cuenta.

En cambio, incluso robó algo más que mis labios.

Al principio parecía un trozo de madera, pero después de haberlo hecho un par de veces, comenzó a reaccionar de manera bastante positiva a mis caricias, demostrando que lo disfrutaba bastante con todo su cuerpo.

«Fue simplemente un pago por ayudarla».

Pudo haberle indicado a que otro lugar podía ir en busca de su aventura de una noche, a la benefactora que me ayudó, pero lo pensé, y me sentí ansioso si en cambio le pasaba algo malo en el camino.

Sin embargo, ella fue más compatible conmigo de lo que esperaba, pero se alejó como si no se arrepintiera de nada.

Él pensó: ‘Era de esperarse, ya que nunca me dijo nada…’

Nunca hubiera esperado dormirse tan fácilmente.

Durmió hasta altas horas de la mañana en una posada que ni siquiera sabía dónde quedaba, aunque generalmente no podía dormir bien por la incomodidad que siempre le sobrevenía cuando llegaba la Víspera de Año Nuevo, junto a la activación de su maldición.

Esta también fue una experiencia extraña. Extrañamente buena.

«Sé que está mal lo que te pediré.»

«¿Sí? ¿Qué quiere decir mi Señor?»

“Encuentra a una mujer que vino conmigo ayer. Se fue bruscamente, ella es quien me trajo hasta aquí».

Dijo mientras el hombre eclipsaba la luz de la mañana. Si a ella le parece bien, quería ayudarla un poco más con lo que llamaba ‘su venganza’. Pensando en esto, el hombre se saboreó los labios.

«Así lo haré.»

Su vasallo, aun postrado, obedeció la orden.

El hombre se levantó lentamente de la cama. Estaba expuesto, totalmente desnudo bajo las sábanas.

«Gracias.»

Antes de quedarme dormido, la mujer me abrazó el cuello y susurró un agradecimiento.

Aunque ese fuese el caso, desapareció muy fácilmente de su vista. No quedó ni una sola prenda o pista de ella en esa habitación ordinaria.

Suspiró brevemente y se colocó la ropa.

‘Si la encuentran… ¿Qué debo hacer primero?’

El hombre se rió en voz baja. Luego salió de la posada, aguardando poder encontrarla.

※✻※∴※∴※✻※∴※∴※✻※

¡Bam!

La puerta se cerró con fuerza y la oscuridad envolvió el sótano nuevamente.

Karinne, que estaba acostada en ángulo sobre su cama, dejó escapar un largo suspiro. Por lo general, no la golpea con las manos directamente, pero parece estar bastante irritado.

«Oh, así es mejor».

Las costras que se pusieron calientes y blancas por los golpes, luego se agrietaron y se abrieron por el látigo, finalmente se volvieron moradas e insensibles al tacto, además de poco agradables a la vista.

El hombre que solía blandir su látigo con la mano en alto cada vez que le daba una vuelta, finalmente balanceó sus puños afuera, no en el sótano. 

Lentamente envolvió sus brazos alrededor de su vientre y apoyó la espalda en su vieja cama.

Sería un problema para ella tener un hijo en sus circunstancias, pero no cree que la vaya a liberar de ser esclava si no es de este modo.

«… En el peor de los casos, espero no haber perdido mi oportunidad».

El Vizconde Tyrian vertió mucha de su fortuna sobre Karinne.

De alguna manera intentará recuperar su inversión, sin importar la forma.

Sin embargo, a menos que al Conde Bupo no le guste lo que vea, él realmente se la llevará.

«¿Cómo puede pensar que realmente no huiré?»

Karinne dejó escapar un largo suspiro.

Contrariamente a su nerviosismo, afortunadamente ese día, el Vizconde Tyrian no fue a desquitarse con ella.

Fue hasta una semana después de aquello.

Durante esa semana, Karinne solo tenía unos pocos trozos de pan y un balde de agua.

En un lugar poco transitado donde la puerta del sótano no se abría y nadie entraba si el consentimiento de su padre, Karinne tuvo que comer algunas rebanadas de pan durante una semana.

Fue una suerte que aun tuviera algo de la comida que había escondido de antemano.

La cecina seca* no se pudriría, aun pasado bastante tiempo, y el agua recolectada sin consumir también se mantuvo limpia.

De hecho, este nivel de hambre no era nada. Porque era algo familiar para Karinne.

Se acostumbró a aguantar en familiar oscuridad con sus ojos familiarmente cerrados.

Era su rutina diaria, como de costumbre.

