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꧁☬ LMEEÚFPLV II☬꧂ Capítulo 13

28 octubre, 2020

Capítulo 13:

Cuando llegamos al palacio del príncipe heredero ya estaba amaneciendo.

‘He estado en ese maldito espejo durante demasiado tiempo…’

Estaba metida en mis pensamientos, así que en cuanto recobré el sentido, me di cuenta de que el príncipe heredero, el cual estaba demasiado silencioso, me estaba arrastrando a su cámara. Y, tras entrar con la misma velocidad con la que huiríamos si alguien nos persiguiera, Callisto cerró la puerta con pestillo y se giró mirándome fijamente.

«Su alteza.»

Caminó directamente hacia mí y, con el rostro aún cabreado, me dijo.

«Extiende tu mano.»

Estaba claro que me había estado buscando toda la noche, ya que cuando se colocó debajo de la luz, su cabello cubierto de polvo y sus ojos cansados ​​fueron claramente visibles. Y, con solo mirarlo, me di cuenta de lo desesperadamente que me había estado buscando, logrando que mi corazón diera un vuelco.

‘Por eso me arrastraron aquí sin oponer ningún tipo de rebelión…’

«¿Qué estás haciendo sin extender las manos? ¿Quieres continuar atada como un perro?»

‘No estoy segura de si puedo hablar contigo ahora mismo…’

Refunfuñé por dentro y extendí mis manos, no porqué el me lo dijese, sino porque quería lavarme rápidamente e irme a dormir. Ante mi acto, Callisto recitó inmediatamente los hechizos y que lograrían sacarme la herramienta mágica que ataba mis manos.

Estaba tan cansada que ni siquiera tenía ganas de enojarme.

«Estoy cansada, quiero ir a mi habitación.»

«No digas nada…»

Dejó de moverse ante mis palabras, y luego continuó aflojando las cuerdas nuevamente.

«Porque ahora eres una pecadora.»

«¿Qué yo qué?»

Las cejas de Callisto se agitaron con fiereza, como si mis palabras lo hubieran ofendido. Y, cuando finalmente soltó todas las cuerdas, empezó a escupir mis pecados.

«Pronto serás la emperatriz. Has olvidado tu posición y has estado actuando a tu manera, hagas lo que hagas ahora debes pensar en el daño que le puedes causar a la familia imperial. Tienes que pagar por tus pecados.»

«Dije que no me casaría contigo, así que no he cometido ningún crimen.»

«Deja de decir tonterías.»

«Detente. ¿Quién es el que está hablando de tonterías?»

«… ¿Qué?»

Estaba cansada y no quería seguir con esta conversación, pero el príncipe heredero abrió la boca mientras me atacaba con una voz tranquila.

«… ¡Huh! ¿Has decidido irte?»

«Tú te fuiste primero, ¿no?»

«¿Qué es lo qué he hecho?»

«Ataste los brazos de la princesa y la arrastraste como a un perro, con los guardias y cualquiera alrededor viendo.»

«¡¿Cuándo hice…?!»

Callisto gritó con un rostro completamente indignado, pero de repente cerró la boca.

«… ¿Estás enferma? ¿Dónde te lastimaste? Muéstramelo.»

Tuvo mucho cuidado al tomar mi muñeca con sus manos.

«Les dije que te ataran con cuidado, esos hijos de puta no estarán a salvo…»

«No estoy herida.»

Respondí más fatalmente que él, quien murmuró sin descanso como si fuera a saltar con su espada de inmediato.

‘¿Por qué amarrarme cuándo vas a actuar así?’

A pesar de que no estaba herida, Callisto continuó tocando suavemente donde residía la herramienta mágica.

«Basta, estoy bien.»

«Estás un poco roja, llamaré a un médico de inmediato.»

«Es porque sigues frotándome.»

Fui inflexible en decirlo, pero es porqué pensé que era demasiado, aún así, Callisto no apartó sus manos.

«… No fue nada especial, accidentalmente me tope con el espejo mientras estaba dando un paseo.»

«…»

«Ya sea hoy o más tarde, era algo por lo que tenía que pasar de todos modos.»