※✻※∴※∴※✻※∴※∴※✻※

“¡Bienvenido, Conde Bupo! Ha viajado desde tan lejos para llegar aquí. ja ja. Venga, venga por aquí.»

“Vizconde, sí. Gracias a usted por invitarme.»

Un hombre que parecía demasiado mofletudo para ser llamado simplemente ‘gordo’ debido a su gran tamaño y la carne doblada que se partía en grandes pliegues, entró finalmente en el salón, secándose el sudor con su pañuelo.

Karinne tragó en seco el asco que le subía por la garganta cuando vio al Conde Bupo entrar haciendo un ruido sordo.

‘… Es aterrador.’

Aparte del olor a sudor de manaba de su cuerpo, esa mirada astuta era la más sucia. El Conde Bupo sonrió cuando pasó a su lado y miró de arriba abajo a Karinne.

La carne flácida se elevó y los dientes amarillos quedaron expuestos, en lo que parecía ser una sonrisa maliciosa.

«Sígueme, Karinne».

«…»

El Vizconde Tyrian invitó al Conde Bupo a cenar.

El vientre de Karinne ya estaba un poco hinchado, pero podía ocultarlo cuando se ponía un vestido ancho.

Su problema, sin embargo, fue que desde muy temprano en la mañana tuvieron que arremangarla con ropas ajustadas porque su doncella le apretó el vestido como si intentase que su feto muriera de presión.

Karinne soportó su disgusto y siguió los pasos del Conde Bupo y el Vizconde Tyrian.

El vestido azul cielo que llevaba, fue escogido por su padre, blanquearon su rostro con maquillaje, y el color con el que le pintaron los labios era rojo sangre, una combinación simplemente terrible.

Karinne se mordió el labio inferior.

Si se rebelaba, la violencia se derramaba, y ​​si se escapaba la atrapaban nuevamente, se ponía en peligro a sí misma y a quienes cautelosamente la ayudaban.

Así que todos los presentes la miraban con expectativa y desesperación.

Karine no podía huir de él en este momento.

Ella se dijo: ‘Quiero ser libre’.

Karinne siguió al Vizconde Tyrian, quien se situó detrás de ella. El Conde Bupo en cambio, estaba sentado frente a ella, por lo que tuvo el suficiente panorama para admirarla lujuriosamente.

El objetivo de su padre también era evidente.

El Vizconde de Tyrian la vendería por dinero, incluso si aseguraba que le cortaría los tendones de todas sus extremidades.

A Karinne no se le permitió sentarse, así que se mantuvo de pie mientras se mordía impotente el labio inferior.

“Fue una gran espera”, dijo. “Parece que ha madurado maravillosamente, la boda se celebrará el próximo mes Vizconde.»

«Sí, estaríamos bien incluso si quiere hacerla mañana.»

Dijo el Vizconde Tyrian con una sonrisa maliciosa. Incluso había impaciencia en su mirada hosca.

Karinne se tapó la boca con la mano cuando creyó que involuntariamente se reiría cuando les diera su sorpresa.

«Pero Conde, verá, tengo un pequeño problema…»

“¿Problema?»

La pregunta el Conde Bupo sonó como si se estuviera asfixiando por su propia grasa. Pude ver el sofá ya empapado de su sudor.

Ella sonrió despectivamente mientras luchaba por fruncir el ceño.

«Porque estoy embarazada».

«… ¿Q-qué?»

«Mezclé mi cuerpo con el de un hombre que conocí en un bar hace medio año y ahora estoy embarazada».

Sus ojos se abrieron tanto que no se supo si el Conde Bupo seguía vivo o no, inmediatamente se volvió hacia el Vizconde Tyrian.

El Vizconde Tyrian miró a Karinne con expresión encolerizada.

«Esta perra loca…»

No pudo evitar maldecirla, apretando los dientes y mirando a Karinne, quien sonrió con una expresión gentil en su rostro y se acarició el vientre para hacerlo más evidente.

«¡¿Es eso cierto?! ¡Vizconde Tyrian!”

«Eso… Eso es cierto, pero incluso cualquier niño puede sufrir un aborto espontáneo, y como no es de conocimiento público, las cosas se pueden hacer tranquilamente y…»

«¡Cállese!»

La saliva brotó de la boca del Conde Bupo salpicándolo todo.

✄ ————————————————

La cecina es un tipo de carne deshidratada de origen español, similar al jamón pero realizada mediante el curado de carne de vacuno, de equino y menos frecuentemente, de chivo e incluso de conejo, burro, caballo o liebre.

Pd: Pobre Karinne… ε(´סּ︵סּ`)з

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Yree

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