«Al menos deberías haber informado al criado de que te ibas a dar un paseo… Cuando se trata de ti, aunque soy el príncipe heredero, actuaré siempre como un loco…»

«…»

«Deberías haber informado a alguien, Penélope Eckart.»

Esos ojos rojos, que me miraban fijamente, perdieron su color, temblaron, y solo entonces pude sentir su mano, con la cual todavía me sostenía, temblar intermitentemente.

Cada vez que no estaba con este hombre, estaba tan nerviosa que no podía evitarlo, por lo que, mientras me alejaba, no tuve más remedio que disculparme en voz baja.

«Yo… Lo siento.»

Él resopló y hablo en serio, pero no sonó muy sincero.

«Te ves tan arrepentida…»

Y añadió con gravedad.

«Voy a destruir esa cosa mañana.»

«¿Qué…?¿Estás hablando del espejo de la verdad?»

«Sí.»

«¿Por qué tú…? ¿Por qué quieres romper lo que nos ha costado tanto esfuerzo en restaurar? ¡He estado luchando por restaurarlo con Marienne!»

Fruncí el ceño mientras hablaba con un poco más de firmeza.

«Deja que se use como material de investigación.»

«Desapareces dos veces a causa de ese objeto, ¿cómo puedo dejarlo estar? Voy a romper esa cosa y a prevenir de este modo que vuelva a pasar.»

Me sentí un poco avergonzada cuando respondió sin dudarlo, como si ya lo tuviera pensado de antemano.

«Su alteza… Te lo he dicho tantas veces… No iré a ninguna parte.»

«No soy un tonto ciego, princesa.»

Callisto respondió con voz suave pero decidida.

«Sé que el espejo está relacionado con tu lugar de origen…»

«…»

«Si sigue existiendo es posible que algún día decidas regresar.»

Me sorprendió el hecho de que aún tuviera ese pensamiento en mente, estaba demasiado obsesionado con ese tema. Compartí con él algunos secretos sobre Leila, pero no le había contado todo, ni sobre mi vida pasada ni del funcionamiento del sistema de juego.

Abrí la boca apresuradamente e intenté disuadir a Calisto, era demasiado que tratara el espejo de la verdad como un enemigo.

«Ya no tengo poder para decidir eso, ya se acabó todo. No puedo volver por mucho que desee  hacerlo.»

«Así que… No importa si está roto, ¿verdad? Y… ¿No dijiste que no sabías que funcionaría hoy?»

«Eso es…»

… Verdad. Aunque no sé lo diría.

«De todos modos, querías confirmar si el marqués, o el espíritu maligno, o lo que sea todavía estaba vivo. Ahora que está comprobado, ya no tienes nada más que ver con eso.»

«…»

«Quédate aquí hasta el día de la coronación y estate lista para la boda. Te daré un maestro y aprenderás un poco sobre los modales propios de la princesa heredera.»

Volvió al tema del encarcelamiento y del matrimonio, temas que había estado intentando posponer, aunque era esperar mucho, ya que habían sido el origen de nuestra pelea.

«No.»

Respondí fríamente y de inmediato.

«No puedo evitarlo si no te gusta, pero… ¿quién puede rechazar las órdenes del príncipe heredero?»

«Solo enciérrame, usaré magia para escapar.»

Me sonrió y se encogió de hombros de manera provocadora.

«Úsala. Pero, desafortunadamente, en el palacio imperial hay un hechizo que neutralizar la magia no identificada, ¿qué debemos hacer con eso?»

«¿Por qué me lo revelas? Analizaré el hechizo y me saldré con la mía. Soy la única hija del duque, ¿crees que no puedo hacer eso?»

«… Mierda.»

Al darse cuenta la estupidez que acababa de cometer, el príncipe heredero chutó un mueble y me gritó frustrado.

«¿Cuál es el problema? ¡¿Es por la propuesta?! ¡¿Es por eso?!»

Por supuesto, ese es un factor muy importante, pero me parecía muy patético decirle que sí, al fin y al cabo, no es la razón completa.

«…»

Mientras nos mirábamos con los brazos cruzados y, sin decir nada, el príncipe heredero apartó la mirada mientras susurraba para él.

«… El anillo aún no está terminado…»

Un anillo, con una gran piedra turquesa, colgaba de la gran palma del príncipe heredero.

«Voy a cubrir este lado con diamantes.»

Me señaló una parte del anillo, una parte vacía a diferencia de las cuentas turquesas, las cuales se envolvían alrededor de la gran piedra formando una hoja dorada, la que acababa, espléndidamente, como un capullo de flor.

¿Es esto a lo que llama una propuesta? Mientras miraba el anillo sin saber qué hacer, Calisto abrió la boca de nuevo, como si supiera mi respuesta.

«Estas son las lágrimas de una sirena, pertenecen a una leyenda del mar occidental de Gaspar. ¿No se parecen a tus ojos?»

«…»

«Dicen que trae riqueza y honor eternos para el dueño.»

«¡¿De verdad?!»

El rostro del príncipe se volvió más brillante, como si mis ojos hubieran cambiado notablemente debido al sonido de la riqueza y el honor.

«Estaba escondido en el cofre del tesoro del palacio de Gaspar, pero su procesamiento llegó un poco tarde porque solo la familia real puede resolver la maldición en él.»

Su voz sonó ligeramente emocionada, pero me preocupé más por sus palabras que por su alegría.

«¿Maldiciones? ¿De qué…?»

«Los dueños de él están unidos para siempre, en lo bueno y en lo malo.»

Iba a quejarme por darme tal objeto, pero antes de poder abrir la boca, prosiguió.

«Ni siquiera puedes escapar de la muerte. Cuando maté al rey Gaspar, la reina murió con él.»

Un extraño brillo de alegría se mostró en sus silenciosos ojos, lo miré y luego bajé la cabeza, volviendo a observar el anillo.

«Quiero decir, ¿no me propusiste matrimonio porque la realización del anillo de bodas aún no había finalizado?»

Ese era el resumen de su divagación, ahora, mirando el anillo, lo sentía de forma distinta.

«Cuando muramos, lo haremos al mismo tiempo, juntos.»

La nueva obsesión de Callisto me daba escalofrío, pero antes de poder decir nada, Callisto volvió a hablar.

«… Hay un anillo que se ha transmitido de generación en generación en el imperio, pero no quiero dartelo… Da mala suerte porque fue usado por la reina, y es de mal gusto porque el dragón dorado grabado es demasiado grande. Y eso ni siquiera te queda … Mierda.»

Después de inquietarse solo, soltó una maldición sin venir a cuento, por lo que aparté los ojos del anillo con asombro y lo miré.

«… En ese momento, en el jardín, no quise decir eso. Pero a causa de ese maldito rumor abrí la boca antes de tiempo y dije las cosas como no debía…»

El príncipe, se arrodilló ante mí cual pecador, no con una rodilla sino con ambas.

«Penélope Eckart.»

«…»

«Por favor, cásate conmigo.»

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¡¡¡¡¡¡Ya podemos morirnos!!!!!! Me muero, me muero, ¡se lo ha pedido oficialmente! Al fin!!! Yo sintiéndolo mucho, me quedo con Callisto, Penny que se busque a otro…

Cierto es que tiene celos excesivos, pero Penny es la única luz que tiene Callisto, es su todo, creo que el siquiera pensar en perderla lo destroza por dentro. Así que el miedo que siente está completamente camuflado por los celos, de allí ese absurdo nivel de estos.

Sobre la propuesta, ya sabía que Callisto -por muy especialito que sea- no pretendía proponerse como lo hizo, fueron las circunstancias del momento, jajajaja. Chicos, aprender, este evento es muuuy importante, jajaja. ¿Os imagináis el anillo? Deseo poder ver la ilustración para poder hacerle justicia contra mi imaginación, jejeje.

Hoy no voy a poder subir el segundo capítulo, he tenido algún problemilla y se me hace bastante imposible ponerme ahora con él. Mañana prometo que vuelvo con la suculeta continuación. (No me mateis, jajaja.)

Así mismo, respondiendo algún comentario, de normal subimos  1cap/día, esta semana hacemos maratón, así que son 2cap/día. (Menos hoy que he tenido problemas.) La hora es completamente incierta, a medida que se traduce y edita se va subiendo.

Miri

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